jueves, 29 de diciembre de 2011

AVALANCH “Malefic Time: Apocalypse”

(Santo Grial Producciones)

Alberto Rionda y sus chicos, o lo que es lo mismo, Avalanch, vienen caracterizándose últimamente por buscar nuevos horizontes, y con este nuevo proyecto afrontan posiblemente su reto más complejo y ambicioso hasta la fecha. Es realmente complicado limitar el trabajo musical que nos ocupa a un simple compendio de composiciones, ya que resulta difícil entenderlo sin empaparse de la historia literaria y pictórica de Luis y Rómulo Royo a la que pone banda sonora. A priori cualquiera puede esperar un gran resultado cuando se unen el talento de dos de los mejores dibujantes de cómic fantástico del mundo con uno de los mejores compositores y algunos de los mejores músicos de España, y como era previsible el resultado final es ciertamente espectacular e impactante. Sin ser yo un fanático del cómic obviamente era conocedor de la obra de Luis Royo, sin ir más lejos a través de las portadas de alguno de los discos de los propios Avalanch y de otros muchos grupos a los que ha prestado su arte, pero nunca me había parado a degustar ninguna de sus obras literarias, algo que he podido hacer con las ilustraciones de este trabajo que supongo hará las delicias de los seguidores del célebre ilustrador y su vástago. Pero centrándonos en lo puramente musical, que es de lo que nos ocupamos aquí básicamente, encontramos una vez más el poderío y clase de, para mí, la banda nacional que más y mejor ha sabido evolucionar dentro del heavy metal en los últimos años. Sin ser el mejor disco que hayan hecho siguen manteniendo un tremendo nivel con su solidez y nitidez, pero guardando alguna que otra sorpresa para la ocasión acorde todo ello con la trama que se desarrolla en un entorno futurista y apocalíptico. Comienza la historia alrededor de la espada (Malefic) de la protagonista (Luz) con la rotunda y melódica “Malefic Time: Apocalypse” en la onda de los últimos discos del grupo con unas versátiles y acertadas líneas vocales a cargo de un magnífico Ramón Lage que se supera por momentos. Continua el relato musical con la apasionada “Baal” que se endurece tornándose áspera y agresiva acorde con su personaje implacable pero protector señor oscuro combinando guitarras pesadas y cristalinas de la mano de Rionda y Dany León sobre los envolventes teclados de Chez García, continuando de forma similar pero con más ritmo en la cañera y desafiante “La Augur” que trata de las pesadillas futuristas de su protagonista con un gran trabajo de percusión y bajo de Marco Álvarez y Fran Fidalgo respectivamente. En este punto llegamos a la primera de las cuatro instrumentales de la obra, se trata de la espiritual y relajada “Lost In Saint Patrick” que alude a la catedral de San Patricio de Nueva York, ciudad en la que se desarrolla principalmente la acción. Vuelven las partes vocales en la poderosa y expresiva “In The Name Of God”, contrastando partes suaves con otras agresivas y rabiosas sobre una base gorda y unas teclas siniestras, para romper de forma sorpresiva a continuación con la original “New York Stoner” donde Tony Almont rapea en algunas estrofas de ritmo cortado propio de la ciudad de los rascacielos entrelazándose con la voz de Lage muy melódica junto a unos sonidos de guitarra más setenteros y unos riffs muy heavies, realmente curioso el resultado final. La omnipresente teatralidad se acentúa con la rotunda “Spread Your Wings” más previsible con su ritmo power metalero actual de estribillo coreado y directo, para oscurecerse completamente a continuación con la arrolladora “Marduk” que es puro death metal sombrío y machacón como requiere su personaje de cuya voz gutural se encarga el invitado Miguel Mesas, afortunadamente el terror dura poco más de dos minutos y medio. Tras la tempestad llega la calma con la onírica instrumental “Apocalyptic Dream” donde destaca la participación al violoncello de Javier San Marcos De La Torre creando un ambiente siniestro y melancólico característico de las historias de terror y que se entiende mucho mejor siguiendo las ilustraciones del cómic. Despertamos del sueño con “Lilith” seguramente el corte más “radiable” por sí solo en una onda de heavy melódico actual mínimamente gótico en sus arreglos, desgarrándose con la más angustiosa “Voices From Hell” que nos transmite el sufrimiento de las almas atormentadas. El final lo ponen dos breves piezas instrumentales, la ambiental de arreglos electrónicos y modernos “9th Snake” y la triste “Soum’s Death” que cierra con aires orientales haciendo referencia al origen del personaje al que está dedicado, la guerrera nipona Soum. Un trabajo ingente, lleno de atractivo en su conjunto y que, en lo puramente musical mantiene el nivel de Avalanch. Creo que para sacarle todo el jugo conviene hacerse con la edición especial que incluye CD, libro ilustrado, DVD explicativo y algún que otro regalito para intentar disfrutar en su conjunto para empaparse más del mismo. Algo que esperamos hacer cuando lo lleven al directo con unas actuaciones muy especiales que realizarán el próximo mes de marzo junto a Luis y Rómulo Royo desarrollando su arte en vivo tanto en Madrid como en Barcelona, para no perdérselo.
Mariano Palomo

DÖRIA “Despertar”

(Autoeditado)

Estamos ante otro caso en el que las apariencias me han engañado, y afortunadamente para bien. Al ver la portada, muy bonita por cierto, y la imagen de los músicos, en un primer momento pensaba que estaba ante otro nuevo proyecto de power metal actual del que, salvo honrosas excepciones, ya estoy bastante saturado. Pero no, lo que este quinteto barcelonés ofrece en su primer larga duración es un puñado de buenos temas de heavy rock clásico bien elaborado, con fuerza y melodías asequibles, sin enrevesarse pero con matices y detalles que lo hacen bastante interesante. Tras una mínima intro de piano abren el CD con enérgica y convincente “Pensavientos” mostrando un buen balance entre las guitarras de Laura Moral y Víctor Vázquez y la base rítmica que forman Lluis Ripollés al bajo y Pep Rovira a los tambores, sin olvidar el intenso trabajo vocal de Martí Doria, y que en su conjunto por momentos puede recordar a Duneadain a unos Ars Amandi menos folclóricos. Este recuerdo a las bandas castellanas también surge en otos cortes como las ochenteras de buen ritmo “Carta Al Barquero”, o “Luz Roja” plena de llegada y melodía en sus coros resultando bastante efectiva. Mayor intensidad muestran “Caperucita Feroz”, con las guitarras poderosas junto a unas buenas melodías vocales que dan forma a una curiosa y provocadora versión del popular cuento infantil, y en la más hard rockera “Ciudad Esperanza” que engancha por su ritmo animado. Por su parte toman un tono más sombrío en la pesada y angustiosa “Sweeney Todd”, y en la lenta llena de remordimientos “Por Si Sirve De Algo” en la que la voz de Martí destila amargura rematándose con un buen solo de guitarra ochentero. Igualmente relajadas son la bonita electroacústica “Si Te Vas” que navega entre el medio tiempo y la balada, o la sentida “Amanecer” que gana en cuerpo y emotividad con la alternancia vocal entre el titular de la banda y Sarah Díaz que aparece como invitada junto a la teclista Nuria Malapeira y a Dani Trujillo que se encarga de los arreglos de cuerda que remarcan la melancolía del tema. Se completa el disco con dos buenos cortes heavy rockeros melódicos como son la asequible y optimista “Despierta” y la matizada “Nueva Vida” de temática entrañable con unas risas de bebé incluidas y que supongo estará dedicada al hijo de alguno de los componentes de la banda o de su entorno. Esperemos poder seguir disfrutando de estos chicos que sin llegar a los dos años de historia ya han sido capaces de dar a luz a este buen trabajo.
Mariano Palomo

FACTOR 19 “Campo De Sueños”

(Greek Records)

Afortunadamente dentro del marasmo de nuevas tendencias y sonidos artificiales que nos invade sigue habiendo bandas que mantienen viva la llama del heavy rock más crudo auténtico que nos hizo engancharnos a esta historia hace ya unas décadas. Es el caso de los madrileños Factor 19 que, sin descubrir nada nuevo ni ser el colmo del virtuosismo técnico, han sabido llevar el espíritu del mejor sonido ochentero abarcando un amplio rango estilístico. Son capaces de ir desde la dureza y sencillez de cortes como “Roja y Negra” en la que se mezclan las guitarras duras de Paco González (que también se hace cargo del bajo) y de César Macaya, con la voz recia y áspera de su hermano Javier sobre la batería de Daniel Pérez rozando el punk rock, hasta el hard rock vacilón y lleno de rollo de “Mala Mujer” que bien podía haber aparecido en cualquiera de los singles del Villa de Madrid de los ochenta. En esta misma línea simpática y divertida nos encontramos con “Contra La Pared” que en su trabajo de guitarras me suenan bastante a Beethoven R., al igual que en la más dura “Musa" con unos buenos fraseos doblados y una percusión marcada junto a unas líneas vocales que recuerdan ligeramente a las de Silver Fist, y más aún en la más pesada rozando el thrash “Vista Atrás”. Onda cortada y rasgada en la áspera y cumplidora “Mendigo” y en la más curiosa casi rapeada “Cuadro De Sombras", las dos más flojas para mi gusto, todo lo contrario que las que más me han convencido y que dejo para el final. En primer lugar la adaptación que han hecho de “Canon Pachebel” bajo el título de “La Dama y El Rey” puro heavy ochentero con es punto urbano de ritmo alegre y voz directa típicamente español redondeado por un buen solo de guitarra. El segundo tema a destacar es el que da título al disco “Campo De Sueños” clásico heavy metal de guitarras sencillas y algo sucias pero con encanto y melodía que incrementan con un pequeño interludio relajado, una composición que se gestó al tiempo que el hijo de Dani al que está dedicada. Emotividad también encontramos, aunque por un motivo mucho más triste, en la lenta e intensa “Siempre Es Lo Mismo” en la que denuncian la violencia doméstica a ritmo de power ballad con la voz de Javi destilando amargura y desgarro junto a unos arreglos de teclados de Bea García sobre los que aceleran al final con unas afiladas guitarras. Si buscas arabescos y escalas imposibles, este no es tu disco, pero si aprecias el sabor y esencia más clásicos de nuestra música creo que puede acabar convenciéndote.
Mariano Palomo

miércoles, 28 de diciembre de 2011

AMALGAMA “Estigia”

(Autoeditado)

Tras quince años los ilicitanos Amalgama continúan avanzando en su carrera con firmeza y decisión como demuestran en esta nueva entrega bajo el título de “Estigia”. Con el hard rock clásico como base y con la energía como principal característica, la banda liderada por los hermanos Tomás y Gabriel Marín vuelve a mostrar su cara más macarra y descarada en temas como la contundente “Fiebre” llena de poderío con la voz de Tomás agresiva y aguardentosa pero limpia dentro del ritmo cañero que marcan Gabriel y Fran desde batería y bajo respectivamente mientras Roberto y Falcone destripan sus afiladas guitarras con el punto justo de distorsión. Unas guitarras más pesadas en la seca y cortada “A Fuego” algo monótona mejorando en su estribillo y en su melódico solo, volviendo al macarreo y a la intensidad más clara con “Vibraciones De Un Instante Eterno” con las guitarras dotándola de dinamismo con un puntillo stoner, que se acentúa en la insinuante y angustiosa “Inerte” con aires Black Sabbath. Por su parte el tema título “Estigia” me recuerda más a los Metallica del “Black Album” sobre todo por su base y riffs pesados con buenos matices de percusión dando sustento a la áspera y clara voz de Tomás que acaba de forma rabiosa, contrastando con la melodía que desprende en el medio tiempo “Rara Avis”, un título muy apropiado para un corte personal con tintes alternativos al que no le acabo de coger el punto. Se completa el trabajo con una acelerada y metalizada versión de “Da” de Héroes Del Silencio que les queda bastante bien, y con el tema más intenso y sentido del disco “Paseo De La Melancolía”. Una composición esta última llena de amargas connotaciones personales cuya letra es obra de mi buen amigo José Mora (La Cabaña del Tío Rock) y a la que los chicos de Amalgama han dado un barniz musical tremendo creando un medio tiempo electro acústico con reminiscencias sureñas lleno de sentimiento donde brillan las guitarras de Falcone y Roberto junto a la penetrante voz de Tomás perfecta para transmitir su mensaje. A nivel personal sólo por este corte ya merece la pena hacerse con el disco, pero además creo que en su conjunto vuelve a ser recomendable para todo aquel al que le guste el hard rock descarado y punzante con buenas melodías. Y en directo aun mejores.
Mariano Palomo

miércoles, 14 de diciembre de 2011

JORGE SALAN “Sexto Asalto”

(Warner Music)

Cuando escuché por primera vez en locales de Revirock este “Sexto Asalto” de Jorge Salán me impactó por su versatilidad y rotundidad sonora, pareciéndome de lo mejorcito que ha hecho en su carrera. Ahora, una vez escuchado con mucha más atención y detenimiento no puedo más que ratificar esa primera impresión, afirmando que estamos ante el trabajo más completo y compacto de uno de nuestros mejores músicos. Resulta complicado explicar con palabras la infinidad de matices y detalles que contienen todos y cada uno de los temas que componen este disco, donde además del propio Jorge mucho han tenido que ver los buenísimos instrumentistas que le han ayudado en la tarea. Los habituales Fernando Mainer al bajo, Carlos Expósito a la batería, Javi Díez a los teclados y Roberto Jabonero al violín, además de Edu Brenes y José Antonio Pereira a la batería, todos ellos al servicio de un resultado final fresco y directo que es capaz de llegar con claridad dando cancha todos los instrumentos sin perderse en inútiles ejercicios de virtuosismo instrumental, que también los hay pero en su justa medida. A todo esto Jorge ya se muestra perfectamente acoplado a su faceta como cantante, cada vez más maduro y seguro, con un registro personal que ha ido puliendo con acierto para hacer llegar con mayor claridad el, en ocasiones, críptico mensaje de sus letras, algunas de ellas obra de su padre Chema. Es el caso de la inicial “Depredador” un tema rápido y penetrante, con una base gorda que le da solidez y empaque para que Jorge se luzca con una de esas genialidades “marcianas” a base de efectos con las que suele salpicar sus discos y que en este caso me recuerda a “The Dragon” que aparecía en “Subsuelo”. Estructura y sonido más hard rockero para “Mar De Cristal” con una entrada de violín y guitarra que nos lleva sin remedio a recordar al llorado Gary Moore con ese aire irlandés pero con una fuerza y pegada que resaltan su cañera historia sobre todo con un repunte de ritmo al final que engancha por completo. Aires más actuales para “Tocar Tierra”, elegido como primer single y que si bien no fue de los temas que más me atrajo en un principio, ha terminado por convencerme por su trabajada melodía y su pegada, como me ha sucedido con la más melódica aun “Aprendiendo a Perder” con una fantástica letra que tiene algo de autobiográfico y con unas magníficas aportaciones instrumentales y vocales sobre un ritmo cortado que me recuerda a los primeros discos de Jorge. Sigue el gran nivel vocal en la hard con matices modernos “Trainspotting” melódica e intensa, para darle mayor velocidad y dinamismo a “Reflejos del Ayer” otro gran corte en el que Jorge, Fernando y Carlos se bastan y se sobran para marcarse una tremenda interpretación con ciertos tintes progresivos pero siempre respetando la línea hard melódica. Llegamos a otro de los momentos álgidos, la balada “Cero 16”, una maravilla de tema lleno de sentimiento y calidez en el que se denuncia con elegancia y claridad el maltrato a las mujeres, y en el que la voz se sale junto los sonidos acústicos y de violín, rematando con un solo enormemente emotivo. La única composición en la que no ha metido mano Jorge ni a nivel de letra ni de música ha sido “Depresión”, un tema firmado por Javi Díez que, al igual que me sucedió con “Tocar Tierra”, no me llamó demasiado la atención al principio pero que ha acabado por convertirse en uno de mis favoritos del disco, desde su contradictoria letra hasta su magnífico ritmo e instrumentación con una melodía que acaba por enganchar sobre las líneas vocales que lo marcan. Por su parte “La Lluvia Quedó Atrás” sí que me sedujo desde el inicio, con su rollo medio western polvoriento adornado por un sonido de armónica que rompe en un ritmo blues rock tremendo lleno de rollo e intensidad guitarrera. No se queda atrás la magnífica “Agotamiento” de ritmo cortado con mucho encanto y cierto aire Talisman por su marcado bajo y su gran solo de guitarra técnico y melódico de ligero regusto funky. Aunque para funky probablemente el tema que más sorprenda al personal, se trata de “Sinfonía Subterránea”, una divertida y currada composición llena de arreglos y matices que recuerdan a Jamiroquai o los Toto más Jazzies para envolver la crápula y descarada letra de Carlos Tarque (M Clan) que invita a la fiesta y el disfrute nocturno. Para rematar el CD nos encontramos con una hard rockerizada versión de “Dulces Sueños” composición original de Ultimo de la Fila que Jorge ha sabido hacer suya dotándola de mayor ritmo y guitarreo, pero sin perder su esencia. Poco más que añadir, con este chico ya se nos acaban los calificativos y lo único que podemos hacer es intentar que su arte y talento llegue al mayor número de gente posible para pueda disfrutarlo como nosotros. Esperemos que algún día haya un mínimo de justicia y de cultural musical en España para que el Señor Salán recoja los frutos que merece y que lleva sembrando durante todos estos años.
Mariano Palomo

lunes, 12 de diciembre de 2011

’77 “High Decibels”

(Kaiowas Records)

Firme y decidido paso adelante el de los barceloneses ’77 con esta segunda entrega “High Decibels” que, por si quedaba alguna duda, acaba de confirmarles como una de las bandas más interesantes del panorama rockero actual. Si con su debut discográfico hace tres años ya fueron capaces de llamar la atención del personal tanto en España como fuera de nuestras fronteras, con este nuevo disco muestran aun mayor trabajo tanto compositivo como de producción, algo que habrá que agradecer en gran medida al alma mater de Hellacopters Nick Andersson que ha querido hacerse cargo personalmente de los botones al escuchar el material por primera vez. Mantienen la fuerza y energía del primer disco, pero en este segundo enriquecen su sonido con más matices y detalles, sobre todo en el trabajo de guitarras de Armand y LG Valeta, abarcando un rango estilístico más amplio, sin perder su indisimulado estigma de los primeros AC/DC, ni falta que hace. De hecho el inicio con el single y tema título no puede ser más eléctrico y directo resultando perfecto para engancharnos retomando la historia donde la dejaron con su ritmo vivo, su pegadizo estribillo y su rotundo e incendiario riff. A medida que avanza el disco vamos encontrando temas como “Gotta Go Gotta Hit The Road” que va creciendo sobre un ritmo blues rockero para acelerar en un crepitante solo de LG, o la más desgarrada y aguda “Are You Ready For Rock N Roll” en la que su estribillo coreado resalta y engancha, al igual que en la más macarra “Let’s Bit It Up” limpia y punzante en sus guitarras con mucho rollo sobre su ritmo cortado. Más blues eléctrico de manual en la insinuante “Backdoor Man” de cadencia lenta clásica llena de feelin’ con la voz de Armand entre Bon Scott y el Joe Elliot más joven y descarnado, yendo un poco más allá rozando el western en la vacilona “Give Me A Dollar” con unas guitarras espectaculares junto a un estribillo reiterativo y coreado dentro de un ritmo rockanrolero total a lo “Baby Please Don’t Go”. Continúan con temas más rítmicos y cortados como la tendida y provocadora “The Girl Is On Fire” donde la base de Dolphin (batería) y Raw (bajo) aparece muy marcada con buenas incrustaciones guitarreras, o la más discontinua y algo amortiguada “Melting In A Spoon” que acaba rompiendo afilada, recuperando la estructura más blues en la más suave y elegante “Since You’ve Been Gone” con cierto regusto amargo y más sentimiento que ritmo. Para el final dejan una pedazo de composición de más de ocho minutos que ellos mismos han remarcado como uno de sus temas más especiales bajo el título de “Promised Land”, en la que desarrollan algo así como una mini ópera rock a lo The Who contando sus aventuras durante su estancia en Londres. A nivel musical lo tiene todo, elaboración, cambios de ritmo y registro, buena instrumentación, fases directas y pegadizas, en fin una maravilla que comienza en clave blues rock llena de ritmo animado, cortando a una parte más lenta donde dejan en segundo plano una curiosa conversación de backstage en español, volviendo a romper dinámica y hasta bailonguera con un tremendo estribillo coreado “We Are Seventy Seven”, recuperando el ritmo inicial en el último tercio. Cierre maravilloso para un gran disco que, si bien no me entró tan directo como el primero, una vez escuchado con más detalle ha terminado por convencerme por completo, más aun después de ver como lo desarrollan en directo. Buenísimos.
Mariano Palomo

BUCK SATAN & THE 666 SHOOTERS “Bikers Welcome! Ladies Drink For Free”

(AFM / Avispa)

¿Heavy Western, Country Core?, ¿A quién se le puede ocurrir definir así a su música?, pues nada menos que al peculiar Al Jourgensen quien ha sido durante años el azote industrial del metal tejano al frente de sus Ministry. Ahora en este nuevo proyecto se hace llamar Buck Satan acompañado por músicos de diverso pelaje, Rick Nielsen (Cheap Trick) o Tony Campos (Static-X) entre otros, para dar vida a una docena de divertidas y desmadradas canciones fácilmente ubicables en cualquier garito polvoriento del oeste americano con un montón de rednecks dándole al bourbon. El sonido está mucho más cerca del country y del western que del metal o el hardcore, y sin complicarse en exceso propone una animada fiesta que se abre con la divertida “Quicker Than Liquor” armónica incluida con una discreta base electrónica en segundo plano. Más aberrada “What’s Wrong With Me” sobre todo por la voz de Buck completada por un curioso solo de slide guitar, quedando más currada “Medication Nation” con redobles, guitarras, violines y coros más melódicos en el estribillo suavizando la áspera voz del protagonista, haciéndose aun más divertida y festiva con “Drug Store Truck Drivin’ Man” que incita a la juerga de saloon con un curioso contraste de violín y guitarra. Ritmo y voz country en la irónica “The Only Time I’m Sober Is When You’re Gone” de cachondo estribillo con toques de banjo y acústica, siguiendo en la misma línea vacilona con la sencilla y resultona “Cheap Wine, Cheap Ramen”, para desmadrarse más con el ritmo redneck de “Down The Drain” que acaba caótica mezclando bases maquineras con armónica, violín y guitarras saturadas. Sigue el desfase, aunque algo más controlado con la explícita y acelerada “Sleepless Nights And Bar Room Fights” con buenas voces en su estribillo, relajándose ligeramente en la asequible con más de elaboración y melodía de voz, guitarras y violín “Friend Of The Devil”, y más aún en la tendida y curiosa “Ten Long Years In Texas” contrastando voz áspera con slide y acústica tendidas con un punto humorístico y curioso que rematan con un muy buen solo de guitarra. Más pesada y grave, pero con rollo aparece “I Hate Every Bone In Your Body Except Mine” aguardentosa y cáustica, cerrando con la lenta country “Take Me Away” que me parece que a pesar de su punto romántico tiene bastante coña, como el resto de los temas. Disco muy divertido y que, sin ser lo que más me apasione musicalmente, me ha entretenido bastante, más aun si lo comparamos con los trabajos de Ministry. Ideal para desinhibirse una buena noche de juerga salvaje.
Mariano Palomo

jueves, 8 de diciembre de 2011

ROYAL HUNT “Show Me How To Live”

(Frontiers / Mastertrax)

Después de algunos trabajos más discretos, que no malos en absoluto, André Andersen ha decidido volver a contar para sus Royal Hunt con D.C. Cooper que probablemente haya sido el vocalista que mejor haya encajado y desarrollado las composiciones del genial instrumentista ruso afincado en Dinamarca. De hecho para muchos de sus seguidores los álbumes que grabaron juntos “Moving Target” (1995) y “Paradox” (1997) son los mejores del grupo compartiendo podium con sus primeras obras “Land Of The Broken Hearts” y “Clown In The Mirror”, y creo que este nuevo trabajo está prácticamente a la altura de éstos. Se recupera un mayor grado de brillantez y dinamismo respecto a anteriores entregas, con un Cooper estelar en su labor desplegando poderío y clase bien apoyado por una vocalista de la que nos gustaría conocer su identidad porque lo hace realmente bien creando momentos estelares de pomposidad y melodía desde el inicio con la guerrera y enganchante “One More Day” que es perfectamente reconocible con su sonido neocláisco intenso y virtuoso. Siguen siendo protagonistas Cooper y su partener femenina en la emotiva y potente “Another Man Down” en la que rivalizan Andersen con sus teclas y el nuevo guitarrista Jonas Larsen, que le dan un sinfonismo y barroquismo marca de la casa a la atmosférica “An Empty Shell” rodeada de un aura grave y teatral por la voz de Cooper junto a la solidez en la base del batería Allan Sorensen y el bajista Andreas Passmark. Un punto más de compacidad y grandilocuencia para la destacada “Hard Rain’s Coming” con la voz de Cooper dramática, enorme y desafiante, transmitiendo con poderío dentro de un ritmo matizado soportado por unos tremendos coros. Por lo menos igual de buena me parece la asequible y trabajada “Half Past Loneliness” que rompe con una gran guitarra incial y unas teclas épicas seguidas de un magnífico estribillo-estrofa hard rockero con protagonismo de la voz femenina, que pasa a un segundo plano en la pomposa típicamente Royal Hunt “Angel’s Gone”. Se completa el disco con el tema que le da título “Show Me How To Live”, en el que desarollan sus virtudes instrumentales y vocales durante más de diez minutos comenzando de forma suave con la profunda voz de D.C. Cooper, para ir cogiendo ritmo sobre el sinfonismo de las teclas de Andersen con las guitarras de Larsen y la percusión de Sorensen, quedando algo repetitiva en su estribillo coreado, rompiendo el ritmo en su parte media con piano y arreglos orquestales envolventes, retomando ritmo y solidez para el último tercio del corte. Muy buen disco recuperando al mejor D.C. Cooper dentro el sonido más atractivo de Royal Hunt, y que con sólo siete temas redondean poco más de cuarenta minutos dejándonos satisfechos y casi con ganas de más.
Mariano Palomo

SANDSTONE “Cultural Dissonance”

(Limb Music)

Tras un pseudoclandestino debut discográfico en 2006 bajo el título de “Tides Of Opinion” sin apenas respercusión, los irlandeses Sandstone despertaron cierta expectación hace un par de años con su segunda e interesante entrega “Purging The Past” a base de una acertada combinación de metal progresivo y hard rock melódico, refrendándola ahora con este “Cultural Dissonance” en el que endurecen y densifican un tanto su sonido. Probablemente mucho tendrá que ver en este sentido la incorporación de una segunda guitarra en el grupo, de la que se hace cargo el vocalista Sean McBay que forma una competente dupla con el también fundador Stevie McLaughlin, a los que acompañan en la base rítmica el hermano del segundo David al bajo y el batería Dan Lafford. Comienza el disco con la heavy de ritmo vivo algo machacón “Reckless Thought” donde se combinan buenas melodías de guitarra con la fina voz algo nasal y típicamente irlandesa de Sean McBay, entrando a continuación en los terrenos progresivos de la cortante y marcda de ritmo medio “Little Forgeries” entremezclando sonidos electroacústicos y sinfónicos con dureza y melodía. Arreglos más suaves pero igualmente progresivos en la dinámica y trabajada “Fading” que destila cierto aire oriental, que pasa a ser más teatral y enrevesado en la destacada “Leaning On An Arrow” donde cambian de ritmo cruzando riffs duros, golpes de percusión y teclas suaves, recordando a los americanos Symphony X. Menor ritmo y crudeza salpicada de potentes arreglos progresivos en “Carefree Moment”, dotando de mayor claridad a la inquietante “Silent Suicide” marcada por su estribillo a dos voces a cual más aguda y nasal contrastando con la buena pegada de Lafford y sus grandes guitarras a lo Savatage. También sobresalen la lenta y dura “Black Skies” que crece sobre una potente guitarra suavizada por unas evocadoras líneas vocales y un preciosista solo de Steve McLaughlin, contrastando con la más hard y cálida “No More” acogedora pero con fuerza. En la pausada “Sleep” Sean dota a su voz de cuerpo y profundidad complementándose perfectamente con suaves toques de percusión y un sentido solo de reminiscencias Blackmore, llegando al cierre con la poderosa y melódica “Trick Of Mind” en clave de técnico y brillante prog metal a lo Threshold. Sin llegar a agradarme tanto como su precedecesora por contener más momentos densos y algo monónotonos, esta tercera obra de Sandstone cumple sobradamente por calidad y elaboración.
Mariano Palomo

lunes, 28 de noviembre de 2011

JACK STARR’S BURNING STARR “Land Of The Dead”

(Limb Music)

Uno de los guitarristas de culto de la escena metalera norteamericana, Jack Starr, sigue en la brecha con su power épico y guerrero que tiene a Manowar como principales exponentes a nivel de popularidad y a Virgin Steele como clave embrionaria de su origen. El ex de la banda de DeFeis continua adelante con sus Burning Starr para mostrándonos un nuevo trabajo en el que se recogen los elementos que han caracterizado su ejecutoria, con su claro gusto por el power de raíces estadounidenses lleno de referencias mitológicas y fantásticas, desde la misma portada del disco, absolutamente deudora de los comics de Conan, hasta sus motivadas letras. En este disco descubro a un interesante cantante como es Todd Hall, desconocido para mí hasta ahora, y que se ajusta perfectamente a las composiciones de Starr, con su potente y convincente voz, bien acompañada en algunos pasajes del disco por la de Marta Gabriel (Crystal Viper). Comienza la batalla con la motivada “Land Of The Dead” típicamente heavy power metalera americana de estribillo creciente, a la que sucede la cabalgante “Sands Of Time” con el encanto de su sencillez combinando pegada y melodía, cayendo bruscamente la intensidad con la prescindible “Twilight Of The Gods” dos minutos y medio peliculeros con lúgubres teclas y coros pesados. Regresa la motivación con la rápida y enérgica “Stranger In Paradise” que engancha con su estribillo algo Riot y sus trabajadas guitarras con mucho rollo, tirando un poco de las riendas para frenar en la épica “Here We Are”. Algo más de caña para “Warning Fire” con un profundo solo que bien podría venir de la mano de Ross The Boss que aparece como invitado en el disco dándole un inevitable aire Manowar al tema, al que también contribuye en todo el trabajo el ex batería de la banda neoyorquina Rhino. Buena carga ambiental para la intensa y apasionada “Daughter Of Darkness” donde destacan unas preciosistas guitarras, que se complican en la teatral a lo Virgin Steele “When Blood And Steel Collide” con la voz de Hall poderosa y directa, que se torna más aguda y amenazadora “On The Wings Of The Night” que les queda un poco lineal. Nos transportan a tierras orientales con los sonidos tendidos y guerreros de “Never Again”, cerrando de nuevo a lo Manowar con el ritmo cortado de “Until The End” buenos coros y base sólida con importante presencia del bajista Ned Meloni junto a unas discretas teclas épicas y a un sentido solo de guitarra de Starr. Disco interesante, un poco denso por momentos, y de innegable atractivo para los fans de las bandas que aparecen mencionadas en esta crítica.
Mariano Palomo

IRON MASK “Black As Death”

(AFM / Avispa)

Buena mezcla de power melódico y hard-heavy épico la que vuelve a ofrecer Iron Mask con esta cuarta entrega en estudio. La banda del guitarrista belga Dushan Petrossi sigue completando buenos discos, bien construidos, con un correcto balance de melodía y poderío, y que ha contado con la participación de Mark Boals, uno de los vocalistas referentes del estilo, ex de Yngwie Malmsteen o Royal Hunt entre otros, que se deja notar a lo largo de todo el trabajo con su particular y reconocible timbre de voz. Otro ex compañero de Malmsteen, Mats Olausson, también deja su impronta desde los teclados, sirviendo de apoyo y respaldo a las buenas guitarras de Petrossi, creando momentos bastante entretenidos no exentos de técnica. Comienza el disco de forma siniestra con la intro “From Light Into The Dark” que precede a la plomiza “Black As Death” de tétrico estribillo y guitarras punzantes sobre la limpia y dura base que ejecutan el batería Ramy Ali y el bajista Vassili Moltchanov. Más luminosidad y melodía para la sólida y chispeante “Broken Hero”, acelerando a base de doble bombo con la más barroca “Feel The Fire”, para desembocar seguidamente con la original “Genghis Khan” de aires orientales y cadencia pesada que no acaba de romper por su reiteración en el estribillo y su grandilocuente marcialidad que continúa en “God Punishes, I Kill” que me suena a unos Blind Guardian adornados por un solo neoclásico de teclados. Se recupera el ritmo más enganchante desde la voz y guitarras de “Rebel Kid” en clave de heavy-power melódico, para seguir más machacones en la arrogante y cabalgante “Blizzard Of Doom”, volviendo a sonidos más clásicamente heavies con “The Absence” donde se entrelazan guitarras crudas y teclas sinfónicas con grandes coros melódicos. La recta final del disco comienza de forma profunda e intensa con la balada “Magic Sky Réquiem” con la potente voz de Boals destacando, para avasallar después con la extensa “Nosferatu” que por momentos roza el thrash, cerrando de forma brillante con la trabajada “When All Brave Falls” en la que su claro y melódico estribillo resalta un motivado y patriótico mensaje. No descubren la pólvora ni sientan cátedra, pero consiguen entretener con un puñado de buenas canciones.
Mariano Palomo

BEGGARS & THIEVES “We Are The Brokenhearted”

(Frontiers / Mastertrax)

Estamos ante otro caso de grupo rescatado de finales de los ’80, principios de los ’90 que, tras permanecer en el limbo durante casi dos décadas, se deciden a publicar nuevo material de la mano del sello actual referente del hard melódico. Estos neoyorquinos que obtuvieron cierta repercusión en su momento, sobre todo con su primer trabajo homónimo “Beggars & Thieves”, tampoco es que hayan sido uno de los nombres más recordados por el público melódico quedando como una banda de culto, y desde luego con este regreso discográfico no creo que vayan a reclutar a muchos más seguidores. Digo esto ya que el disco me parece muy lento y soso, sin gracia ni ritmo, muy melódico y agradable pero plano sobremanera, con la aterciopelada voz de Louie Merlino como elemento más destacable sobresaliendo por encima del trabajo casi más acústico que eléctrico del guitarrista Ronnie Mancuso, y de una discreta base rítmica de la mano del batería Eric Gloege y del bajista Blake Newman. Y los temas, pues eso, bonitos, agradables, suaves, pero salvo mínimas excepciones sin apenas enganche, pudiendo incluir en esta categoría a la electroacústica “Beautiful Loosers” con sonidos slide y ritmo animadillo, a la sencilla hard y guitarrera “Midnight Blue”, y la alegre algo evocadora a lo Stage Dolls “We Are The Brokenhearted” en la que insertan un curioso solo de saxo al final. Se quedan a medias en la suave inicial “We Come Undone” en línea A.O.R. elegante y envolvente a lo Open Skyz o Desmond Child pero sin la energía ni el cuerpo de éstos, en el cálido medio tiempo “Oil & Water” que acaba alargándose en exceso, y en la más actual “Innocence” que cumple sobre todo por su clásico solo de guitarra. La falta de chispa marca a la plana y lenta “Never Gonna See You Again”, a la sosaina algo más guitarrera “Seven Seconds”, a la más intensa “Stranded” con cierto aire cantautor que acaba por quitarle interés, y a la pausada e insulsa “Wash Away”. Disco apropiado para acompañar una relajada conversación o para servir de fondo musical de otras actividades, poco más.
Mariano Palomo

ANCIENT BARDS “Soulless Child”

(Limb Music)

Uno de los grupos surgidos en Italia al rebufo de los ya amortizados Rhapsody presenta en estos días su segundo disco de estudio. Hablamos de Ancient Bards, un joven sexteto que no se cortan en absoluto a la hora de exponer su absoluta devoción por el power metal sinfónico que explotaron como nadie Turilli y compañía acabando por cansar a muchos de los que se sintieron atraídos por su entonces novedosa propuesta musical. Y si los originales ya provocan hastío, parece obvio que sus alumnos aventajados no van a conseguir motivarnos en exceso con su digno trabajo a estas alturas, aunque hay que reconocerles su complejidad compositiva y su más que correcta ejecución instrumental, pero acaban por aburrirme soberanamente con su pomposidad. Dentro de la orgía de teclados sobrecargados, arreglos orquestales, ritmos cabalgantes y coros grandilocuentes, cabe destacar como elemento algo diferenciador el aporte lírico de la vocalista Sara Squardani que cumple con nota. Sus compañeros desarrollan correctamente su labor, con Federico Gatti dando presencia algo machacona a su batería marcando el ritmo junto al bajista Martino Garattoni, mientras los guitarristas Fabio Balducci y Claudio Pietronik se doblan sin excesivos alardes, dejando mayor protagonismo para las teclas de Daniele Mazza. El disco se abre con “Struggle For Life” una especie de lenta y plomiza intro de casi dos minutos en clave melancólica y dramatizada que engancha con la pomposa “To The Master Of Darkness” tan pulcra en su elaboración como cansina en su resultado, dejando algún matiz más a continuación con la más festiva “Gates Of Noland” con los coros típicos del estilo marcándola. Más machacona y lineal resulta “Broken Illusion” con pasajes más lentos que se prolongan en el comienzo de la lírica y susurrante “All That Is True” para tornarse inquietante y mucho más épica en su segundo tramo lleno de orquestación que bien podría encajar en la banda sonora de cualquiera de las partes de Conan, y que acaba haciéndose muy larga. Mejora el ritmo picando espuelas en la más corta y directa “Valiant Ride” con buena mezcla de voz y guitarras que la hace menos cargante, volviendo al lirismo operístico lleno de coros en el minuto y medio de “Dinanzi Al Flagello” que da paso al tema título “Soulless Child” un nuevo ejercicio de puro power melódico de manual bien elaborado y con cierto punto romántico, que tiene continuidad con la agresiva y avasalladora en su inicio “Through My Vains” que es la que más me ha convencido por sus contrastes vocales y su ambientación tétrica y teatral más cruda y menos engolada. El cierre con “Hope Die Last” acaba de cansarme con casi cuarto de hora de idas y venidas peliculeras y dragoneras mezclando partes bucólicas y suaves con otras más heavies y rotundas, de nuevo con los coros como elemento importante junto a la voz de Sara. En fin, como vengo diciendo hace tiempo, si todavía te atrae el “Hollywood Metal” seguro que este disco te agradará bastante más que a mí, en caso contrario puedes obviarlo.
Mariano Palomo

domingo, 27 de noviembre de 2011

9 CHAMBERS “9 Chambers”

(Ear Music / Edel)

Nunca me ha gustado mucho el rollo stoner, salvo alguna cosa de Black Sabbath y de Spiritual Beggars, y aunque no sea puramente stoner, este nuevo proyecto de experimentados músicos norteamericanos no va a variar la tendencia de mis gustos. Los cuatro protagonistas de esta obra han puesto su firma en discos de reconocidas bandas, el vocalista Greg Hampton ha colaborado con gente como Alice Cooper o Lita Ford, el guitarrista Ed Mundell se dio a conocer con Monster Magnet, el bajista Jorgen Carlsson con Gov’t Mule, y Vinny Appice es perfectamente conocido desde su en época en los tambores con Dio y Black Sabbath. A pesar de este notable conjunto de currículums los temas que han parido para este disco me dicen bastante poco, haciéndoseme exceisvamente densos y pesados en general, aunque sí encuentro una interesante dosis de habilidad instrumental sobre todo por parte de Mundell con su guitarra y un inexcusable aroma setentero. Dentro de los temas que más me han agradado me quedo con la cruda y enérgica “Cut N Run” con la potente y áspera voz de Hampton resaltando junto a unas punzantes guitarras, que resultan más extravagantes en la dinámica “Life Moves On” con una pequeña parte lenta, llegando a un punto más psicodélico y sensual en la embaucadora “Majick Number”. En un segundo escalón colocaría cortes como “I Need The Sun” con una buena melodía de voces y claro estribillo, la desgarrada “No Escape” con cuerpo y feelín’ a lo Glenn Hughes, la pesada pero clara “Know Your Enemy” con la guitarras brillando, o la más vivilla “Other Side Of Time” con el bajo de Carlsson bastante presente. El resto me resulta pesadote sin apenas chispa, caso de las cansinas “One Thing Missing”, “What’s Gonna Get You”, y “Use U Up”, de las pesadas “Bury Yourself” algo mejor con cierto brillo, y “Darker Side Of Sunshine” que acaba embarullándose con sonidos espaciales y saturados. Se completa el CD con las cumplidoras “Can’t Turn You Back” de ritmo lento y lisérgico, y con la rítmica de estribillo correcto “All But Done”, que están en el tono medio de un trabajo que se me ha hecho muy espeso escuchándolo del tirón a pesar de tener algunos moementos más entretenidos.
Mariano Palomo

YES “In The Present – Live From Lyon”

(Frontiers / Mastertrax)

Uno de los referentes históricos del rock sinfónico–progresivo nos ofrecen un nuevo directo y van unos cuantos. En este caso los veteranos Yes lanzan un disco grabado en la ciudad francesa de Lyon el 1 de diciembre de 2009, contando como principal aliciente para sus seguidores el de ser el primero que graban con el vocalista canadiense Benoit David en vivo. A pesar de esto no encontramos material reciente, de hecho el último trabajo en estudio del grupo apreció después de grabarse este directo que bien podría ser una especie de test para Benoit interpretando los clásicos que se hicieron grandes con Jon Anderson a la voz. Creo que pasa la prueba bastante bien, no hay mucha diferencia entre el timbre y técnica vocal de ambos, y como siempre el resto de la banda sigue sonando cristalina y elegante a nivel instrumental, con un destacado protagonismo para las teclas de Oliver Wakeman y para la guitarra de Steve Howe, sin olvidar la gran labor de Chris Squire al bajo y de Alan White a la batería. En sus manos y voces suenan impecables temas primigenios como la fina y preciosista “Siberian Khartu” llena de precisión técnica con un punto ingenuo y divertido, la optimista y positva “I’ve Seen All Good People” con buenos detalles a capella, la sólida y versátil “Astral Traveller” en la que se inserta un buen solo de batería a cargo de White, la limpia “Yours Is No Disgrace” llena de teclas y guitarras curradas, o la más suave “And You And I” que acaba embaucando con sus sonidos de guitarra ambientales. Todos estos temas conforman el primer CD junto a la sutil con buenos juegos de voces “Onward”, a la virtuosa y más progresiva “Tempus Fugit”, y a “Corkscrew” una tranquila composición instrumental en la que se luce Howe con la acústica. El segundo CD se abre con el tema más conocido del grupo, la más popera “Owner Of A Lonely Heart” que suena algo más ralentizada de lo habitual, retomando una linea más suave con la más teatral “Southside Of The Sky” en el que se entrelazan voces corales con clase y cierto bucolismo. Dotan de mayor misterio y dramatismo a su sonido en el inicio de “Machine Messiah” que sube en intensidad y ritmo por momentos, para pisar terrenos cercanos al jazz en “Heart Of The Sunrise” destacando la ejecutoria del bajista Chris Squire sin apenas presencia vocal, que obviamente recuperan en otro de los singles más comerciales del grupo, la asequible y pegadiza “Roundabout”. Se cierra definitivamente esta entrega con las tres partes de “Starship Trooper” que en sus más de trece minutos de duración desarrollan desde el sinfonismo agradable y relajado de “Lite Seaker”, pasando por la exhibición de teclas sintetizadas de Wakeman en “Disillusion” para terminar con “Würm” donde sobresale de nuevo la guitarra de Howe avivando el ritmo. Como viene sucediendo últimamente con los lanzamientos en directo este tipo de bandas, Uriah Heep por ejemplo, suplen su nula originalidad y aportación de temas nuevos, con su exquisito gusto y magnífico sonido e interpretación.
Mariano Palomo

domingo, 13 de noviembre de 2011

THE VAL “Back”

(Soundarella Records)

Los seguidores de los sonidos más melódicos que seguramente llevan tiempo echando de menos mayor presencia de bandas de A.O.R. y rock melódico dentro de nuestras fronteras ya pueden ir apuntando otro nombre a sus agendas discográficas, The Val. Tras experiencias y aventuras anteriores y después de mucho tiempo sin trabajar juntos, nos encontramos con la reentree de tres músicos de la escena madrileña que de nuevo se han unido para dar forma a este disco, con la figura de la vocalista de origen alemán Gabrielle De Val como principal carta de presentación. Gaby puso su preciosa voz al servicio de los ochenteros Ying Yang, una prometedora banda madrileña que obtuvo el segundo puesto en la edición del '87 del festival Villa de Madrid, y a la que acompañaba al igual que ahora el teclista David Erick Criado, completándose la formación actual con el guitarrista, batería, bajista y productor Alfonso Samos que participó en el célebre directo de Panzer “Sábado Negro”. Los tres, tras actualizar el nombre de la banda (estuvieron funcionando una temporada bajo la denominación de D’Val), han registrado una docena de deliciosos cortes llenos de melodía y clase en los que la aterciopelada y embaucadora voz de Gaby sobresale sobre una instrumentación correcta acorde con el estilo de las composiciones pero a la que no me importaría que le hubieran dotado de mayor poderío, sobre todo en las guitarras. La mayoría de los temas se mueven sobre esa fina línea que separa el pop rock del rock melódico, pero ejecutándolos con mucho encanto y calidez, desde el incio con la peliculera “A Kiss In A Dragon Night” que me recuerda con sus voces dobladas a los Heart de las Hermanas Wilson, resultándome más ingénuos en la relajada “Dreaming” de gran empaque vocal y elegante percusión y piano. Esta misma onda acercándose al pop que me recuerda a la sueca Erika la encontramos en la agradable y pegadiza “When Midnight Comes”, o en la optimista y romántica “Every Beat Of My Heart” más puramente A.O.R. con mayor ritmo y presencia de guitarras. Punto más animado sin salirnos del A.O.R. para “Pay (For The Lonely Nights)” con un tremendo estribillo reforzado por teclas y guitarra en una onda que me recuerda a los británicos Romeo’s Daughter como sucede en la más actual “Johnny’s Got A Red Car” con la voz de Gaby llenando el tema, y en la insinuante “The Devil’s In The Band” con mayor protagonismo para las teclas de David. Algo más rockeros son los temas “The Age Of The Sun” un maravilloso ejercicio de optimismo a base de voces y teclas recordando a Journey o a nuestros Nexx, como ocurre en las más tranquilas “Trapped Between The Lines” encantadora y precisa, “Hold On” que acaricia con sentimiento y pasión, y “The Unwritten Songs” relajada pero con cuerpo y sensualidad suficientes como para convencer. Se completa el disco con el tema que le da título “Back”, una elegante y competente pieza con cierto aire soul-jazz a lo Toto que lo hace de lo más atractiva. Bonito disco el que se han marcado estos chicos, lástima que no tenga un puntillo más de contundencia, pero en este caso se perdona por la clase y elegancia que predomina en todo el trabajo.
Mariano Palomo

SU TA GAR “Ametsak Pilatzen”

(Jo Ta Ke Ekoizpenak)

La banda más perseverante y birllante del heavy metal vasco vuelve a escena con nuevo disco bajo el brazo. Tras cinco años sin publicar material nuevo en estudio los eibarreses Su Ta Gar completan una vez más un atractivo y completo trabajo manteniendo sus marcadas señas de identidad, por su puesto con el euskera como lengua para sus interesantes letras (que una vez más tienen el detalle de ofrecer también en castellano, inglés y francés en su libreto), y con un sonido nítido y rotundo que con una base de heavy metal clásico total está adornado por matices más cercanos al thrash y por una acertada y actual producción. Riffs y melodías de guitarras punzantes y trabajadas salen de los mástiles de Xabi Bastida y Aitor Gorosabel Garai, también vocalista y en este caso excepcionalmente bajista, acompañando la sólida y poderosa pegada del batería Galder Arrillaga. Y eso que el CD se abre de forma tranquila con intimista instrumental “Hegan” (“Volando”), pero esto no es más que la calma antes de la tempestad que se desata con la arrolladora “Pitzia” (“La Bestia”) de ritmo duro y marcado a lo “And Justice For All” de Metallica pleno de técnica y poderío. Los acercamientos al thrash técnico siguen en la correcta “Etsaien Hitzak” (“Palabras Enemigas”), y en la dinámica “Poza Eta Tristura” (“Alegría y Tristeza”) en la que insertan pasajes más lentos con bajo y guitarra muy currados. Reabajan un poco la caña en “Beti Tente Eta Tinko” (“Siempre En Pie y Firme”), con un aire inquietante logrado con un buen balance de ritmos y una voz clara y rotunda, al igual que en la más acelerada “Norbera Bere Ametsen Jabe” (“Cada Quien Con Sus Sueños”) precisa y convincente con el trío rallando a gran altura. Matices enérgicos y rítmicos en la clásicamente heavy “Materia Hutsa Naiz” (“Soy Pura Materia”) contrastando afiladas guitarras con suaves pasajes, aumentando la carga melódica en la intensa y pesada “Kantarick Politena” (“La Canción Más Bonita”), contrastando con la crudeza de “Bizi” (“Vive”) donde los peleones fraseos de guitarra rivalizan con la áspera voz de Aitor. Unas voces que envuelven con calidez la acústica y suave base de “Zain, Zure, Zain” (“Esperando, Esperándote”) que tiene un punto evocador dentro de una historia de amor adornada por un buen solo eléctrico, que también aparece virguero en “Ametsak Pilatzen” (“Acumulando Sueños”) que pone el cierre de forma técnica y actual con ritmo ascendente y rasgado sin perder nada de nitidez a pesar de su aspereza vocal. Muy buen disco de esta buena y experimentada banda.
Mariano Palomo

lunes, 7 de noviembre de 2011

THE MAGNIFICENT “The Magnificent”

(Frontiers / Mastertrax)

Otra nueva entrega de buenísimo hard rock melódico para este 2011 y ya van unas cuantas. En este caso se trata de la colaboración surgida entre Michael Eriksen, vocalista noruego de los progresivos Circus Maximus, y Torsti Spoof poductor y guitarrista finlandés conocido por su labor en Leverage, ayudados en tareas compositivas por un buen número de reconocidas figuras de la escena melódica escandinava, sobresaliendo los miembros de Brother Firetribe Pekka Heino y Tomppa Nikulainen, además del vocalista de Urban Tale Kimmo Blom entre otros. Y es precisamente a Brother Firetribe y Urban Tale a lo que más me ha sonado este disco construido sobre los pilares básicos de los grandes trabajos del A.O.R. escandinavo: voces llenas de cuerpo y melodía, guitarras elegantes pero potentes, teclas protagonistas y equilibradas, y sobre todo buenas canciones llenas de gancho, clase y vitalidad. La verdad es que me resulta complicado destacar algún tema sobre el resto, ya que el sonido y la calidad de los mismos es bastante homogéneo y para nada plano. Hay momentos más rockeros y alegres como los que proponen en la optimista “Memories” pegadiza y contagiosa con un tremendo ritmo y estribillo, y donde participa tocando guitarra, bajo y teclados Mats Haugen, compañero de Eriksen en Circus Maximus, realizando un gran trabajo junto al batería Tommy Jacksonville. En la misma onda “Lost” es puro scandi A.O.R. dinámico con unas voces ultra melódicas que se complementan a la perfección con la guitarra más afilada de Spoof, que vuelve a emplearse a fondo también con los teclados en la buenísma “Love’s On The Line” con un curradísimo y pegadizo sonido que estalla en su tremendo estribillo coreado. La herencia de los clásicos sonidos escandinavos sigue presente a lo largo de todos los temas, quedando especialmente patente en la más hard “Holding On To Your Love” que engancha abriendo el CD con un ligero toque sinfónico en las teclas que rivalizan con unas potentes gutarras y con la voz de Eriksen que me recuerda a la de Goran Edman. Por el mismo sendero se desenvuelve la tremenda “Cheated By Love”, que con una base y voces muy A.O.R. tiene retazos guitarreros más heavies, una especie de cruce entre Last Autumn’s Dream y el Malmsteen menos barroco. “Tired Of Dreaming” es otra buena pieza de buen ritmo algo amortiguado con teclas y guitarras sólidas y melódicas en la que sus corazos llenan, dejando mayor protagonismo y altura a la voz principal en la directa aunque algo reiterativa e ingenua “Stain & Lace” donde interviene el guitarrista Tuomas Heikkinen (Leverage), al igual que en la compacta envolvente “Bullets” que parte con virguero solo, y en el medio tiempo con cuerpo “Harvest Moon”. Por su parte “Smoke & Fire” es más intensa con guitarras rasgadas y gran estribillo coreado, mientras que los sonidos tranquilos vienen de la mano de la profunda y apasionada “Angel” y de la cálida y más virguera “If It Takes All Night”, ambas cumplen perfectamente dentro de los cánones clásicos de las baladas A.O.R. escandinavas. Pocas veces un nombre ha estado tan bien puesto a un proyecto, sencillamente Magnífico.
Mariano Palomo

MECCA “Undeniable”

(Frontiers / Mastertrax)

Uno de los discos más esperados del 2011 por los fans del A.O.R. por fin ha visto la luz. Se trata de la segunda entrega de Mecca, la banda encabezada por el vocalista norteamericano Joe Vana que en su primer trabajo llamó mucho la atención colaborando con gente del nivel de Fergie Frederiksen o Jim Peterik, y que para este segundo ha tirado del talento compositivo del guitarrista Tommy Denander que deja su sello en el sonido del disco, elegante A.O.R. de manual con toques aún más suaves, y en general con menos ritmo del que me gustaría, pero con mucho nivel vocal e instrumental. Joe Vana canta con muchísimo gusto y clase, sin necesidad de hacer alardes ni subidas de tono excesivos, mientras que su hermano Joey y Mark Alano rivalizan con sus guitarras frente a las teclas y sintetizadores de Brian Moritz y Paul Pisciotto, dejando menos relevancia a Wally Hustin al bajo y a Rick Vitek a la batería que cumplen correctamente. La suavidad que marca la mayoría del disco queda patente desde la inicial “Perfect World”, puro A.O.R. agradable de escaso ritmo que mejora con un incisivo solo de guitarra, como sucede en otras cuidadas composiciones como la elegante “10 Life”, o en las lentas “Deceptive Cadence” emotiva con presencia de piano y algo larga, “Undeniable” más reiterativa e intensa con una gran voz que atrapa, y “As I Walk Alone” tan bonita como sosa. Toque west coast / hi-tech para la destacada “Closing Time” con un punto Toto que también se aprecia en la discontinua “Life’s Too Short” y en la más intensa y extensa “Did It For Love” muy elegante adornada por unos breves retazos de guitarra española. La tripleta con más ritmo y algo de carga rockera la protagonizan la eficaz y algo peliculera “I Know” con algún que otro arreglo wimp, la agradable de guitarra cristalina “From The Start”, y la más rotunda “W2w” con la voz de Joe más potente dentro de un tema que sobresale por su mayor pegada dentro de un trabajo que en general la deja en segundo plano para dejar el protagnismo a las atmósferas más tranquilas. Disco para disfrutar con calma moviendo poco el pie, y del que, aun estando bien, esperaba más.
Mariano Palomo

jueves, 3 de noviembre de 2011

IRON SAVIOR “The Landing”

(AFM / Avispa)

Piet Sielck y sus Iron Savior vuelven a la carga tras un parénteiss de cuatro años en los que el cantante y guitarrista germano ha tenido tiempo para poner a punto la maquinaria de su nave y regresar con, en mi opinión, uno de los mejores trabajos de su cosecha. Un disco este “The Landing” en el que no descubren nada, pero que a base de buenos y pegadizos temas de heavy-power metal melódico, y por momentos bastante rockero, hacen que pasemos un buen rato. Tras una breve intro en plan ciencia ficción, nos enganchan con el ritmo animado y sencillo de “The Savior”, buen estribillo, sonido limpio y pelín fiestero, buenas guitarras a cargo del propio Sielck y de Joachin Kütsner, en fin los elementos clásicos del grupo y del estilo. Un punto más velocidad y rotundidad en “Starlight”, sobre todo por la base formada por el repescado bajista Jan S. Eckert (Masterplan) y el batería Thomas Nack, con lo que vuelve a reunirse la alineación que grabó “Condition Red” en 2003. Cortes más pesados y ásperos como “March Of Doom” con las guitarras punzantes, o la más espacial “Moment In Time” salpicada de unas esporádicas teclas que adornan el bajo marcadísimo de Jan junto unos envolventes y épicos coros. Misma densidad pero menor ritmo en la sombría “Before The Pain” en la que Piet muestra su voz más descarnada rozando la power ballad, que contrasta con el rápido tempo impreso en la competente “Faster Than All” o en la cabalgante y áspera “Hall Of The Heroes” que acaba siendo algo repetitiva. Mucho más me han gustado la clásicamente heavy metalera alemana “Heavy Metal Never Dies” rompiendo con sus coros hímnicos y sus guitarras a lo Accept, al igual que la más happy “No Guts No Glory” de gran estribillo y melodías contagiosas. Dejo para el final “R.U. Ready” tema que rompe un poco en una onda más heavy rockera y que se ha convertido en mi favorita del disco por su tremendo ritmo y su motivación extrema tanto en sus coros como en su letra recordando a los clásicos (AC/DC, Deep Purple, Judas Priest, Rainbow). No creo que Iron Savior lleguen nunca al nivel de los grandes dinosaurios, pero sin duda con discos tan solventes como este debrían seguir haciéndose un hueco en la historia del heavy metal.
Mariano Palomo

DRAGONLAND "Under The Grey Banner"

(AFM / Avispa)


Los power metaleros suecos Dragonland vuelven a la carga tras un prolongado silencio discográfico. Y lo hacen retomando sus “Crónicas” dragoneras con la tercera parte de éstas continuando la historia donde la dejaron en 2002 con “Holy War” y un año antes con “The Battle Of The Ivory Plains”. Siguen con sus aires de banda sonora épica desde el inicio con la instrumental “Ilmarion” que enlaza con un fabulado speech a cargo de una voz femenina que abre la rápida y cortada “Shadow The Mithril Mountain” con una voz muy melódica a cargo de Jonas Heidigert, que se ve rodeada de unos pomposos arreglos orquestales en la más tendida “The Tempest”. Vuelven a acelerar con la guerrera “A Thousand Towers White” y con la más dura “Fire And Brimstone” donde marca con su pegada el batería Morten Lowe Sorensen dando pie a cambios con orquestaciones y suaves y agudas guitarras de la mano de Olof Mörck y Jesse Lindskog. Más inténsidad y ritmo cabalgante proponen desde el bajo de Anders Hammer con la competente “The Black Mare” en la que las teclas grandilocuentes de Elias Holmlid comparten protagonismo con unos coros característicos del etiquetado por los italianos Rhapsody como “Hollywood Metal”. Suavizan el ambiente con la evocadora de tintes medievales “Lady Of Goldenwood” de nuevo con presencia de una bella voz femenina, para emsombrecerse con las más pesadas “Durnir’s Forge” y “The Trials Of Mount Farnor” de percusión trabajada pero algo espesa. La recta final se abre con casi dos minutos de declamación profunda en “Throne Of Bones” que enlaza con la elaborada “Under The Grey Banner” que en sus cambios de ritmo alberga varios registros vocales desde melódicos y operísticos a oscuros y agresivos creando un ambiente bastante teatral y guerrero, para cerrar definitivamente con la suave pero sólida “Ivory Shores” en la que reaparece la voz femenina con calidez y aires bucólicos, creando un bonito corte pero sin mucha chicha. Un disco bien hecho, con un sonido más que competente, y que creo que será del agrado de los fans de “Dragones y Mazmorras”, pero que a mi acaba por hacérseme algo largo como casi todos los trabajos de este género.
Mariano Palomo

miércoles, 2 de noviembre de 2011

FREEDOM CALL “Live In Hellvetia”

(SPV)

Segundo álbum en directo de los germanos. Y, tristemente, el primero sin el gran batería Dan Zimmermann, que ha aguantado durante la friolera de doce años militando al mismo tiempo en Freedom Call y en Gamma Ray. Si este esfuerzo no pareciera bastante, recordemos que en 1999, además de en estas dos bandas, también estuvo a la vez en Iron Savior, el muy bestia. Parece que por fin va a comportarse como un ser humano normal, y Klaus Sperling, el ex–Primal Fear que ocupó provisionalmente su puesto y a quien ya vimos en las últimas actuaciones por España, se ha convertido en su sustituto definitivo. Entre el primer LP en vivo, “Live Invasion”, y el que ahora nos ocupa, median siete años y tres discos en estudio. Las comparaciones son odiosas, pero el contraste entre los dos trabajos en directo es tremendo. “Live Invasion” se grabó casi por casualidad, no olvidemos que fueron teloneros de Blind Guardian en una gira en la que éstos estaban registrando un álbum en vivo, y Chris Bay y compañía aprovecharon que disponían del equipo de grabación de sus paisanos para hacer lo mismo. Esto se notó en las pocas canciones que venían en el CD, que tuvo que ser complementado con otro disco de rarezas porque como directo se quedaba corto de duración. Ahora sí tenemos un disco doble, que refleja la extensión y el número de temas de un concierto normal. Esta vez la grabación está hecha por y para Freedom Call, con toda la planificación y medios que merecen para obtener el mejor producto para sus fans, incluso tenemos una doble versión, pues está disponible tanto en CD como en DVD. Las casi dos horas y 20 cortes que configuran esta grabación suponen un recorrido por toda la discografía del grupo, sin olvidar ningún trabajo de larga duración. En general hay bastante equilibrio en la representación de cada álbum, excepto en “The Circle Of Life”, pues sólo viene el tema “Hunting High and Low”. Por lo demás, como pasa siempre en discos de esta índole, y por extensión en cada concierto de cualquier grupo de cierta trayectoria, siempre habrá quien considere que sobra alguna canción al mismo tiempo que echa de menos otra. En este caso pondría como ejemplo la larga y un poco aburrida “The Quest”, que se podría haber sustituido por alguna otra más movida del álbum “Cristal Empire”, como las joviales “Ocean” o “Farewell”. Y, evidentemente, suprimiendo el solo de batería se habría dado cabida a algún tema más. Pero meros detalles no pueden empañar el excelente conjunto final, particularmente el segundo CD es toda una delicia para los seguidores de la banda, donde se suceden las composiciones más simpáticas y fiesteras, como “Warriors”, “Far Away”, “Land Of Ligth”, o la preciosa “Hymn To The Brave”. Para los cuatro idotas que aún compramos discos existe cierto dilema, pues ya hemos dicho que hay una versión en CD y otra en DVD, que además incluye como extra el documental “A Perfect Day In The Life Of Freedom Call”. Adquirir los dos formatos a la vez supone un puñetazo al bolsillo, pero a su vez hay una tercera edición que incluye en la misma caja al audio y al vídeo, y aunque cara, supone menos gasto que pillarlos por separado, así que creemos que es la mejor opción.
Nacho Jordán

martes, 1 de noviembre de 2011

OZ “Burning Leather”

(AFM / Avispa)

Estamos ante una de esas inmumerables bandas surgidas en el underground heavy metalero europeo de principios de los 80 y cuyos discos eran habituales en las tiendas de segunda mano sin que uno acabara de decidirse a llevárselo a casa. Cuando ahora he tenido ocasión de escuchar el regreso discográfico de los finlandeses Oz, pienso que quizá debería haberme hecho con alguno de aquellos primitivos vinilos de portadas poco atractivas tirando a cutres y contenido musical desconocido por mí hasta ahora. Y es que además estos señores han tenido el detalle de alternar compoisciones regrabadas de su primera junto a otras totalmente nuevas que en conjunto no se diferencian en nada unas de otras. Heavy metal sencillo, deudor absoluto de la New Wave Of British Heavy Metal a pesar de su origen escandinavo, y con un sonido limpio y estándar que cumple perfectamente para hacernos pasar un buen rato, recordándome sobremanera a los primeros Saxon en muchos momentos. Basta con escuchar temas como la sencilla y directa “Searchlights” que engancha con su ritmo vivo, la absolutamente clásica “Let The Sleeping Dogs Lie” marcada por la caja del batería Mark Ruffneck y por las cuerdas del bajista Jay C. Blade que dejan sitio a las brillantes guitarras de Costello Hautamäki y Markku Petander al más puro estilo Oliver-Quinn, o la más cruda “Fire In The Brain” de estribillo algo emboscado con la voz de Ape DeMartini como protagonista. Algo más pesadas pero igualmente clásicas tenemos a la nueva “Dominator” de buen ritmo y cierto aire a los primeros Helloween, quedando algo más monótona la rasgada “Seasons In The Darkness” con un punto marcial, mejorando notablemente con la rompedora y cabalgante “Turn The Cross Upside Down” que daba título a su EP del ‘84, del que también se incluyen la sencilla y motivada “Total Metal” llena de coros hímnicos, y la absolutamente underground “Third Warning” con la voz de Ape al borde del gallo dentro de una estructura NWOBHM total. Fuerza y melodía en la animada “Gambler” intensa y efectiva, poniendo un toque más rockero en la nueva “Enter Estadium” que parece hacer un guiño al “We Will Rock You” de Queen en su inicio para acabar siendo un tema heavy metalero sencillo y coreable al estilo Manowar ideal para el directo, aunque me temo que no les alcanzará como para llenar estadios. Buen disco, divertido y entrañable, a través del que descubrimos a este grupo con casi treinta años de retraso. Nucna es tarde si la dicha es buena.
Mariano Palomo

TRILLIUM “Alloy”

(Frontiers / Mastertrax)

La norteamericana afincada en Centroeuropa Amanda Somerville es actualmente una de las voces femeninas más apreciadas y solicitadas dentro de metal, habiendo participado en proyectos de la talla de Epica, Avantasia, After Forever o Kamelot. Ahora se presenta encabezando una nueva aventura bajo el nombre de Trillium, acompañada en tareas instrumentales, compositivas y de producción por el prestigioso Sascha Paeth, dando como resultado este primer CD titulado “Alloy”. Un disco que, a decir verdad y a pesar de su calidad y agradable sonido, me ha resultado bastante aburrido situándose a una considerable distancia de los discos a los que nos tenían acostumbrados sus protagonistas. Como era de esperar la voz de Amanda destaca sobre las composiciones de Sascha, demostrando una vez más su valía y amplitud de registros, pero quedando el resultado final en general demasiado soso para mi gusto, basta con escuchar cortes como las lentas “Slow It Down” a mayor gloria de la cantante sin apenas sustento instrumental, “Path Of Least Resistance” bastante prescindible sin apenas gracia, o las más líricas y góticas “Justifiable Casualty” sobresaltada por un heavy solo de guitarra de la mano de Sander Gommans (ex After Forever), y “Coward” pesada y sombría de inquietantes arreglos orquestales. Tampoco acaba de arrancar la ascendente “Machine Gun” que con los densos y marcados ritmos del batería Robert Hunecke no me parece la más apropiada para abrir el disco, mejorando algo en “Purge” más rotunda y versátil con la voz de Amanda doblándose junto a unas buenas melodías de teclado a cargo de Simon Obrender sobre unas saturadas guitarras, y en la actual “Mistaken” con mayor dinamismo dentro de su ritmo tendido y algo embarullado. Más misterio y oscuridad en la profunda “Uter Descension” que gana en los arreglos instrumentales de los que se encarga Miro, y en las más góticas “Bow To The Ego” de ritmo irregular y voz poderosa, mientras que “Into The Dissonance” tiene un tinte más ambiental y lírico. Un ritmo más animado imprimen en “Love Is An Illusion” con mayor presencia de guitarras cumpliendo bien, al igual que la desgarrada “Scream It” en la que Amanda y el atormentado por excelencia, Jorn Lande, se marcan un potente dueto dentro de una discreta instrumentación. En general un disco que me ha resultado escasamente atractivo, con exceso de ritmos lentos y sin la pegada deseable. Otro para el hilo musical de los grandes edificios.
Mariano Palomo

CHICKENFOOT “III”

(Ear Music / Edel)

Tras la buena acogida de su debut discográfico, el póker de estrellas que se reunen bajo el nombre de Chickenfoot, vuelven con nuevo trabajo que en mi opinión incluso supera a su predecesor. Mantenienen sus señas de identidad clásicamente hard rockeras enraizadas en un sonido básicamente setentero, con un punto más de frescura y crudeza, pero sin olvidar la clase de cada uno de sus protagonistas. Desde la magnífica labor a la guitarra de Joe Satriani que no necesita perderse en interminables solos para resaltar, junto a la técnica y rotunda pegada de Chad Smith, la solida aportación al bajo de Michael Anthony, hasta la inconfundible voz de Sammy Hagar siempre bien respaldada por los coros de sus compañeros. Los temas suenan sólidos y limpios, pero sin la sobreproducción que muchas veces priva de calidez y autenticidad a otras bandas, y en su mayoría tremendamente rockeros y pegadizos, como la alegre inicial “Last Temptation” con un ritmo contagioso lleno de rollo, la fresca y vacilona “Alright, Alright” donde destaca Anthony con su bajo creando algo así como un cruce entre los primeros Van Halen y The Who, o la más ochentera “Big Foot” que engancha por su encanto y su ritmo vivo, además con un magnífico solo de Satriani. Más melódica con reminiscencias a los discos de Hagar en solitario aparece la más suave “Different Evil”, con muy buenos coros pero igual de compacta y emotiva, al igual que en la sentida balada “Come Closer”, y en el marcado medio tiempo de aires western “Something Going Wrong” en el que Smith se sale con su percusión junto a unas grandes guitarras con eco de Satriani. La vena más puramente setentera se deja notar en la cortada y enganchante de inspiración Hendrix “Up Next”, plena de pegada en sus coros y estribillo, que se tornan rabiosos e intensos en la más seria y reivindicativa “Three And A Half Letters” siendo la más dura y machacona del disco. Un disco que se completa con la arrogante y efectiva “Lighten Up” de sólido ritmo tendido donde entra espectacular a cuchillo Satriani con su guitarra, exhibiéndose de nuevo para darle un toque más blues, como su nombre indica, a “Dubai Blues”, pero con una base plenamente hard con la voz de Hagar versátil y con cuerpo. Gran disco lleno de esencia hard rockera en el que todos sus componentes ponen su talento al servicio de unas muy buenas composiciones.
Mariano Palomo

jueves, 27 de octubre de 2011

CILINDRADA “Salvaje”

(CD Music)

Nunca viene mal un poco de Rock And Roll fresquito y descarado. En este caso llega desde Toledo de la mano de Cilindrada, una formación con más de siete años de historia que ahora nos ofrecen su primer larga duración bajo el explícito título de “Salvaje”. Sus cuatro componentes, José Enrique González “Chichi” (Voz), Bea Rodríguez (Bajo), Víctor José Aramendi “Mendi” (Guitarra) y Samuel Meco “Samu” (Batería), muestran una indisimulada devoción por el rock español más clásico y sencillo que tan buenos momentos nos ha hecho pasar, y que en gran medida reflejan en los nueve temas que presentan ahora de la mano del pluriempleado productor Juan Olmos. Cortes vacilones y fiesteros como la inicial “No Me Digas Que No” con buena presencia guitarrera a cargo de Mendi, las más flojillas instrumentalmente “Ella Una Estrella” y “Quédate Conmigo”, seguramente ésta última gestada en algún bar, o la más arrogante y reivindicativa “No Necesito”. Mayor empaque y un ligero influjo setentero para la crítica de buen ritmo “Una De Mi Quinta” y para “Todo Por El Rock” que bien podría tener algo de autobiográfica exponiendo las vicisitudes de cualquier grupo rockero y en la que la forma de cantar de Chichi recuerda algo a la de Carlos Tarque (M Clan). En “Buscando Rock And Roll” se dejan notar, junto a un buen y clásico solo de Mendi, las colaboraciones en las voces del Chino (Banzai), de Juan Márquez (Coz) y de Bego (Sibila) dentro de un ritmo que no acaba de romper faltándole algo de solidez y chispa, que si aparecen en buena medida en la motera “Salvaje Cilindrada” desafiante en sus voces y la más compacta a nivel instrumental. Se cierra el disco con una cruda y en absoluto retocada versión en directo del clásico de Coz “Las Chicas Son Guerreras” en la que mantienen el desenfado y vacile de la original. Disco divertido, de fácil escucha, sin excesivos alardes, y en el que evidentemente actitud e intención están muy por encima de virguerías y exhibiciones técnicas.
Mariano Palomo