miércoles, 26 de agosto de 2009

HAMMERFALL “No Sacrifice No Victory”

(Nuclear Blast)

Empieza a ser difícil llevar la cuenta de los discos de los suecos, más aún cuando no sabes si incluir en el cálculo directos, recopilatorios, y monográficos de versiones. Si alguien pensaba que los bailes en la formación iban a significar algún cambio significativo en la línea musical de Hammerfall, estaba bien confundido. Siguen siendo los de siempre. Para algunos, esto significará estancamiento, para otros, fidelidad a un estilo. Pueden tener trabajos mejores o peores, tirando más al Power o más al Heavy, pero en líneas generales siempre en la misma onda, que a estas alturas ya jamás van a modificar. En esta ocasión tenemos un CD completito, con su balada (“Between Two Worlds”) su instrumental (“Something For The Ages”, bastante entretenida) o su versión (el celebérrimo “My Sharona”, que algunos no han visto con buenos ojos, pero que hay tomarse como lo que es, un simple vacile). Pero lo que de verdad deja huella de Hammerfall son sus temas más cañeros y powermetaleros, que son los que después se disfrutan en vivo. Si tengo que elegir los cortes más destacables, me quedaría con la pegadiza “Any Means Necessary”, la alegre y festiva “Life Is Now”, y el hit que da título al disco, un verdadero himno. Cuando tengan que escoger las que se quedarán en su repertorio en directo, yo apostaría por alguna de estas tres. En resumidas cuentas, Cans y compañía no cambian ni falta que les hace, mientras lo sigan haciendo bien.
Nacho Jordán

sábado, 22 de agosto de 2009

JORN “Dukebox”

(AFM / Avispa)

Sin aviso previo, y sin mucha justificación aparente, nos vemos sorprendidos por la publicación de un recopilatorio del vocalista noruego Jorn Lande por parte de su anterior compañía AFM Records. La verdad es que poco o nada aporta esta colección de dieciséis temas, en su mayoría pertenecientes a sus dos penúltimos trabajos en estudio publicados por Jorn, “The Duke” y “Lonely Are The Brave”, con mínima representación de todos los álbumes anteriores, y obviando el recientemente aparecido a través de Frontiers Records, “Spirit Black”. Los temas en general son bastante representativos y ya se han convertido algunos de ellos en clásicos y casi indispensables en los conciertos del rubio cantante, caso de “Young Forever”, “We Brought The Angels Down”, “Tungur Knivur”, “Sunset Station”, “Out To Every Nation”, “Blacksong” o “Duke Of Love”, todas ellas de lo mejor que ha hecho Mr. Lande y que no necesitan mayor comentario ni presentación, junto a otras más discretas en mi opinión como son, sobre todo, las de “Lonely Are The Brave” que, sin estar mal del todo, me parece su entrega más floja. De este disco en esta colección de temas incluye la inicial “Man Of The Dark”, las densas “Soul Of The Wind” o “The Inner Road”, la dinámica “Shadow People”, y la afilada “War Of The World” que es la que más me convence junto a la que da título al disco, “Lonely Are The Brave”. Completan la recopilación la primigenia “Starfire” algo más melódica, la más pesada “Living With Wolves” y la directa y cañera “Stormcrow”. Como siempre pasa con este tipo de discos recopilatorios, habrá quien eche en falta algún tema y quien les sobren otros, yo personalmente hubiera metido algún corte más de “Worldchanger” y de “Starfire”, y no hubiera cargado tanto las tintas en “Lonely Are The Brave”. En definitiva, un disco que no aporta nada nuevo, que puede ser útil para alguien que a estas alturas todavía no haya descubierto a este gran cantante, y del que lo que más me gusta es su portada, como casi siempre, y su curioso título.
Mariano Palomo

GWAR “Lust In Space”

(Limb Music)

Viendo el monstruoso aspecto visual de estos cinco personajes, a cualquiera se le puede venir a la cabeza el nombre de los fineses Lordi. Pero debería ser al revés, ya que este aguerrido quinteto lleva dando caña con su terror-thrash-metal desde hace más de dos décadas, pero no han tenido ni de lejos la repercusión de los eurovisivos nórdicos, además de por no haber participado en el certamen continental, porque su música es bastante menos asequible para el gran público. Imagen, disfraces, y demás parafernalia aparte, en lo musical Gwar superan ampliamente la decena de trabajos publicados y ahora les descubro con esta última entrega, “Lust In Space”, en la que encuentro un sonido compacto, sólido y rotundo, basado en el thrash centroeuropeo pero con un aire actualizado y original en sus arreglos. En cuanto a los temas los que más me han convencido han sido la directa “Let Us Slay” con su poderoso y agresivo estribillo en el que se deja notar el vocalista Oderus Urungus, mientras el resto de la banda cumple su labor sin alardes, como en el resto del disco, la más melódica y poderosa “Metal Metal Land” con buenos coros, la acelerada e intensa “The Price Of Peace” con buenos y afilados riffs a cargo de Balsac, The Jaws Of Death y Flattus Maximus (olé por los nombrecitos), sucedida por la coral “Where Is Zog” con un punto cachondo a lo Anthrax –Tankard, a los que recuerdan también en la aplastante “Make A Child Cry”. Se muestran algo más técnicos y menos brillantes en la tétrica “Parting Shot”, en la más atormentada y oscura “Release The Flies” o en la áspera “Damnation Under God”, completándose el disco con la misteriosa “Lust In Space” que abre el disco con un cierto aire cibernético, con la pesada y cortada “The Uberklaw”, y con la atropellada “Lords & Masters” de frenético solo de guitarra. Un disco correcto, con momentos divertidos y directos, pero que tampoco es la quintaesencia del thrash metal.
Mariano Palomo

lunes, 10 de agosto de 2009

HOUSE OF LORDS “Cartesian Dreams”

(Frontiers / Mastertrax)

Parece que James Chrisian y sus chicos han cogido carrerilla y han dado con la fórmula para seguir ofreciéndonos buenos trabajos año tras año, desde que en 2006 nos sorprendieran con el tremendo “World Upside Down”, tras despistarnos un par de años antes con el más progresivo “The Power And The Myth” que sin estar mal no era House Of Lords y no acababa de convencernos. “Come To My Kingdom” supuso el año pasado la reafirmación del sonido del grupo, con su enorme hard rock melódico, intenso y bien construido, con la voz de Christian en su mejor nivel, y sobre todo con la aportación destacadísima del guitarrista Jimi Bell que aporta talento y fuerza, bien sustentado en la base rítmica que forman el bajista Chris McCarvill y el batería BJ Zampa. Todos estos elementos se repiten ahora en “Cartesian Dreams”, un nuevo disco que podría formar una trilogía del mismo nivel que tuvo la que formaban los tres primeros discos del grupo, pero con mejor producción y algo más guitarreros. Y eso que el inicio del disco con el tema que le da título es un poco pesado y espeso, con un ritmo que no acaba de romper dentro de una ambientación tirando a épica, y que no parece el más indicado para enganchar al oyente. Algo que si consiguen inmediatamente a continuación con la pegadiza, fresca y directa “Born To Be My Baby”, gran estribillo fiestero y buen contraste de voces y guitarras para dar forma a un tema melódico, sencillo y efectivo, como lo son la divertida y coreable “Bangin’”, la más cercana al A.O.R. rockero “Saved By Love” igualmente alegre y en la que destaca la participación de Robin Beck con su portentosa voz, que repite más chillona y aguda en la intensa “Repo Man” y en un tono más discreto en la tremenda “Joanna” escrita para ser un clarísimo single si hubiera salido hace veinte años, con unos enormes coros y un punzante solo de Jimi Bell. Un hacha que muestra su talento tanto a la acústica como a la eléctrica en la envolvente y trabajada “Desert Rain”, elegante y cálida a más no poder, al igual que las sentidas baladas “Sweet September” y “The Train” llena de piano y voces arriba junto a un desgarrado solo del propio Bell la primera, y con la voz de Christian tremenda en la segunda junto a unos coreables y correctos coros. Entre medias completan el disco la más pesada y un poco extraña “Never Look Back” con bastantes teclas pero sin acabar de enganchar, y la más épica y cabalgante en su ritmo “The Bigger They Come” algo más heavy con el bajo de McCarvill muy marcado junto a unos buenos duelos de teclas y guitarras y los grandes coros marca de la casa que no pueden faltar. House Of Lords lo han vuelto a hacer, otro gran disco, quizá un poco inferior en lo que a temas directos se refiere respecto a sus dos anteriores, pero manteniendo la clase, elegancia y poderío del sonido de estos.
Mariano Palomo

LYNCH MOB “Smoke And Mirrors”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras llevar bastante tiempo desaparecido para la buena música, el proyecto Lynch Mob encabezado por el ex hacha de Dokken, George Lynch, vuelve a escena para ofrecernos un buen trabajo de hard rock con regusto sureño, y que nos recuerda a la mejor etapa del combo cuando en 1990 nos sorprendían con el tremendo “Wicked Sensation”. Para la ocasión “Mr. Scary” Lynch ha vuelto a unir sus fuerzas con el vocalista Oni Logan, que sin llegar a los registros casi imposibles de antaño, mantiene una gran forma vocal y convence con su cálida y particular voz, hecha a medida para las composiciones del disco, en las que ponen su buen hacer completando el cuarteto, el experimentado bajista Marco Mendoza y el batería Scott Coogan. El inicio del trabajo es ya ciertamente prometedor con la intensa y creciente “21st Century Man” llena de rollo y buen ritmo alternando sonidos suaves y punzantes, corroborando a continuación esta buena primera expresión con “Smoke And Mirrors” una electroacústica llena de rollo sureño a lo Badlands–Tangier y que mejora a cada escucha. Sigue la intensidad con el medio tiempo “Lucky Man”, con buenos coros, calidez y sobre todo con un buen estribillo que recuerda a los clásicos del sureño melódico, poniéndose más hard rockeros en la dinámica y penetrante “My Kind Of Healer” que podría haberse incluido perfectamente en el mencionado “Wicked Sensation” y donde destaca además de la guitarra de Lynch, un buen trabajo en la percusión de Coogan. Se oscurece el ambiente con “Time Keepers”, con guitarras más distorsionadas y experimentales junto a un ritmo más denso, y a la voz más intrigante de Logan, alejándose del sonido inicial dejándome más frío, al igual que la siguiente “Revolution Heroes” aunque en esta al menos se muestran más agresivos dentro de su tendido ritmo, o en la más psicodélica “Let Music Be You Master” densa y pesada en la que contrastan registros vocales apagados y melódicos. Repuntan y recuperan el pulso más hard rockero con la clásica y rasgada en sus guitarras “The Phatist” bastante interesante, al igual que el medio tiempo bluessy “Where Do You Sleep After Midnight” en el que se deja notar la labor de Mendoza, junto a la profunda voz de Logan, creando un ambiente tórrido cercano al western con sus coros. Con “Madly Backwards” marcan un ritmo más rockero y rotundo quedando bastante resultona, dando una vuelta de tuerca más heavy para “We Will Remain” donde aparece el sonido de guitarras más virtuoso y épico, con un intrincado solo que roza lo barroco. El final lo ponen el melódico medio tiempo “Before I Close My Eyes” algo intimista pero brillante en su instrumentación y voces, y la más intranscendente “Mansions In The Sky” que a modo de bonus track finaliza el disco en un tono más tendido y opaco. Cierre discreto para un buen trabajo, bastante variado y algo irregular, que nos devuelve una buena versión de uno de mis guitarristas favoritos, aunque aun sin recuperar totalmente el nivel de sus mejores momentos.
Mariano Palomo

U.D.O. “Dominator”

(AFM / Avispa)

Hace unas semanas se puso en circulación a modo de adelanto con cinco temas el EP “Infected”, un aperitivo que nos servía para abrir boca de lo que será a principios de septiembre en nuevo trabajo completo de U.D.O., este “Dominator” que ahora os reseñamos. Creo que a Mr. Dirkschneider y su tropa les pasa un poco como a su compatriota Axel Rudi Pell, que lleven los años que lleven haciendo discos muy similares en sus sonidos y estructuras, siempre cumplen y convencen, al menos al que suscribe. Con lo dicho supongo que ya os vais imaginando lo que podemos encontrar en este nuevo disco, más de lo mismo, contundencia, guitarras pesadas y afiladas, la inconfundible voz de Udo bien rodeada de marciales y directos coros, y un puñado de temas que en algún caso puede convertirse en fijo en los directos de la banda, como puede ser el referido single “Infected” que cada vez me gusta más por su fuerza y su matador estribillo coral. El inicio del disco es bastante denso y pesado, con “The Bogeyman” y su halo misterioso y algo industrial, sucedida por el tema título “Dominator” de amortiguados y directos coros, rematada por un punzante solo de Igor Gianola que compagina su actividad en la banda con la que lleva a cabo hace unos meses acompañando a Jorn Lande en directo. El resto del grupo sigue siendo el mismo de los últimos trabajos, con Stefan Kaufmann en la guitarra rítmica aportando sus coros y carisma al sonido de la banda, siempre bien sustentado por la eficaz labor del bajista Fitty Wienhold y del batería Francesco Jovino. Los tempos pesados siguen con “Black And White”, coros y guitarras marca de la casa, para continuar con la mencionada “Infected” más dinámica y agresiva, con un ligero toque industrial y afilado, para pasar a un ambiente más futurista con “Heavy Metal Heaven” con una machacona cadencia marcada por voz y percusión. Algo más oscura y profunda me resulta “Doom Ride” en la que de nuevo los coros grandilocuentes se dejan notar, apagándose a continuación en el atormentado medio tiempo “Stilness Of Time” en el que unas marcadas teclas y algún detalle de guitarra española acompañan su desarrollo, rematado por un curioso piano final. El tema más divertido del disco lo encontramos con “Devil’s Rendezvous”, con una risotada inicial que nos mete en una curiosa composición de ritmo vacilón a lo crooner rockero, una especie de “I’m A Rebel” ralentizado por su estribillo con unas guitarras más discretas, que vuelven a tomar protagonismo y poderío en la agresiva y acelerada “Speed Demon” con sus afilados riffs y sus currados cruces de solos haciendo de ella una de mis favoritas del disco junto a la final “Whispers In The Dark” que a modo de power ballad muestra la cruda y melancólica voz de Udo junto algunos melódicos y potentes arreglos que dotan de intensidad al tema. Buen cierre, para un disco más de U.D.O., que, como decía anteriormente, no descubre nada pero siempre cumple.
Mariano Palomo

EUROPE “Last Look At Eden”

(Ear Music / Edel)

Después de observar la irregular y no demasiado convincente trayectoria seguida por Europe desde su reentré musical hace ya unos años, esperaba con cierto escepticismo la escucha de este nuevo trabajo de la banda que estará en la calle a finales del próximo septiembre y que ahora os adelantamos a modo de valoración. Un disco del que ya habíamos podido comprobar en directo como sonaban un par de temas, que ni desentonaban ni destacaban en el repertorio del grupo, pero que a base de escucharlos, junto a los otros nueve del disco, acaban haciendo de este, en mi opinión, lo mejor que han sacado los suecos en muchos años. Vuelven a los orígenes más setenteros y puramente hard rockeros del grupo, pero mezclándolo con retazos y sonidos más actuales que predominaban en sus anteriores obras, pero simplemente como adornos, como base del sonido. Empieza con el tema título “Last Look At Eden”, un corte intenso y potente, con matices orquestales, en el que la voz de Joey Tempest se muestra con mucho cuerpo junto a la cañera base que proponen John Levén y Ian Haugland, creando una ambientación algo épica y misteriosa. El ritmo puramente setentero a lo Purple, Uriah Heep, se apodera de “Gonna Get Ready”, tema directo con mucho feelin que el propio Tempest nos comentó hace unas semanas (en la entrevista que podréis leer en unos días) era su favorito del disco, y donde se salen los juegos de teclas y guitarras entre Mic Michaeli y John Norum, tremendos a lo largo de todo el trabajo. Sigue la misma tónica con “Catch That Plane”, con la voz más profunda, y unas guitarras y bajo marcados, algo Hendrix, rematado por un desgarrado solo y cierto aire blues. Llegamos a la relajada “New Love In Town”, un gran tema algo coverdaleliano, con arreglos instrumentales de cuerda y percusión, que convence por su ritmo combinando intensidad y suavidad, y por otro gran solo de Norum que remata uno de los cortes destacados, dedicado al recientemente nacido hijo de Tempest. Cambio total de tercio con la cruda y saturada “The Beast”, un tema cercano a Black Label Society, con detalles de voces y sintetizadores modernos, pero con la base clásica, dejando sitio para un pequeño guiño de piano, volviéndose más fiesteros en “Mojito Girl” a base de wa wa y buenas voces, poniéndose más zeppelinianos con la ambiental “No Stone Unturned” en la que aparece un buen solo de teclas de Michaeli junto a una notable y evocadora orquestación. Continua la intensidad setentera con “Only Young Twice” de nuevo con guitarra y bajo marcados creciendo en su desarrollo envolvente, para tornarse aun algo más psicodélicos con “U Devil U”, con una voz más nasal y clásica de Tempest, que por momentos es irreconocible en algunas partes del disco, y que destaca junto a otro gran solo de Norum que se sale prácticamente en cada tema. La recta final la encaramos con “Run With The Angels”, con un ligero deje blues y aguardentoso, resultándome algo extraña pero potente, para cerrar definitivamente con una enorme “In My Time”, mi corte favorito del disco que en sus más de seis minutos se desangra llena de intensidad en su ritmo suave lleno de sentimiento cercano al blues y en la que John Norum da un curso de Gibson a lo Gary Moore junto a la cálida y reconocible voz de Joey Tempest, dejándome con un inmejorable sabor de boca. Buen disco, alejado de lo que fueron los anteriores y más experimentales trabajos de Europe, pero también lejos del hard melódico más sencillo y directo de los 80’s que hizo grande al quinteto escandinavo.
Mariano Palomo