viernes, 18 de noviembre de 2016

GRAHAM BONNET BAND “The Book”


(Frontiers Music)

El último recuerdo que tenía de Graham Bonnet no era muy agradable precisamente, ya que se remontaba a hace dos años con la penúltima actuación del cantante norteamericano en la Sala Arena de Madrid donde ofreció un recital manifiestamente mejorable, por ser suave. Aquella noche ni el repertorio, ni la falta de acoplamiento de la banda, ni el estado vocal del propio Bonnet ayudaron, pero ahora ya con más rodaje parece que ha vuelto por donde nos tenía acostumbrado con este muy buen trabajo que se puso en circulación hace un par de semanas, y que por lo que tengo entendido viene defendiendo en directo con notable acierto.

Este lanzamiento tiene como aliciente, además de la remesa de temas nuevos propiamente dichos, un segundo CD con nada menos que dieciséis regrabaciones actuales de sus grandes éxitos en las diferentes bandas en las que ha puesto su voz, pero de eso hablaremos más adelante. Comenzando por el primer CD que es lo realmente novedoso, Bonnet ha recuperado su mejor versión clásicamente hard & heavy, con fuerza, intensidad y melodía, recordando los mejores momentos de su dilatada trayectoria llegando a algunos tonos que, aun sin ser los de antaño, ya creíamos olvidados para él, y muy bien acompañado de una banda que suena realmente eso, a banda, sólida, equilibrada y brillante en su ejecutoria.

Así abre con un señor tema como “Into The Night”, hard rock clásico poderoso, con una gran melodía de guitarra de la mano de Conrado Pesinato bien secundado por los teclados del rescatado Jimmy Waldo, compañero de Bonnet en Alcatrazz y que hace que el sonido de la banda norteamericana se haga muy presente. Ese mismo recuerdo aparece seguidamente en “Welcome to my Home” dentro de un ritmo más discontinuo y con unos detalles de guitarra muy Malmsteen dejando cierta dramatización que se incrementa en la más barroca “Earth’s Child (I Am Your Son)” destacando los aportes corales y de órgano.

En la misma onda se desarrollan la intrigante “Strangest Day” con una voz tremendamente expresiva, algo áspera pero clara, y con la pegada del batería Mark Zonder dejándose notar junto a la bajista Beth-Ami Heavenstone, a su vez señora de Bonnet, la dinámica y más cruda “The Book” resaltando de nuevo los sonidos orgánicos apoyando los buenos riffs de Pesinato por debajo de una melodía de voz que recuerda a las de los temas del magnífico “No Parole From Rock n’ Roll” de Alcatrazz, resultando más ligera en la seductora y pegadiza “California Air” tema de lo más radiable y melódico.

Parece que tampoco quiere olvidar su etapa con Impellitteri como demuestra sobre todo en el tema “Everybody Has To Go Here” que suena una barbaridad al fantástico “Stand In Line” que registró junto al virtuoso guitarrista yankee, desde su cadencia a los arreglos de teclados y guitarra pasando por los golpes de batería. No muy alejada de esta línea aparece “Dead Man Walking” que comienza suave para romper poderosa y rápida con unos intensos coros redoblados y con un virgero solo de guitarra, habiéndome convencido menos la más pesada “Where Were You” con la voz de Bonnet engolada dentro de un sonido bastante denso.

Se completa este primer CD con otros dos buenos cortes más relajados como “Rider” adornada de bonitos dibujos de guitarra acompañando su atemperada melodía vocal rodeada de coros llegando a un claro estribillo, y “The Dance” el tema más lento del trabajo, suave en sus teclas y voces pero rotundo en su base, con un punto romántico en su guitarra.

El segundo CD como decía recoge buena parte de los temas más representativos de la carrera de Bonnet, todo ellos revisados con bastante fidelidad con respecto a los originales y en mi opinión muy bien escogidos, sólo podría echarse en falta alguno de Blackthorne, aunque tampoco es que fuera uno de sus proyectos más exitosos.

Para empezar clava la mitad del “Down To Earth” de Rainbow metiendo sus cuatro singles, “Eyes of the World” donde se deja notar el teclista de este segundo CD Angelo Vafeaiadis con un inicio algo más sinfónico y prolongado, “All Night Long” mínimamente decelerada, “Lost In Hollywood” con las teclas menos afortunadas y “Since You’ve Been Gone” algo suavizada y con el solo de guitarra de Pesinato algo cambiado respecto al de Blackmore.

El segundo bloque de temas corresponde al LP “Line Up” (1981), primero que grabó en solitario tras su salida de Rainbow y del que rescata su magnífico “Night Games” manteniendo la melodía central pero con la guitarra algo ralentizada, y la menos conocida “S.O.S.” con las teclas de Vafeaidis vibrantes entre los golpes de voz de su claro estribillo. Siguiendo el orden estrictamente cronológico deja para el cierre el tema que daba título a su disco de 1991 “Here Comes The Night”, también menos conocido pero con un rollo más barroco bastante Impellitteri.

Antes revisa los tres temas punteros del disco que grabó con Michael Schenker Group, “Assault Attack”, dejándonos sus tres temas punteros “Assault Attack” con el bajo de Beth-Ami bastante marcado junto a la desafiante voz de su esposo, “Dancer” respetando la melodía sencilla de su estribillo y guitarra, y “Desert Song” profundamente evocadora y potente.

Llegamos al bloque más numeroso, el que abarca cinco de los mejores temas que grabó en los tres discos de estudio de Alcatrazz entre 1983 y 1986, algo que no extraña tanto después de ver por los derroteros que ha ido el sonido de sus nuevas composiciones. Comenzando por unas versiones relajadas de la hímnica “Island In The Sun” algo menos cabalgante, y de la atormentada “Hiroshima Mon Amour” ambas aparecían en “No Parole From Rock n’ Roll”. Salta luego al LP “Disturbing The Peace” con el pelotazo comercial “God Blessed Video” con un sonido de guitarra variado respecto al que grabó Steve Vai algo más lineal con los fraseos más tímidos, como en la relajada “Will You Be Home Tonight” menos cambiada pero igualmente suavizada. La referencia al LP “Dangerous Games” viene con la delicada “Witchwood” brillando las melodías de voz y guitarra.

No podía faltar la revisión del trallazo “Stand In Line” de Impellitteri, respetando todos sus elementos siendo de las más fieles y con un Pesinato que prácticamente lo clava con su guitarra mostrando un gran nivel, está claro que Mr. Bonnet siempre ha sabido acercarse a grandes hachas a lo largo de su carrera (Blackmore, Schenker, Malmsteen, Vai, Kulick), y este no iba a ser menos.

Buen complemento para este más que notable lanzamiento que nos devuelve al mejor Graham Bonnet, esperemos que siga dándonos alegrías durante mucho tiempo.

Mariano Palomo

jueves, 17 de noviembre de 2016

FM “Indiscreet 30”


(Frontiers Music)
Todavía con el exquisito regusto de su reciente concierto en Madrid, toca revisar el disco con el que empezaron a forjar su leyenda los británicos FM, máximo exponente del A.O.R. europeo, y del que ahora se cumplen tres décadas desde su lanzamiento. Para celebrarlo y como sustento físico de esta última gira han tenido a bien regrabarlo bajo el ilustrativo título de “Indiscreet 30” añadiendo además unos sabrosos extras.
Según parece el grupo no estaba excesivamente contento con la producción original de los temas de “Indiscreet” en 1986 y dado que ahora cuentan con más medios querían ver que tal quedarían ahora, por lo que se decidieron a volver a grabarlos con la tecnología del siglo XXI. Una vez comprobado el resultado creo que, aunque no han variado demasiado respecto a las originales y habiendo ciertos aspectos técnicos mejorados, me quedo con las primeras grabaciones que no son mejoradas por ninguna de las actuales, no se me parece que a algunas de estas nuevas les falta algo de fuerza, pero en cualquier caso siempre es una delicia volver a escucharlas porque han respetado en gran medida la composiciones originales.
Por ejemplo, en “That Girl” el rasgueo de guitarra de Jim Kirpatrick me resulta más soso, igual que en “Frozen Heart” o “Harwire”, quedando algo descafeinadas, tampoco es que se las hayan cargado ni mucho menos, pero me resultan menores. También algo más floja les ha quedado la revisión de “Heart Of The Matter” menos animada, al igual que “I Belong To The Night” donde echo en falta más coros además de algunas líneas vocales.
Mucho más fieles y acertadas me parecen las versiones actuales de “Other Side Of Midnight” manteniendo su brillo con una mínima variación coral, “Love Lies Dying” con las teclas de Jem Davis algo retocadas, o “American Girls” algo rebajada en intensidad vocal, algo que no sucede en la inmensa “Face To Face” con Steve Overland saliéndose como de costumbre dentro una rítmica algo más baja pero manteniendo la solidez de bajo de Merv Goldsworthy y de la batería de Pete Jupp.
En cuanto a lo extras son bastante interesantes, aunque algunos no sorprenderán a los seguidores fieles del grupo ya que algunos se incluían en grabaciones anteriores. El más conocido es sin duda “Let Love Be The Leader” tema espectacular que han vuelto a grabar con su misma fuerza y elegancia con un ligero cambio inicial y con un solo de guitarra más alargado al final respecto a cómo apareció en formato 12” en 1987.
Más hard rockera con un ligero toque sureño de armónica aparece la marchosa y enganchante “Rainbow’s End” perteneciente al EP “Only Foolin’” de 2012, al igual que la versión del clásico de Ozzy Osbourne “Shoot In The Dark” en clave más relajada y melódica, con una brillante trabajo de teclas y guitarras, con la letra cambiada, y por supuesto con la voz de Overland muy distinta de la de Ozzy.
Por su parte “Bad That’s Good In You”, incluida anteriormente en el EP “Futurama” de 2014, es puro A.O.R. con enorme clase y encanto con las guitarras y teclas más suaves pero con fuerza en su melodía vocal, siendo más hard “Love and Hate” dotada de una intensa carga dramática en la voz de Overland amortiguada por su tempo medio, y que no tengo localizada en ninguna grabación anterior. Pero según la nota de prensa de la compañía la única composición completamente nueva para este lanzamiento es la elegante “Running On Empty” que perfectamente podía haber entrado en el lanzamiento original del disco y en el que dejan unos preciosos detalles de guitarra y un mínimo aporte de saxo acompañando a una enorme melodía de voz con destacada participación coral.
Se completa el CD con una extendida versión acústica de “That Girl” perfecta para achucharse y dejarse envolver por su embaucadora melodía, cerrando magníficamente este trabajo que me parece más interesante por sus extras inéditos que por la regrabación de los temas, pero que en conjunto debe ser de obligada adquisición para los fieles fans del grupo.
Mariano Palomo

ROTH BROCK PROJECT “Roth Brock Project”


(Frontiers Music)

Tras compartir experiencia hace unos años en la renovada formación que grabó el LP “Promise Land” de Giant, el guitarrista John Roth (Winger, Starship) y el vocalista Terry Brock (Strangeways, The Sign, Le Roux) vuelven a juntarse para dar forma a un nuevo proyecto que recoge buena parte de los sonidos de las bandas en las que han ido desarrollando su carrera. Combinando el hard rock y el A.O.R., con unas grandes melodías vocales entrelazadas con potentes y trabajadas aportaciones instrumentales para crear una variada remesa de temas de muy buen nivel medio.

Temas más hard y guitarreros como “Young Gun” que abre el CD a buen ritmo con la melodía vocal clara llegando a un estribillo fácilmente recordable con bastante rollo y con una afinación bastante original, endureciéndose un poco en la insinuante “What’s It To Ya” recordando a los primeros Winger sobre todo el tratamientos de los coros y por su reiterado riff incidiendo en la sólida pegada del batería Scott Trammell, dándose estos mismos elementos en la correcta “Reason To Believe” con unos originales juegos de voces.

En esa misma línea está también la atemperada “We Are” con la voz de Brock más áspera llena de fuerza y personalidad empastando perfectamente con la potente guitarra central de Roth que también se encarga del bajo y los teclados, además de meter voces junto a los invitados en este corte Jeff Adams y Kory Meyers. Siguen por la misma senda pero con más ritmo y brillo en la dinámica “Fighter” sencilla y pegadiza con su estribillo melódico y con la participación a la batería de Jimmy Flup.

Se acercan más al A.O.R. en otras composiciones como la brillante “Young Again” de ritmo optimista, clara melodía vocal y guapo contraste de rasgueos acústicos y eléctricos creando una bonita ambientación con buenas subidas de tono el estribillo para darle más fuerza y llegada. Continúan con la más relajada pero no menos intensa “I Don’t Know Why” donde parecen rememorar su etapa en Giant con la guitarra de Roth resaltando junto a la voz de Brock dejando matices potentes y suaves alcanzando un sugerente estribillo, como sucede en la brillante “My City” con un preciosista punto nostálgico pero para nada ñoño, rematado con un solo de guitarra muy a lo Journey, haciéndola de lo más destacado del disco.

Los momentos más relajados los encontramos en el medio tiempo “If That’s What It Takes” con la voz destacando sobre una instrumentación más discreta, creciendo en altura e intensidad en la emotiva balada “Distant Voices” con notable labor coral y con el aporte al piano de Kary Baddour, pero sin eclipsar su vibrante guitarra de nuevo en onda Neal Schon.

Se completa el trabajo con la igualmente tranquila “Never Givin’ Up” donde mandan sus profundas melodías de voz bien apoyadas por unas cuidadas guitarras y teclas con la participación de Phil Bennet, llegando a un intenso crescendo final para elevar la nota de un buen tema, dentro de una media más alta para este interesante disco que supongo agradará a los seguidores de sus creadores y de las bandas citadas.

Mariano Palomo

miércoles, 16 de noviembre de 2016

GLENN HUGHES “Resonate”


(Frontiers Music)
Después de su proyecto California Breed en clave blues-rock, La Voz del Rock vuelve a la carga con su trabajo más potente en años. Un disco en el que sin olvidarse de los toques blues, soul y funkies, el hard rock más pesado es el protagonista principal llevándonos a los setenta cuando Mr. Hughes se erigió en uno de los mayores talentos de la historia formando parte del Mark III de Deep Purple. Solidez, rotundidad, clase, feeling, en fin todos los elementos que han hecho grande al bajista y cantante británico y que últimamente no aparecían a un nivel tan superlativo como lo hacen en este nuevo álbum.
Siempre bien acompañado sabiéndose rodear de músicos a su altura como son en este caso, el guitarrista danés Soren Andersen (Superfuzz, Mike Tramp) también ayudando a Hughes en la buenísima producción del disco, el teclista australiano Lachy Doley prácticamente desconocido para el gran público dejándose notar a base de bien a lo largo y ancho de todo el trabajo, completando el cuarteto el tremendo batería sueco Pontus Enborg (Robin Beck, Eric Martin, Joe Lynn Turner) siendo relevado en el primer y en el último tema del disco por el no menos grande Chad Smith (Red Hot Chilli Peppers, Chickenfoot).
Entre los cuatro logran recrear el sonido del mejor hard setentero lleno de fuerza y sentimiento con una pegada enorme y con unas melodías de voz, guitarra y teclados elaboradas con muchísimo tino dentro de unas composiciones que pueden resultar algo densas en un primer acercamiento, pero que con las escuchas ganan una barbaridad. Buen ejemplo de esto es la inicial “Heavy” cuyo título no puede ser más elocuente, ritmo pesado, sonido gordo, bajo marcadísimo, versatilidad vocal yendo de finos agudos a agresivos ataques en su estribillo reiterado, en fin, una pedrada en la cara para empezar en onda muy Purple.
Siguen los ritmos duros en “My Town”, con el bajo gordísimo sobre una pegada pesada pero dinámica y con una nitidez y expresividad vocal marca de la casa que luce desgarrándose en el estribillo, continuando en la misma senda con la más monocorde “Flow” acercándose al stoner en su rítmica pero con unos matices funkies-psicodélicos en los rasgueos de guitarra de Andersen creando una curiosa simbiosis, que encontramos también en la groovie “Let It Shine” más relajada por su tempo y por los orgánicos detalles de teclados de Doley.
Unos teclados puramente setenteros al más puro estilo John Lord para introducir la magnífica “Steady” con un rollo clásicamente hard a lo Purple/Uriah Heep sobre el que brillan todos los músicos junto a la espectacular interpretación vocal de Hughes capaz de acariciar plena de espiritualidad y sentimiento entre una orgía de notas exhibiendo su nivelazo. Se vuelve algo más premioso en “God Of Money” bajando notablemente el ritmo pero no la intensidad sobre todo por la lluvia de notas orgánicas de Doley, que sigue siendo protagonista con otro gran solo en la más directa de estribillo claro y reiterado “How Long” donde también resaltan sus armonías vocales doblándose con arrogante clase.
Aunque para clase y feeling el que exhiben en la envolvente lenta “When I Fall” una delicia suave y evocadora tras la que nos encontramos con la animada “Landmines” donde reaparecen los detalles funkies-soul incluido un solo con talk box quedándoles bastante resultona para aligerar un poco la tónica general del disco, retomando aires más hard en la sencilla “Stumble and Go” marcada por sus punzantes riffs y sus discretos coros.
El final lo pone “Long Time Gone” que comienza suavemente acústica con la voz profunda y cálida embaucando para ir cogiendo algo más de ritmo adornada por interesantes aportes de teclados y guitarra con unos guapos fraseos intermedios, para completar un trabajo que me ha resultado de lo más atractivo, para mi gusto lo mejor que ha hecho Glenn Hughes en solitario mucho tiempo, quizá desde “Soul Mover” no me gustaba tanto un disco suyo. Una pena que haya tenido que posponer su gira de diciembre, esperemos que no tarde mucho en visitarnos para poder disfrutar en directo de los temas de este trabajo y de sus clásicos inmortales.
Mariano Palomo