sábado, 23 de abril de 2011

REGRESION "Santa Decadencia"

(Santo Grial Records)

Importante paso adelante el que el han dado lo barceloneses Regresión con este su tercer disco adentrándose en territorios más hard rockeros pero sin dejar de lado su vena heavy metalera y su fiereza habitual. En “Santa Decadencia” siguen un hilo argumental alrededor de la historia de una ciudad ficticia del mismo nombre tratando todas sus miserias, vicios y peligros, perfectamente aplicables a muchas de las grandes ciudades del mundo. La agresividad y pegada es una de las constantes a lo largo de la historia, sobre todo por la rasgada y desafiante voz de Pedro Guijarro que golpea con fuerza sin perder la melodía cuando es preciso, al igual que los guitarristas Pablo González y Toni Sánchez que también se encarga de teclados, arreglos, coros y acústicas. Por su parte el bajista David Pérez y el batería José Ignacio Uría cumplen su labor con sobriedad dentro de un sonido bastante homogéneo. La historia se incia con “Mil Sirenas”, que como su nombre indica tiene mucho que ver con la policía y sus persecuciones a ritmo de hard rock intenso lleno de guitarras hirientes y voces agresivas, que se tornan algo más tendidas y melódicas en “Territorio Animal” que habla con rabia de las bandas y las mafias que se reparten la calle. Más crítica y actual “Diabólica Trinidad” que aborda los inconfesables vicios de la Iglesia con un curioso diálogo entre Pedro y Frank guitarrista de de Mago de Oz invitado para la ocasión logrando un resultado más sombrío y siniestro, para pasar a la sensualidad de “Angel de Fuego” dedicada a los pecados de la carne con unas insinuantes voces y unos melódicos coros reocrdando un poco a Sangre Azul. Continúa la misma temática con la potente y más pesada “Avenida Del Deseo”, para pasar a un sonido más rasgado y rockanrolero en “Sin Final” contando lo mal que está el mundo del rock y de los buitres que se aprovechan de los músicos. Cambio radical de registro en “El Teatro De Los Olvidados”, que como su nombre indica marca un ambiente más teatral y melancólico para abordar el problema de los sin techo y donde salen a relucir los teclados junto a unas melódicas y trabajadas guitarras de aires Savatage. La corrupción política y judicial no podía faltar en Santa Decadencia, y así lo reflejan en la pesada y algo plana “Oscura Ambición” liderada por la matizada voz de Pedro y unas guitarras saturadas pero melódicas. Por supesto las drogas tenían que aparecer y lo hacen en la heavy rockera “Más Fuerza” que me recuerda a los Skid Row del “Slave To The Grind”, con unas voces ásperas y agresivas sobre unas guitarras pesadas y un ritmo profundo, para cerrar definitivamente con la pequeña obra de arte que da título al relato y que en sus siete minutos y medio encierra la esencia temática del mismo. Musicalmete abarca elementos del hard actual, con una poderosa base, unos acertados coros, buenos teclados que, junto a un correcto solo de Frank que reaparece, le dan un aire más melódico, y un cambio de ritmo brutal pasando de un interludio suave a un frenético guitarreo acompañado de un piano a lo Guns n’ Roses. Final magnífico para un buen y trabajdo disco, que conviene escuchar de principio a fin con atención para apreciar toda su esencia y profundidad.
Mariano Palomo

viernes, 22 de abril de 2011

SYMFONIA “In Paradisum”

(IAM / Edel Distribution)

Agunos de los nombres más significativos de la época dorada del power metal melódico se han reunido para poner en marcha un nuevo proyecto bajo el elocuente nombre de Symfonia. Parece que el quinteto formado por el guitarrista Timo Tolkki (ex Stratoviarius, Revolution Reniassance), el cantante André Matos (ex Angra, ex Shaman, ex Viper), el bajista Jari Kainulainen (ex Stratovarius, ex Evergrey), el teclista Mikko Harkin (ex Sonata Arctica, ex Kotipelto) y el batería Uli Kusch (ex Helloween, ex Gamma Ray, ex MasterplanI), quiere reverdecer viejos laureles con esta nueva aventura a la que dan forma discográfica con este primer disco que inevitablemente nos lleva a recordar a sus ex bandas, sobre todo a Stratovarius y a Angra. Sin llegar al nivel del “Fourth Dimension” ni del “Episode” de los primeros, o del “Fireworks” y del “Holy Land” de los segundos, este trabajo si recuerda mucho a aquella etapa en la que el género power metalero aun no estaba quemado ni saturado y aun ataría a seguidores ávidos de nuevas sensaciones. Desafortunadamente este género ha envejecido bastante mal y salvo honrosísimas excepciones, como nuestros Dark Moor, apenas ha evolucionado positivamente. En cualquier caso el trabajo que nos ocupa contiene buenos y efectivos cortes, como la asequible de ritmo alegre y muy melódico “Come By The Hills” sobresaliendo estribillo y coros junto a los teclados de Harkin puramente Stratovarius, la más Angra “Santiago” de guitarras más crudas y base rotunda, o la épica y muy melódica en las voces “Forevermore” contrastando con riffs más afilados y sonidos de clave en las teclas. Siguen la misma onda pero con un toque más orquestal y coral en “In Paradisum” con currados arreglos y cambios de ritmo, para tirar de manual en la estandar a lo Stratovarius “I Walk In Neon” y en “Fields Of Avalon” más rápida aunque con la voz de Matos algo floja sin acabar de subir pero mejorada por los coros. El tema menos previsible seguramente es “Pligrim Road” con aires celtas y guitarras cañeras creando un sonido que podemos definir como una especie de cruce entre el Gary Moore del “Wild Frontier” y los primeros Blind Guardian, quedando bastante agradable y original. Las partes más suaves y los ritmos más pausados aparecen en la pesada y asequible “Rhapsody In Black”, en la emotiva electroacústica “Alayna”, y en la más sosilla y melancólica por sus arreglos de cello “Don’t Let Me Go” que cierra el disco. Un disco más que correcto, bien hecho, con buena producción y que sin ser lo mejor que hayan grabado sus componentes, sí supera las últimas aventuras de éstos, aunque me da la sensación que llega unos cuantos años tarde.
Mariano Palomo

jueves, 21 de abril de 2011

DEATH WOLF “Death Wolf”

(Blooddawn Productions / Regain Records)

Poderosa mezcla de sonidos duros y oscuros la que nos ofrecen los suecos Death Wolf en su debut discográfico homónimo. Un cuarteto que lleva funcionando con la misma formación dese el año 2000 bajo distintas demominaciones y que ahora ataca ferozmente con este disco que sin ser excesivamente brillante sí es lo suficientemente afilado y variado como para poder atraer desde seguidores del thrash metal más clásico, hasta otros del hardcore, pasando por los que disfruten con los registros más doom. Los temas más thrashers son: “Circle Of Abomination” directo y atormentado a lo Slayer, al igual que la sólida y oscura “Morning Czar Shineth” aullido incluido del vocalista Maelstrom, la agresiva y machacona “Sword And Flame”, y las frenéticas “Black Mark” a lo Tankard y “Dawn Of Flesh” que pega arrolladora y directa de la mano de los riffs asesinos de Makko (también conocido por su trabajo con Marduk). Los fragamentos más densos y pesados los encontramos en la misteriosa “The Other Hell”, en la profunda y monótona “Ironwood” muy doom, al igual que la recitante a lo Black Sabbath “Wolfs Pallid Sister” con buen trabajo de guitarras, en la más breve y casi instrumental de percusión marcial “Ramsvart”, o en la lúgubre “Coming Forth By Night” que acaba rompiendo punzante tras su comienzo plomizo y desganado. Se completa el trabajo con un par de piezas más sencillas y rasconas en onda hardcore-punk rock, la acelerada y divertida “Weaving Of Death”, y la desgarrada, algo atropellada y dinámica “Unto Dying Eyes”. Un curioso cóctel de adrenalina, mala leche, fiereza y oscuridad la que se recoge en esta docena de temas que no llegan a cansar en exceso por lo variado de sus ritmos.
Mariano Palomo

miércoles, 20 de abril de 2011

MIKE TRAMP & THE ROCK ‘N’ ROLL CIRCUZ “Stand Your Ground”

(Ear Music / Edel)

Parece que la nula fructificación de los amagos de reunión de White Lion en los últimos años y la escasa repercusión de las recientes giras y discos de Mike Tramp utilizando el nombre del León Blanco, han impulsado al vocalista de origen danés a continuar con su carrera en solitario. En esta ocasión bajo el nombre de Mike Tramp & The Rock ‘n’ Roll Circuz con los que publica en estos días su segundo trabajo en el que se muestra más rockero y guitarrero que en su debut, pero sin llegar ni mucho menos a los niveles que le hicieron grande con su banda neoyorquina en los ochenta. Esta circunstancia viene dada sobre todo por el exceso de sonidos acústicos y a medio tiempo que aparecen en el disco, que sin ser de mala calidad, sí creo que pecan de falta de solidez y de ritmo por lo flojo de su base rítmica que forman Morten Helborn a la batería y Claus Langeskov al bajo. Por su parte Tramp cumple bien con su voz, reconocible y personal, además de acompañar con la guitarra formando pareja con Soren Andersen, completándose la formación con Emily Garriock que se hace cargo de teclados, voces y percusión. Los momentos más intensos los encontramos en temas hard rockeros “Gotta Get Away” de guitarras rasgadas y líneas vocales actuales, “Got Me Crazy” de ritmo alegre y pegadizo, o “Say What You Will” guitarrera, rascona y curiosa. Sonidos que rozan el country y el rock sureño en cortes como en la setentera, hammond incluido, “The Soldier Never Started a War” que se queda más en la intención que en el resultado final haciéndose bastante larga, o en las más interesantes “Prettiest Girl” llena de melodía y eficacia aunque algo melosa, y “The World Is Changing” más rasgada destacando sus voces y coros. El resto, salvo la inicial “Don’t Let Them Put It On You” algo más guitarrera, son composiciones tan melódicas como escasamente enganchantes, caso de “Alright By Me”, o de la moñita “Distance” un medio tiempo electro-acústico que podría encajar en la banda sonora de cualquier película romántica noventera, al igual que “Wish You Well” y la balada “Straight From The Look In My Eyes” agradables con buenas voces pero sin chicha, un poco rollo cantautor americano que nunca me ha llamado la atención. El disco mejora notablemente en las ediciones de algunos países que incluyen como tema extra “Hymn To Ronnie” un magnífico tema homenaje al gran Ronnie James Dio en el que recuperamos la mejor versión de Tramp poniendo todo el sentimiento en una buena compisición en la que es capaz de enlazar dentro de su letra referencias a los temas la carrera de Dio quedando realmente bien. Probablemente por esta canción merecería la pena hacerse con este disco que, por lo demás, cumple correctamente pero sin pasar del aprobado.
Mariano Palomo

martes, 19 de abril de 2011

DARK ELF “Cara oculta”

(A New Label Records / Altafonte)

Desde Ibiza llega a nuestras manos la tercera entrega del cuarteto Dark Elf. Un buen producto de heavy metal melódico que en sus diez cortes muestra a una compensada y competente formación encabezada por el vocalista Marc Riera, conocido por su participación en Azarael. Junto a Riera, que también se hace cargo de la guitarra rítmica, Vicente Clemente a la batería, May Crespo al bajo y el recientemente incorporado Eugenio Cañavate a la guitarra, completan este cuarteto capaz de crear temas tan enérgicos como melódicos, sin meterse en demasiadas complicaciones compositivas y con un regusto clásico que se deja notar a lo largo de la grabación. Basta con escuchar el primer single “Más Allá Del Cielo”, de marcadas bases rítmicas y buenas melodías vocales en las que participa como invitada Naïma Cleuren contrastando partes limpias y un buen estribillo con otras más pesadas y oscuras. El heavy sencillo y melódico de temas como “Ladrones De Sueños” hace que nos quedemos con su crítica letra y su quedón estribillo recordándonos a los valencianos Zarpa, al igual que en la atemperada y punzante “No Moriré”, o en la contundente y matizada “Angel”. Tintes más power encontramos en la cañera y teatral “La Llama Que Hay En Tí” en cuyo sonido mucho tienen que ver los coros, o en la más cabalgante y oscura “Beso Letal” marcada por unos curiosos juegos de voces. Ganan en eficacia y llegada con “Caminando” de guitarras potentes y motivada temáitca que recuerda a los primeros Mago de Oz por su claro e hímnico estribillo, algo que no sucede en la machacona e inquietante “Cara Oculta” que aporta un punto gótico y misterioso que también encontramos en la breve instrumental “Luna” que abre el disco. Un disco que se completa con la mística y evocadora “Momia o Cadáver” en la que exponen una certera analogía entre la esclavitud del antiguo Egipto y la actualidad combinando ritmos y melodías envolventes con partes aceleradas y chillonas. Un buen trabajo en definitiva, sin alardes, pero con unas más que correctas composiciones de esta banda que sigue intentando abrirse camino dentro del heavy nacional.
Mariano Palomo

MIMO “Segundo 2”

(Avispa)

Si en su momento el debut discográfico de Mimo me pareció simplemente anecdótico, este “Segundo 2” sigue en la misma línea de indefinición y escaso atractivo. No se si es que ya estoy mayor para según que tipo de mezclas (y no hablamos de chupitos), pero es que no acierto a comprender y asimilar lo que estos chicos proponen, o se pasan de originales, o quieren abarcar demasiado, o simplemente es que no me convencen. Y eso que alguno de sus textos si me parecen acertados e interesantes, como el de la inicial “Ukrania” dedicada a las víctimas de la catástrofe nuclear de Chernobil del 86 y que por desgracia recupera vigencia en estos días por los tristes acontecimientos de Japón. Por otra parte musicalmente también es una de las pocas que pasa el corte con sus rasgadas y saturadas guitarras dulcificadas por unas melódicas voces a lo Leo dentro de un sonido metalero actual. Un sonido casi nu metalero que imprimen en una rarilla y algo hueca versión de “La Carta” de Héroes del Silencio, que se muestran de nuevo como una clara influencia de la banda en la más melódica y engolada “Aprender a Volar”, que repiten en versión acústica sin apenas ritmo y con la voz de Pablo Legarejos profunda y recitante. Se salva también por curiosa y sobre todo por su letra “El Reloj” una especie de mezcla extraña de sonidos pop-rockeros y heavies, con toques indies y que podría ser una especie de cruce entre Iron Maiden y The Cult con elementos alternativos, o algo así. El resto del disco lo siento pero no me hago con él, demasiado hueco y deslavazado como la power metalera de aires happy “Nubes y Sueños” que me recuerda a los norteños Sorcery, o la saturada y dispersa “Luna”. “El Cajón de los Recuerdos” vuelve a mezclar voces heavies con ritmos y melodías indies sin convencerme, como tampoco lo hacen en la insulsa y descoordinada “Di” y en la moderna y relajada “Colours” que se hace muy larga a pesar de la participación en los arreglos orquestales del gran Juanmi Rodríguez (Cuatro Gatos). En fin, creo que definitivamente Mimo, al menos en estudio, no son para mi.
Mariano Palomo

LAKE OF TEARS “Illwill”

(AFM / Avispa)

Interesante combinación de sonidos oscuros, pesados y afilados la que encontramos y con la que descubrimos en su octava entrega a los suecos Lake Of Tears. Un disco este “Illwill” que, sin estar dentro de mis prioridades estilisticas, me ha parecido bastante intenso y bien elaborado aparte de ofrecer una producción de sonido potente y brillante. Si bien el inicio me resulta algo monótono con la actual y rotunda aunque algo machacona “Floating Dreams”, seguida de la densa y oscura “Illwill” en la que el también guitarrista Daniel Brennare muestra su voz angustiosa y descarnada. Empiezan a acelerar con la dinámica y actual thrasher “The Hating” tan agresiva y sencilla como efectiva, mejorando más aun con la dramatizada “U.N.S.A.N.E.” de guitarras limpias y melódicas, que se tornan más suaves y misteriosas en la opaca “House Of The Setting Sun” de ritmo lento y acertados arreglos acústicos. Se sale un poco de la senda marcada la más siniestra de inspiración ochentera “Behind The Green Door” que me reucerda a bandas como Sisters Of Mercy o The Mission por sus arreglos electrónicos y voces opacas, volviendo al thrash actual con la rápida y machacona “Parasites” que atrapa por su eficaz estribillo. Baja la intensidad con la chirriante y rasgada “Out Of Control” sencillota y algo plana en la que el bajista Mikael Larsson se deja notar, para dar paso a la rotunda y terrorífica “Taste Of Hell” donde la voz de Brennare roza la guturalidad pero sin perder nitidez, para acabar de manera atormentada y avasalladora con “Midnight Madness” que se adentra en el death metal melódico un poco rallante. Una buena forma de conocer a estos Lake Of Tears que, sin acabar de volverme loco, me han resultado menos sombríos y densos de lo que me esperaba.
Mariano Palomo