miércoles, 28 de diciembre de 2016

ASHA “Dysfunctional Technocracy”


(Autoeditado)

Después de dejarnos el pasado año 2015 la tercera entrega recopilatoria y remasterizada de sus “Projects”, Kike G. Caamaño, o lo que es lo mismo Asha, vuelve a sorprendernos con un nuevo disco “normal” en el que se recogen nueve composiciones con las que el dúo afincado en Málaga que forma junto al vocalista Jacob A. Poulsen, vuelve a dar muestras de su altísimo nivel técnico y creativo.

Unas composiciones que, por resumir, podrían encuadrarse dentro del rock progresivo en la más amplia acepción del género, yendo desde momentos de puramente metálicos, a pasajes relajados llenos de delicadeza, pasando por multitud de matices que las enriquecen tanto como las enrevesan, haciendo que su escucha requiera de varias repeticiones para sacarles todo el jugo. Además sus letras no son las más directas ni coreables del mundo, ni mucho menos, siendo en su mayoría reflexiones socio políticas, aunque también queda sitio para la ternura como detallaré más adelante.

Así pues comienza el disco, tras la breve intro “Ignition”, con un corte lleno de energía y pegada como es “Made In Error”, con Kike mostrando su enorme capacidad de interpretación haciéndose cargo de todos los instrumentos pero llamando sobre todo la atención la versatilidad que muestra a la guitarra con momentos realmente brillantes entre la poderosa y agresiva voz de Jacob, recordando bastante en su conjunto a los Freak Kitchen de Mattias IA Eklundh.

Como decía antes también el dúo también nos deja momentos tiernos, como el que expresan en la bonita “Soon” dedicada al nacimiento de sus respectivas hijas y en el que la melodía de guitarra empasta a la perfección con el tono más cálido de la voz pero sin olvidar la solidez, suponiendo un precioso homenaje del que seguro que se sentirán muy orgullosas sus criaturas cuando puedan entenderlo y disfrutarlo.

Vuelta a ritmos más rotundos y acelerados con “Self Defense” dinámica y poderosa pieza de base contundente y afilados riffs sobre los que Kike dibuja unas brillantes notas que llegan a terrenos cercanos a la fusión al estilo Vai cortando y avivando su ritmo con precisión, mientras que Jacob aparece en menor medida en un tono bastante arrogante, que se relaja al inicio de la más densa “Right Man In The Wrong Place” con la base rítmica pesada y muy marcada, con su letra dedicada a esos políticos que parece que van a salvar el mundo para luego caer en la más absoluta irrelevancia y que musicalmente, aun estando muy trabajada, me ha resultado algo menos brillante.

Mucho más vibrante me ha parecido la instrumental “Sinergy of the Damned” seis minutos y medio que comienzan con un suave piano roto bruscamente por unos ataques metálicos de guitarra, bajo y batería que se desbocan por momentos creciendo en dureza e intensidad matizados por unas magníficas melodías de guitarra llenas de virtuosísimo y clase con su habitual punto “marciano”, relajándose en el final de nuevo con el piano para enlazar con el inicio de “Laws of the Wise” que va subiendo y bajando el ritmo de forma divertida y curiosa entre los golpes de voz de Jacob y los sorpresivos adornos de guitarra de Kike.

Y después de este momento más ligero llegamos a un tema que bien podría resumir lo que es Asha, “King Of Empty Words”, un cuarto de hora largo imposible de clasificar y difícilmente explicable para intentar hacer llegar toda su versatilidad, profundidad y virtuosismo. En el mismo Kike se explaya a base de bien, con Jacob dejando también su buena participación tras comenzar en modo suave y acústico, con unas originales partes vocales creando un intenso dueto doblando la voz, para luego pasar a una exhibición absoluta de poderío técnico instrumental que va desde fases progresivas y metaleras, a otras de jazz fusión, pasando por retazos hard rockeros, con tempos lentos y agresivos, antes de recuperar la figura vocal más limpia en la parte final retomando las primeras estrofas tras unas partes tratadas con efectos cibernéticos que refuerzan su expresividad entre ritmos marciales y teclados sintetizados.

En definitiva, una enrevesada genialidad tan indescifrable como deliciosa una vez bien diseccionada, como lo es prácticamente todo el disco que se cierra de forma mucho más tranquila y relajante con la breve instrumental “Earthshine”, perfecto contrapunto a tanta intensidad y frenetismo que no está al alcance de cualquiera, ni para crearlo si no se tiene el enorme talento de Kike G. Caamaño, ni para asimilarlo si no se tiene el oído lo suficientemente entrenado.

Mariano Palomo

jueves, 22 de diciembre de 2016

NIGHT RANGER “35 Years and a Night in Chicago”


(Frontiers Music)

Afortunadamente para los seguidores de Night Ranger los treinta y cinco años que llevan dándonos satisfacciones musicales parecen no pesarles en absoluto, todo lo contrario. De hecho han sabido revitalizarse y recuperar su mejor nivel después de atravesar algunos periodos oscuros con sus tres pilares fundamentales algo despistados con proyectos paralelos en los noventa y publicando discos bastante inferiores a lo que nos tenían acostumbrados hasta que hace cinco años recuperaron su mejor versión compositiva para alegría de los que llevamos disfrutando con su música desde los primeros ochenta.

Esta vuelta a los orígenes empezó a quedar palpable con su disco “Somewhere In California” (2011), y refrendada con otro muy buen trabajo como “High Road” (2014), dejando entre medias el delicioso acústico “24 Strings & a Drummer” (2013), con el trío de ases fundadores al mando, Jack Blades (bajo y voz), Kelly Keagy (batería y voz) y Brad Gillis (guitarra), acompañados por Eric Levy (teclados) y por Joel Hoekstra (guitarra), que éste dejó su puesto definitivamente a Keri Kelly (Alice Cooper, John Waite, Slash) hace dos años aunque ya le había sustituido para algunos conciertos en 2012 y 2013.

Con esta última formación están girando por Estados Unidos celebrando su trigésimo quinto aniversario, dicha gira comenzó el pasado siete de mayo en el House Of Blues de Marina City  (Chicago) ante más de un millar de fieles. Este concierto podemos disfrutarlo ahora ya que acaba de ser publicado en formato doble CD, DVD y Blu Ray. Evidentemente la edición más completa es la que se presenta brillantemente en un completo digipack con los dos CDs de audio y el DVD.

Se abre con una breve presentación enlatada de un speaker al más puro estilo Kiss que da paso a la enérgica melodía de "Touch Of Madness” con Blades haciéndose cargo de la voz principal, que como es habitual irá alternando en los con Keagy según el tema, secundado por las guitarras de Gillis y Kelly afiladas entre las misteriosas teclas de Levy. Sin pausa continúan con la más melódica “Sing Me Away” una delicia de armonías vocales e instrumentales, a la que sucede la no menos emocionante y vibrante “Four In The Morning” mi tema favorito del grupo que nunca me canso de escuchar, perfecta definición de lo que tiene que ser un medio tiempo.

Tras esta terna de temazos, primera charla de Blades haciendo referencia a los orígenes californianos de la banda para introducir la festiva “Growing Up In California” que contagia con su tremendo ritmo y sus alternancias vocales dejando además un señor solo de guitarra marca de la casa. Tras este guiño a sus últimos discos, vuelta a los clásicos con la más sinfónica “Rumors In The Air” que comienza muy suave para ir creciendo con fuerza hasta su estribillo y su duelo de teclas y guitarras hasta que meten parón de ritmo en el que Keagy arenga al público que sigue disfrutando con la tremendamente pegadiza “The Secret Of My Success” perteneciente a la banda sonora de la película del mismo título.

Nueva charla de Jack Blades en este caso para recordar al recientemente fallecido Prince antes de llevarnos hasta el año 1985 con otro de los temas del álbum “Seven Wishes”, la preciosa balada “Sentimental Street” con Kelly Keagy derrochando fuerza y sentimiento en su interpretación vocal llegando hasta un estribillo a capela con el resto de la banda antes de la entrada de toda la instrumentación creando un emotivo clímax.

Momento más festivo con Blades marcando el ritmo a base de “yeahs” interactuando con el público en “High Road” demostrando su sencilla y contagiosa efectividad, siendo el segundo y último tema de su cosecha más reciente, el resto todo clasicazos ochenteros de los cuatro primeros discos, bueno básicamente de los tres primeros, y un tema nuevo que comentaré más adelante. Uno de esos clásicos es que sigue a continuación, “Eddie’s Comin’ Out Tonight”, dedicada a un fan de la banda que les seguía en sus primeras actuaciones en San Francisco y que refleja la entrega y ganas de pasarlo bien, con unas guitarras crudas y nítidas perfectas para imprimirla un carácter más rockero sin olvidar nunca la melodía para cerrar el primer CD.

El segundo CD se inicia con otro de los baladones del grupo, “Goodbye”, canción presentada como muy especial para ellos y que interpretan con un gusto y elegancia enormes, iniciando en modo acústico y desnudo con Keagy todo melodía y fuerza a la voz antes de la entrada de toda la carga eléctrica instrumental creando un momento realmente emocionante. Después de este pedazo de recuerdo, el tema nuevo al que me refería antes, “Night & Day”, un corte bastante cañero que será incluido en su próxima entrega en estudio que está prevista para la primavera de 2017, con las guitarras de Kelli y Gillis con la distorsión alta y con la voz de Keagy más áspera, todo tratado con la clase y melodía acostumbradas, pero tendré que escucharlo más porque se me queda un poco corto comparado con los otros dos más recientes.

De aquí en adelante temazo tras temazo cayendo uno tras otro, comenzando por “Night Ranger” pomposidad y melodía con las teclas y los coros envolviéndolo la dureza de sus guitarras y de la voz principal, pasando por “When You Close Your Eyes” otro medio tiempo perfecto con sus embaucadores acordes de guitarra atrapándonos desde su inicio y con unas armonías vocales Top que deberían enseñarse en las escuelas de música, hasta la festiva “Don’t Tell Me You Love Me” con el público totalmente metido coreando su contagioso estribillo y con un solo de guitarra doblado para lucimiento de la pareja de hachas, antes de despedirse hasta los bises dejando unos innecesarios minutos en blanco sin editar que hacen que el corte se alargue excesivamente hasta que aparece Keagy para presentar a los miembros del grupo.

Tras la presentación enganchan con la directa y divertida “Penny” en la que las guitarras y teclas comparten primeros planos junto a los buenísimos coros de siempre creando otro tema hard A.O.R. de manual, que sirve como brillante previo a los dos singles por excelencia de la banda incluidos en su segundo trabajo “Midnight Madness” (1983), “Sister Christian” y “(You Can Still) Rock In America”. Para la primera Blades pone en situación el año en el que triunfó el tema, 1984, refiriéndose que por aquel entonces presidía los Estados Unidos Ronald Reagan y que las películas más taquilleras eran “Beverly Hills Cop” (Superdetective en Hollywood) y “Ghostbusters” (Los Cazafantasmas), y que la canción que rompía las listas era “Sister Christian”, otro baladón lleno de intensidad y sentimiento con el que conquistaron y siguen conquistando, una vez más con Keagy dejándose la voz con un poderío brutal.

El fin de fiesta como no puede ser de otra manera, lo pone la mencionada “(You Can Still) Rock In America”, himno total de autoafirmación que transmite optimismo y ganas de rockear como pocos con un Blades desatado, perfectamente apoyado por sus compañeros en los coros y con un Gillis frenético por momentos. Cierre perfecto para un excelente documento, tanto sonora como visualmente, en el que se recoge toda la esencia, calidad y fuerza de una de las mejores formaciones de hard melódico de la historia.

Mariano Palomo

miércoles, 21 de diciembre de 2016

HIJOS DE CAIN “Mundo Sin Tiempo”


(Rock CD Records)

Abel Segura y Albert Arias Jr. (Bruque, El Sueño Eterno) son dos luchadores músicos de la escena rockera de Barcelona que desde hace ya algún tiempo pusieron en marcha el proyecto Hijos de Caín, una banda que tras pasar por varios cambios de formación con sus correspondientes parones temporales han visto publicado por fin su primer disco en este 2016 se nos va. Un trabajo en el que junto a Abel (voz y bajo) y a Albert (guitarra, bajo, piano y coros), han colaborado Xavi Castelló (batería) y Toni Cuchilleros (guitarra rítmica y coros), ambos únicamente para esta grabación ya que actualmente el resto de la formación la completan Willy Aguado (batería y coros), Jordi Vera (bajo) y Pedro L. López (teclados).

Ahora al quinteto le toca defender este “Mundo Sin Tiempo”, buena carta de presentación que puede acercarles sobre todo a los seguidores del heavy rock clásico nacional, pero también a otros más interesados en sonidos algo más contundentes y contemporáneos. Para empezar nos encontramos con “Soy Lo Que Ves” toda una declaración de intenciones que entre sencillos y efectivos riffs ochenteros expresa en la desafiante voz de Abel la filosofía de la banda, dejando además entre su alto ritmo marcado por la pulsación de bajo de Albert un bonito fragmento lento a lo “Die Young” de Black Sabbath.

Continúa la onda tradicionalmente ochentera con “Midas” con la batería de Willy redoblando sobre los crudos ataques guitarreros y vocales del dúo fundador que meten algo más de interpretación dramática engolándose por momentos, pasando a tonos más graves en la heavy metalera “El Beso de Judas” con un rollo muy Saratoga del “Vientos de Guerra” pero con unas guitarras que me recuerdan a los primeros Helloween.

Se relaja algo el tempo con la curiosa “Un Trago Más” creciendo en su ritmo para contar la historia de una adicción en un tono callejero y crudo que puede recordar a los guipuzcoanos Leize, para bajar más aún el ritmo en el triste medio tiempo “Fugaz” luciendo la expresiva voz de Abel junto al piano de Albert para ir subiendo en intensidad y dureza con la entrada de unas rasgadas guitarras que imprimen mayor fuerza y contundencia al tema.

Una energía que aumenta sobre el ritmo de “Serpientes” con un riff gordo y algo sucio doblándose bajo la áspera voz de Abel sin subir excesivamente el tono pero expresando con claridad la denuncia de su mensaje, entrando luego en sonidos más épicos en las correctas “Las Puertas del Infierno” sencilla con momentos cabalgantes entrando entre sus melodías de voz, y “Solo Un Rumor” más atemperada y poética adornada por unos acertados toques de campana iniciales antes de recitar su romántica historia.

Vuelta a temas más de calle con “Nunca”, heavy rock de ritmo vivo, guitarras curradas, base algo machacona pero limpia y voz expresiva, para terminar con la que da título al disco “Mundo Sin Tiempo” prácticamente recitada con unos versos que parecen querer expresar una curiosa historia filosófica, casi en clave de cantautor con la voz y la acústica solos al principio entrando en la segunda mitad del tema el resto de los instrumentos con unas buenas guitarras eléctricas.

En resumen, un disco entretenido, sin demasiados alardes ni complicaciones, pero sí lo suficientemente trabajado técnicamente para sonar bastante bien, más teniendo en cuenta que se trata de una primera obra. Creo que puede gustar a los heavies más veteranos, pero también tiene cosas que pueden llamar atención de las nuevas generaciones, esperemos que sea el primero de muchos para el grupo.

Mariano Palomo