viernes, 19 de diciembre de 2008

PALCES OF POWER “Now Is The Hour”

(Frontiers / Mastertrax)

Otro disco de Frontiers surgido de la colaboración de dos significados músicos de la escena melódica, y van… Con este tipo de lanzamientos ha habido de todo, cosas interesantes y competentes, y otras que más parecían un desesperado intento de volver al escaparate de algunos músicos relegados al ostracismo y que apenas han tenido calidad ni continuidad. En este caso afortunadamente estamos ante un proyecto que podemos enmarcar en el primer grupo. Y es que esta obra que se han marcado mano a mano el vocalista Philip Bardowell (Magdelen, Unruly Child) y el instrumentista Bruce Turgon (Shadow King, Lou Gramm, Warrior) contiene una buena dosis de hard rock potente, muy interesante instrumentalmente, y con un gran despliegue vocal, a pesar de no ser todo lo inmediata y directa que podría esperarse. En una primera escucha el nombre de Shadow King se hace presente, con esos temas elaborados y un poco oscuros que nos dejaron hace años Turgon, Gramm, Campbell y Valentine. Basta con echarse al oído temas como la inicial “In Your Wildest Dreams”, con unos coros envolventes sobre un ritmo tendido y unas guitarras punzantes a cargo de Scott McKinstry que completa la formación como invitado. Se confirma este extremo con el aire misterioso de las teclas de “Light Of My World” dando soporte a unas suaves guitarras y a la potente voz de Bardowell a lo Lou Gramm, o con los ritmos secos y cortados de la más lenta “Always”, o de la poderosa “Desires Of Our Hearts” que va creciendo sobre su directo estribillo, al igual que la más hard rockera y cañera “Make Me Believe”. Los aires a los Foreigner más rockeros se dejan ver en “Path Of Resistance”, animada en su ritmo, de nuevo con Bardowell tremendo en la voz y con un buen solo melódico de Scott, al igual que en “Hard To Love You”, y en la más densa “One Day” en la que destacan percusión y teclas. Más puramente A.O.R. tenemos la intensa “The Passage”, con unas guitarras limpias en primer plano, la voz algo rota de Philip y unos buenos coros de acompañamiento, que vuelven a relucir tremendamente en las más pausadas “I Live For You” un cálido medio tiempo algo atormentado, y en la muy melódica y algo pomposa a lo White Sister “Secrets”. El cierre lo pone el tema que bautiza el proyecto “Places Of Power”, una composición más opaca y algo mística, de estribillo claro y voz potente, que redondea una buena colección de canciones que, necesitando probablemente un par de escuchas para cogerlas el punto, acaban por completar un gran disco que puede continuar más que correctamente el legado de Shadow King.
Mariano Palomo

ARABIA “Viviendo En Un Huracán”

(Discos Zinkin’ Prim / Leyenda Records)

Que el hard rock nacional a nivel de lanzamientos discográficos no vive su mejor momento hace tiempo no es ninguna sorpresa para nadie. Pero de vez en cuando aparecen lanzamientos que nos hacen recuperar la esperanza, caso del ya comentado debut de Atlas, o de este proyecto que nos ocupa encabezado por el guitarrista de Cutaro Gatos y ex de Ñu, Pedro Vela. Bajo la denominación de Arabia Pedro se ha rodeado de buenos músicos y amigos para registrar un interesante disco en el que las reminiscencias del hard rock clásico quedan patentes en todos y cada uno de sus cortes. Además de Pedro a la guitarra, teclados y piano, aparecen como miembros fijos de la formación en el trabajo, Alex Sánchez a la voz, Isra Pérez a la batería y Carlos Porcel al bajo, además de un buen número de invitados que iré citando a lo largo de la crónica. Los temas en general son bastante melódicos y accesibles, aunque dotados de una notable fuerza en las guitarras, más duras de lo que nos tenía acostumbrados hasta ahora, y con una gran presencia de teclados. El comienzo con la extensa y misteriosa instrumental “En La Noche”, nos lleva a la cañera “Arabia”, de acelerado ritmo, buenos coros, y con teclas y guitarras comparten protagonismo sobre la contundente base de Isra y Carlos que le dan un toque progresivo. Se torna el sonido más melódico en la pegadiza “Colores”, con unos coros altos y claros con la instrumentación en segundo plano, al igual que a continuación en “Vas A Ganar” más potente y barroca en sus teclados y con un buen solo de guitarra de Jean Michel Colomer, miembro de Karma y Black Sun. En el tema que da título al disco, “Viviendo En Un Huracán” encontramos la colaboración del vocalista J.F. Bejarano “Jota”, curtido en el musical de Queen y que aporta su personal y cálido toque a este medio tiempo melódico en el que contrastan guitarras acústicas y eléctricas con sonidos cercanos a los de Vai en Whitesnake. Se relajan aun más con la sentimental balada “A Veces Lloro”, donde brilla la maravillosa voz de Patricia Tapia, ex Nexx, que repite en la hard rockera y brillante “Berenice” apoyada en los coros por el propio Jota, Helena Romero y Andrés López, además de por un buen solo de guitarra de Angel Rellero de La 5ª Estación. Entre medias nos encontramos con “Palabras”, algo más actual y rockera, melódica pero con las guitarras más saturadas, para seguir más adelante con “Vuelve A Creer” más alegre y optimista, en un tono coral y donde vuelven a reinar por igual teclas y guitarras. Con “Déjame Entrar” la vena clásica queda patente con la voz más opaca y potente de Juanmi Rodríguez compañero de Pedro en Cuatro Gatos y que no podía faltar para poner su granito de arena, al igual que el batería Joaquín Arellano “El Niño” que participa en la experimental “Ríos De Dolor” que cierra el trabajo en una onda de fusión en el que improvisan sonidos de guitarra más agudos y de bajo marcado a cargo de Carlos Almendro de Zinkin’ Prim. Antes hemos podido disfrutar con la lenta “Un Adiós” la que la vocalista de Arion, Susana Sánchez, pone su dulce voz a esta tierna composición que adolece un poco de falta de ritmo, y de la correcta versión del clásico de Rainbow “Since You’ve Been Gone” en la que la voz de Alex cumple pero lógicamente no llega a los registros del enorme Graham Bonett. Un disco en general muy completo, bien elaborado, aunque con menos nivel de producción y sonido del que muestran sus composiciones. Como decimos muchas veces, esperemos que no se quede en un mero proyecto puntual y tenga continuidad en el futuro.
Mariano Palomo

VISION DIVINE “9 Degrees West Of The Moon”

(Frontiers / Mastertrax)

Nuevo disco de la banda del ex guitarrista de Labyrinth, Olaf Thorsen, que supone la vuelta a la voz de su buen amigo y cantante de Rhapsody Fabio Lione. Tras la salida de la banda de Michele Lupi, más centrado en proyectos de corte melódico, Olaf debió pensar que para qué arriesgar experimentando con nuevos cantantes y creo que acertó volviendo a contar con la voz de Lione que se adapta perfectamente al power melódico con toques progresivos que siempre han desarrollado tanto uno como otro a lo largo de sus dilatadas carreras. Empezamos a comprobarlo con “Letter To My Child Never Born”, una extensa composición de casi nueve minutos en la que sobre una base bastante power y machacona rivalizan teclas y guitarras de aires progresivos, con cambios de ritmo ralentizantes y ambientes evocadores. Continúan con “Violent Loneliness”, bajando y oscureciendo un poco el ritmo haciéndolo más gótico y melódico, densificándolo aun más en “Fading Shadow”, uno de los cortes más destacables y contundentes del disco en el que las teclas quedan en un segundo plano para dar más protagonismo a la voz aguda de Fabio y a las guitarras y teclas altas que vuelven a rivalizar. La melancolía se apodera de “Angels In Disguise” con su ritmo pesado y su voz profunda, para a continuación sufrir un cambio brutal en “The Killing Speed Of Time” llena de agresividad con una estridente voz gutural, en mi opinión algo fuera de lugar, que luego se suaviza con otra más melódica y un buen solo de Olaf. El barroquismo aparece en “The Streets Of Laudomia” recordándome a nuestros paisanos Dark Moor, con unas curradas guitarras y unas líneas melódicas muy pegadizas y algo épicas, y en la misma línea nos encontramos con “Fly” con un punzante solo contrastando con los arreglos de piano y cuerda que la adornan. Más progresivos se muestran en “Out In Open Space”, ritmos cortados y melódicos, con la voz arriba y la instrumentación bastante suave que va endureciéndose y tiene un aire muy cercano a Dream Theater. En el final encontramos tres curiosidades: la anecdótica y tranquila pieza que da título al disco con sonidos de caja de música, voz lenta y aires misteriosos; una bastante fiel versión del clásico de Judas Priest “Touch Of Evil” (el propio Thorsen nos comentó en persona hace tiempo que “Painkiller” era su disco favorito); y una versión demo de la comentada “Fading Shadow” que apenas aporta nada. Un buen disco, algo pesado en ciertos momentos, pero en general interesante por los matices que aporta al cada vez más estéril panorama del power metal europeo.
Mariano Palomo

TALL STORIES “Skycraper”

(Frontiers / Mastertrax)

Estamos ante otro regreso después de un montón de años. En este caso se trata de Tall Stories, una banda de culto dentro del underground melódico surgida de la Gran Manzana a finales de los ochenta y que únicamente vio plasmado su trabajo a modo de grabación con un disco editado en 1991. La verdad es que no pasó gran cosa con el disco, que estando bien tampoco me parece una maravilla, pero que ha ganado en notoriedad con el tiempo tras la entrada durante unas temporadas en Tyketto y en Journey de su vocalista Steve Augeri. Dejando atrás el pasado y centrándonos en el presente, más de quince años después, prácticamente con la misma formación, salvo el batería Tom DeFaria sustituido en este nuevo disco por músicos de sesión, el propio Augery, Jack Morer a la guitarra y Kevin Totoian al bajo han hecho un trabajo interesante pero que se me ha hecho bastante complicado de digerir en unas primeras aproximaciones. A base de darle oportunidades le ido sacando más matices y puntos positivos, con una mezcla de sonidos que en absoluto se encasillan dentro del hard melódico o el A.O.R. como pudiera pensarse de primeras, aunque no todos con el acierto que en mi opinión sería deseable. Para empezar Augeri canta bastante menos “a lo Perry” para entendernos, acercándose más a los registros que utilizó con Tyketto en el disco “Shine” y del que se notan reminiscencias en cortes como la curiosa setentera “Clementine” con un toque funky, o en la más suave y acústica “All Of The World” en la que brilla su voz a pesar de hacérseme aburridilla. La onda Zeppelin y algo hippie se acentúa en “Picture Of Summer”, sencilla y algo psicodélica, en “No Justice” con unas voces más agudas y retocadas que no me acaban de convencer, o en la más guitarrera y matizada “Eternal Light”. Los sonidos más hard rockeros y previsibles los encontramos en la inicial “Tomorrow” divertida y pegadiza, con inicio muy Boston y un estribillo interesante sobre unas guitarras rasgadas, en la original “River Rise” con su ritmo claro algo embarullada por sus arreglos de guitarra y voces, o en la potente a lo Jeff Scott Soto “Stay” donde la guitarra de Morer recuerda al maestro Page. El final del disco es de lo mejor del mismo con dos piezas más tranquilas, caso de la acústica western “You Shall Be Free” con slide guitar y teclas protagonizándola junto a unos correctos coros femeninos, o del maravilloso blues “Superman” en el que se explayan llenando de feelin’ el tema a base de guitarras y armónica, más propia del Mississippi que de su Nueva York natal. Dejamos fuera algún tema que roza el grunge sin gracia, “Clementine”, que hace bajar bastante mi valoración de este disco junto al exceso de sonidos lisérgicos que no me agradan demasiado y la forma de cantar de Augeri que creo no está en su mejor forma. Según lo queráis ver ya sabéis, el vaso medio lleno o medio vacío.
Mariano Palomo

jueves, 18 de diciembre de 2008

THE WILDHEARTS “Stop Us If You’ve Heard This One Before. Vol.1”

(Roundrecords / Locomotive)

Curioso este trabajo de los garajeros británicos The Wildhearts, desde su título hasta su contenido, ofreciéndonos un puñado de versiones de algunos de sus temas favoritos, desconocidos para mi prácticamente en su totalidad y que ahora descubro de la mano de estos cuatro elementos. La verdad es que tampoco he hallado grandes tesoros ocultos en este CD, pero sí supone una buena descarga de adrenalina y una diversa mezcolanza de sonidos, casi siempre con el punk rock alternativo como hilo conductor, y con la peculiaridad de la intervención en la voz principal de los cuatro miembros de la banda alternándose en los temas. Temas agresivos y acelrados de ritmo garajero como “Geez Louise” (The Unband), la agresiva “Rearrange You” (Baby Chaos), “Rocket 69” (Lee Harvey Oswald Band) y “The World Comes Tumblin’” (The Destillers), estas dos últimas recordándome a los Dictators con su ritmo machacón y algo punkarra, que aparece también la más melódica a lo Green Day “Understanding Jane” (The Icicle Works) en la que la voz del también guitarrista Ginger resulta más asequible y menos rasgado de lo habitual. Hay también cortes más raros y menos clasificables, como la paranoica y pesada “Waiting Room” (Fugazi) donde manda el bajo junto a la voz de Ritch Batterby, la más psicodélica y popera “Ice Hockey Hair” (Super Furry Animals) con Scott Sorry en un registro más apagado, al igual que en la alternativa “Possum Kingdom”, aunque esta vez con Giner de nuevo al micro. La vena más metálica y contundente, sin abandonar el palo alternativo, se refleja en “Unsung” (Helmet), una de las dos que ya había escuchado hace tiempo y que no está mal con su ritmo entrecortado y pesado con C.J. Jaghdar a la voz, que repite en la mucho más accesible y divertida a lo Carter USM “Pep Talk” (The Descendents). El otro tema que ya había escuchado, además del de Helmet, es “Battleship Chains” (The Georgia Satellites), una composicion puramente rockera de regusto sureño y que The Wildhearts hace bastante bien respetando su esencia, con buenos coros, las mejores guitarras del disco, y con la voz de Ginger mucho más limpia. El final del disco supone una nueva andanada punk-pop, algo ramnoinana sobre todo por la voz de C.J. en “Everyday Formula” (Regurgitator), un recuerdo para los reconocidos Soul Asylum con “The Judge” de base machacona y buenas melodías de voz, y un cierre acelerado y fiestero con “Carmelita” (Warren Zevon) que podría haber sido grabada cualquier noche de juerga después de unos cuantos tequilas. He obviado en el inicio la instrumental “AC Rocket” (Foil) ya que no representa más que dos minutos y medio de saturación sin mucho sentido. En fin, una buena oportunidad para conocer nuevas bandas de la mano de estos consagrados rockeros, pero que no me ha abierto demasiado la curiosidad.
Mariano Palomo

WAYSTED “The Harsh Reality”

(Livewire / Locomotive)

Después de tocar techo en 1986 con esa obra maestra del hard rock que supuso “Save Your Prayers”, (que a día de hoy no me canso de repetir que es mi disco favorito de todos los tiempos), y tras la separación de la banda, parecía que Pete Way no volvería a retomar el proyecto Waysted con las suficientes garantías de solvencia y calidad. Pero mira por donde, un buen día a finales de los 90’s decidió llamar al cantante original del grupo, Fin, y volvió a poner en circulación a su banda paralela a UFO. Fruto de esta reunión fueron reediciones menores de maquetas y directos de los 80’s que no tenían un mínimo de calidad, pero que nos recordaban que Waysted habían vuelto para seguir dando guerra. Tuvieron que pasar otros cinco años para poder escuchar nuevo material con el interesante “Back From The Dead”, un digno trabajo pero inferior a todas sus anteriores entregas, y ahora vuelven casi a su mejor nivel de sus discos con Fin (“Vices”, “The Good, The Bad, The Waysted” y “Waysted EP”). La verdad es que este “The Harsh Reality” ya lleva bastantes meses publicado, pero es ahora a través de Locomotive cuando empieza a ponerse en circulación en España, y visto lo visto ha sido un acierto rescatarlo para el público nacional. En este CD encontramos la esencia hard rockera y vacilona que siempre acompaña al gran Pete Way, pero también el feelin’ y la clase del blues y el rock sureño en algunos retazos. Lo primero queda patente en temas como la enérgica y directa “Propaganda” que abre el disco con su ritmo fiestero y su estribillo claro, bien secundada por la más canalla “Samaritan Man”, en la que Way marca el ritmo con su bajo junto al competente batería Paul Haslin que también colabora acertadamente en los coros. Siguen la misma línea directa, aunque algo más heavy, con “Rockin’ The Cliché”, llena de ironía sobre un ritmo más acelerado y unos coros y efectos bombásticos bastante logrados, para a continuación meter algún toque sureño en la más rockera “Keepin’ It Sweet” que hace que se mueva el pie con su ritmo pegadizo adornado de curiosas percusiones (pandereta, palmas y cencerro), y en la efectista “Long Time Dead” donde aparece la armónica a cargo de Fin. Los ramalazos de blues más eléctrico y algo western se ponen de manifiesto en “Out Of Control” (no confundir con el tema del mismo título del “Save Your Prayers”), un tema muy vacilón, con afilado solo a cargo de Chris George, y que me recuerda un poco a ZZ Top. Ahondan un más en las raíces bluesies con “It Wasn’t Me”, un medio tiempo de guitarras más suaves, con la voz de Fin más limpia y cálida, y con un profundo solo de Chris, para seguir en esta línea tranquila con “Song For Steve”, un emotivo corte de larga duración. De aquí hasta el final sin pasar de los medios tiempos con “The Harsh Reality” y “Hadnbags And Gladrags”, con buena percusión y coros aunque algo sosas, y con la tremenda balada “Can’t Live Without Some Pain”, con unas buenísimas guitarras blues-hard rockeras llenas de intensidad y en la que la voz de Fin se desgarra algo más recordándome a la tremenda “Hurt So Good” de su EP del ’85. Un fantástico broche para un muy interesante disco, que baja un poco en su segunda mitad, pero que recupera a los mejores Waysted de la primera época, lo del ‘86 con Danny Vaughn a la voz es punto y a parte.
Mariano Palomo

ATLAS “Atlas”

(Santo Grial Records)

Después de haberles visto en directo unas cuantas veces ya teníamos muchísimas ganas de echarnos al oído el disco de esta banda llamada a ser una de las mejores del panorama nacional. Y la espera ha merecido la pena y de que manera, en mi humilde opinión estamos ante uno de los mejores discos de hard rock que se ha hecho en España en mucho tiempo, y que junto a la última entrega de Uzzhuaia los dos discos nacionales que más me han convencido en este 2008 que ya nos deja. Ciertamente la apuesta parecía bastante segura viendo el nivelazo de los cuatro músicos que dan vida a este proyecto, nada más y nada menos que Manolo Arias a la guitarra, Angel Arias al bajo, José Martos a la batería e Ignacio Prieto a la voz. Experiencia, clase, ganas, calidad, versatilidad, todas ellas características de este póker de artistas y que se refleja fielmente en los catorce cortes de este fantástico trabajo. Un trabajo que se abre, tras una breve “Intro” instrumental, con el poderío de la directa “Unidos” puro hard rock clásico, de marcada base rítmica, y que ya muestra lo que vamos a encontrarnos en el resto del disco, letras curradas, buenísimos coros y estribillos, guitarras enormes, y la voz de Ignacio mostrando matices más rasgados y heavies que con Eden Lost. A continuación otro buen pelotazo heavy rockero como es “Generación Sin Miedo A Vivir” que ya hemos comprobado lo bien que funciona en directo, como la mayoría de los temas del disco, y en la que Manolo se sale con un solo enorme, que no es el único ni mucho menos, y que acompaña a Angel que marca la pauta con su bajo además de meter unos tremendos coros. Otro buen ejemplo de esto lo tenemos a continuación con la potente y reivindicativa “Nosotros Somos La Revolución” que engancha con su brillante ritmo y melodía, para oscurecerse y endurecerse a continuación con “El Imperio De La Ley”, en una onda más agresiva y rasgada. Tras esta andanada inicial relajan un poco el ritmo con una maravilla de medio tiempo como es “Demasiado Bueno Para Durar”, de excelente instrumentación (lo de las guitarras, solo incluido, es de otra galaxia), cálidas y curradas voces, con una buena letra de desamor, y que creo que poco o nada tiene que envidiar a composiciones de los enormes Mr. Big, a los que me recuerda bastante. Después de llegar a este punto álgido, mantienen el buen nivel con la divertida y dinámica “No Necesito A Nadie” llena de actitud con un aire vacilón y rockero que continúa con “Condenado Loco” que perfectamente podría haberse extraído de las sesiones del segundo trabajo de Niagara “Backstage Girls”, de nuevo con Manolo saliéndose y con la voz de Ignacio en unas tesituras a lo Coverdale. Un punto más de potencia para la apocalíptica “2040”, directa y poderosa de clarísimo estribillo y guitarras cabalgantes a lo Barón, a los que vuelven a recordarme levemente en la esperanzadora “Una Nueva Oportunidad” en la que las voces suavizan la caña de los instrumentos con, de nuevo, un extenso y variado solo de guitarra a cargo de V.M. Arias. Algo más actuales suenan con “Siempre Hasta El Final”, hard rock de los primeros 90’s a lo Talisman en el enganchan con su melodía mostrando un sonido más experimental de guitarras, para volver a los aires desenfadados con “Sin Descanso Hasta El Amanecer”, llena de ritmos alegres y fiesteros con la voz de Ignacio más aguda. El espíritu más rockero y rebelde reaparece en “Adicto A La Carretera”, en la que de nuevo el nombre de Mr. Big me viene a la cabeza con su tremendo sonido de bajo de Angel y sus directos coros y voces. El final lo pone la sentida balada “¿Quién No Ha Sido Un Perdedor?”, llena de intensidad y emotividad, para nada ñoña a pesar de su triste letra, y en el que los coros y las acústicas toman el protagonismo para redondear un grandísimo disco. Sería una pena que pasara desapercibido, y desde luego creo que gustará a todos los amantes de la buena música en general y del hard rock potente en particular. Absolutamente Recomendado.
Mariano Palomo

CRISIS DE FE ”Nunca Llueve Eternamente”

(Crisis De Fe / Background Noise)

Parece que los valencianos Crisis De Fe quieren orientar su sonido hacia derroteros más actuales y melódicos, algo que ya se intuía en su anterior trabajo “III” y que ahora confirman con este “Nunca Llueve Eternamente”. Sin modernizarse en exceso, pero sí dejando bastante aparcado el heavy metal más tradicional y estándar de sus dos primeros trabajos y de buena parte del tercero, en este cuarto se sumergen en sonidos de hard rock actual, donde la voz de José Maset, nuevo miembro de la banda que sustituyó a Juan Pascual Pérez, cobra protagonismo rodeada de algunos efectos y supone un giro más melódico y profundo. El resto de la banda sigue siendo la misma, con Aleks Tomás al bajo, Miguel Tuset y Paco Saiz a las guitarras, y Ricky Vaño a la batería. El disco se abre con el corte que le da título y que alude a una frase de la película “El Cuervo” de infausto recuerdo para los admiradores de Brandon Lee, y que en lo musical arranca potente, con un marcado ritmo y buenos coros que completan una interesante composición de hard rock de corte actual y pegadizo, al igual que lo es la más asequible “Polvo y Arena” en la que conjugan caña y melodía con buenos matices. Por la misma senda avanza “Duerme” con aire a los últimos Avalanch con su cortadas guitarras enfrentadas con la voz melódica de José, que sigue brillando en la atormentada y potente “Llamada Al Pasado” y en la dinámica “Mundo Gris” con toques más actuales y agresivos. Se toman un respiro con la relajada “Ayer”, en la que mezclan acústicas y eléctricas, contrastando partes punzantes con otras más suaves, para meterse en secuencias modernas con la poderosa “Cada Minuto” que acaba siendo más clásica y hard rockera. Un par de acelerones con “Renuncia” donde brilla el bajo marcado de Aleks Tomás junto a la voz más arrastrada de Maset, y con “Desaparecer” en la que saturan más las guitarras a lo Metallica de la última época, para cerrar definitivamente con la magnífica “El Viejo Reloj” una nostálgica pieza acústica, de gran letra y base rítmica, llena de intensidad e ideal para poner el punto final a este buen disco. Quizá algo plano y falto de matices en algunos momentos, pero mostrando una interesante evolución por parte de la banda levantina.
Mariano Palomo

WARRIOR SOUL “Live In England”

(Livewire / Locomotive)

La verdad es que nunca me había interesado por esta formación neoyorquina, de extensa trayectoria y cierta reputación entre el público alternativo. Ahora he tenido la oportunidad de descubrirles someramente con este directo grabado recientemente en su gira inglesa donde presentaban su última entrega titulada, curiosamente, “Chinese Democracy”, y del que por cierto sólo incluyen un tema para por el contrario dar un buen repaso a sus cinco primeros trabajos. En su conjunto el disco no me ha sorprendido demasiado, más bien me ha aburrido por momentos, pero lo que sí destila es mucha actitud y mala leche por parte de sus componentes, sobre todo el agresivo y ronco vocalista Kory Clarke. Abren con una prolongada y oscura “Intro” llena de saturación que da paso a “Interzone” en una línea rockanrolera y directa a lo Motörhead, para pegar un bajón de intensidad con la densa y alternativa “Love Destruction” que no me dice gran cosa, al igual que la algo punkarra y simple “No, No, No”. Algo más me convencen la aguardentosa “The Drug”, la curiosa y desafiante “Let’s Get Wasted”, las cañeras y directas “Punk And Ballligerent” y “Bad News (Rock And Roll Boyfriend)” en la que destacan las guitarras de Rille Lundell y John Hodgson. El cierre y fin de fiesta viene con “Wasteland”, diez minutos de buenos sonidos rockeros, con bastante presencia del bajista Mike McNamara, y en los que el público participa dando color a un disco, por otra parte, no excesivamente brillante en su sonido, sobre todo de batería, y que no ha acabado de ganarme para la causa del grupo.
Mariano Palomo

miércoles, 17 de diciembre de 2008

D.A.D. “Monster Philosophy”

(3R / Locomotive)

Hace ya bastantes años que estos chicos daneses que responden al nombre de D.A.D. (Dysneyland After Dark) abandonaron la senda del hard rock potente y melódico para caer en las redes más oscuras y embarulladas del rock alternativo (¡qué gracia me ha hecho siempre esta etiqueta!), algo que por desgracia sigue confirmándose en esta última entrega de la banda. Os confieso que hace tiempo que les perdí la pista, cuando a mediados de los 90 empezaron a publicar discos como “Helpyourselfish” o “Simpatico”, que no hicieron más que aumentar mi aprecio por sus anteriores trabajos “Riskin’ It All” y sobre todo su mejor obra del ‘89 “No Fuel For The Pilgrims”, y de cuyo sonido y frescura poco queda ya en la actualidad. Este balanceo estilístico supongo que se debe a la evolución musical de los componentes del grupo que apenas han variado desde sus inicios, y seguramente en buena parte a las modas impuestas por el triste panorama musical que nos rodea. Aun así, podemos rescatar algunos retazos de este disco que nos traen ligeramente a la memoria los primeros sonidos de la banda como en la trabajada “Money Always Takes The Place Of Love” con un inicio western acústico para luego romper potente y eléctrica marcando un ritmo más agresivo y pegadizo. Tampoco están mal del todo la inicial “Revolución” con un toquecillo rockero y algo extraño, la más oscura “Nightmares In The Daytime”, o la más divertida y sencilla de aires punk rockeros “Beautiful Together”. El resto me resulta bastante soso y opaco, caso de “Too Deep For Me” en la que intentan parecerse algo a Red Hot Chili Peppers en su sonido de bajo, de la saturada de efectos chirriantes “Monster Philosophy” que da título al disco, de la más modernita de guitarras poperas “You Won’t Change”, o de la pesadota de trazas acústicas “I’m The River” en la que se salva un breve solo del guitarrista Jacob Binzer que junto a su hermano Jesper como vocalista siguen al frente de la formación. No ha sido una gran desilusión, porque no esperaba gran cosa de este disco, más bien una confirmación de que actualmente D.A.D. están bastante más cerca de los gustos de los seguidores de bandas como Muse o Foo Fighters que de los míos.
Mariano Palomo

viernes, 28 de noviembre de 2008

NIOBETH “The Shining Harmony Of Universe”

(Molusco Records)

Nueva formación de metal gótico con chica al frente que nos llega desde Albacete. Se trata de Niobeth, una formación que comenzó a dar sus primeros pasos hace cuatro años, y que ahora ve recompensado su trabajo y esfuerzo con la publicación este su primer larga duración. Un disco que además de la etiqueta generalista de metal gótico que le he colocado en el inicio, abarca algunos matices más, ahondando más profundamente en la música clásica y en las voces líricas y operísticas de su vocalista Itea Benedicto, sin duda lo que más llama la atención en principio de la banda, potente y muy amplia en sus registros aunque algo estridente en algún momento, pero tiene el grupo muchas más cosas interesantes. Y eso que en un primer acercamiento, este disco me pareció excesivamente denso y oscuro, sobre todo por su producción, pero a base de darle vueltas se pueden encontrar bastantes matices y muchísimo trabajo de elaboración y composición. El inicio se me hizo algo cuesta arriba, con cortes algo deslavazados y espesos como “The Wishper Of Pain” que se me hace demasiado pasada con su plomiza atmósfera, mejorada por los grandes coros a cargo del Orfeón de La Mancha y por algunos matices de flauta de Lourdes Guillén, “Secrets” más puramente gótica y melancólica que coge algo de color con las guitarras de Jesús Díez pero se me hace demasiado larga, al igual que la más lírica “Tell Me Lord” con las bases más arriba marcando un ritmo más cortado. Empieza a convencerme más la obra a partir de la contundente “A Frightening Shiver”, con un ritmo más rotundo y limpio, buenos arreglos de voces líricas en la que habrán tenido que ver el notable número de sopranos, contraltos, tenores y barítonos invitados, y con un interesante interludio más suave en el que aparecen los arreglos de cuerda; además como curiosidad incluyen como bonus una versión en japonés de este tema, evidentemente orientada para el mercado nipón. Continua la cadencia lenta en la intimista “My Silence Within”, con un piano, un cello y una flauta acompaña a la voz de Itea en su versión más dulce, animándose al final subiendo el tono, continuando levemente la ascensión en “Requiem For Imogen” con un toque más gótico de guitarra y melancólico y celta en las voces y redobles. Vuelta de tuerca más contundente para “Dance Of Tragedy”, más tétrica, con la voz aguda y lírica de Itea compartiendo plano con la de Fernando Asensi dotando de teatralidad operística al corte, y donde resalta la labor al bajo del invitado Juanba Nadal (Dragonfly) y la seca pegada del batería Alberto Trigueros. Vuelve la calma con la preciosa y trabajada “Reflected Light’s Garden”, en la que mezclan sonidos acústicos, piano y gaita a cargo de Santi Tejedor, con las guitarras más punzantes de Jesús, densificándose de nuevo con “Rhyme For My Gone Beloved”, más oscura, con buenos cambios de registro vocal ayudados por unos misteriosos coros, y unos cambios de ritmo bastante progresivos a cargo de Juanba y Alberto. Encaramos el tramo final con la cañera e irregular “Musician Soul”, en la que vuelven a brillar los coros, seguida por la versión metalizada de “The Magic Flute (Queen Of The Night Aria)” Aria perteneciente a la ópera “La Flauta Mágica” de Mozart y en la que Itea muestra todo su potencial lírico sobre la contundente base instrumental de sus compañeros. El cierre, amen del bonus con letra en japonés citado anteriormente, lo pone la extraña “The Awakening”, donde vuelven a aparecer arreglos de cuerda y flauta mezclados con guitarras cañeras y voces líricas. Un curioso cierre para un disco muy trabajado y bien interpretado, aunque cuesta digerir de primeras, quizá con sonido menos oscuro me hubiera llegado mejor.
Mariano Palomo

jueves, 27 de noviembre de 2008

MICHAEL KISKE “Past In Differente Ways”

(Frontiers)

Esto de hacer las críticas con tanto retraso es algo que tiene que acabarse. En realidad no sabía muy bien cómo tomarme la nueva entrega del vocalista teutón. Es sin duda el desertor más añorado y querido de la historia del Heavy Metal. No importa las sandeces que diga o haga, siempre estamos dispuestos a perdonarle esperando inútilmente que algún día vuelva por el buen camino. Pero este regreso sigue sin estar muy claro después de esta entrega. En contra de lo que podría parecer, no se trata de una jugada comercial a la desesperada como la de sus ex-compañeros hace un par de años. De ser así, hubiera intentado utilizar las canciones de la época dorada de Helloween más populares, como “I Want Out” o “Future World”. En vez de eso, las revisiones en formato acústico se han limitado a sus propias composiciones, que nunca fueron precisamente las más comerciales. Con la salvedad de “A Little Time”, que no puede decirse que mejore en este álbum. Ninguna supera a la original, aunque sí las hay que quedan realmente bien, como “When The Sinner”, “We Got The Right” o “Going Home” con un aire que me ha resultado muy fresco. La que menos ha notado el cambio es sin duda “Your Turn”. En cuanto a las de “Chamaleon”, son tan insufribles como siempre lo fueron, la verdad es que ni conservo aquel bodrio. También hay un tema nuevo, “Different Ways”, que resulta del montón en el conjunto. Aunque algunos cortes son un verdadero coñazo, en conjunto el disco no está mal si lo tomas como lo que es, una simple curiosidad sin más pretensiones. Sigue en el aire el camino que Kiske va a tomar en el futuro. Parece imposible el sueño de su ingreso en Gamma Ray, pero quizá considere unirse a alguna de las buenísimas bandas que abundan en su país. O sigue en solitario haciendo de verdad de nuevo auténtico Heavy Metal. O sigue dando bandazos en busca de su identidad perdida. El tiempo lo dirá.
Nacho Jordán

ADGAR “Tiempos de Cambio”

(Santo Grial)

Nuestras más sinceras disculpas de la gente de Alianza y de parte mía en particular por tardar tanto en publicar esta crítica. Llevaba meses escrita, pero por despiste nunca llegó a nuestro webmaster. Quizá no recibió el mail, o simplemente se me olvido mandarlo, vete a saber. También hemos tardado mucho en echarla en falta. En otras circunstancias ya lo dejaríamos correr dado el tiempo transcurrido, pero ¡qué leches! Este ha sido sin duda el disco de rock nacional que más me ha gustado de todos los que han caído en mis manos el presente año. ¿Cómo iba a cometer la injusticia de olvidarme de él? Así que obvio mi ya desfasada crítica y vuelvo a empezar. Y creo que ya he dicho bastante unas líneas más arriba. Adgar saben trabajar el Power Metal como nadie en este país. Pese a tanta caña, las letras se entienden perfectamente, y no se hacen en ningún momento repetitivos ni aburridos. Y eso que tampoco inventan nada, las cosas como son. Es sólo Power, pero de gran calidad. Me cuesta mucho destacar una canción sobre otra, quizá las que más me han gustado sean “Has Cambiado”, y sobre todo “Rosa Con Espinas”, simplemente genial. En cambio, no veo el motivo de volver a grabar “Esa Mirada Triste”. Sólo hace dos años que apareció en su anterior entrega “Seguimos En Pie”. Y no digo que la nueva versión esté mal, ojo, sólo que no me parece lógico meter la misma canción en dos discos consecutivos. En cuanto a los aspectos extramusicales, la cosa no se queda atrás. Presentación de lujo, y DVD extra con video-clips y canciones en directo. Y con un precio muy asequible. Todo esto resulta sorprendente cuando se supone que atravesamos la peor crisis de la historia de la industria discográfica. Esta política aparentemente ruinosa de Santo Grial no lo debe ser tanto, porque no es la primera vez que trabajan así, como pudimos ver con, por ejemplo, Brecha, Barón Rojo o anteriores entregas de los propios Adgar. Si repiten una y otra vez la misma fórmula, debe ser por algo.
Nacho Jordán

miércoles, 26 de noviembre de 2008

JASPE “I”

(Autoeditado)

Gracias a nuestro compañero Antonio Barba, responsable del veterano programa Barbarock en Radio Vallekas, conocimos hace unas semanas a este instrumentista que nos pasó una copia de su primer redondo en solitario. Un disco que nos muestra una interesante colección de composiciones instrumentales en las que Jaspe se hace cargo de toda la instrumentación y producción, y en el que se intuyen buenas intenciones, pasión y técnica, aunque el hecho de ser una producción completamente autoeditada y autofinanciada se nota mucho. Jaspe explora en los sonidos de guitarra con inevitables recuerdos a los guitar heroes más grandes y reconocibles, con andanadas más rockeras y directas como la alegre y melódica “Rock On” que da apertura al CD con un final muy Vai haciendo hablar a la guitarra, la acelerada y virguera “Hard” con unos curiosos efectos agudos y huecos, que se repiten en la optimista “Sunrise” , o en la final “Ride With Me” de buen ritmo y dinamismo. Hay temas más tranquilos y relajados como “Hands Of Time” más larga y con un tempo más tendido y sentido, al igual que en la electroacústica “Princess” se va intensificando y retorciendo en su desarrollo, y en la más destacada y original “Orient” con algún que otro arreglo árabe-oriental en el que se mezclan guitarras saturadas y españolas. Más dura resulta “Rivers Burning” con la guitarra más a lo Satriani con bastante presencia de máquina en la base, mientras encontramos el toque más original y vacilón en la corta y resultona “I’m Not Blue” con algún guiño funky, y en la frenética “Friends Forever” con un ritmo más punk rockero casi coreable que encaja más en lo que Jaspe suele hacer con su banda puramente ramoniana, El Caso De La Habana, con los que también ha grabado un CD de seis temas. Como os decía al principio, una interesante iniciativa la emprendida por este guitarrista, que muestra un gran potencial, pero que desgraciadamente queda algo deslucida por la calidad de sonido del disco. Esperaremos próximas entregas para ver su evolución.
Mariano Palomo

MIMO “Para Bien Y Para Mal”

(Avispa)

Curiosa propuesta la que en estos días nos ofrecen estos cuatro chicos zamorano-madrileños bajo el nombre de Mimo. Un nombre al que hacen alusión en lo que su maquillaje se refiere, pero que desde luego no se quedan mudos a la hora de exponer su forma de expresión artística que no es otra que el rock. Un rock abierto, sin un orientación clara y que se mueve entre el heavy rock sencillo, el rock and roll tradicional, e incluso algún guiño punk y acústico. Dentro de los temas más heavies podemos encuadrar a la inicial “Pólvora Y Cañón” sencilla y directa, con buenas guitarras a cargo de los hermanos Lagarejos, Carlos y Pablo, este último también encargado de poner su voz, algo Bumbury a la obra. Siguen la misma línea la más densa y algo desmadejada “Gris”, la ochentera de rasgos guitarreros “Ponte En Pie” con lejanas reminiscencias a los primeros Sangre Azul, y la más nostálgica y callejera “Historias De Ciudad” de guitarras más pesadas y voces directas. El rock más básico aparece en la alegre “Un Millón de Veces”, con un buen solo y con el bajo de Jesús Huelva bastante marcado, como sucede en la también nostálgica “La Rosa”, y en la más acelerada “No Hay Respuesta” con un ritmo entrecortado y cierto aire ska. Los ritmos más tranquilos y acústicos aparecen en la melancólicas “Gramito De Viento”, en el medio tiempo “Sin Animo de Lucro” que hace referencia en su buena letra a los comienzos en la música de los protagonistas, y en la más dulce y bien tratada instrumentalmente “Esperame”, aunque se queda algo sosa y apagada. Dejo para el final el tema que da título al disco “Para Bien Y Para Mal”, que ofrecen en dos versiones, prácticamente idénticas en su estructura y melodías, con unos coros que alternan partes bastantes horteras y divertidas con otras más trabajadas, y que recuerda un poco a los Platero y Tú. La versión V.08 como ellos la han llamado y que cierra el disco, es lo mismo, pero en plan más aun de coña de lo que lo era la normal, con la participación del televisivo Florentino Fernández, “Flo”, que mete su voz característica con algunas frases alusivas a la letra del tema que trata del sado desde un punto de vista bastante humorístico. Bueno, como anécdota no está mal, y el tema en sí es bastante potable, pero en general, como todo el disco, bastante normalito y aun con mucho camino por recorrer.
Mariano Palomo

martes, 25 de noviembre de 2008

JIMI JAMISON “Crossroads Moment”

(Frontiers / Mastertrax)

Vuelve el espíritu Survivor. De la unión entre Jimi Jamison y Jim Peterik nace este “Crossroads Moment”, un disco llamado a recoger el legado musical de una de las bandas más grandes y recordadas de rock melódico de todos los tiempos. Disco producido, compuesto y arreglado por Jim Peterik y por Larry Millas (Pride of Lions, Ides of March), este “Crossroads Moment” se presenta como la continuación perfecta de Pride of Lions, pero con la voz personal de Jimi Jamison y sus propias canciones, que le acercan a Survivor. Disco lleno de talento y maravillosas canciones, confirma que de la unión entre Peterik y Jamison sólo podía salir algo muy bueno. Temas como la nostálgica “Battersea” que abre el disco o la coríntica y llena de teclados “Make Me A Believer” lo confirman. Una mezcla perfecta entre Pride of Lions y Survivor. Arropados por un elenco de grandes músicos, como Klen Haynes al bajo y Mike Aquino a las guitarras, cuenta con las colaboraciones en los coros y voces de grandes como Mike Reno, Mickey Thomas o Joe Lynn Turner, entre otros. Jim Peterik dota al disco de una atmósfera melódica y nostálgica, no exenta de garra y pasión al mismo tiempo. Canciones como “Make Me A Believer” o el single “Can´t Look Hawai” atrapan al oyente y son perfectas para las radio A.O.R. formulas de toda la vida. “Crossroads Moment” es más calmada y sentimental, deliciosa en la voz de Jimi Jamison, con un final arrebatador. El solo de guitarra y el piano de esta canción son una maravilla. Otra joya es “Behind The Music”, mi favorita del disco. Es poderosa y con mucho ritmo, en la más pura línea de Pride of Lions. Una de las mejores del disco. Quizás este trabajo abuse un poco de las baladas y los medios tiempos. Está claro que Jimi Jamison canta como pocos vocalistas este tipo de composiciones, pero edulcoran demasiado el disco. Cortes como “Lost” o “Bittersweet” no aportan demasiado. Vuelve el climax en canciones como “She´s Nothing To Me”, corística y muy Survivor, para decaer con otra medio balada como “As I”, que enfría un poco los ánimos. Quizás este sea el fallo del trabajo, sobran algunos cortes lentos dentro de un gran disco. El broche de oro lo ponen dos grandes composiciones: “Friends We Never Met”, con gran ritmo y buenas guitarras y un estribillo pegadizo y la buenísima y nostálgica “When Rock Was King”, que empieza lenta para acabar poderosa y llena de guitarras. Quizás este “Crossroads Moment” tenga un excesivo metraje y le puedan sobran un par de canciones lentas, pero está lleno de talento musical y compositivo, y sirve para mantener vivo el presente de Pride of Lions y el legado de Survivor.
Jesús “Nono” García

BABYLON ROCKETS “Conspiracity”

(Maldito Records)

Grandes grupos de rock guitarrero nos llegan desde Valencia, como los consagrados Uzzhuaia y estos Babylon Rockets. Cargados de actitud y de fuerza nos arrollan con este “Conspiracity”, un discazo tremendo, fuera de modas y apostando por el rock crudo y directo de toda la vida. Si estamos en crisis, Babylon Rockets nos ponen las pilas. Este disco suena a los AC/DC del “High voltaje” o del “Let There Be Rock” (“Can´t Stop” o “Once Again”), o también al mismísimo Vince Fournier (Alice Cooper) en trallazos como “Take A Ride” o “Just My Girl” (la primera época de Alice, en discos como “School´s Out” o “Goes To Hell”). Dany canta con este toque canalla del vocalista de rock cuya garganta ha pasado por muchos conciertos y muchos garitos cargados de whisky y de humo. Las guitarras de Eloy y Rafa están afiladas y presentes en todos los temas y Kiko con su piano y su hammond le dan calor a los temas y aromas al pasado, en cortes como “Sweet Drama Queen” o “Just My Girl”. El disco es rock visceral y guitarrero, alejado de modas, poderoso, crudo y directo. Aires a Hellacopters (“On Your Stereo” o “Take A Ride”), a los mismísimos Guns n´Roses (“Show World”) y esos matices de buen rock surenño a lo Black Crowes o Black Stone Cherry (“Sweet Drama Queen”). Fuera modas trasnochadas. Viva el rock de toda la vida. Babylon Rockets se han salido con este "Conspiracity". Si son tan buenos en directo como en disco, no me los pierdo.
Jesús Nono García

BARUA “Sin Que Duerman Las Horas”

(Maldito Records)

Sin duda, el rock nacional responde cómo todas las músicas a tendencias. Los que somos veteranos vimos la influencia que Rosendo y sus Leño inspiraron a Barricada o Platero. Después, Extremoduro abrió brecha para Marea o Sinkope, por ejemplo. Digo esto porque los navarros Barua practican un rock lleno de guitarras y buenas voces, no exento de influencias. Nacidos para la música en Pamplona en octubre de 2004, suenan a veces a Marea, otras tienen un toque a Fito, al Canto del Loco o a los mismísimos Pereza. Pero con señas de identidad propias, buenas letras y marcadas guitarras. Los chicos ya tendrían ganas de publicar su primer trabajo discográfico, después de muchos conciertos compartiendo cartel con grupos reconocidos como Barricada, Pereza, Pignoise o Los Secretos. Este álbum se titula “Sin Que Duerman Las Horas” y se presenta como un trabajo de rock lleno de actitud, fresco y maduro al mismo tiempo. Han tenido el gusto de trabajar con los hermanos San Martín (ese grupo añorado llamado Sátira), convertidos hace tiempo en excelentes arreglistas y productores en los reputados Estudios XXI. El resultado es un disco completo de rock con matices power pop interesante y talentoso. Ganas nos faltan, además de cuidadas y personales letras. Canciones en línea Marea como “Tu Olvido” o “Si Quieres” (primer single), pero con personalidad propia. Temas más power pop pero no edulcorados como “Pintar Un Corazón” o “Marta”, con un rollo más al Canto del Loco. Buenas canciones, frescas y directas. Otro corte más guitarrero ( se inicia a lo Rolling Stones) es “3.000 Horas”, para cerrar con la cover de los Secretos “Pero A Tu Lado”, fiel y original al mismo tiempo. Un grupo a tener en cuenta, que merece la pena. Fieles al rock y a sus referentes actuales, pero con juventud, ganas y gusto musical. Si tienen respaldo y acceden a las radio fórmulas (triste peaje) podrían llegar lejos. Se lo merecen.
Jesús “Nono” García

viernes, 21 de noviembre de 2008

NIKKI PUPPET “Power Seeker”

(Artist Station Records / Avispa)

Paisanos de Scorpions, pero con bastante poco que ver con estos, publican desde Hannover este cuarteto mixto su tercer disco en el que a lo calidad y estilo están muy lejos de Schencker, Maine Y Jabbs. Lo intentan, dando color a su música con la voz de Nicky Gronewold en la onda de la Lee Aaron más macarra o de la vocalista de Phantom Blue o Meldrum, pero donde las composiciones se quedan bastante pobres y simples. Y Eso que la cosa empieza prometedora con la garajera y divertida “Destroy This Toy” con buenos guitarrazos y estribillo, mejorada por la más melódica e igualmente divertida “I Can Dream” en la que las guitarras suenan más limpias, y por la enérgica “Power Seeker” que corta su ritmo vacilón con buenos coros y guitarras a lo Offspring. A partir de aquí los temas empiezan a caer con la lenta y decadente “Pricks” que intenta espabilarse un poco pero no llega, con la extraña algo psicodélica “Falling In 2 Pieces”, o con la pesada y espesa “300 Warriors” en la que se salvan las voces. Tras esta, “Yoa Sou Saloniki” una curiosidad a cargo del guitarrista de origen heleno Christos Mamalitsidis que se marca una pieza corta de guitarra española evocando a Salónica, y tras la cual vuelven a mejorar con la cañera y sencilla “I Spy” en la que siguen destacando las voces tanto de Nicky como de la bajista Anke Sobek, como en la más curiosa “Come Back” con ramalazos funkies en las guitarras de Christos que acaba marcándose un buen solo. Aires setenteros llegan para dejarse notar en el solo de “Blind Race Of Ice” dentro de una estructura más alegre, y en todo el desarrollo de la enérgica “Daddy Yells”, menos directa y fresca pero más elaborada y compacta. Por el contrario vuelven a la sencillez con la efectiva “Scream”, más rápida y simple sin apenas matices salvo su breve solo, para cerrar en clave tranquila con “Turn Back Time” una balada acústica agradable pero algo hueca. Un cierre correcto sin más a la altura del resto del disco, que tiene momentos divertidos e interesantes, pero desde luego no me acaba de rematar.
Mariano Palomo

DEADLOCK “Manifesto”

(Lifeforce Records / Avispa)

Desde Alemania llega a nuestras manos la tercera entrega del sexteto de death metal melódico Deadlock. Como bien sabéis no es este un estilo al que demos prácticamente cobertura en este medio, pero si algo está bien hecho y muestra cierta calidad y originalidad merece la pena ser reseñado, aunque no nos llegue a tanto como otro tipo de lanzamientos. En este disco encontramos los elementos básicos del metal extremo melódico, adornado con algunos toques progresivos y sobre todo por el duelo permanente que mantienen a lo largo del disco la voz gutural y desagradable por momentos de Johannes Prem y de la dulce Sabine Weniger que también ayuda en los teclados. El resto de la formación se muestra solvente, con alguna que otra ida de olla, como la electrónica inicial a modo de intro “The Moribunbd Choir vs. The Trumpets Of Armaggedon”, pero en general sonando bastante bien, con solidez y limpieza. Tras la referida intro y a rebufo de la misma con algún guiño electrónico, atacan con la pesada y cruda “Matrtyr Of Silence” en la que la batalla la gana la voz de Johannes, aunque Sabine también se deja ver, repitiéndose la fórmula en las más atropelladas “Slaughter’s Plage” y “Dying Breed” con algún toque gótico tras el intranscendente interludio instrumental “Manifesto”, o en la agresiva “Deathrace” que cierran con un fragmento rapero fuera de lugar en mi opinión. Los sonidos vocales se equilibran más en la atmosférica “The Brave / Agony Applause” donde destacan las guitarras de Sebastian Reichl y Gert Rymen (el primero también encargado de teclados y programming), en la cañera y más asequible “Seal Slayer” donde se marcan con fuerza los cambios de voz, o en la dinámica y potente “Fire At Will” de buena instrumentación con sonidos de saxo incluidos. En la parte final del disco afortunadamente sale victoriosa Sabine dotando de melancolía y dulzura a la suave “Altruism” en la que la acompaña una delicada percusión y teclas, para cerrar definitivamente siguiendo la línea melódica con “Temple Of Love” de reminiscencias orientales y en la que apenas aparecen sonidos guturales, donde guitarras, teclas y voces sobresalen con limpieza conformando una hermosa composición. Sin duda para mí lo mejor del disco, esta parte final y la instrumentación en general, y lo peor el excesivo protagonismo de los sonidos guturales en muchas fases del mismo.
Mariano Palomo

ECLIPTICA “Impetus”

(Frotniers / Mastertrax)

Impetuoso y convincente sin duda resulta el debut discográfica de esta sólida formación austriaca que en estos días se pone en circulación en toda Europa. Un disco que se presentaba como de rock progresivo, pero que realmente me ha resultado bastante más cercano al power heavy metal melódico, por supuestos con algún elemento progresivo, y con una buena instrumentación, sobre todo por parte del batería Roman Klomfar y del bajista Florian Thür que suenan tremendos a lo largo de todo el disco. Tampoco lo hacen mal los guitarristas, Markus Winkler y Bernie Scholz que combinan partes melódicas y saturadas acompañando a la profunda y personal voz de Thomas Tieber, bien apoyado en algunos pasajes por la más dulce de Elisabeth Fangmeyer. Empiezan a desgranar este “Impetus” de forma suave con la intro instrumental del mismo nombre que inmediatamente da paso a la cañera “My Paradise” en la que encontramos el duelo de voces más notable, con un ritmo cabalgante muy marcado de power de aires progresivos, y donde la rotundidad y melodía se funden como tónica habitual de la obra. Este buen sonido queda reflejado también en “Land Of The Silence”, más puramente heavy, agresiva, pero endulzada por unas líneas de voces más melódicas, al igual que en la más power épica a lo Blind Guardian “Carry On”. Un aire más misterioso y relajado aporta “Twilight Hall”, igualmente intensa con buenas aportaciones de piano y coros melódicos que arropan el poderío de su base, para seguir en una línea de melodía y calidez con “Turn Away” donde se vuelven a enlazar acertadamente las voces de Thomas y Elisabeth con unos buenos cambios de ritmo desde un inicio baladístico lleno de piano que se acelera al final del tema. Continua esta aceleración con “Old Man’s Memories”, en la que encontramos esa potente mezcla de guitarras limpias con otras más saturadas, cortando el ritmo con cambios secos más progresivos, y que se suceden en la siguiente “Watching You”, más oscura y algo gótica donde el bajo de Florian suena de impresión. Elisabeth vuelve a tomar el protagonismo en “The Jester In The Ballroom”, una pieza más cercana a la onda del “Sirens” de Savatage, sobre todo en lo que a las guitarras se refiere, y donde la participación de la voz masculina de Thomas se limita a los estribillos. El cierre lo pone la extensa y demasiado espesa “The Black Swan”, que se inicia con tranquilidad y voz narrativa, para ir creciendo en la instrumentación, pero quedando muy oscura y sin acabar de romper. Un cierre demasiado opaco, para una más que competente obra que nos descubre a una nueva y talentosa formación a seguir.
Mariano Palomo

TANKARD “Thirst”

(AFM / Avispa)

Nuestros buenos amigos cerveceros de Fankfurt vuelven a la carga. Tras el recuerdo a sus clásicos que supuso el pasado año el recopilatorio “Best Case Scenario: 25 Years In Beers” y su posterior gira de la que pudimos disfrutar por estas tierras, recuperan el pulso de las grabaciones con una decena de nuevos cortes en los que además de mostrar una mayor madurez y nivel instrumental, observo una mayor inclinación a sonidos puramente heavy metaleros y menos thrashers, aunque por supuesto siguen presentes al igual que la vena humorística y etílica que nunca falta ni debe faltar. Los ritmos más machacones y las guitarras más saturadas, pocas por cierto, las encontramos en la inicial “Octane Warriors”, en la más atormentada y simple “Echoes OF Ferar”, y en la frenética y algo histérica “Hyperthermia” donde Gerre se vuelve algo loco, mientras Andy desgrana uno de los buenos solos con que adorna el trabajo. Por su parte Frank con el bajo y Olaf con la batería a lo suyo, dando cera y atropellándose un poco en algunos momentos como en las agresivas “Deposit Pirates” en la que destaca su buen estribillo, al igual que en la típicamente cervecera marca de la casa “Stay Thirsty” que sube el nivel. En la vacilona “G.A.L.O.W.” se desparraman más con Gerre desgarrando su voz mientras corta el ritmo puramente thrasher, como sucede en la final “Sexy Feet Under”, más pesada en la que oscurecen su sonido. La diversión sigue en la irónica “Myevilfart” en la que a base de impetuosas voces y limpias guitarras tratan los efectos secundarios de las digestiones pesadas, poniéndose más machacones en la sencilla y clásicamente Tankard “Zodiac Man”. Dejo para el final el punto más serio del disco con “When Daddy Comes To Play”, una comprometida canción en la que tratan la aberración de los abusos infantiles, con unas voces más tratadas, a ritmo clásicamente thrash sin acelerar en exceso, salvo en el final donde la rabiosa voz de Gerre se mezcla con un coro de niños al estilo “The Wall” de Pink Floyd. Un detalle de agradecer de esta divertida banda que demuestra que, además de mejorar notablemente a nivel instrumental y compositivo, sabe hacer algo más que hablar de cerveza y borracheras, que evidentemente también siguen haciéndolo. Hay tiempo para todo.
Mariano Palomo

jueves, 20 de noviembre de 2008

ELVENKING “Two Tragedy Poets... And A Caravan Of Weird”

(AFM / Avispa)

Tras cuatro interesantes álbumes, los folk metaleros italianos Elvenking nos presentan su nueva criatura en formato acústico. Bueno, casi acústico, ya que las guitarras eléctricas también se dejan ver en algunos momentos. El disco recoge diez nuevas composiciones y un par de versiones acústicas de dos de los mejores temas de su tercer trabajo “The Winter Wake”, el propio tema título que mantiene la chispa y la onda optimista del original, a pesar de su melancólico solo de violín, y la más folkie y medieval aun “The Wanderer” que suena más tranquila y ralentizada. Uno de los temas nuevos, “Heaven Is A Place On Earth” es realmente otra versión, en este caso de la cantante pop Belinda Carlisle, que ya me agardaba en su concepción original y a la que Elvenking le han dado su toque personal respetando su esencia y quedándoles realmente bien. El resto está bastante bien trabajado, con temas más puramente folks y bardos como “My Own Spider’s Web” en la que se intercalan sonidos de guitarra española con coros ascendentes, violines y flautas, o “From Blood To Stone” en el que la acústica copa el protagonismo. Hay otros cortes más fiestereos y pegadizos como la alegre “Miss Conception” que cierra el disco, las divertidas “Ask A Silly Question” en la que la flauta y los violines se dejan notar más, y “Not My Final Sowg” con su coreable estribillo, o la más cañera “Another Awful Hobs Tale” en la que el solo de guitarra eléctrica de Aydan queda realmente bien junto a la clara percusión de Zender, los violines de Eligen, que también se hace cargo de las teclas, y la correcta y profunda voz del peculiar Damnagoras. Se completa este disco con la más floja y monótona “The Blackest Of My Hearts”, que no desmerece el conjunto de estos tres cuartos de hora de divertida música, donde en algunos momentos se echa de menos algo más de electricidad, pero para eso ya tenemos sus otros discos, a los de sus alter egos Skyclad.
Mariano Palomo

MAGICA “Wolves & Witches”

(AFM / Avispa)

Estamos ante el cuarto trabajo de los rumanos Magica, una obra que nos sumerge directamente en la mitología de su país, y que, temática a parte, en lo puramente musical, continua la progresión mostrada por la banda en su anterior entrega “Hereafter”. Curradas composiciones, buenos aunque no deslumbrantes desarrollos instrumentales y con un estilo que no se encasilla tanto en el metal gótico como pudiera parecer y abarca registros más amplios que van desde el power metal, alcanzando al hard & heavy más tradicionales, sin olvidar algún toque autóctono y progresivo. Evidentemente llama la atención la voz de Ana Mladinovici, altamente lírica, aunque no tan potente como podrían requerir alguno de los cortes, en los que la instrumentación toma mayor protagonismo, sobre todo los teclados de 6 Fingers y la batería de Cristi Barla que se embarullan en algunos momentos, para que el bajo de Vali Cechiu y las guitarras del fundador del grupo Bodan Costea y de Emylian B. queden algo más discretas. Abren con poderío con “Don’t Wanna Kill”, donde se mezcla una base power metalera, con unas guitarras limpias y con la lírica voz de Ana, unas características que también encontramos en otros cortes del disco como “Dark Secret” que se desarrolla con calidad tras la breve y lenta “Maisatra” a base de piano y voz, y que con sus buenos coros y melódica voz llega bastante bien al oyente. El toque más gótico lo encontramos en “The Stole The Sun”, aunque no es excesivamente oscura a pesar de su aire misterioso y en la que la voz de la señorita Mladinovici se muestra más dulce y menos lírica cercana a la de Candice Night, como le sucede en la más heavy rockera y algo embarullada “Until The Light Is Gone”. Los elementos progresivos asoman en mayor medida en “Hold On Tight”, con un tempo más tranquilo, pero con una instrumentación más saturada y un solo de Bodan o de Emylian algo chirriante, y en la más lírica “Hurry Up Ravens”, sobre todo por el trabajo de teclados y sus convincentes guitarras. Las teclas vuelven a ser protagonistas en el tramo final de la más alegre y directa “Just For 2 Coins” con unas voces muy melódicas, aunque algo inconexa en su elaboración, para pasar a un segundo plano en la densa y corta instrumental “Chitaropetra” donde brillan las guitarras y algún toquecillo folkie. El cierre lo pone la original “Mistress Of The Wind”, con buenas voces dobladas y retazos medievales para dar carpetazo a un buen disco, aun pulible en su sonido y estructura (voz excesivamente aguda en algunos momentos, guitarras algo saturadas fuera de sitio, cambios de ritmo poco limpios), pero que ya ofrece momentos interesantes.
Mariano Palomo

miércoles, 19 de noviembre de 2008

THE CREEPSHOW “Run For Your Life”

(People Like You Records / Locomotive Records)

Aunque no se ajuste totalmente a los contenidos habituales de Alianza, vamos a hacer una excepción y reseñaremos brevemente el segundo trabajo de esta original e histriónica banda canadiense que se presentan bajo el nombre de The Creepshow. La música que desarrolla este cuarteto podríamos definirlo como punkabilly, una mezcla de ritmos entre Bad Religion o los Ramones, con la esencia del rockabilly clásico de los Stray Cats, y con el toque más pop y rebelde de la voz de Sarah Sin, que también se hace cargo de la guitarra. Esta alumna aventajada de Wendy James (Transvision Vamp), está acompañada por el contrabajista Sickboy, el batería Matt Pomada y por The Reverend Mcginty a la batería , cumpliendo todos ellos un papel más que correcto e igualmente protagonista a lo largo de todo el trabajo. Un trabajo, por otra parte, fácil de escuchar, con ritmos pegadizos, y temas cortos que resultan bastante asequibles y divertidos. Por otra parte no olvidan la fuerza y la energía necesarias para darle compacidad y empaque a sus composiciones, como comprobamos nada más empezar a escuchar el disco tras la apocalíptica intro radiofónica “The Sermon II”, y meternos de lleno en la acelerada y agresiva “Rue Morgue Radio” de marcado ritmo a lo Bad Religion que se refleja también en la más melódica y elaborada “Buried Alive”. Más rockabilly es “Demon Lover” en la que se dejan notar más las teclas del Reverendo (Mcginty, no el de Wyoming) y unos coros más melódicos, para caer definitivamente en los brazos de los tupés y las patillas con el primer single “Take My Hand”, llena de coros, de ritmo alegre, tan corta como efectiva, y en la menos directa y algo ralentizada “Dearly Departed”. Endurecen un poco la historia con “Run For Your Life”, con unas guitarras más heavies, una batería más contundente y unas voces dobladas en las que se mezcla la más melódica de Sarah Sin con las más roncas de sus compañeros de andanzas. Algo similar encontramos en el final del disco con “Rock n’ Roll Sweet Heart” con las guitarras más curradas y los coros más actuales a lo Offspring, y con la más sucia y machacona “Long Way Down” que sorprende en el final con un original cambio de ritmo de piano. Entre medias un guiño al swing con la curiosa y menos rockera “You’ll Come Crowling” en la que mandan las voces y coros. Como os decía estamos ante un disco que estilísticamente no tiene demasiado que ver con el tipo de grupos que tratamos por aquí, pero que creo tiene un nivel interesante y que tampoco viene mal para desengrasar un poco. No os acostumbréis.
Mariano Palomo

martes, 18 de noviembre de 2008

ROBERT BERRY “The Dividing Line”

(Fontiers / Mastertrax)

El nombre de Robert Berry no es desconocido para los amantes del rock sinfónico y melódico. La extensa carrera de este músico (en el más amplio sentido de la palabra), abarca desde finales de los 70’s cuando empezó a colaborar con Hush, hasta la actualidad con este último disco en solitario, pasando por formaciones de rock sinfónico como el trío 3 grabando el fantástico “To The Power Of Three” en el año 88 junto a Keith Emerson y Carl Palmer, o más cercanas al A.O.R. como GTR, y más recientemente el supergrupo Alliance con lo que ya ha facturado cuatro buenas entregas, la última “Road To Heaven” este mismo año. Lo que nos encontramos en este nuevo disco, además de un ímprobo trabajo compositivo e instrumental de Berry, captura la esencia de los grupos mencionados anteriormente, sobre todo de GTR y de 3, con esa sutil mezcla de sonidos sinfónicos y melódicos que consigue ser accesible en algunos momentos, pero en absoluto facilona. Teclados pomposos, guitarras profundas, voces matizadas, buenos estribillos y coros importantes, son básicamente los elementos que dan forma a los once cortes de “The Dividing Line”, aunque con matices y diferencias entre ellos. Los encontramos más rockeros y alegres como el propio tema título que da apretura al CD, “Listen To The People” de directo y claro estribillo, o la más A.O.R. “Can´t Let Go” de teclas envolventes y limpias guitarras; más pomposas y recargadas de teclados como la final “Life Is On Fire” o “This Life” con las guitarras algo más tímidas. Los sonidos acústicos quedan de manifiesto en “One Good Man” con un toquecillo western y una estructura coral, en la balada “Faith” donde se luce la voz de Berry junto al piano y a unos buenos solos de guitarra tanto eléctrica como española, en la también lenta y destacada “Young Hearts” con más elementos eléctricos, o en la profunda “Wait” con una acústica de doce cuerdas reconocible siguiendo el ritmo creciendo marcado por el bajo y las teclas. La estructura más clásicamente A.O.R. la encontramos en “A Life Without Livin’” con un buen estribillo aunque algo floja de producción, mientras que el tema más original y uno de los más destacables sea “I Gave You The Best Of Me” en el que mezcla ritmos lentos y alegres, con gran cantidad de teclados sinfónicos, un toque funky en su desarrollo, un buen estribillo y un curioso pique de teclados y guitarra que me recuerda a los enormes Toto. En definitiva me ha parecido un disco interesante, bien construido y ejecutado, aunque con una producción mejorable y algo falto de accesibilidad en algunas frases.
Mariano Palomo

ELDRITCH “Livequake”

(Limb Music)

El pasado 22 de marzo de este año, el poderoso combo italiano Eldritch registró su actuación en el Music Street Live Club de Lugnano (Pisa), y como resultado de esa grabación nos encontramos con un DVD y un CD bajo el título de “Livequake”. Comentaremos el CD que es lo que nos han enviado desde Alemania. En formato doble nos recopilan una extensa colección de temas en los que el sexteto trasalpino da rienda suelta a su energía, técnica, agresividad y clase, dividiendo claramente su actuación en dos partes bien diferenciadas. En la primera, que completa el primer CD, ejecutan catorce temas de sus cuatro últimas entregas “Blackenday”, “Nieghbourhell”, “Portrait Of The Abyss Within” y “Reverse”, publicadas desde 2001 hasta 2007, y en la segunda vuelven al siglo pasado para recordar sobre todo a uno de sus trabajos más reconocido, “El Niño” que interpretan casi en su totalidad, junto a unas pinceladas de “Headquake” y de su debut “Seeds Of Rage”. Además cambian de teclista en cada uno de los CDs, haciéndose cargo de las teclas en el primero el actual miembro del grupo, Sean Henderson, y en el segundo el ex de la banda Oleg Smirnoff, dejando ambos su sello personal en los temas que interpretan. El resto de la banda cumple su misión de forma correcta, gustándome especialmente la ejecutoria de los guitarristas Rob “Peck” Prioetti y Eugene Simeone combinando profundidad, riffs agresivos, solos afilados y buenas melodías. La base rítmica que forman el bajista John Cristal y el batería Dave Simeone se muestra rotunda, pero tampoco es para tirar cohetes, mientras que el vocalista Terence Holler cumple bastante bien su cometido mostrando cierta debilidad por James LaBrie en bastantes retazos. El desarrollo del disco es bastante poderoso y mantiene la intensidad a lo largo del mismo, con más metal potente actual que sonidos progresivos, aunque por supuesto están presentes. El inicio del primer CD tras la intro “In The Heart In A Heartbeat” está lleno de poderío y caña con las pesadas “Why”, “The Deep Sleep” y “Save Me” en las que contundencia y agresividad son sus señas de identidad. Oscurecen y relajan el ambiente con “The Blackenday” con su densa melodía a la que sucede “The World Apart” en la que luce la voz de Holler. Vuelve la caña con “Reverse” con un ritmo cortado a lo Angra, modernizándose en exceso para mi gusto con “Standing Still” y en la más frenética y curiosa “Bless Me Now”. Vuelven a oscurecerse en “The Child That Never Smile” en la que las voces más suaves contrarrestan su agresividad, como sucede en la más melódica “More Than Marylin” cubierta por la sombra de Dream Theater. El final del primer acto es puramente cañero, con la más progresiva “This Everlasting Disease” en el que doblan las voces sobre una tremenda base, y con la aceleradas y heavies “Silent Flame” y “Toil Of Mine” coreadas por la concurrencia. Como os comentaba, el segundo CD es prácticamente una interpretación íntegra en directo de “El Niño”, desde la atmosférica intro “Fall From Grace”, hasta la melancólica y densa “Nebula Surface”, pasando por la pesada “No Direction Home”, las cañeras “Heretic Beholder” y “Scar”, la dinámica y teatral “Bleed Mask Bleed”, y la épica y machacona “From Dusk Till Dawn” con sus curiosos cambios de guitarras. Completan el disco con un para de vistazos a “Headqueake” descargando la extraña y puramente progresiva “Ghoulish Gift” y la relajada y melódica “Lord Of An Empty Place”, para cerrar definitivamente con la primigenia y virtuosa “Incurably Ill” del año 95. Un buen documento en general y que sirve para resumir la carrera de esta experimentada formación.
Mariano Palomo

viernes, 14 de noviembre de 2008

LEIZE “Sólo Para Ti”

(Oihuka)

Tras su regreso a los escenarios el pasado 2007, los guipuzcoanos Leize han decido plasmar esta vuelta en forma de doce nuevos temas en estudio dentro de este nuevo trabajo. Un disco en el que vuelve a reunirse el 75% de los miembros originales, Toño Rodríguez al bajo, Félix Lasa a la guitarra y voz y Patxi Carrasco a la guitarra, con el único cambio en las baquetas de David Gorospe por Pedro Rodríguez. El cuarteto se ha marcado un buen disco de heavy rock de pura esencia ochentera y con el inconfundible sello del sonido Leize que, para mi, siempre fueron la versión más heavy de Barricada, con buenos y protagonistas coros, estribillos pegadizos, guitarras potentes y letras tan entrañables como reivindicativas. El paso del tiempo parece que no ha rebajado el espíritu combativo y callejero del grupo, como queda patente en la inicial y rebelde “No Me Dejaré” en la que se deja notar la base rítmica junto a los reseñados coros muy a lo Drogas y Cia., como sucede en la pesada “De Nadie” con un riff muy “Ballbreaker”. El hard rock de ritmo más alegre y enganchante queda representado en “Desde Que Te Vi” una de mis favoritas con sus buenas y limpias guitarras y sus directos coros, en la pegadiza “Sólo Para Ti” que da nombre al disco, o en la efectiva “El Otro Lado Del Espejo”. No olvidan su vena más cañera y reivindicativa en otros cortes como “Sin Sitio” a base de doble bombo y guitarras dobladas a lo Maiden haciendo en su letra un guiño al pasado de la banda (“Buscando mirando, devorando las calles”), en la desgarrada antimilitarista “Héroe” de corte hímnico e ideal para el directo, o en la rabiosa y machacona “La Hebilla De Dios” donde la crítica religiosa se hace presente. Algo menos me han seducido “Despierto” a pesar de su potente riff, y “Pedazo De Cielo” a la que mejora un buen solo de guitarra. Las baladas por supuesto también tienen cabida y vuelven a mostrarse como otra de las especialidades de la casa, en este caso “Abandonado” de aire triste e intenso en la que mezclan sonidos acústicos, y la que cierra el disco “Déjame Decirte” llena de nostalgia en la que se suavizan voces y guitarras. Después de todo lo expuesto parece que Leize hubieran parado el reloj allá en el 1997 y más de diez años después han vuelto a ponerlo en hora justo donde lo dejaron, con las mismas ganas, la misma energía y el mismo sonido de antaño. Esperemos que sea por mucho tiempo.
Mariano Palomo

miércoles, 12 de noviembre de 2008

VOODOO CIRCLE “Alex Beyrodt’s Voodoo Circle”

(AFM / Avispa)

Bebiendo directamente de las fuentes de los registros más cañeros de Blackmore y de la etapa más melódica de Malmsteen (Odyssey, Eclipse), nos presenta su primera entrega el nuevo proyecto del experimentado guitarrista germano Alex Beyrodt (Silent Force, Sinner). Un instrumentista y compositor que a pesar de haber pasado por buenos grupos de cierta repercusión, parece que aun no ha cubierto su ego en la medida que a él le gustaría y ahora forma esta muy interesante aventura. Para ello ha contado con músicos de un gran nivel que dan la talla en este redondo, caso de su ex compañero Matt Sinner al bajo, del batería Mel Gaynor (Bryan May, Gary Moore), del teclista Jimmy Kresic y del cada vez más protagonista en la escena hard rockera David Readman (Pink Cream 69) a la voz. Todos ellos consiguen un muy buen sonido de esencia clásica pero de calidad actual, conseguido de la mano de la producción del propio Alex y bajo la supervisión y mezcla del genio Dennis Ward que vuelve a conseguirlo una vez más. El disco se abre con la potente “Spewing Lies”, de poderosa base y virtuosas guitarras con la colaboración del hacha nipón Norifumi Shima (Concerto Moon), continuando con las más melódica y hard rockera “Desperate Heart” con un tufillo claro en su sonido y estructura compositiva al “Making Love” de Malmsteen, por supuesto con un gran solo adornado de curiosos efectos y con la voz de Readman a un tremendo nivel como en todo el trabajo. Suben un escalón en lo que a dinamismo y caña se refiere con “Kingdom Of The Blind”, con aires más próximos a Pink Cream 69, pero con algún sonido más experimental, convirtiéndola en una de las destacadas, al igual que la rockanrolera “Man And Machine” donde los coros sobresalen junto a un solo típicamente blackmoriano descansando sobre un buen colchón de teclas. Entramos en una fase más relajada con el medio tiempo “Master Of Illusion” con un ritmo más tendido y ascendente que dota de intensidad y calidez a las profundas guitarras de Alex y a la voz de David, continuando la misma línea en el inicio de “We’ll Never Learn” que gana en feelin’ con su afilada guitarra y profundos coros. Llegamos a otro de los puntos álgidos del CD con “Dream Of Eden”, plagada de buenas colaboraciones para dar forma a un gran tema en el que se mezclan potencia e intensidad con aires relajados y épicos de la mano de las teclas del sueco Richard Andersson (Majestic, Space Odyssey) sirviendo de telón para un espectacular dueto a cargo de Readman y de Doogie White (Rainbow, Malmsteen, Cornerstone) y para la marcada base en la que participa el gran Rudy Sarzo al bajo. Se mantiene el nivel con “Heaven Can Wait” cercano al medio tiempo de cadencia blues, de rotundas guitarras y batería, sinfónicas teclas, y en la que la voz aparece algo ronca y se espesa un poco, para volver a animarse en “Angels Will Cry” donde vuelven los agudos y los toques barrocos con algunos cambios de ritmo. La originalidad de los evocadores sonidos orientales nos lleva hasta “Enter My World Of Darkness”, de atmósferas más densas y oscuras, para poner el punto final con la inevitable instrumental “White Lady Requiem” en la que el protagonista de la obra da rienda suelta a sus desarrollos en sus más de seis minutos desde un inicio relajado puramente Rainbow, acelerando hacia sonidos neoclásicos, con un pequeño guiño al himno alemán, e incluyendo algún guiño psicodélico. Un buen tema, para cerrar un disco realmente interesante que todo lo que le falta de originalidad le sobra de calidad. El inflijo Rainbow sigue presente.
Mariano Palomo