jueves, 27 de diciembre de 2012

CICLON “Sol Naciente”

(Ciclón / Leyenda Records)
 
Dentro del revival que están viviendo los sonidos ochenteros clásicos del heavy metal, uno de los grupos más batalladores y constantes en la pelea son los madrileños Ciclón. Una formación cuya trayectoria arranca en 2005 haciéndose un hueco dentro del underground capitalino junto a nombres bastante reconocidos como los de Steel Horse, Oker o Wild, y que ahora ven materializado en forma de CD todo el esfuerzo invertido con este “Sol Naciente”.
Yo les conocí en 2008 con su primera demo de tres temas, dos de los cuales recuperan con acierto para este disco, y ya me llamaron la atención por su frescura y autenticidad, sin necesidad de repartir carnets de true metalero ya vi en ellos una convicción absoluta en lo que hacían: sencillo, directo y efectivo heavy rock que nos hacía rejuvenecer y recuperar los sonidos con los que crecimos y nos enganchamos a este rollo.
Tras la citada maqueta, bastante mejorable en lo que a calidad de sonido se refiere, dieron un paso adelante en 2010 con la publicación del EP “Perdidos en el Tiempo” que incluía cuatro cortes ya con un sonido bastante notable y que también aparece representado ahora con dos de sus composiciones. A todo esto sin parar de tocar en bolos, festivales y demás saraos donde se les requería compartiendo escenario con grandes nombres tanto nacionales como extranjeros, ganando el reconocimiento de un cada vez mayor número de fieles.
La culminación de todo este arduo camino lo tenemos ahora entre las manos y lo podemos disfrutar en forma de CD de poco más de media hora de duración recogiendo la esencia de Ciclón con una formación bastante estable desde sus inicios. Los encargados de registrar finalmente los diez cortes de “Sol Naciente” han sido Kike García (voz y guitarra), Pablo Yagüe (guitarra), Rubén Sánchez (bajo) y Víctor Castillo (batería), realizando todos ellos una sobria labor sin perderse en arabescos imposibles ni en estériles florituras, pero sin caer en la simplicidad de la que adolecen otras grabaciones dejando muy buenos pasajes instrumentales y vocales.
Dentro de un sonido absolutamente clásico y añejo, el disco suena con una nitidez y contundencia reseñables, todo se escucha perfectamente con fuerza y sentido. Mucho habrán tenido que ver en esto dos grandes de las mesas de mezclas del país como son José Garrido y Dani Melián, encargados de la producción en los estudios New Life, y el célebre Mika Jussila que lo ha masterizado en los Finnvox.
Se abre el CD con una tormentosa intro que nos mete de lleno en faena hasta “Caballeros del Rock”, uno de esos temas de 2008 que ahora podemos disfrutar con un muy buen sonido que da más brillo a su mensaje en forma de alegato rockero dedicado a los pioneros de esta historia, dentro de un ritmo clásicamente ochentero en el que la voz de Kike convence sin necesidad de subir mucho de tonalidad junto a unas guitarras ligeramente épicas.
Se intensifica y densifica el sonido con “Manos Siniestras” más pesada y sencilla, menos directa pero también con encanto, sobre todo en sus riffs sacados de las entrañas de la N.W.O.B.H.M. o del heavy rock que surgió hace tres décadas en España. Sigue esta onda pero con más ritmo e inmediatez en “Criaturas de la Noche” donde destacan sus líneas vocales en las que participa Natalia Martín (Casa de Fieras) dando buena réplica a Kike y a las melodías de bajo y guitarra de Rubén y Pablo respectivamente.
Un bajo que permanece marcadísimo en el inicio “maidenesco” de la reivindicativa y motivante “Palabras de Acero” de nuevo con unas logradas guitarras con buenos cruces y solos dibujados sobre la sólida pegada de Víctor, un tema que tiene pinta de funcionar muy bien en directo al igual que la más agresiva “Salvaje” con un estribillo clarísimo coreado que me recuerda unos rejuvenecidos Angeles del Infierno, efectiva y pegadiza a más no poder.
Se relaja un poco el ritmo en la intensa “Sol Naciente” marcada por cierto pesimismo en su mensaje pero nítida en su ejecución instrumental de nuevo con “La Doncella” como referente, y en la apasionada “Rock & Roll” otra vez con Natalia poniendo su voz junto a la de Kike dentro de una melodía que me recuerda mucho a los norteños Leize creando otro gran tema tanto musical como letrísticamente. Aumenta la velocidad y contundencia con la afilada “Matar por Matar” marcada por sus buenas armonías cruzadas de guitarras dentro de su bélica temática, siendo de las más duras del disco.
El cierre lo pone “Por Ti”, el otro tema de la maqueta de 2008 que ahora enriquecen con la participación de cuatro voces invitadas perfectamente reconocibles en cada una de las estrofas en las que participan, mezclándose la savia nueva de Carmen “Xina” (Oker) y Javier Endara (Wild) con la veteranía de Oscar (Lujuria) y Silver (Muro, Silver Fist) dándole un rollo coral tremendo dejando además cada uno de ellos una referencia a sus bandas en la letra del tema sin quedar en absoluto forzado o artificial. También dejan su impronta con dos buenos solos de guitarra el productor de la obra José Garrido (Arwen) y Javier Pastor (Wild), redondeando una magnífica composición que tiene pinta de cerrar sus próximos conciertos.
Muy buen disco que demuestra que se puede seguir haciendo heavy metal de calidad sin necesidad de  inventar nada ni de complicarse en exceso la vida, pero eso sí, con la pasión y esencia imprescindibles para llegar a la gente.

Mariano Palomo

miércoles, 19 de diciembre de 2012

T&N “Slave to the Empire”

(Ear Music / Edel Music)

Llevaba un tiempo ya hablándose de un proyecto formado por miembros de la época gloriosa de Dokken, pero sin el propio Don Dokken, y ahora podemos llevarnoslo al oído bajo el nombre de T&N, que no es otra cosa que el acrónimo de “Tooth & Nail”. Y es que por mucho que quieran George Lynch, Jeff Pilson y Mick Brown el grupo en el que se dieron a conocer y donde disfrutaron de mayor éxito siempre ha llevado el apellido de su cantante y ex compañero, y éste no parece muy dispuesto a dar facilidades en lo que se refiere al uso de derechos a cerca de todo lo que tenga que ver con su banda. Recordemos por si hay por ahí algún despistado que “Tooth And Nail” es el título de uno de los mejores discos, para mí el mejor, de Dokken.
Lynch (guitarra), Pilson (bajo y voz) y Brown (batería), han vuelto a reunirse para dar forma a este disco en el que, además del trío titular, participa como cuarto miembro el batería Brian Tichy (Foreigner, Ozzy, Billy Idol) repartiéndose casi a partes iguales las labores de percusionista con Brown, y como invitados unos cuantos vocalistas que aportan su toque personal a algunos clásicos de Dokken en los que intervienen.
El track list está compuesto por las citadas versiones de cinco temas de Dokken, y por siete temas nuevos. En estos últimos la voz la pone con bastante clase y acierto Jeff Pilson, algo que no sorprende mucho si uno le ha visto como mete coros en directo junto a Foreigner, y la batería es aporreada por Tichy, mientras que en las revisiones de los clásicos es Brown el encargado de los tambores.
De los temas nuevos me quedo sobre todo con el que da título al disco “Slave to the Empire”, un tema rotundo y melódico, con una tremenda base rítmica pero también con gran capacidad de enganche a través de su estribillo, recordando un poco a la época intermedia de Dokken (“Disfuntional”, “Erase the Slate”). No quedan mal tampoco, de más a menos, la más oscura “Sweet Unknown” algo atormentada y desganada, la más áspera “Rythm of the Soul” con unas guitarras afiladas y profundas, o la sencilla y algo embarullada “Access Denied”.
Se completan las novedades con el denso medio tiempo “Mind Control”, con la contundente de ritmo irregular “When Eagles Die”, y sorprendiendo con “Jesus Train”, tema cercano al hard rock sureño-redneck de ritmo clásicamente rockanrolero con la voz de Pilson alternando registros limpios y aguardentosos con un rollo blues y divertido que en un principio me chocó bastante pero que ha terminado por ser de las que más me ha gustado.
En cuanto a las versiones de los temas de Dokken pues hay un poco de todo, destacando alguna bastante fiel y brillante como la balada “Alone Again” con la voz de Sebastian Bach encajando bien desgarrándose en algún momento. Ensucian un poco la cañera “Kiss of Death” a la que Tim “Ripper” Owens aporta mayor potencia pero menos melodía quedando más ruda que la original, manteniendo el nivel la más melódica “It’s No Love” a pesar de que la voz de Robert Mason (Warrant) me parece algo desgarbada y de que cambia un poco el solo de guitarra dejando más espacio al bajo.
Hacen un pequeño destrozo con la propia “Tooth and Nail” tanto por la voz de Doug Pinnick (Kings X) que aporta su original personalidad pero que no le coge el punto en ningún momento a la melodía, como por un absurdo y desacompasado cambio de ritmo con un solo experimental de Lynch después de haber clavado el original.
El caso de la inconmensurable “Into The Fire” es algo curioso, ya que al no tener prácticamente margen de mejora respecto a la original, todo lo que se le haga es para empeorarla, y algo así es lo que sucede aquí. Comienza respetando su melodía de voz con Pilson haciéndolo muy bien casi sin retoques, pero luego hace una cosa extrañísima metiendo una parte completamente nueva que la ralentiza y oscurece sin sentido con partes acústicas que nada tienen que ver con el tema, haciendo que baje notablemente de nivel.
Parece que este proyecto tendrá continuidad con una segunda parte que ya está prácticamente a punto con la misma estructura (versiones y nuevos temas), que como entretenimiento y tocada de pelotas a Mr. Don no está mal, algo mejor lo que ha venido ofreciendo últimamente Dokken, pero me resulta un poco irregular y artificial.
Mariano Palomo

GAMMA RAY “Skeletons & Majesties Live”

(Ear Music / Edel Music)

Estas fechas de finales de año son propicias para el lanzamiento de recopilatorios y directos, tanto en formato CD como DVD. En algunos casos parecen simples imposiciones contractuales de la compañía de turno, pero en esta ocasión creo que este “Skeletons & Majesties Live” de Gamma Ray tiene bastante más sentido, además de un resultado final que me ha parecido realmente brillante y entretenido, algo que no me pasaba con un disco en vivo desde hace bastante tiempo.
Para empezar recoge uno de los últimos conciertos en los que participó el batería Dan Zimmermann, concretamente el que tuvo lugar en la localidad suiza de Pratteln el 29 de abril de 2011.También supone la oportunidad de poder disfrutar juntos de nuevo de Kai Hansen y Michael Kiske en una grabación oficial, tras la buena acogida de su proyecto Unisonic, aunque sólo sea en tres temas.
Aporta mucho al interés de este doble CD el hecho de que el set list sea bastante original reflejando lo que fue el EP de 2011 “Skeletons & Majesties” casi en su integridad, completándose con algunos temas poco habituales en el repertorio de la banda desde hace algún tiempo. Todos estos elementos presagiaban a priori un buen disco, pero luego hay que corroborarlo tras su escucha, algo que, al menos conmigo han conseguido, por su excelente producción, con una ejecución técnica, fresca, dinámica y divertida, además de una muy buena presentación con excelentes fotos y buena documentación.
Comienza el show tras la intro “Welcome” con una protocolaria presentación de los miembros del grupo que empiezan descargando con precisión la poderosa y misteriosa “Anywhere in the Galaxy”, secundada por la rápida “Men, Martians and Machines” enganchando con sus buenos matices vocales y dejando constancia de su presencia en segundo plano el teclista Corvin Bahn, que sigue dejándose notar en la más original “The Spirit” más melódica con elementos acústicos.
Vuelve la velocidad momentáneamente con las guitarras de Kai y Henjo Richter tomando los mandos en la contundente “Wings of Destiny”, para volver a decelerar con la suave “Farewell” en la que el piano de Corvin y la profunda voz de Hansen brillan sobre las sólidas líneas de bajo de Dirk Schlächter que sigue en primer plano dando soporte a la rotunda “Gamma Ray”, la versión de Brith Control que aparecía en “Insanity and Genius” hace casi veinte años pero que siguen ejecutando tan frenética e histriónica como siempre, al igual que la divertida “Money” con la que es casi imposible sacar una sonrisa con su veloz ritmo cortado por intervenciones casi cómicas de coros y voz desparramando su estribillo.
Sin perder esa chispa y simpatía llegan a “Time To Break Free”, primera en la que Kiske aporta su inmensa clase creando una gran melodía vocal dentro de un sonido happy pero más duro. Y para cerrar el primer CD nos dejan las versiones acústicas de “Rebellion in Dreamland” y “Send Me a Sign” muy bien interpretadas, más extensa y épica la primera, mientras que la segunda roza el burlesque por momentos con la engolada voz de Hansen y un piano curioso dentro de un ritmo muy animado rematando con un solo eléctrico más tímido que el original.
El segundo CD comienza también con una breve e inquisidora intro que enlaza con la speedica “Dethrone Tyranny” en la que las guitarras suenan realmente afiladas, como sucede en la más rítmica “Watcher in the Sky” que también pertenece a la discografía de Iron Savior, para volver al happy más característico con “Hold Your Ground” con esos coros “jarreros” inconfundibles pero con una parte más seria y áspera que desaparece en la parte final volviendo al ambiente fiestero.
Reaparece Kiske con su profunda voz para marcarse un buen dueto rivalizando con el registro más agudo de Hansen en la inicialmente sentida y seria “A While In Dreamland” que acaba entre risas por algún que otro gambazo en la letra quedando bastante graciosa. Sigue la caña con la machacona “Rise”, única que rescatan de su último larga duración “To The Metal” del que me da la impresión que no están muy satisfechos.
Se llega casi al final con la festiva “Brothers” transmitiendo buen rollo a través de su alegato sobre la hermandad rockera compartiéndola con el público alargándola con un buen solo de Henjo antes de los bises. Unos bises que se abren con la extensa y teatral “Insurrection” donde sus cambios de ritmo dejan un regusto progresivo mostrando cada uno de los músicos su buen nivel instrumental.
El cierre definitivo lo pone una alargada y divertida versión de la siempre ganadora “Future World” de Helloween con la inevitable presencia recordándonos a su mejor época de la voz de Kiske que vacila insertando un mínimo retazo de Elvis Presley, bromeando con Hansen a cerca de su edad, en fin pura fiesta quedando realmente bien para despedir este lanzamiento que muestra una vez más por qué Gamma Ray es uno de los pocos grupos de Power Metal que todavía sigue interesándome.
Mariano Palomo

martes, 18 de diciembre de 2012

SIRACIDA “Del Corazón al Alma”

(Gothic Rec&productions)

Con dos años de retraso tenemos la oportunidad de escuchar el debut discográfico de los murcianos Sirácida. Un disco que llevan moviendo y presentando bastante tiempo y que ahora podemos repasar encontrando una banda competente que realiza un power metal muy melódico con elementos progresivos creando composiciones elaboradas pero asequibles donde se cuidan los detalles instrumentales y vocales.
Una voz, la de Manuel Zaragoza, provista de matices y fuerza sin necesidad de llegar a agudos imposibles o gritos desgarradores, bien ayudado por unos coros presentes pero no excesivos. Dejan más presencia para los desarrollos instrumentales de los guitarristas Víctor López y Rubén Nicolás que alternan con brillantez y buen gusto aportando buena melodías complementadas por las teclas de Jaime Samper. Por su parte el bajista Daniel Ortín y el batería Juan José Ruíz aportan ese toque más progresivo.
La apertura del CD con la instrumental “Del Corazón” a base de arreglos orquestales y misteriosas melodías nos lleva hasta la épica “Guijarros” con unas preciosas melodías de guitarra cortadas por las teclas de Jaime y los golpes de voz de Manuel desarrollando su labor con gusto, sobre los dejes progresivos que se acentúan en la más lírica “Mi Momento” con un destacado trabajo de percusión y bajo quedando bastante bien junto a unas guitarras más agudas y unas teclas más presentes.
Sigue la misma senda “Hombro con Hombro” rodeada de cierto halo teatral, con la voz más expresiva encajando en algunos pasajes sinfónico-orquestados con más guitarras que teclas donde Víctor y Rubén muestran muy buen nivel, relajándose en la evocadora “Mi Legado” de inspiración medieval con sonidos acústicos y de flauta dentro de una temática amorosa quedándoles muy agradable subiendo un poco de intensidad con un sentido solo eléctrico.
Vuelve el ritmo power estándar en la rápida “La Pasión” muy rítmica con las teclas en segundo plano amortiguando y con unas guitarras más progresivas cuyas melodías brillan sobre la base algo embarullada, y en la más agresiva “Fénix” la más extensa del disco de ritmo cortado y seco más progresivo aún donde desarrollan su habilidades técnicas en un entorno épico-mitológico sobre todo por sus voces coreadas.
Van bajando la velocidad en la parte final, primero con la matizada “Hijos de la Ira” con la voz de Manuel más agresiva y áspera pero sin pasarse, en una estructura compositiva elaborada contando una epopéyica historia espartana mostrándose altivos y desafiantes con buenos cortes de ritmo bastante progresivos. Se cierra definitivamente el trabajo con la expresiva balada “Marionetas” en la que unas voces dobladas y unas fantásticas melodías de guitarra la llenan de sentimiento y categoría.
Buen trabajo el que se han marcado estos seis chicos que, aparte de su contenido puramente musical, está acompañado de una atractiva propuesta visual en escena con un discreto maquillaje al estilo Crimson Glory, que me da la sensación pueden ser uno de sus mayores referentes, junto a los astures Warcry.
Mariano Palomo

ASHES 2 ASHES “Soul 2 Soul”

(Sube Un Escalón)

Desde tierras onubenses llega a nuestras manos el primer CD del dúo Ashes 2 Ashes. Un intenso trabajo que con el título de “Soul 2 Soul” encierra la creatividad y pasión musical de Sergio López (guitarrista, bajista y teclista) y Héctor Núñez (cantante y percusionista), plasmadas en unas composiciones llenas de esencia setentera recordando al hard rock de antaño matizado con elementos bluesies, sureños y melódicos.
Lo primero que me llamó la atención en la primera escucha de este disco fue la aguardentosa y profunda voz de Héctor, con un timbre que me recuerda inevitablemente al Paul Shortino más áspero, transmitiendo con fuerza y calidad. Una voz potente que se deja notar sobre una base marcada, algo desparramada por momentos, junto a unas guitarras lo suficientemente sucias.
Comienza esta entrega con la pesada y lisérgica “Ritual” de buen estribillo, repitiéndose este sonido ácido en la más dinámica “Snake Skin” y en la rotunda “U Got It” algo angustiosa pero con buenos desarrollos de guitarra, aclarándose un poco en la más rasgada “I’ll Be There” más melódica en sus voces, y en el profundo medio tiempo blues “Spanish Torn” que a pesar de su aspereza y elevada distorsión engancha por sus buenos detalles de guitarra española y por su extenso solo pleno de feelin’.
Los sonidos western-sureños afloran en la insinuante “Voodoo” con la voz de Héctor resaltando en onda Tangier sobre un ritmo base más cercano a Whitesnake y unas brillantes guitarras de Sergio. Se acentúa esta onda densificándose en la más blues “All In” desgarrándose dentro de su temática que nos lleva a cualquier saloon polvoriento del lejano oeste, al igual que “Catch a Train” en la que avanza a bordo de su melodía de guitarra resultando bastante atractiva.
Se aligera y anima el ritmo en la dinámica “Mortal Sin” de currada percusión con sonidos de cencerro y pandereta que sustentan unas buenas melodías y juegos vocales, que llegan a hacerse más tórridos en su versión en español que incluyen como uno de los temas extras. El otro bonus es una versión single, más breve por tanto, de el intenso medio tiempo “The Lament Of God” uno de los cortes más destacados del disco que derrocha pasión en sus dos versiones, explayándose Sergio con un magnífico solo de guitarra en la normal mientras que Héctor atrapa con su cautivadora y aguerrida voz, más Shortino que nunca.
Otro tema lento, aunque menos llamativo el breve y curioso “Save Our Love” con unas voces espirituales llenándolo con profundidad y sentimiento pero sin nada de ritmo, todo lo contrario que la instrumental “Pragressive” en la que a pesar de resultarme un poco embarullada brilla con altura la guitarra de Sergio marcando sonidos más experimentales cercanos al progresivo como indica su título.
Un interesante compendio de sonidos el que nos ofrecen esta pareja de polifacéticos músicos, que precisan de más de una y de dos escuchas para poder ser diseccionados en profundidad, mostrando una propuesta llena de intención que si hubiera estado más pulida en su producción seguramente sería más asequible para el gran público.
Mariano Palomo

jueves, 6 de diciembre de 2012

ROYAL HUNT "20th Anniversary"

 (Frontiers / Mastertrax)

 
Todavía con el recuerdo presente del gratísimo sabor de boca que nos dejaron en su breve pero intensa aparición en el Firefest hace poco más de un mes, los daneses Royal Hunt celebran sus veinte años de carrera musical con el lanzamiento de este completísimo trabajo conmemorativo. Nada menos que un triple CD y un DVD en el que se recoge la esencia de todos estos años de trayectoria, sin obviar ninguno de sus once trabajos en estudio, además con el aliciente añadido de ofrecer en el tercero de los CDs un tema nuevo y algunas curiosidades en forma de versiones acústicas y bonus tracks aparecidos sólo en algunos EPs o en ediciones puntuales.
Comenzando por este último CD, que es el más interesante sin duda para los fieles del grupo, nos encontramos como decía con un nuevo tema “Save Me”. Una composición de cadencia media, algo opaca, con un sonido más sencillo y menos rebuscado de lo habitual para mayor lucimiento de la voz del gran D.C. Cooper, aunque también dejan su huella sus compañeros de fatigas, sobre todo el guitarrista Jonas Larsen, mientras que el teclista André Andersen, fundador y único componente perenne del grupo, deja sus pinceladas sinfónicas de forma más discreta.
Estos tres elementos, junto al poderoso batería Allan Sorensen y al pluriempleado bajista Andreas Passmark, son los que han registrado también las tres versiones acústicas de tres de los clásicos la banda: “One By One”, “Bodyward” y “Restless” (que ya apareció como tema extra de “1996” en Japón y de “Paradox”), quedando todas ellas muy bien, animadas y llenas de musicalidad, sin perder nada de su esencia, con toda su instrumentación aunque sea de forma más suave, dentro de la que resaltan los preciosos solos de guitarra española de Larsen, y la presencia de las voces de Alexandra Popova y Kenny Lubcke.
En cuanto a los temas que no aparecieron en su momento en las ediciones “normales” de los discos de Royal Hunt, hay bonus como son la lenta “Day Is Dying” llena de espiritualidad casi a capella únicamente a base de voz y piano perteneciente a las sesiones del LP “Eyewitness” saliendo en su momento en Japón, o la instrumental “Sixth Sense”, extra europeo del LP “X”, que comienza suave para subir el ritmo mostrando el virtuosismo envolvente de Andersen y compañía.
Se completa este CD con tres cortes que aparecieron únicamente en versión EP. Se trata de “Bad Luck” un corte de “The Maxi EP” (1993) perteneciente a la etapa del vocalista Henrik Brockmann que grabó los dos primeros discos del grupo, y que lo hace muy bien en este tema de guitarras más crudas pero siempre con el barroquismo de las teclas, que se acentúa en la instrumental “Double Conversion” compuesta por André a mayor gloria propia para el “Far Away EP” (1995), cambiando de onda por completo en la bluessy “U-Turn” incluida originalmente en el “Intervention EP” (2000) y que con su ritmo atemperado e insinuante atrapa casi sólo con la cálida voz de John West.
Sobre los otros dos CDs, poco que decir en cuanto a aportaciones novedosas, ya que conforman un recopilatorio puro y duro de temas oficiales que aparecen como en sus versiones originales, salvo dos temas de “The Mission” (2001) y uno de “Eyewitness” (2003) que lo hacen en directo. Del primero la coreada “Surrender”, y la potente y brillante “The Mission”, y del segundo la misteriosa “Can’t Let Go”, con John West a la voz. Un West que registró también otros dos buenos discos en estudio como fueron “Fear” (1999), representado aquí por la embaucadora “Cold City Lights” y por el preciosista medio tiempo “Follow Me”, y el más irregular “Paper Blood” (2005) del que rescatan para la ocasión la intensamente agresiva pieza que le da título y la suave “Season’s Change”.
Pero yendo al principio de la historia tenemos que remontarnos a 1992 cuando se produjo el lanzamiento de “Land of the Broken Hearts”, un disco que irrumpió con fuerza en su momento lleno de heavy neoclásico y pomposo, con un buen cantante como el citado Henrik Brockmann conteniendo composiciones tan interesantes como las tres que retoman ahora veinte años después. La pegadiza “Flight”, la épica coral “Kingdom Dark”, y la fantástica “Stranded” que sigue funcionando muy bien en directo como pudimos comprobar en Nottingham.
A “Land of the Broken Hearts” le sucedió en 1993 “Clown in the Mirror”, un disco en mi opinión superior a su predecesor, todavía con Brockmann a la voz, y que tenía piezas tan sublimes como la inetnesísima balada que le daba título, la desafiante “Wasted Time” que ha quedado sin duda como una de las mejores canciones de la historia del grupo, o la entretenida “Epilogue”, toda ellas presentes en el primer CD de este “20th Anniversary”.
En 1995 llegamos a un momento clave dentro de la trayectoria de Royal Hunt, con la entrada en su formación del D.C. Cooper, que se encargó de registrar dos de los mejores discos del grupo “Moving Target” (1995) y “Paradox” (1997), además del directo “1996” entre medias. Del primero han seleccionado las intensas y envolventes “Time” más cañera y “Far Away” más suave, además de la histórica evocadora “1348”. De “Paradox” nos dejan tres de sus obras maestras, “River of Pain” con teclas y coros luciendo, “Tearing Down the World” directa y poderosa con una brillantísima instrumentación, y “Message To God” inevitable en sus set lists con esa carga dramática espectacular que la hace única.
Después de revisar la etapa más pujante del combo danés, nos encontramos con un periodo de dudas tras la salida de West, que encajó perfectamente como sustituto del Cooper, y que dejó un espacio difícil de llenar. Pero hete aquí que en 1998 Mr. Andersen se sacó de la manga la segunda parte de “Paradox” contando como vocalista con el experimentado Mark Boals (Yngwie Malmsteen, Lana Lane, Ring Of Fire, Kuni). Una segunda parte subtitulada como “Collision Course” que sin estar mal no llegaba al nivel de la primera, conteniendo buenos cortes como los que aparecen en esta recopilación, “The First of Rock” que engancha a ritmo medio con la voz aguda, o “Tears of the Sun” más épica y dramatizada con una dulce voz femenina. Boals participó también en la grabación del más desapercibido “X”, probablemente el disco más flojo del grupo, como podemos comprobar con dos temas como son la experimental “The Well” y la enrevesada “Shadowman” que a pesar de su buen nivel instrumental y vocal difícilmente acaban de enganchar.
Y llegamos hasta el pasado 2011 para encontrarnos con la vuelta de D.C. Cooper al grupo para recuperar la mejor versión de Royal Hunt en el fantástico “Show Me How To Live” que vuelve a ponerles en su sitio con temazos como la pomposa y desafiante “Hard Rain is Coming”, y sobre todo con la maravillosa “Half Past Loneliness” en la que virtuosismo, comercialidad, melodía y fuerza se mezclan dando como resultado uno de sus temas top, sencillamente inmensa.
Además de los tres CDs de audio la edición especial de “20th Anniversary” se completa con un DVD que contiene los video clips y alguna actuación curiosa del grupo en directo y en plató, curiosas sobre todo estas últimas con André Andersen y D.C. Cooper interpretando “Clown in the Mirror” o “Far Away”.
Imprescindible para los fans de Royal Hunt y muy interesante para los que a estas altura no conozcan todavía a este grupazo.
Mariano Palomo

SHAKRA “Powerplay”


(AFM / Avispa)

El comienzo de 2013 nos traerá nuevo trabajo de los hard rockeros suizos Shakra, una formación que durante su trayectoria ha ido adaptando su sonido a los tiempos que corren, ya que en sus inicios era prácticamente un grupo de puro hard melódico clásico. Sin abandonar esa melodía, pero aportando matices más duros y actuales, han ido creciendo para dejarse por el camino algunos fans más reticentes a las guitarras de alta distorsión, pero sin embargo han podido reclutar nuevos fieles más jóvenes afines a su enérgica propuesta.
En todo este proceso ha habido altibajos, sobre todo por los cambios de vocalista que ha sufrido la banda, sobre todo desde la entrada en el grupo de Mark Fox con un registro y actitud más agresivos, que dejó su puesto hace un par de años a John Prakesh que ya grabó el anterior disco “Back on Track” en la misma línea de su predecesor. Ahora, de nuevo con el vocalista de origen indio (de la India) al frente, Shakra nos ofrecen su novena obra en estudio.
Un disco algo más melódico y matizado, pero con la misma energía y potencia, sobre todo por los arreglos de guitarra de los fundadores del grupo Thom Blunier y Thomas Muster, que empezaron la historia hace ya veinte años junto al batería Roger Tanner que continúa junto a ellos, formando una contundente base rítmica junto al joven bajista Dominik Pfister, que mucho tiene que ver también en ese barniz más actual que reviste el sonido del grupo de un tiempo a esta parte.
Comienzan con fuerza y pegada con los primeros riffs de alto octanaje de “Life Is Now” muy rítmica en la que la melodía vocal sobresale groovie sobre una potente y marcadísima base rítmica cortada, y que acaba por parecerme bastante resultona con su estribillo claro arriba, que brilla igualmente en la menos dinámica “The Mask” más dura y saturada pero con buenos repuntes de ritmo que la hacen atractiva y pegadiza, subiendo la nota en la potente de guitarras duras y melódicas “Higher”, dotada de una gran melodía de voz resultando bastante eficaz con su insinuante ritmo marcado por los golpes secos de batería de Tanner  y por un curioso break de bajo de Pfister.
Tras el aluvión inicial de distorsión se relajan con la lenta electroacústica “Wonderful Life” en la que la grave voz de Prakesh transmite con expresividad y sentimiento desgarrado junto a un gran solo de guitarra limpio, para volver a rasgarse y endurecerse en la actual “Dear Enemy” también con groove y cuerpo equilibrada por una buena melodía de voz engordada por unos eficaces coros melódicos, bien pero sin acabar de matarme. Me atraen más a continuación con dos cortes de estructura y sonido más clásicos, como son la animada “Save You From Yourself” sencilla con su clásico esquema: estrofa-puente-estribillo quedando muy redonda, al igual que la más cañera “Don’t Keep Me Hanging” pegadiza con unas buenísimas guitarras, y con un tremendo estribillo coreado arriba sobresaliendo sobre la base marcada a base de claqueta y con un ritmo, frescura y arrogancia que me recuerda a los Crüe del “Dr. Feelgood”.
Continua el viaje en la montaña rusa que nos proponen Shakra para llegar a un par de temas que me han dicho menos, la monótona “Dream of Mankind” que a pesar de su buena melodía vocal resulta muy lineal, y la más moderna “Stevie” demasiado rascona para mi gusto, para volver a recuperar el pulso más hard rockero con “Because of You” que aunque tenga tintes actuales muestra al mejor Prakesh llenando de melodía e intensidad el tema con su voz, manteniendo mucha base clásica, recordándome en su conjunto a los últimos Gotthard.
Para el final dejan la densa y rotunda “Secret Hideaway” marcada por sus punzantes riffs saturados, y la correcta balada “Too Good To Be True”, otra vez con la voz como su mejor aval destilando profundidad en un tono más rasgado y desgarrado, sobre una sólida instrumentación en la que de nuevo las guitarras de Munster y Blunier se dejan notar. Un buen cierre para este disco que sigue mostrando a una buena banda, con actitud y poderío, pero algo irregular y que, sobre todo, me gustaba más en sus inicios más melódicos.
Mariano Palomo

lunes, 3 de diciembre de 2012

GENE THE WEREWOLF “Rock & Roll Animal”

(Frontiers / Mastertrax)

El hard rock guitarrero de esencia sleazy ochentera parece seguir vigente en los States con bandas como esta que conocemos ahora liderada por el vocalista y guitarrista Jon Belan, de cuyo apelativo Gene The Werewolf, toma su nombre. Belan junto al guitarrista Drew Donegan, al bajista Tim Schultz, el batería Nik Revak y al teclista Aaron Mediate, acaban de poner en circulación su primer larga duración bajo el elocuente título de “Rock & Roll Animal”. Un disco que no descubre nada nuevo, de hecho suena a muchas cosas conocidas, pero que mantiene el suficiente nivel compositivo, de frescura y descaro, como para hacernos pasar un buen rato.
Pura energía desde el inicio con “Wicked Love” con unas guitarras lo suficientemente sucias y macarras que llevan hasta su claro estribillo fiestero con los coros de Schultz completando la desgarrada pero melódica voz de Belan. Sigue la fiesta con la totalmente arquetípica “I Only Wanna Rock & Roll” marcada por un ritmo AC/DC total, con unas líneas vocales más suavizadas recordando a los primeros Leppard, pero con un deje más sleazy americano, que se hace un poco más melódico en la divertida “Superhero” donde se dejan notar por primera vez las teclas de Mediate dando un toque muy original al tema, al igual que en las más glammies “Heart of Steel” y “I’ve Got The Love” pegadizas y entretenidas, con cierto regusto a The Darkness por el falsete de Belan y,  por qué no decirlo, entrañablemente horterillas en ciertos momentos.
El tema título “Rock & Roll Animal” hace honor a su mensaje, hard rock & roll guitarrero de ritmo contagioso con un gran estribillo doblado, bien secundada por “Ruffneck Woman” en la misma línea festiva y bailable con unos cuidados coros melódicos que llenan junto los sonidos de pianola a lo Quireboys-Black Crowes mientras las guitarras siguen cumpliendo, para volver a los sonidos más rasgados con “Firecrcker” plagada de topicazos y lugares comunes en su letra (“on fire tonight”, “hotter than hell”, “son of a bitch”) y que bien podían haber firmado sus paisanos Kix.
El tema más sombrío del disco es curiosamente “Light Me Up”, con sentimiento pero sin nada de chispa, contrastando con la resultona “Give It Up” muy melódica en sus guitarras y estructura rozando el A.O.R., pero matizada por coros y teclas más setenteras a lo E.L.O., para poner el cierre definitivo con la previsible “Ballad of Gene” que podría estar inspirada en “Ballad of Jane” de L.A. Guns, pero con menos dramatismo y más almíbar, resultando un correcto cierre para este entretenido disco.
Mariano Palomo

A PERFECT DAY “A Perfect Day”

(Frontiers / Mastertrax)

Resulta curioso encontrarnos de vez en cuando con músicos que, encuadrados durante toda su carrera dentro de un determinado estilo, aparecen por sorpresa participando en proyectos completamente novedosos que poco o nada tienen que ver con el tipo de música con el que se ha hecho un nombre. Por una parte esto puede indicar un hastío y agotamiento de la fórmula inicial renegando en cierto modo de ella, aunque por otra también puede ser una muestra de versatilidad y de capacidad de adaptación a los nuevos tiempos.
Supongo que algo de cada una de las razones anteriores, “Six of one, half dozen of the other” como dirían los ingleses, serán las que hayan llevado a Roberto Tiranti (voz y bajo), Andrea Cantarelli (guitarra) y Alessandro Bissa (batería) a cambiar el doble bombo machacón, la pomposidad de los arreglos instrumentales y los solos interminables del power metal de sus Labyrinth, por los riffs crudos y los arreglos actuales de estos novedosos A Perfect Day.
Cambio total respecto a lo que conocíamos de este trío trasalpino que facturó buenas entregas con Labyrinth llegando a gustarme bastante sobre todo en sus inicios, y que ahora con esta nueva aventura no acaban de engancharme por su concepto excesivamente moderno para mi gusto, aunque eso sí, con un sonido muy compacto donde las melodías vocales y algunos buenos arreglos de guitarra no se esconden detrás de su simple y saturada instrumentación. Por momentos me recuerda a los últimos discos en solitario de Eric Martin, sobre todo por las líneas vocales de Tiranti, pero con menos dinamismo y brillo metiéndose en terrenos más grises.
Empieza animados con el enérgico corte que da título al disco “A Perfect Day”, tema sólido y penetrante donde empasta bien la melódica y personal voz de Tiranti con la instrumentación compacta y dura que lo sustenta. Con “Now and Forever” ya empieza a bajar el ritmo creando un ambiente melancólico y más saturado, para llegar a la balada “Long Road To Ruin” que resulta ser una de las canciones más destacables del disco por su cuerpo y calidez con unos fantásticos aportes electro acústicos a cargo de Andrea Cantarelli, incluido un gran solo que acaba de endurecer y atormentar el tema, dotándolo de una interesante carga dramática. En esta misma onda, aunque algo menor, también resalta el matizado medio tiempo “Under The Same Sun”.
Más caña con “Alone and Free (Rockblind)”, marcada por sus riffs cortantes contrastando con partes más melódicas, seguida por la más embarullada “Silent Cry” de nuevo con un rollo más atormentado, que también encontramos en la acelerada “Waiting on the Edge” llena de rasgueos y arreglos modernos. Más lenta entre medias “Here We Are Again” que a pesar de sus contrastes duros y melódicos se me hace bastante sosilla, al igual que la oscura “Warm Embrace” salvada por su expresividad vocal y por algunos buenos matices limpios de guitarra.
El final lo pone el curioso medio tiempo “We Only Say Goodbye” que roza la balada con suaves rasgueos de guitarra contestados por otros profundos y duros culminados por un melódico solo más clásico, dejándome una correcta impresión, sobre todo por toda la labor vocal de Roberto Tiranti, pero sin acabar de atraparme. Por momentos me da la sensación que se quedan un poco en tierra de nadie, no me parecen lo suficientemente cañeros como para atraer a los seguidores del nu-metal o del rock “alternativo” más duro, ni tan directos, ni pulidos como para los más cercanos al rock melódico, y por supuesto nada que ver en absoluto con el power metal.
Mariano Palomo