jueves, 19 de julio de 2012

SARATOGA “Némesis”

(Avispa)
Uno de los referentes principales de nuestro heavy metal sigue adelante ofreciéndonos nuevos trabajos. Ahora Saratoga atacan con este “Némesis” que en mi opinión supera a su predecesor “Secretos y Revelaciones” que, sin estar mal, me resultó excesivamente denso.
Con la formación actual totalmente asentada y perfectamente ensamblada, vuelven a mostrar su gran nivel técnico y compositivo, pero incidiendo y puliendo aun más los aspectos melódicos tanto instrumental como vocalmente, algo que creo le da más brillo y dinamismo a la solidez y pegada que caracteriza al sonido de la banda desde hace años.
Con todo esto nos encontramos temas de puro heavy metal directo como la inicial “Juicio Final” perfectamente reconocible con sus voces épicas llenas de melodía y poderío a cargo de Tete Novoa sobre un ritmo duro pero pegadizo en el que la guitarra de Tony Hernando deja constancia de su clase y versatilidad como a lo largo de todo el trabajo.
Por la misma senda discurre “La Ultima Frontera” con una cadencia más pesada y marcada por el bajo de Niko del Hierro y por la batería de Andy C. que le dotan de un barniz más power pero sin saturar, dando un giro más melódico y festivo al enganchante single “Revolución” dedicado a los fans y vivencias de las giras americanas del grupo recordando un buen número de lugares en los que el cuarteto madrileño dejó su huella.
Más serios se ponen, como lo requiere su letra, con la rotunda “Maltratador” limpia y afilada con un ritmo muy Primal Fear matizado por un toque tenebroso que deja transmitir con rabia y claridad su duro mensaje contra la violencia doméstica. Más densa resulta “Después del Silencio” de ritmo medio marcado y cortado con un sonido compacto que va creciendo para acabar resultando notable, al igual que la más clásica e intensa “Corazón Herido” de seco estribillo coreado algo épico y en la que Andy muestra su tremenda técnica como percusionista.
Matices más actuales para la más tétrica “Condenado” en la que se combinan registros vocales opacos con otros limpios que marcan el tema completado por un técnico solo de guitarra de Tony, que rivaliza en cuanto a protagonismo con los detalles de teclados en la atormentada “Hasta el Día Más Oscuro” que me resulta más pesada a medio tiempo, al igual que la expresiva y sólida “Perversidad” con guitarras duras y un ligero toque gótico, y en la más plana y plomiza “El Ultimo Vals”.
El cierre lo pone la engañosa “Angel o Demonio” que empieza lenta y misteriosa para romper rotunda y rítmica con sus riffs pesados y afilados contrarrestados por unas líneas vocales limpias y melódicas, resultando bastante interesante por su construcción cercana al metal progresivo, más metal que progresivo.
Disco bastante completo en definitiva, con un gran sonido, actual y sólido como viene siendo habitual con la participación de Roland Grapow en la mezcla y masterización, y que supone una muesca más para unos Saratoga que, aunque creo que ya vivieron sus mejores momentos, siguen siendo grandes.
Mariano Palomo

miércoles, 4 de julio de 2012

SAGA “20/20”


(Ear Music / Edel Music)

Cuando hace seis años el vocalista Michael Sadler abandonaba las filas de Saga, su banda de toda la vida, entre los seguidores del rock sinfónico el que más y el que menos contaba con su regreso antes o después. Ha habido que esperar un poco, pero el hijo pródigo volvió el año pasado a integrarse en el engranaje de esa máquina de crear melodías encabezada por los hermanos Crichton, Jim al bajo, teclas y guitarras e Ian a la guitarra solista.
Estos tres elementos fundamentales en la banda, acompañados por el también veterano teclista Jim Gilmour y por el batería Mike Thorne, han dado forma a una nueva delicatessen en forma de CD donde sus diez piezas destilan sinfonismo y elegancia con ese ligero toque “comercial”, muy entre comillas, que les han hecho ser reconocidos tanto en su país, Canadá, como en el resto del globo, sobre todo en Alemania donde cuentan con una numerosa legión de fieles.
Parece que el experimento en su anterior trabajo “The Human Condition” con el cantante Rob Moratti (Final Frontier), excelente vocalista por otra parte, sustituyendo al insustituible Sandler, no satisfizo en exceso ni al resto del grupo ni a los fans del mismo, y ahora para este vigésimo álbum han vuelto a tirar de manual para marcarse un fantástico compendio sonoro.
Ese sonido marca de la casa, donde los teclados de Gilmour crean unos ambientes sugerentes matizados por la personal voz de Sandler y las magníficas aportaciones guitarreras de Ian Crichton, empiezan a dejarse notar desde la inicial “Six Feet Under” con unos sintetizadores espaciales llenando su estructura donde la solidez de su base rítmica de alto nivel técnico rivaliza con la profunda melodía vocal que proponen sin necesidad de acelerar su ritmo.
Con algo más de potencia y a base de golpes de voz nos encontramos “Anywhere You Wanna Go” con un estribillo limpio arriba absolutamente pegadizo y cierto aire épico, que se torna más relajado y acústico en la bucólica “Ellery”, acelerando algo de nuevo sobre el marcado riff de la progresiva “Spin It Again”.
Vuelta a los ritmos tranquilos con “Another Day Out Of Sight” más ambiental y algo espesa para mi gusto, mejorando notablemente con la más dura “One Of These Days” en la que las guitarras suenan más rasgadas y poderosas siempre de un entorno de sinfonismo marcado por todo tipo de registros de teclados.
A continuación un par de temas con ritmos más lentos pero igualmente atractivos, como el asequible medio tiempo “Ball And Chain” de teclas sintetizadas, y la envolvente “Lost For Words” donde brillan el piano y la guitarra acústica junto a la profunda voz de Sandler, para cerrar definitivamente la más pomposa “Show And Tell” en la que aportan buenas virguerías guitarreras, que se dejan notar también en “Till The Well Runs Dry” que pone el punto final con un ligero aire psicodélico y donde luce la técnica percusión de Thorne dentro de una composición con cuerpo y encanto aunque algo discontinua.
Creo que sin duda los fans de Saga y del rock sinfónico en general están de enhorabuena y pueden disfrutar desde ya mismo de otro buen disco a la altura del nombre de la banda canadiense.
Mariano Palomo

GUN “Break The Silence”

 
(Ear Music / Edel Music)

Parece que los escoceses Gun llevan un tiempo intentando reverdecer viejos laureles que les llevaron a situarse en los primeros puestos de las listas a principios de los noventa con su rock fresco y asequible capaz de atraer a todo tipo de públicos. Tal fue la fuerza de su irrupción en 1989 con su primer trabajo “Taking On The World” que les llevó a girar por todo el mundo con algunos de los más grandes, entre ellos los mismísimos Rolling Stones para los que abrieron durante su “Urban Jungle Tour” como pudimos comprobar en nuestro país un año después.
Luego “Gallus” (1992) y en menor medida “Swagger” siguieron llamando la atención, para desaparecer casi por completo en 1997 tras el lanzamiento de su insulso “0141 632 6326” después de sufrir algunos cambios tanto de formación como de sonido. Hace tres años lanzaban a modo de globo sonda el irregular y para mi escasamente atractivo EP “Popkiller” en el que recuperaban algo de su esencia primigenia pero con excesivos guiños a sonidos ajenos a ésta, que ahora mejoran algo con este nuevo larga duración con el que parecen querer romper el silencio, aunque sin conseguirlo definitivamente.
De la formación que hizo grande el nombre de Gun en sus inicios sólo quedan los hermanos Dante y Giulliano Gizzy, dejando el primero el bajo para ocuparse de la voz sustituyendo al carismático Mark Rankin y siguiendo el segundo como único guitarrista. A ambos les acompañan el bajista Derek Brown y el batería Paul McManus.
Creo que lo mejor que se puede decir de este disco es que se escucha fácil, es agradable, resultón, pero para mi gusto excesivamente popero por momentos. Y no es que no haya buenos aportes guitarreros, que los hay, pero se me queda un poco a medias, seguramente en ello tenga bastante que ver la producción de Dave Ringa (Ocean Colour Scene, Manic Street Preachers).
Dicho esto en general los temas son sencillos, cortos, con cierto punch pero sin acabar de matar, como sucede con la melódica y pegadiza “14 Stations” que sugiere más de lo que aporta con sus guitarras rockeras suavizadas por unas melodías vocales actuales, como le sucede al tema título “Break The Silence” en el que las guitarras quedan más tímidas dejando más sitio a unos arreglos de teclados bastante horteras mejorados por sus coros a lo Leppard.
Antes la inicial “Butcher Man” propone más acción con su ritmo vivo y divertido, mientras que “Lost & Found”  es un ejercicio retro con aires glam setenteros de estribillo fácil e ideal para ser coreado en cualquier pub de las Islas pinta en mano, siendo la que más me ha llamado la atención.
En esa línea guitarrera y más animada nos encontramos con la noventera “Bad Things” con su mezcla de distorsión amortiguada y melodía resultando pegadiza pero algo hueca, o con la positiva y sencilla “Last Train” de aires pop rockeros en la que Guilliano se marca un correcto solo de guitarra.
Otros cortes navegan entre la corrección sin alardes de la hard melódica “Caught In The Middle” en la que destacan sus trabajadas melodías vocales haciéndola reconocible, la agradable intranscendencia de la suave balada “How Many Roads” que acaba resultándome excesivamente plana, o la mesurada “Running Out Of Time” de ritmo medio de nuevo con los coros a lo Leppard como mayor activo.
Dejo para el final las dos piezas que menos me han gustado, la comercialota aunque con cierta gracia al principio “No Subsitute” que acaba por empalagarme con su coros no aptos para diabéticos, y la absolutamente prescindible “Innocent Thieves” en clave de pop rock extraño y tedioso sin ni pizca de ritmo.
Desde luego ha habido regresos bastante más afortunados que el de estos chicos, pero en cualquier caso este disco puede valer para tenerlo de fondo y ponérselo a tus amistades menos rockeras, por lo menos no molesta y tiene algún que otro corte bastante decente, pero muy lejos de la mejor versión de sus autores.
Mariano Palomo

domingo, 1 de julio de 2012

WIGELIUS “Reinventions”

(Frontiers / Mastertrax)
Suecia nunca deja de sorprendernos con nuevos lanzamientos descubriéndonos talentosos artistas capaces de crear obras y proyectos tan interesantes como éste que nos ocupa, Wigelius. Esta denominación corresponde al apellido del padre de la criatura, el joven vocalista Anders Wigelius que despliega toda su pasión por el A.O.R. más puro y elegante acompañado por su hermano Erik a la batería, por Jake Svensson a la guitarra y por Chriss Pettersson al bajo, todos ellos bajo la supervisión y maestra dirección del gran Daniel Flores responsable del sonido de infinidad de buenísimos grupos tanto de rock melódico como progresivo.
Escuchando este disco el primer nombre que se me vino a la mente fue el de Work Of Art, ya que el sonido que encontramos en este “Reinventions” me recuerda muchísimos al de sus compatriotas y en cuanto a clase y nivel técnico-compositivo no tiene prácticamente nada que envidiarles, con suavidad y elegancia pero sin quedarse huecos por las buenas aportaciones de guitarra de Jake compartiendo protagonismo con los teclados del titular, descansando sobre la solidez que aporta la base rítmica.
Desde luego es todo un disfrute escuchar la voz puramente scandi AOR de Anders dotando de cuerpo y melodía temas de potentes pero tremendamente nítidos como “Angeline” con ese equilibrio instrumental y esa capacidad de llegada que también encontramos en la tremenda “Next To Me” absolutamente brillante y mi favorita del disco.
Un pelín por debajo quedan otras igualmente recomendables como “Do You Really Know” de enorme estribillo, “Hold On To Love” que con su ritmo optimista algo más rockero también engancha, al igual que la más hard “Piece Of The Action”, la insinuante de ritmo medio “Right Here Right Now”, o la elegante “I Reach Out” que transmite buen rollo con unos grandes coros y arreglos vocales.
Entran en terrenos más West Coast, recordándome a bandas como los australianos Southern Sons, en temas como “Talking About Love” suave y sólida donde los coros llenan de melodía y sensualidad, como en la insinuante “Too Young To Fall In Love” (nada que ver con los Crüe) bastante edulcorada pero con encanto, para tornarse ya totalmente romántica en el medio tiempo “My Cassandra” en la que la voz de Anders se acerca a la de su admirado Richard Marx.
Ya se meten de pleno en las baladas con “Love Can Be That Much” ejecutada con gusto y sentimiento a base de guitarra española y suave voz profunda, y con “There Is No Me Without You” en formato estándar piano-guitarra-voz, con pasión pero sin excesos, también un poco Richard Marx / Southern Sons.
Creo que, después de Work Of Art, estamos ante la irrupción más importante de los últimos años dentro del A.O.R. escandinavo, esperemos que tenga la misma continuidad y progresión que ellos para poder seguir ofreciéndonos discos tan buenos como este que hace que uno se reconcilie con los sonidos más melódicos.
Mariano Palomo

MILLION DOLLAR RELOAD “A Sinner’s Saint”

(Frontiers / Mastertrax)
Los norirlandeses Million Dollar Reload son una de esas bandas que fueron capaces de sorprendernos, hace ya casi cinco años, con su competente debut discográfico “Anthems Of Degeneration”, pero que por alguna extraña razón igual que irrumpieron con fuerza desaparecieron casi sin dejar huella hasta ahora que vuelven a engancharnos con este igualmente adictivo “A Sinner’s Saint” que les devuelve al escaparate de la actualidad hard rockera.
A pesar de haber transcurrido todo este tiempo entre los dos discos la fórmula sigue siendo la misa, hard rock & roll lleno de actitud, frescura y pegada, sin dejar de lado los aportes melódicos, y con un grado mayor de calidad en el sonido de la mano del productor Neal Calderwood que repite a los mandos técnicos.
Como decía no descubren nada nuevo, pero lo hacen muy bien, encabezados por el vocalista Phil Conlon que continua con su timbre aguardentoso pero limpio dando personalidad unos temas en los que las guitarras de Andy Mackle y Brian Mallon se dejan notar a base de bien sobre la potente base que forman Kie McMurray al bajo y el recientemente incorporado Sean McKernan a la batería.
Atacan con temas enérgicos desde como la inicial “Fight The System” transmitiendo rebeldía e inconformismo a base de riffs suficientemente sucios y punzantes, al igual que en la más agresiva “I Am The Rapture” de buenas melodías de guitarra que sofocan en parte el incendio provocado por la inflamable voz de Phil.
Encontramos esta misma onda dura y pegadiza en la divertida pero rotunda “Bullets In The Sky” tan sencilla como eficaz, como lo es “Headrush” marcada por su estribillo brillante de cierto aire setentero en su cadencia pesada, que toma un giro más agudo y algo sleaze para “Pretty People” donde combinan con acierto coros y guitarras para crear uno de los temas destacados del disco que invita a la fiesta a la primera escucha.
Este mismo espíritu festivo se transmite en cortes más rockanroleros como la brillante y ensuciada “Blow Me Away” en la que destacan sus coros recordando a los primeros Leppard, las más embarulladas “Can’t Tie Me Down” descarada y áspera en su parte vocal, o “Wicked” con más melodía pero igualmente distorsionada dentro de un ritmo menor.
No se quedan atrás en cuanto a dinamismo y capacidad de enganche y son otras de las que más me han convencido, “Smoke And Mirrors” con su hard rock arrastrado lleno de rollo a lo AC/DC que se acentúa aun más en la final “If Ain’t Over” que cierra por todo lo alto transportándonos a los mejores tiempos de la banda de los Hermanos Young con Bon Scott al frente.
El tema más relajado del CD, “Broken” es un medio tiempo-balada con arreglos acústicos y de cuerda en segundo plano en la que Conlon exprime su potencial vocal mostrando su cara más pasional y versátil pasando de registros suaves a desgarrados amortiguados por unos buenos coros creando una buena atmósfera a lo Leppard-Tesla, salvando las distancias.
Buen disco de esta interesante formación que dábamos casi por desaparecida pero que afortunadamente parece que vuelven con más ganas si cabe para hacernos mover los pies. Más competencia para Airbourne, Bullet o ’77.
Mariano Palomo

ASIA “XXX”

(Frontiers / Mastertrax)
Desde que hace casi un lustro la formación original de Asia volvió a reunirse para, en principio nada más que celebrar su veinticinco aniversario, no ha hecho más que darnos satisfacciones en forma de muy buenos discos. Respetando su esencia y sonido que les hizo grandes y mega vendedores en los ochenta, virtuoso y técnico sinfonismo combinado con melodías asequibles y pegadizas cercanas al A.O.R., aunque ahora con algo menos de pegada y pomposidad porque el tiempo tampoco pasa en balde.
Con “Phoenix” en 2008 nos engancharon ofreciéndonos un disco tremendo, bien sucedido dos años después por el más relajado “Omega”, y ahora recuperan algo más de chispa y energía con este “XXX” que para mí está a la altura de “Phoenix” y no demasiado lejos de la trilogía mágica “Asia”, “Alpha”, “Astra” con la que empezaron a conquistar el mundo.
Decir a estas alturas que el sonido de un disco de Asia es buenísimo, nítido, elegante y cuidado hasta el extremo es casi una obviedad, pero tampoco está de más recordarlo para resaltar que estos cuatro veteranos maestros no se han dormido en los laureles y siguen trabajando con más ganas e ilusión que nunca, y sin dejarse nada de su talento a la hora tanto de componer como de interpretar las nueve piezas que conforman este último disco. Supongo que algo tendrá que ver en la calidad del mismo la aportación del productor Mike Pasman que repite después de haber participado también en “Omega”.
Empiezan a seducirnos con el lento comienzo de “Tomorrow The World” que crece sobre la suave guitarra de Steve Howe que rompe con el ritmo vivo que propone un excelso Carl Palmer (último batería que ha conseguido que esté atento a un solo y que no me haya ido al servicio), siempre bien acompañado al bajo por el parece totalmente recuperado John Wetton que sigue cantando con una clase y sentimiento únicos, mientras que Geoff Downes apoya en los coros y deja preciosistas aportes desde su teclado. Tema perfecto para arrancar con el estilo pegadizo y brillante marca de la casa.
Se mantiene el nivel aunque con menos ritmo en la deliciosa “Bury Me In Willow” que toma intensidad en su estribillo junto a la pomposidad que sale de las teclas de Downes, que toman un cariz más sinfónico en “No Religion” un corte más rockero y directo sobre todo por el sonido de guitarra de Howe, que se torna más ambiental en el medio tiempo “Faithful” que arranca algo sosa pero que va cogiendo altura y pegada para acabar luciendo bastante.
A todo esto el señor Palmer sin dejar de impartir una clase magistral de lo que debe ser un percusionista dando solidez y dinamismo a los temas, incluso a los que pueden parecer más planos como “I Know How You Feel” que destaca por su compacidad instrumental arropada de sonidos suaves.
Se anima el ritmo en la luminosa “Face On The Bridge” alegre y optimista de nuevo con la percusión sustentando los arreglos preciosistas y sinfónicos de teclas y guitarra junto a unos buenos juegos de voces, que resaltan aun más en las melodías de la curiosa “Al Gatto Nero” de instrumentación más ligera y con un punto divertido por la inclusión de partes de la letra en italiano.
El final lo ponen la más sencilla y happy “Judas” a base de voces brillantes y ritmos asequibles, que caen de forma pronunciada en la agradable balada “Ghost Of A Chance” que cierra definitivamente con el piano y la voz como protagonistas principales junto a la brillantez de la guitarra de Howe.
Muy buen disco, animado, dinámico y como siempre con ese estilo inconfundible de Asia que afortunadamente parece que nos va a seguir acompañando, esperemos que por mucho tiempo. Grandes entre los grandes.
Mariano Palomo