jueves, 31 de octubre de 2013

STRYPER "No More Hell To Pay"

(Frontiers / Mastertrax)

Después de dejarnos hace unos meses a modo de aperitivo un buen recopilatorio con sus grandes éxitos regrabados, los adalides del metal cristiano vuelven a la carga con un disco compuesto por material completamente nuevo, pero que bien podría ser la continuación de aquel maravilloso “To Hell With The Devil” con el que para muchos tocaron techo. Algo que además de por las composiciones y el sonido del disco podría intuirse tanto en su título “No More Hell To Pay” como en el concepto de su portada que en cierto modo recuerda bastante a la de su disco del '86.
La cosa empezaba a pintar bien ya con los dos temas nuevos que a modo de extras aparecían en “Second Coming”, la recopilación antes aludida, pero a la vista del nivelazo de los que integran este nuevo disco no me extraña que se hayan quedado fuera del mismo. Todo suena compacto, duro, espectacularmente gordo, pero sin perder nada de melodía y elaboración, creando momentos que recuerdan a sus tres primeras obras de arte, desde la crudeza de “The Yellow And Black Attack”, hasta la majestuosidad de “To Hell With The Devil”, pasando por el rotundo encanto de “Soldiers Under Command”.
Si no fuera por la cristiana temática habitual de sus letras, incluso más beligerante y acentuada en este disco, la fiereza y agresividad que desprende por momentos podría hacer palidecer a cualquier adorador del señor de las tinieblas. No hay más que escuchar temas como “Marching Into Battle” que dentro de un ritmo pesado e hímnico puede recordar incluso a Manowar, o como los tremendos “Saved By Love” y “The Legacy” frenéticos, arrolladores, puro heavy metal afilado con las guitarras de Oz Fox y Michael Sweet asaeteando como puñales con la voz de este último llegando a unas tonalidades altas y ásperas como pocas veces, pero manteniendo una tremenda melodía coral marca de la casa.
Y eso que la cosa empieza algo más calmada pero igual de intensa con dos cortes menos acelerados como son “Revelation” en la que su estribillo sobresale sobre una base pesada con el bajo de Tim Gaines marcándose junto a la precisa y espectacular pegada de Robert Sweet, y el inquietante tema título “No More Hell To Pay” que a pesar de no ser de los más brillantes deja unos buenos juegos vocales.
Unas voces que brillan sobremanera en la sencilla y algo reiterativa “Jesus Is Just Alright” uno de los temas más claros y directos con un estribillo coreado matador, puro Stryper pero con unos sonidos de guitarra y bajo más setenteros que le dan un color poco acostumbrado sin resultarme artificiales. Por el contrario juguetean con sonidos más actuales en los arreglos de del intenso medio tiempo “Sticks And Stones” que va cogiendo altura gracias de nuevo a sus buenas voces, y el ligero barniz que cubre la balada de esencia clásica “The One” siempre competentes en este terreno pero no tan sobresalientes como en otras ocasiones siendo la que menos me ha convencido del disco.
Más reconocibles y dinámicos se presentan cortes como la pegadiza “Te Amo” que a pesar de su título en español su letra es en inglés salvo en su brillante estribillo coreado como sólo ellos saben hacerlo transportándonos a los mejores tiempos de la banda, insertando además un excelente trabajo de guitarras que siguen destacando en las potentes “Water Into Wine” llena de desafiante intención, y en “Sympathy” rotundidad, llegada y brío todo junto al servicio de un gran tema, como lo es en menor medida por sus partes más cadenciosas la final “Renewed”.
Nos reencontrarnos con los Stryper más heavies y rotundos, más agresivos que nunca, pero manteniendo sus inconfundibles señas de identidad que tantas satisfacciones nos han dado, unas cuidadísimas y potentísimas voces, unas melodías de guitarra fantásticas con la dureza y temple precisos en cada momento, unos estribillos ultra pegadizos, y en definitiva un puñado de buenísimos temas que entran a saco como hacía tiempo que no me sucedía con la banda de las rayas amarillas y negras.
Mariano Palomo

HUMAN FORTRESS "Raided Land"

(AFM / Avispa)

Human Fortress es una de esas innumerables bandas de power metal o metal épico, o como lo queramos llamar, que proliferaron por Europa a finales del pasado S.XX y principios del XXI, y a las que por pura saturación creo que no había llegado a escuchar con atención hasta ahora. Por lo que leo en su nota de prensa parece que vivieron un periodo de indefinición y cambios tras la salida de su anterior trabajo hace cinco años intentando modificar y modernizar su sonido primigenio (algo bastante habitual por otra parte en muchas bandas) acarrándoles multitud de críticas y desapego de sus fans. Ahora con este nuevo disco, el cuarto en su carrera, reuniéndose buena parte de su formación original, parece que quieren volver a su sonido original, puro y duro power metal melódico con tintes épicos y medievales, correctamente producido y ejecutado, pero a la larga bastante previsible.
Unos suaves sonidos de teclas de reminiscencia medieval y la cálida voz del brasileño Gus Monsanto abren el tema título “Raided Land” con el que comienzan una especie de cruzada musical sobre un cabalgante ritmo guerrero matizado por buenas melodías vocales, que elevan su tono para acompañar la rítmica cadencia que marcan el batería Apostolos Zaios y el bajista Andre Hort, pero quedando todo bastante opaco y plano.
Repiten la fórmula del inicio suave y bucólico en la más clara y melódica “Wasted Years” donde mezclan con mayor acierto partes afiladas y tranquilas recordándome un poco a Angra, volviendo a la batalla más cruda con “The Chosen One” dura y marcial con una versión más áspera y fiera de la voz de Monsanto, que se torna mucho más melódica en la lenta épica “Shelter” para volver a cabalgar sobre las duras guitarras de Todd Wolf y Wolker Trost en la competente “Gladiator Of Rome (part 2)”, que desemboca en la igualmente bélica y medial pero de menor ritmo “Dark Night”, con fuerza pero con escasa chispa.
Nuevo remanso de tranquilidad con los sonidos medievales del preludio que da paso a “Pray For Salvation” volviendo a mezclar delicadeza y pegada con una base muy marcada junto a unos punzantes riffs, que se endurecen y densifican dentro de la oscura “Evil Curse” en la que la voz de Gus brilla más matizada al igual que en la más dinámica “Restless Souls” marcada por los redobles de Zaios, bastante más machacón en la siniestra “Under Siege” adornada de algunos sonidos de teclas casi góticos, para terminar en la misma línea pesada pero con más carga épica para “Guard Blind”.
Sin descubrir nada nuevo y a pesar de su producción excesivamente opaca para mi gusto, en el disco se observan trabajo y elaboración, agradeciéndose los cambios de sonidos con las citadas incursiones medievales para que no sea todo tan machacón, todo ello implementado con un más que correcto cantante como Gus Monsanto, digno representante de la escuela power brasileña en la línea del gran André Matos, para acabar completando un trabajo algo más completo y entretenido de lo habitual dentro del género.
Mariano Palomo

miércoles, 30 de octubre de 2013

LOCAL 9 "Local 9"


A veces, casi por casualidad, uno descubre grupos interesantes cuando menos se lo espera . Es el caso de Local 9, una banda valenciana que, previa presentación de un compañero de los medios, me entregaron una copia de su primer larga duración tras el asistir al concierto homenaje a Pachi Escolano.
Me llamó la atención en ese momento que uno de sus guitarrista, José Luis Galán, me comentara que había colaboraciones de músicos chinos e incluso algún tema con letras en chino y castellano, desde luego público potencial tienen todo el que quieran, pero una vez escuchado el disco creo que como anécdota y elemento llamativo está bien, pero desde luego no es lo que más resalta del disco. Un disco compuesto de sonidos clásicamente hard rockeros, con detalles sureños y blues, con algún retazo más cercano al heavy rock, y que sin descubrir nada nuevo aparte del guiño oriental comentado, son capaces de resultar lo suficientemente intensos y correctos como para invitar a ser escuchados más de una vez.
El comienzo con “La Cerradura” es heavy rock básico de esencia ochentera que me recuerda a sus paisanos Mandrake o a los catalanes Regresión, con una cadencia muy rítmica respaldada por las guitarras de alto octanaje que proponen Jose Luis y Walter Albá junto a una buena melodía vocal de Iván Nava, pisando más el acelerador en la sugerente hard rockera “Mujer Loba” marcada por los golpes de batería a contrapelo de Julio “JJ” quedando bastante resultona, al igual que la más melódica “Un Loco Especial” creando un buen contraste entre sus líneas de voz y guitarra, o la clásica “Predicador” sencilla y clara en su mensaje pero con unos dibujos de guitarra más setenteros y experimentales.
No se aleja mucho de la línea anterior la animada “Es Mi Camino” pero con un giro más sureño-slide con la participación a la guitarra del veterano Vicente Feijoo (Zarpa) creando uno de los cortes más destacados con un aire de carretera polvorienta que se repite en la más pesada “Pacto de Diablos” con una curiosa referencia en su temática a Robert Johnson y su “Crossroads y en la que se deja notar el bajo de David Marqués, como sucede en la intensa pero algo lineal “No Saben Despertar” pero en este caso con la presencia a las cuatro cuerdas y la voz del invitado Juanba Nadal (Dragonfly) aligerada por algunos virgueros dibujos de guitarra.
Ambiente intimista para “Tan Solo Con Mirar” con la voz de Iván profunda y recitante junto a unos rasgueos que repuntan agudos pero sin acabar de herir, y para la intensa “Perro Callejero” más por su letra que por su música con unas guitarras densas y pesadas que van creciendo pero sin correr tras el misterioso interludio “Transmutación” que precede al tema.
Llegamos a los temas con participación de músicos chinos, comenzando por un romántico medio tiempo lleno de melodía como es “Imposible” que aparece únicamente en castellano en primera instancia, y que luego cierra repitiendo como bonus track con la participación de la delicada voz femenina de Nan Wang complementándose con las más grave de Iván. Repite Nan Wang recitando en chino junto al sonido de pipa (instrumento de cuerda tradicional chino) de Lanxi Huang creando una ambientación totalmente oriental para la profunda balada “Sólo Puedo Anidar En Ti” inspirada en la vida de la escritora Chen Ping a cuyo poema “El Olivo De Mis Sueños” hace alusión su introducción inicial. Pura sensibilidad completada por un bonito solo de guitarra.
Seguramente a la mayoría acabará llamándoles la atención estos temas con participación oriental, y como reclamo poco habitual puede que funcione, pero no creo que represente la esencia más cruda y guitarrera del resto del disco, igualmente interesante.
Mariano Palomo

IRON MASK "Fifth Son Of Winterdoom"

(AFM / Avispa)

El talento de guitarrista belga Dushan Petrossi sigue dando frutos a través de su proyecto Iron Mask, una aventura que inició hace más de una década por la que han ido pasando diferentes compañeros de viaje y que con este “Fifth Son Of Winterdoom” alcanza su quinta referencia en estudio. Se repite prácticamente la misma formación que en su anterior entrega “Black As Death”, en la que ya nos encontramos con la destacada presencia del vocalista Mark Boals dejando su inconfundible sello y que vuelve a encajar como un guante en las composiciones de Petrossi. Cumplen con nota junto a la pareja principal, el bajista Vassili Moltchanov fiel acompañante del líder de la banda desde el primer disco, el competente batería Ramy Ali y teclista recientemente incorporado Andreas Lindhal.
Comienza el disco con la sorprendente y tremendamente melódica “Back Into Mystery” casi más cercana al hard rock que al heavy metal, con una gran línea vocal de Boals dando brillo y dinamismo junto a las magníficas guitarras de Petrossi consiguiendo un tema con mucho encanto y llegada, recordando al Malmsteen de su etapa más “comercial”. Ahora, que para Malmsteen el siguiente corte, “Like A Lion In A Cage”, puro heavy barroco-neoclásico de virtuosismo guitarrero, base remarcada y con buena pegada reflejada en su rotundo estribillo.
Cadencia más pesada para la sombría “Only One Commandment” muy rítmica con un puntito medieval en su sonido de guitarras pero densa en su desarrollo, volviendo a coger ritmo con “Seven Samurai” que ya con sus evocadoras cuerdas orientas pellizcadas de inicio empieza a llamar mi atención para desarrollar seguidamente una composición con más intención que efectividad resultándome menos interesante de lo que atisbaba.
Mayor espectro sonoro encontramos en la extensa pieza que da título al disco “Fifth Son Of Wintermoon” desde el sonido del bebé naciendo que la inicia hasta su guerrera ambientación épica, pasando retazos celtas, hard rockeros, heavies y suaves consiguiendo mezclar ambientes y sensaciones con acierto. Reaparece el ramalazo más hard y luminoso con la pegadiza y sencilla “Angel Eyes, Demon Soul” muy melódica en voces y guitarras sobre un alegre ritmo, que se torna más pesado y marcado en la hímnica “Rock Religion”, perfecta para ser coreada puño en alto en directo, al igual que las más rápidas “Eagle Of Fire” desafiantemente épica, y “Run To Me” con melodía y ritmo más sencillos pero igualmente efectivos.
Antes nos encontramos con la rotunda balada “Father Farewell” en la que Boals muestra su clase en unos tonos medios profundos y expresivos que acompañan a la perfección la excelente labor de Petrossi con su guitarra, volviendo a exhibirse en la evocadora de elocuente título “Reconquista 1492” desarrollando dentro un contexto plenamente épico esa parte de nuestra historia desde unos evocadores rasgueos de guitarra española rotos por la potente irrupción de la eléctrica y la percusión para dejarnos partes guerreras e hímnicas algo sombrías.
Llegamos al final con la rápida “The Picture Of Dorian Grey”, sencillo power metal que acaba enganchando por su ritmo cabalgante en el que deja su huella Ali desde su batería para que Boals vuelva a mostrar un buen nivel vocal junto a los buenos arreglos de teclas de Lindhal y a los matices de guitarra de Petrossi. Buen cierre para un disco ejecutado con un notable nivel técnico y que sin ser la bomba me resulta bastante entretenido y variado.
Mariano Palomo

DRAGONFLY "Atlas"

(Dragonfly Records)

Por unas cosas o por otras hacía tiempo que tenía perdida la pista a los levantinos Dragonfly, una banda que me llamó bastante la atención con su debut discográfico hace ya siete años. Entre aquel primer disco “Domine”, y este “Atlas” que ahora nos ocupa, han publicado otros dos trabajos (“Alma Irae”, 2009 y “Non Requiem”, 2011”) tras sufrir significativos cambios en su seno perdiendo sus raíces argentinas tras la salida del guitarrista Ariel Mittica, sustituido por Alberto Alba, y del batería Chris “El Vikingo” Schorna, cuyo puesto ocupa actualmente Adriá Romero, manteniéndose al frente el vocalista Pablo Solano, el bajista Juanba Nadal y el teclista Isauro Aljaro.
Sin haber seguido con continuidad la evolución de la banda, observo que siguen fieles a su esencia puramente power metalera, pero con más elementos progresivos, apreciando en este último disco mayor riqueza de matices instrumentales, orquestaciones y aportaciones vocales, acercándose por momentos al denominado “Hollywood Metal” tan popular en Italia, algo en lo que mucho habrá tenido que ver la labor de Simone Mularoni encargado de la mezcla y masterización del disco.
Con la figura mitológica que da nombre al disco también abren el mismo en forma de inquietante intro que da paso a la épica “El Peso Del Mundo” ilustrando su épica leyenda a golpe de doble bombo sobre el que desarrollan buenas melodías con la engolada y profunda voz de Pablo rodeada de arreglos orquestales, desapareciendo estos en la más melódica y directa “Vuela Conmigo” en la que las armonías dominan con buenos juegos vocales de distintos tonos y colores, siendo uno de los cortes más claramente candidatos a single.
Se endurece y progresiviza el sonido en “Te Quiero Olvidar” salpicada de cambios de ritmo y bases marcadas con gran expresividad en la voz de Pablo y en los aportes de guitarra de Alberto matizados por un preciosista solo de Olaf Thörsen (Labyrinth, Vision Divine), para volver relajarse sin perder intensidad con la emotiva balada “Canto De Sirena” con mucha presencia de piano pero sin dejar de lado al resto de los instrumentos con un precioso solo de guitarra y un buen repunte de una segunda voz.
Más carga progresiva para continuar con la arrogante “Edén” de típico ritmo cortado y con un punto atormentado en su interpretación vocal, alargada instrumentalmente con matices más lentos hasta llegar a la poética “Siente” otra de las que creo mejor puede llegar por sus buenas melodías de voz y su marcada base rítmica aderezada con oportunos detalles de piano y guitarra. Bajan el pistón con la envolvente “Tu Luz, Mi Destino” con partes casi susurrantes pero algo densa, mejorando con la melancólica balada “Al Hacer El Amor” donde mezclan sonidos acústicos y eléctricos con gusto para dejar explayarse a Pablo con un registro más lírico y cavernoso, recuperando el ritmo pero matizado en la expresiva “Gracias a Ti” donde alternan luz y oscuridad en sus sonidos rematando con un buen solo de Alberto y una intensa alternancia vocal en su parte final.
El cierre lo ponen dos cortes prácticamente a modo de bonus tracks, primero una revisión de “Angeles Con Una Sola Ala”, tema aparecido originalmente con la participación de José Andrea en su segundo CD que recuperan en versión 2013 con la voz de Pablo doblada por una segunda más aguda creando un buen contraste, para terminar con una versión editada de “Siente” algo más corta que la ya comentada, completando un disco interesante en su conjunto, con elaboración y talento en su interior, pero con partes algo espesas para mi gusto por momentos.
Mariano Palomo

martes, 29 de octubre de 2013

LGP “Sancta Sanctorum”

(Picap)

No es muy habitual encontrarnos con trabajos de heavy metal cantados en catalán (algo que por otra parte no me parece ni bien ni mal, simplemente lo apunto como dato objetivo). Pero en este caso con LGP (acrónimo de Los Guardians de Pont) resulta menos sorprendente a la vista de los componentes del grupo que nos ocupa, sobre todo Quim Maldonado (bajo y voz) y Martín Rodriguez (batería) pioneros dentro del metal en su momento con Sangtraït a la hora de utilizar la lengua catalana para sus letras, acompañados por el ex Terratremol Joan Cardoner (guitarra y voces). Vamos, que no creo que se les pueda tildar de oportunistas dentro del actual panorama de auge independentista.
Sin saber catalán y resultándome algo chocantes en un principio, los textos, al menos a mí, me resultan bastante entendibles, encajando con musicalidad dentro de las estructuras clásicamente heavy metaleras de las composiciones, trabajadas pero no rebuscadas, con algún brochazo power y progresivo, y con notable carga épico-mitológica por momentos. Así tras la misteriosa intro “El Cami D’Hiperborea” atacan con “Rockferatu” (título de su primer trabajo editado en castellano hace dos años), un tema de cadencia pesada y cuidada melodía vocal muy rítmica que cumple para ir abriendo boca.
Se aceleran con la más power “Presoner Dels Errors” de ritmo cabalgante cargado de arrogancia con buena pegada algo Manowar, volviendo a la esencia más clásica Dio-Sabbath con la poética “La Mirada de Medusa” más dramatizada y expresiva como requiere su letra y con un curioso break en el que Quim se deja notar con su bajo, o con la más pesada “Sancta Sanctorum” en la que intuyo temática místico-religiosa, acabando por densificarse más aun en el comienzo de la sombría “Llures Com L’Ale Del Vent” que rompe rápida a golpe de batería redoblada y guitarras afiladas.
Sigue el ritmo alto con la guerrera “Traïdors”, corte épico cagado de mensaje y fuerza con un riff inicial que va repitiéndose a lo largo del tema recordándome a la época “Thundersteel” de Riot pero con menos chispa al estar amortiguados por sus líneas vocales. Cambio de registro radical con la intimista balada “Dibuxos En La Boira” que comienza totalmente acústica incorporándose progresivamente batería y guitarra eléctrica pero con suavidad, para volver a guerrear con “Besiers, 1.209” barnizada de cierto aire terrorífico acorde a su temática inquisitorial con unas voces monacales muy apropiadas.
Sigue la tendencia de ritmos pesados a lo Black Sabbath con “Trampes De Cotó” clásico heavy metal oscuro adornado con un curioso dibujo de guitarra a cargo de Joan, que tira de registros más punzantes para la acelerada “La Collita” pero sin acabar de romper, al igual que en la más cortada “El Bosc Del Silenci” rítmica y bucólica arropando una línea vocal narrativa.
El cierre lo ponen el medio tiempo “Et Sento Aprop” donde destaca de nuevo Joan con un bonito solo de guitarra sobre una melodía de voz excesivamente lineal, repuntando con la más cañera “Als Herois Del Rock” que deja más matices con buenos contrastes power melódicos. Un buen tema, dentro de un correcto disco que, independientemente de sus letras y temáticas, no descubre nada y quizá, por eso mismo, pueda agradar a los heavies más clásicos.
Mariano Palomo

martes, 15 de octubre de 2013

EPYSODE "Fantasmagoria"

(AFM / Avispa)

Tras sorprender hace dos años con su ópera prima, el guitarrista y compositor belga Samuel Arkan vuelve repitiendo fórmula con esta nueva obra conceptual bajo el título de “Fantasmagoria”. Desarrollando un metal progresivo oscuro y elaborado Arkan vuelve a repartir los papeles protagonistas de su libreto entre ilustres invitados a la voces, repitiendo con dos de sus acompañantes en tareas instrumentales Julien Spreutels (teclista de Ethernity) y Leo Margarit (batería de Pain of Salvartion), y renovando otros dos con la incorporación del guitarrista italiano Simone Mularoni (DGM) y del bajista americano Mike LePond (Symphony X).
Todos al servicio de un relato de terror donde las aportaciones vocales de Tom Englund (Evergrey), Henning Base (Metallium), Matt Marinelli (Borealis), Ida Haulkand (Triosphere) y Tezzi Person (Between The Silence) se van infiltrando y alternando dentro de unas densas atmósferas progresivas y teatrales en las que todos y cada uno de los músicos dejan constancia de su buen hacer, aunque por momentos me resulta excesivamente plomizo, logrando un conjunto compacto y elaborado con momentos brillantes.
Comienza la historia con la espectral intro “File 4180-2” alternando voces masculina y femenina cayendo con el sonido lejano de una caja de música que se va apagando hasta romperse con la agresiva pegada y distorsión de “The Arch” puro metal progresivo de altura lleno de dramatismo y ritmo a lo Symphony X sin descuidar buenas melodías de guitarra que se dinamizan en “Morning Rose” cortada por sus potentes riffs, cayendo seguidamente en la densa cadencia de “Vemon” llena de oscuridad pero con un brillo melódico en sus armonías vocales que la hacen resaltar, como sucede en la poderosa “The Black Parade” marcada por la fuerza y expresividad de Englund y Marinelli.
Punto más lírico pero muy heavy en “T.H.O.R.N.S.” donde melodía y fiereza juegan con aire angustioso a lo Evergrey y algo barroco en su solo de guitarra de Mularoni con buen papel también de Preutels desde las teclas, dándole un sentido más melancólico al piano de la suave “Garden of Exile” que marca un pequeño descanso para volver a endurecerse con la técnica y potente “Raven’s Curse” llena de teatralidad con sus voces corales femeninas en segundo plano dando réplica a la principal masculina, que se dobla de nuevo con el dúo Englund-Marinelli de forma más áspera pero extremadamente melódica, llegando a sugerirme la simbiosis Allen-Lande que tanto nos gusta, pero en clave más progresiva de nuevo con un muy buen trabajo de guitarras.
Cambia de pareja el vocalista de Evergrey para poner profundidad junto a la dulzura de Ida Haukland en el tema título “Fantasmagoria” creando un dramatizado diálogo que va creciendo con una bonita orquestación salpicándolo de matices aumentando su ritmo e intensidad con la entrada de guitarras y percusión, para posteriormente llevarnos al breve interludio “The Inheritance” dentro de una atmósfera monacal rota bruscamente por un desgarrado grito que precede a la intensa “Now And Forever” siguiendo con la alternancia vocal de las féminas Ida y Tezzi dejando fuertes contrastes de fiereza y dulzura.
En la recta final toman mayor protagonismo los elementos instrumentales con detalles acústicos sin dejar de lado apasionados y envolventes melodías vocales en “Forgotten Symphony” que también aporta potentes riffs y técnicos elementos de percusión que se redoblan en “Unreal” adornada de algunos arreglos más experimentales con partes orquestales, virtuosas y muy melódicas sobre todo en las voces.
Un buen trabajo, que escuchado del tirón puede resultar algo denso, pero que está lleno de matices y detalles de la mano de unos más que competentes músicos.
Mariano Palomo

FLYING COLORS "Live In Europe"


(Mascot Label Group)

El pasado 20 de septiembre de 2012 la superbanda de rock progresivo Flying Colors registraba su actuación en la localidad holandesa de Tilburg para ahora ofrecérnosla en forma de brillante documento tanto fonográfico (doble CD y triple vinilo) como videográfico (DVD y Blue Ray). Un trabajo ciertamente interesante y entretenido para lo que suelen ser los directos de progresivo, donde mucho parece tener que ver la simpatía y buen rollo que transmiten los componentes de la banda, dirigidos por el ilustre teclista y vocalista Neal Morse (Transatlantic, Spock’s Beard) encargado de llevar el peso comunicativo con la audiencia, amén de tocar y cantar con su gran nivel habitual.
Acompaña en tareas vocales a Neal el más desconocido Casey McPherson que también apoya con la guitarra rítmica al hacha Steve Morse que a pesar de su ocupación principal con Deep Purple sigue sacando tiempo para participar en proyectos tan atractivos como el que nos ocupa. Con el grado de calidad expuesto hasta ahora la base rítmica no podía quedarse atrás, con el bajista Dave LaRue (compañero de Steve en Dixie Dregs y en su banda en solitario) dejando su impronta bien marcada junto al inquieto mago de los tambores Mike Portnoy (The Winery Dogs, Transatlantic, ex Avenged Sevenfold, ex Dream Theater) que incluso se atreve a poner su voz a uno de los temas sin desentonar en absoluto.
A la vista de este “Dream Team” del progresivo ya sólo quedaba esperar que su ejecutoria en directo reflejara fielmente la clase y calidad que atesoran cada uno de sus componentes poniéndola en común para dar vida a unos temas que algún caso incluso me atraen más que su versión en estudio. La mayoría del repertorio está integrado por las composiciones de su único trabajo homónimo en estudio que prácticamente acababan de lanzar unos meses antes de la grabación de este directo, desgranándolo íntegramente pero intercalando algunas sorpresas. Todo con la pulcritud y solidez que se espera de estos monstruos de la interpretación, con equilibrio y sin saturación, sonando todo y todo en su sitio, aunque quizá algo más de volumen en ciertas partes vocales no hubiera estado mal.
Se abre el disco con la virtuosa pero asequible “Blue Ocean” en la que las teclas y armonías vocales crean un clima magnífico mientras que las líneas de bajo se dejan notar con elegancia junto a la precisa pegada de Portnoy recordándome por momentos a la etapa más sinfónica de Genesis, para endurecerse a continuación con la más progresiva “Shoulda Coulda Woulda” en la que los rasgueos cortados de Steve Morse se dejan notar dentro de su misteriosa ambientación dando intensidad y cuerpo a esta curiosa pieza que tras la pertinente charla de Neal desemboca de nuevo en el sinfonismo con “Love Is What I’m Waiting For” barnizado de cierta comercialidad que me trae vagamente a la mente el nombre de Supertramp por ciertas armonías vocales y arreglos de piano creando un tema con encanto que se redondea con un original solo de Steve.
Protagonismo a continuación para Casey recuperando “Can’t Find a Way” un suave tema de su ex banda Endochine en el que predominan los sonidos delicados con incursiones acústicas y grandes armonías vocales de nuevo adornada por otro magnífico y reconocible solo de Steve. Continúa el despliegue de clase con la preciosista “The Storm” rotundidad y sinfonismo con más intensidad que ritmo, al igual que en la zigzagueante “Odyssey”, tema de Dixie Dregs en el que van entrelazándose pequeñas exhibiciones instrumentales con varios cambios de ritmo creando momentos donde sinfonismo y jazz se dan la mano dialogando sin necesidad de ponerles voz.
Tras dejar claro su faceta de tocones atacan con “Forever In A Daze” un tema más accesible y animado aunque igualmente notable técnicamente, con mucha presencia del bajo de Dave LaRue sustentando los sonidos espaciales salidos desde los teclados, para sorprender después con una versión de “Hallelujah” de Lonard Cohen con Casey encarnado la figura del cantautor neoyorquino recitando con su voz desnuda y sentida casi a cappella dejando un regusto místico pero monótono sin apenas instrumentación de apoyo, para cerrar el primer CD de forma envolvente con la emotiva “Better Than Walking Away”.
Prácticamente siguen los mismos parámetros a la hora de abrir el segundo CD con la suave “Kayla” aunque dándole un puntito épico que adorna sus buenas líneas vocales con Neal al frente, para tras una divertida presentación dejar el protagonismo vocal a Portnoy en la cálida “Fool In My Heart” de cadencia lenta casi blues con una segunda voz alta completando la principal del percusionista que cede el primer plano al bajista Dave LaRue que se marca la parte principal de la breve instrumental “Spur Of The Moment” pulsando sus cuerdas como preludio a la inquietante “Repentance” perteneciente al álbum “Systematic Chaos” de Dream Theater y en la que muestran su cara más lúgubre brillando en su final un fantástico solo de Steve que prácticamente enlaza con la relajada “June” de Spock’s Beard con la voz de Neal Morse destacando sobre una instrumentación suave y acústica.
Esporádico repunte cañero con “All Falls Down” de ritmo alto y desafiante con Dave y Steve rivalizando en destreza con sus mástiles, para bajar de nuevo el pistón con “Everything Changes” en clave fantástica y casi narrativa por momentos rota por un intenso break y otro gran solo de guitarra, cerrando definitivamente con la sólida y extensa “Infinite Fire” rematando a base de virtuosismo y expresividad con momentos experimentales y algo dramáticos.
Final excelente para este disco recomendadísimo para los amantes del rock progresivo de la mano de un auténtico repóquer de músicos.
Mariano Palomo

lunes, 14 de octubre de 2013

VAMPS "Sex, Blood, Rock & Roll"

(Gan-Shin)


Curiosa propuesta musical la del dúo nipón formado Hyde (voz y guitarra rítmica) y K.A.Z (guitarra y coros) y que bajo el nombre de Vamps nos presenta su tercer trabajo “Sex, Blood, Rock & Roll” a través del cual los conocemos por aquí tras tener una destacada presencia en las listas de éxitos de su país. Lo que nos encontramos en este disco es una amalgama de sonidos y estilos, con una base bastante actual predominantemente hard rokera, pero con guiños a la música electrónica, el nu-metal, al metal industrial o al progresivo.
Atacan abriendo con la moderna “Devil Side” de marcada distorsión y ligeros arreglos electrónicos que en un principio me echan para atrás, pero que acaba enganchando por su ritmo contagioso nu-metalero pero asequible, sin saturar, como sucede en otros cortes como “Memories” con mayor carga melódica pero excesivamente artificial transmitiendo cierta desidia, la más fiestera y simple “Love Adict”, o la mucho más dura “Redrum” descarnada y angustiosa por momentos con una fiereza excesiva en la voz de Hyde pero con buenos aportes guitarreros de K.A.Z.
La presencia de arreglos electrónicos queda tremendamente patente en la bailonga a lo Rob Zombie “Revolution II” tirando de sonidos sintetizados y discotequeros sobre su machacona base, resultando mucho más tímidos en la sosa “The Past” con cierto regusto acústico y con mayor melodía en voces y guitarras, o en las lentas “My First Last” con la acústica más marcada aún junto a unas suaves percusiones y a una voz profunda sobre una evocadora ambientación oriental, y la menor “Sweet Dreams” en la que casi rozan el rock melódico moderno sin gracia que practican algunas bandas nuevas, una agradable sosería.
Retazos progresivos para la siniestra “Vampire Decission” con elementos electrónicos que se entremezclan con su opaca melodía vocal, mejorando en “Life On Mars?” dotándola la apasionada voz de Hyde de cierto dramatismo y altura dentro de un ritmo creciente que no acaba de romper pero que convence, al igual que la breve y más experimental “Hunting II” que supone un divertido ejercicio de marcianismo guitarrero-cibernético a lo Vai.
Los dos cortes más divertidos y gamberros son la moderna hard rockera “Angel Trip” que con sus guitarrazos y estribillo noventeros podría encajar a la banda sonora de “American Pie” o en alguno de los experimentos de los Rubber o Harem Scarem intermedios, para acabar con la desparramada “Sex, Blood, Rock & Roll” de nuevo con el influjo de Rob Zombie latente pero con menos presencia electrónica prácticamente sólo en algunas voces, quedando un corte tan resultón como simple a base de repetir su aguardentoso estribillo.
Para pasar el rato sin mayores pretensiones no está mal, pero con demasiados momentos obviables en su recorrido.
Mariano Palomo

HAREM SCAREM “Mood Swings II”

(Frontiers / Mastertrax)

El álbum “Mood Swings”, segudo de los canadienses Harem Scarem, es sin duda uno de los referentes dentro del hard melódico de los noventa (aunque yo me sigo quedando con su inmenso debut discográfico), y parce que sus creadores al igual que muchos de sus seguidores lo echaban de menos. Algo que se deduce a la vista de la decisión de Harry Hess (voz, bajo y guitarra rítmica) y Pete Lesperance (guitarra) de volver a grabarlo dos décadas después, junto al batería Creighton Doane, en el grupo desde el 2000 cuando entró sustituyendo al original Darren Smith que en este caso se encarga de los coros y de poner la voz principal a uno de los temas como ya hizo en el 93. Parece obvio que se han olvidado de los dos bajistas que han pasado por el grupo, Mike Gionet primero en 1995 y Barry Donaghy a partir de entonces, haciéndose cargo de las cuatro cuerdas el propio Hess.
La verdad es que como recuerdo y por si a estas alturas todavía hubiera alguien que no lo conociera está muy bien, pero aportar, lo que se dice aportar, pues más bien poco o nada. Por una parte es de agradecer que hayan respetado casi totalmente el sonido y estructura de los temas originales, sin apenas modificaciones reseñables, pero por otra resulta un tanto irrelevante si no es para ofrecer un nuevo enfoque o propuesta, que no me parece mal, pero seguro que habrá a quién le hubiera gustado escuchar algo más actual. Para eso ya están las tres nuevas composiciones incluidas en esta edición y que, a mi parecer, pasan muy inadvertidos al lado de los temazos primigenios.
En general como decía el sonido es prácticamente mismo, con la voz de Harry Hess ligeramente más áspera y por momentos en un tono algo menor, con algunos detalles de teclados más presentes, y poco más. Todo esto hace que algún tema pierda algo de pegada y solidez, caso del interludio que se inserta en el himno “No Justice” con la demostración habitual de clase y originalidad de Lesperance pero sin ese punto de agresividad de antaño. Por lo demás un puñado de archiconocidos temas que nos recuerdan el impacto y luz que supusieron en un momento realmente complicado para el hard melódico.
Como me sucedió cuando escuché “Mood Swings” en primera instancia vuelvo a disfrutar una barbaridad con la sucesión de joyas desde el inicio con la original y versátil “Saviors Never Cry” hasta la delicada instrumental “Mandy”, pasando por la referida “No Justice”, el medio tiempo “Stranger Than Love” con unos coros y guitarras deliciosos, la más pomposa y directa “Change Come Arround”, la siempre apasionada y elegante “Jelousy” con unos mágicos dibujos de guitarra, y la magnífica “Sentimental Bldv.” a la que pone su voz más rasgada Darren Smith siempre bien rodeada de unos impresionantes coros junto a unos buenos teclados acompañando la destreza al mástil de Lesperance.
El resto de temas, sin estar en absoluto mal, bajan respecto a los referidos. Cortes como “Empty Promises” o “Just Like I Planned” nunca acabron de convencerme, seguramente porque en la comparativa con sus precedentes casi cualquiera saldría perdiendo. Quedan entre medias la embaucadora “If There Was A Time” que envuelve con la delicadeza de sus melódicas voces después de un desgarrado grito inicial de Hess, y la virguera “Had Enough” de nuevo con Lesperance desplegando su catálogo de habilidades dentro de una línea más ligera.
Como decía los tres temas nuevos me resultan prácticamente intranscendentes, insisto que el listón estaba muy alto, pero ya que han tenido a bien ofrecer nuevo material podían haberse esmerado un poco más. Así “World Gone Pieces” tiene una buena melodía de voces marca de la casa pero se pierde en un ritmo monótono y sin chispa, “Anarchy” resulta mucho más amable y condescendiente de lo que podía esperarse a la vista de su título, tiene ritmo y cierta chispa pero no engancha, y para terminar en “Brighter Day” otra vez tenemos unas buenas armonías y juegos vocales dentro de una cadencia lenta y delicada que resulta algo hueca.
Siempre es un placer recuperar obras como esta, y más pensando que este hecho pueda suponer una vuelta al sonido más clásico de una banda que, como Harem Scarem, ha dado demasiados tumbos tanto en estudio como en directo dejando más de un fan en el camino. En breve podremos comprobar en primera persona si el regreso va en serio o es una nueva muestra de humor canadiense, las citas en el Firefest el próximo viernes 18 y en la sala Penélope de Madrid el sábado 25 de octubre, donde tocarán íntegramente este “Mood Swings”.
Mariano Palomo