viernes, 19 de diciembre de 2008

TALL STORIES “Skycraper”

(Frontiers / Mastertrax)

Estamos ante otro regreso después de un montón de años. En este caso se trata de Tall Stories, una banda de culto dentro del underground melódico surgida de la Gran Manzana a finales de los ochenta y que únicamente vio plasmado su trabajo a modo de grabación con un disco editado en 1991. La verdad es que no pasó gran cosa con el disco, que estando bien tampoco me parece una maravilla, pero que ha ganado en notoriedad con el tiempo tras la entrada durante unas temporadas en Tyketto y en Journey de su vocalista Steve Augeri. Dejando atrás el pasado y centrándonos en el presente, más de quince años después, prácticamente con la misma formación, salvo el batería Tom DeFaria sustituido en este nuevo disco por músicos de sesión, el propio Augery, Jack Morer a la guitarra y Kevin Totoian al bajo han hecho un trabajo interesante pero que se me ha hecho bastante complicado de digerir en unas primeras aproximaciones. A base de darle oportunidades le ido sacando más matices y puntos positivos, con una mezcla de sonidos que en absoluto se encasillan dentro del hard melódico o el A.O.R. como pudiera pensarse de primeras, aunque no todos con el acierto que en mi opinión sería deseable. Para empezar Augeri canta bastante menos “a lo Perry” para entendernos, acercándose más a los registros que utilizó con Tyketto en el disco “Shine” y del que se notan reminiscencias en cortes como la curiosa setentera “Clementine” con un toque funky, o en la más suave y acústica “All Of The World” en la que brilla su voz a pesar de hacérseme aburridilla. La onda Zeppelin y algo hippie se acentúa en “Picture Of Summer”, sencilla y algo psicodélica, en “No Justice” con unas voces más agudas y retocadas que no me acaban de convencer, o en la más guitarrera y matizada “Eternal Light”. Los sonidos más hard rockeros y previsibles los encontramos en la inicial “Tomorrow” divertida y pegadiza, con inicio muy Boston y un estribillo interesante sobre unas guitarras rasgadas, en la original “River Rise” con su ritmo claro algo embarullada por sus arreglos de guitarra y voces, o en la potente a lo Jeff Scott Soto “Stay” donde la guitarra de Morer recuerda al maestro Page. El final del disco es de lo mejor del mismo con dos piezas más tranquilas, caso de la acústica western “You Shall Be Free” con slide guitar y teclas protagonizándola junto a unos correctos coros femeninos, o del maravilloso blues “Superman” en el que se explayan llenando de feelin’ el tema a base de guitarras y armónica, más propia del Mississippi que de su Nueva York natal. Dejamos fuera algún tema que roza el grunge sin gracia, “Clementine”, que hace bajar bastante mi valoración de este disco junto al exceso de sonidos lisérgicos que no me agradan demasiado y la forma de cantar de Augeri que creo no está en su mejor forma. Según lo queráis ver ya sabéis, el vaso medio lleno o medio vacío.
Mariano Palomo

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