domingo, 26 de diciembre de 2010

OPERA MAGNA “Poe”

(Red Rivet Records)

Los valencianos Opera Magna empezaron a llamar la atención al gran público hace un par de años cuando lanzaron su debut discográfico con el título de “El Ultimo Caballero” bajo los auspicios del sello del ex batería de Avalanch y Warcry Alberto Ardines que rescató el trabajo que había empezado a moverse bastante antes de forma independiente y autoproducida. Ahora con el lanzamiento de este segundo disco deberían asentarse en la complicada escena del metal nacional aunque, al menos la copia que nos han hecho llegar, han tenido que publicarlo con el sello japonés Red Rivet Records. Y no me extraña que desde la tierra del sol naciente se hayan interesado por estos chicos que se han marcado un interesantísimo trabajo lleno de elaboración, clase y buen gusto, todo ello enmarcado en la temática conceptual alrededor de la figura de la atormentada existencia del célebre escritor Edgar Allan Poe. Rodean sus trabajados textos con una no menos trabajada instrumentación de base power metalera melódica complementada por una acertada orquestación y una brillante labor vocal. No sólo por parte de su buen vocalista José Vicente Broseta, también por la Coral Magna que compnen el propio J. Vicente junto otras cinco voces masculinas, y por la colaboración en tres temas de la lírica voz de la experimentada Julia Möller, del aporte gutural de Pedro Saz en otro, y del técnico de sonido Fernando Asensi en los coros. De hecho la importancia de las voces queda patente desde el incio del disco con la intro “El Cuervo”, ya que lo pone un narrador como Luis Posada, reconocido actor de doblaje, sobre una misteriosa orquestación. A partir de aquí empiezan a brillar con temas como la acelerada “El Pozo y El Pendulo” desgarrada y agresiva en su pegada a cargo del batería Adriá Romero junto al bajista Alejandro Penella, matizados por la labor lírica de la voz de Julia Möller y por los arreglos barrocos de teclas y guitarras a cargo de Rubén Casas, Enrique Mompó y F. Javier Nula. La cabalagante e intensa “Un Sueño En Un Sueño” no se queda atrás con su estructura puramente power melódica con un punto tétrico y ambiental que aportan sus detalles orquestales junto a unos poderosos coros algo Rhapsody, que se tornan limpios y convincentes en la lírica “La Máscara De La Muerte Roja” recordándome a los inmensos Dark Moor que se revelan como una de sus mayores influencias. El lirismo queda aun más patente en la breve “Annabel Lee” (nada que ver afortunadamente con la que perpetraron hace muchos años Radio Futura y que escuché recientemente por casualidad), en la que se luce Julia en este corte a modo de puente suave y ambiental para llegar a la potente “El Demonio De La Perversidad” donde aparece en segundo plano la voz gutural de Pedro Saz. La envolvente de comienzo angustioso “El Entierro Prematuro” en la que brilla la voz de José Vicente recordando de nuevo a Dark Moor, para llegar al punto romántico e intenso de “El Retrato Oval” de nuevo con la voz de Julia como protagonista en una situación más teatral e intimista. Una teatralidad también presente en la puramente power con matices sinfónicos “El Corazón Delator”, sobria y elaborada con unas guitarras más heavies, que toman un protagonismo más versátil en la más lírica y orquestada “La Caida De Usher” con unos arreglos muy conseguidos. El cierre a modo de resumen lo pone la extensa e intrincada “Edgar Allan Poe”, con buenos cambios de ritmo, matices narrativos dramatizados, aromas neoclásicos, e inquietante orquestación. Lo dicho, un muy buen disco, complejo, matizado, de buen sonido y mejores composiciones que pone a Opera Magna en la estela de los grandes del género como los madrileños Dark Moor, aunque todavía les queda un poco, no demasiado, para llegar a su enorme nivel.
Mariano Palomo

sábado, 25 de diciembre de 2010

ONSLAUGHT “Sounds Of Violence”

(AFM / Avispa)

Los thrashers británicos Onslaught abrirán el inminente 2011 con la publicación a finales de enero de “Sounds Of Violence” su quinto disco en estudio en más de veinticinco años de carrera. Un recorrido que arrancó de forma prometedora a mediados de los ochenta y que alcanzó sus cotas de máxima popularidad con trabajos como “The Force” o “In Search Of Sanity” convirtiéndose en uno de los nombres de referencia de la escena thrasher de las Islas. Pero de repente y tras sufrir muchos cambios en su formación desaparecieron del mapa para reaparecer hace tres años con “Killing Peace” al que ahora sucede el lanzamiento que nos ocupa. Un disco cumplidor, sin grandes alardes técnicos, y que se mueve por los parámetros habituales del thrash metal europeo clásico, con buenas dosis de contundencia y solidez, aunque sin excesiva brillantez, sobre todo por parte de su limitado vocalista Sy Keeler. Lo que más me ha convencido del disco ha sido la labor de los guitarristas Nige Rockett y Andy Rosser-Davies, mientras que la base rítmica que forman el bajista Jeff Williams y el batería (fundador de la banda junto a Nige) Steve Grice, cumplen aportando solidez y pegada. El inicio a golpe de redobles marciales lo pone la intro “Into The Abyss” que enlaza con la avasalladora y acelerada “Born For War” agresiva en sus riffs y voces. Una agresividad que sigue patente en la inquietante y contundente “The Sound Of Violence” atemperada por sus buenos detalles de guitarra, que se vuelven más opacos en la más floja y pesada “Code Black”. Repuntan con fiereza en la poderosa y dinámica “Rest In Peace” de buena pegada, y en la limpia y técnica “Godhead” que me suena a los maestros Slayer, empalmándola prácticamente con la más cortada y matizada “Hatebox” adornada de afiladas y trabajadas guitarras. Unas guitarras algo más melódicas en “Antitheist” de cadencia pesada y ritmo creciente, que se vuelve frenético y machacón para “Suicideology” marcada por sus riffs asesinos antes del final con la insulsa outro de piano “End Of The Storm”. Como tema extra y, curiosamente, como primer single incluyen una contundente versión del “Bomber” de Motörhead en la que aparecen como invitados el guitarrista de los propios Motor Phil Campbell y el vocalista de Sodom Tom Angelripper. Buen colofón para un buen disco, sin excesos ni florituras, pero que se deja escuchar con faclidad por su buen sonido y poderío.
Mariano Palomo

lunes, 20 de diciembre de 2010

JOHN WAITE “Rough & Tumble”

(Frontiers / Mastertrax)

Parece que el personal y gran vocalista británico John Waite quiere seguir dadno guerra con sus trabajos en solitario. Aunque me da la sensación que si sigue por el camino de sus últimas entregas lo va a tener bastante complicado para calar en los fans que seguiremos echando de menos sus mejores tiempos, tanto en solitario en los ochenta, como con The Babys, y obviamente con los inmensos Bad English con los que en mi opión tocó el cielo. Desde luego si alguien espera encontrarse algo similar a los proyectos citados va a tener que rebuscar mucho, aunque algo sí que se puede rescatar, sobre todo la magnífica voz de Waite que se muestra potente y matizada con su inconfundible timbre, muy por encima de las composiciones, sonido e instrumentación que forman parte de este “Rough & Tumble”. Supongo que mucho tendrá que ver en lo embarullado e irregular del disco la gran cantidad de músicos que colaboran con el cantante repartidos en los temas del disco. Así nos encontramos con el productor del disco Kyle Cook en las guitarras, programming y coros en cortes como la pop rockera “Evil” de suaves ritmos standar, la lenta acústica “If You Ever Get Lonely” con Waite aportando feelin’ y calidez junto a un melódico solo eléctrico, la más opaca y algo psicodélica “Love’s Goin’ Out Of Style” en la que partcipa casi inapreciablemente el saxofonista Bobby Keys, la optimista aunque algo falta de fuerza “Better Off Gone” a ritmo de medio tiempo intenso de A.O.R. con clase, y en la tímida y rarilla “Peace Of Mind”. En otros cinco cortes aparece el habitual acompañante de Waite en directo últimamente Luis Maldonado que aporta sus guitarras acústicas y eléctricas en la rockera “Rough, Tumble” de voz áspera y ritmo sencillo a lo Bad Company, en la A.O.R. suave “Shadows Of Love” que cumple sin excesos recordando tímidamente a Bad English, al igual que en el medio tiempo más plano “Skyward” donde sobresale sobremanera la agradable y matizada voz de Waite, para meter más ritmo y aires sureños a la reseñable “Sweet Rhode Island Red” con unos buenos toques de slide a cargo de Maldonado, y en la más blues “Mr. Wonderfull” con aires vintage en sus guitarras bastante animadas, marcada como bonus track. Se cierra el redondo con otro tema extra flojito e insulso como es “Hanging Tree”. Además de los dos guitarristas citados aparecen en los créditos tres cantantes en los coros, otros tres percusionistas, y el teclista Mike Webb en cuatro temas, entre ellos la intimista y floja “Further The Sky” donde también participa el guitarrista Shane Fontayne. Resumiendo un disco flojito, con algún momento resctable, y en cualquier caso muy por debajo del nivel de su titular.
Mariano Palomo

HURTSMILE “Hursmile”

(Frontiers / Mastertrax)
 
El señor Gary Cherone nos sorprendió gratamente con su versátil y potente voz hace un montón de años cuando le descubrimos junto al gran Nuno Bettencurt en Extreme. Pero también es responsable de particpar en dos de los mayores fiascos que se han perpetrado en la historia del hard rock, el cuarto trabajo de los propios Extreme “Waiting For The Punchline” y el indigerible “III” de Van Halen en el que entró sustituyendo a Sammy Hagar. Por lo tanto a la vista de estos antecedentes lo mínimo que pueden surgir son ciertas dudas a cerca de lo que podíamos encontrarnos en este nuevo proyecto del vocalista americano. Y una vez escuchado la me da la sensación que a Mr. Cherone y compañía se les ha ido la mano en lo que a originalidad y extravagancia se refiere, muy por encima de la calidad que ofrecen. Temas sin excesivo lustre simplemente efectistas como la inicial “Just War Theory” que apenas se sostiene en su ritmo sobre unas rasgadas guitarras a lo Lenny Kravitz a cargo de Markus, hermano de Gary, la más densa y moderna “Stillborn”, o la lenta y bastante prescindible “Painter Paint” de nulo ritmo. Algo más aprovechables me parecen la curiosa y punzante “Love Thy Neighbour” con un deje de voz desgarbado y displicente más cercana a Extreme, la más experimental y viva “Kaffur (Infidel)” con unas originales voces dobladas, o la acústica animadilla “Jesus Would You Meet Me” que va cogiendo cuerpo con la entrada de la percusión de Dana Spellman para acabar teniendo un regusto redneck de la América profunda a base de slide guitar. Cumplen sin más la decadente “Set Me Free” que se salva por su buen estribillo, y la suave y agradable “Beyond The Garden – Kicking Against The Goads” que acaba acelerando en su tramo final. El resto es prácticamente obviable por completo, desde “Just War Reprise” a ritmo de reggae pastelero, hasta las insulsas “”The Murder Of Daniel Faulkner (4699)” en clave de cantautor a lo Dylan, “Tolerance Song” que no me dice absolutamente nada con sus voces artificiales, o “Slave” pesada y densa con ganas. En fin, que me da la sensación que este disco ha sido más que nada un divertimento familiar, algo parecido a lo de Tony Harnell con The Mercury Train, y que posiblemente ya hemos visto la mejor versión de Gary Cherone y que si la recuperamos será, si las hay, en próximas entregas con Extreme.
Mariano Palomo

jueves, 16 de diciembre de 2010

STAR MAFIA BOY "La Noche De Los Vampiros"

(Autoeditado)

"Ya lo vés nací estrella, sé que soy bueno. Siempre he creido que un dia otras personas lo reconocerian y me han dado la razón". Frase de Marc Bolan pilar fundamental de los miticos T. Rex que ilustra parte de la portada del nuevo album de Star Mafia Boy, y que se puede extrapolar a la propia fé y seguridad que éste músico madrileño tiene en si mismo. "La Noche de los Vampiros", es el último trabajo de un tío con inmenso talento, Francisco José Rodriguez Pinto (Star Mafia Boy), nació en el año 1970 en el barrio de Lavapiés, un personaje íntegro y consecuente con su filosifia musical que ya de muy joven despuntaba en bandas locales como Odín, Guillotine, Rip, Ride, ó Armaggedon, y sobre el que recayó gran parte de responsabilidad en su primera banda realmente seria como Ausentes allá por 1990, grupo que llegó a compartir escenario con los británicos The Almighty en su gira española. Años más tarde creó Babylon Boys, y compartió experencias musicales con Juan Olmos vocalista de Antigua en proyectos como Errol Flynn hasta su llegada a Corazones Negros grupo en el cual militó desde 1996 y hasta 1999. De manera posterior militó durante un año en M-99 hasta que fundó Guitar Mafia, banda a la que recientemente ha dado carpetazo tras una decada en activo publicando cinco entregas discográficas como "Bienvenido al Mundo real" (2000), "Generación Suicida" (2003), "Las Jóvenes y Bellas Criaturas de los Bajos Fondos" (2005), "Vendetta" (2008), y "Rock´n´roll Tatuado" (2009), un legado cargado de actitud disponible actualmente en formato recopolatorio a partir de la web en forma de 26 temas bien representativos de su recorrido bajo el titulo genérico de "En las Calles de Madrid. 10 años de Rock´n´roll y Maquillaje".
"1.9.7.0" fué su primera obra en solitario, una entrega editada en vinilo blanco que vió la luz el pasado año, un disco exquisito configurado por grandes piezas que tiene continuación en "La Noche de los Vampiros", publicado también en formato L.P. en vinilo rojo y con impecable presentación, una obra sincera grabada, mezclada, y masterizada en la primavera del 2010 en los "Olmoestudio" con impecable trabajo una vez más del propio Juan Olmos. La obra muestra un mosaico sonoro de indudable calidad con el propio protagonista de la obra introduciendo voces, guitarras eléctricas y acústicas, bajo, y percusiones, y que cuenta con un puñado de formidables piezas con sentido y empaque compuestas integramente por él mismo excepto "Karousel Kitten"(Brandon Rouge), y "Pobre Rouse" y la espectacular "Rock´n´roll Bussiness" compuestas conjuntamente con el Sr. Olmos. "La Noche de los Vampiros" da apertura y titulo al disco, un corte tenebroso de incio que ensalza a la noche y a las propias criatturas y personajes que la habitan, "Vendí mi Alma al Rock´n´roll" aparece tepidante haciendo mención en su letra a un cruce de caminos, y que personalmente me recuerda la figura de Robert Johnson, del cual cuenta la leyenda vendió su alma al Diablo para poder tocar su guitarra, "Fruto Prohibido" es una joya repleta de frescura con el amor y el deseo a escena, "Nada que Perder" es un tema compacto y afilado que muestra claridad total de ideas en uno mismo, y "Dulce Sensación" cierra la primera cara de la entrega apareciendo como una pieza bella y relajada y como una exaltación al amor en estado puro con insercción de guitarras acústicas. En el lado opuesto del entrañable vinilo nos encontramos con composiciones como "Entre Cristales Rotos" un tema excepcional que transmite integridad absoluta, "Yo no Puedo Esperar" una especie de huida hacia adelante en clave de Rock con esencia, "Perdido en Nueva York" pieza que transmite satisfacción y un optimista estado de ánimo, o las mencionadas previamente "Pobre Rouse" reflejando la vida misma, la exquisita "Karousel Kitten", y "Rock´n´roll Bussiness" con un inicio que perfectamente puede servir como homenaje a los mismisimos Ramones realizado a conciencia. "La Noche de los Vampiros" en definitiva se muestra como una obra impecable fabricada por un talento que disco trás disco y debido a su experiencia acumulada se supera dentro de la escena del Rock haciendo además lo que le fluye de dentro y eso además resulta todaviá más complicado en los tiempos que corren. Torrente de frescura y personalidad, sinónimo de STAR MAFIA BOY.
José Mora (La Cabaña Del Tío Rock)
www.myspace.com/lacabanadeltiorock

lunes, 13 de diciembre de 2010

MR. BIG “What If...”

(Frontriers / Mastertrax)

Después de comprobar el excelente estado de forma de estos cuatro monstruos en su venida a Madrid presentando su regreso de reunuión de la formación original hace un año había muchas ganas de echarnos a la oreja nuevo material en estudio de los de San Francisco. Han pasado casi tres lustros desde que Gilbert, Torpey, Seehan y Martin se metieran en un estudio para registrar “Hey Man” y parece que el tiempo no pasado por ellos y la fórmula magistral sigue funcionando a la perfección. Temas llenos de calidad y virtuosismo intrumental, de composiciones elaboradas y de líneas vocales inimitables que hacen que el nivelazo de cada uno de los miembros del grupo se ponga al servicio de las maravillosas canciones que finalmente son eso, canciones. No todas igual de directas y llegaderas, pero perfectamente entendibles por si mismas y en algunos casos candidatas a singles revienta emisoras, ordenadores, ipods y demás variantes tecnológicas. El sonido es tan compacto y nítido como de costumbre, marca Mr. Big 100% y además sin recordar a una época concreta de la formación y recordando a todas ellas. El incio con “Undertow” me suena a la etapa intermedia de “Bump Ahead” o “Hey Man”, con un corte potente y sólido cuyo ritmo tendido que me trae a la cabeza a la célebre “Take Cover” y que al igual que ésta acaba por convertirse en una de mis favoritas a cada escucha. La vena más rokanrolera y alegre comparece en “American Beauty”, más directa y sencilla pero con un protagonismo tremendo de los típicos fraseos de bajo de Billy Seehan que parece haber tenido mucho que ver en el sonido final de este disco por su continuas apariciones y primeros planos llenos de brillantez y agilidad. A continuación se relajan un poco y me suenan menos atractivos en la intimista y profunda “Stranger In My Life” y en la más actual y embarullada “Nobody Takes The Blame”. Vuelve el atque de bajo con la orginal y viva “Still Ain’t Enough For Me” en la que también Paul Gilbert muestra su versatilidad con sus experimentales arreglos de guitarra algo saturados pero llenos de dificultad, volviendo a dejarse notar en “Once Upon A Time” de cierto aire setentero y, que al igual que sucedía que con “Undertow”, gana con las escuchas. Menos dificultades tiene para convencer a la primera la directa de estrofas largas “As Far As The Eye Can See” en la que a ritmo de hard melódico de manual la voz de Eric Martin sobresale más personal al no está tan arropada por los coros del resto del grupo, algo que si sucede en el cáilido medio tiempo “All The Way Up”. Intensa y desafiante rompe la “I Won’t Get In My Way”, otra de mis favoritas por su compacta melodía y sus buenos detalles y matices guitarreros, intensificándose seguidamente en la alegre “Around The World” que nos lleva a la primera época del grupo en la que sus coros y brillantísimo estribillo llenan sobre la cortada y precisa percusión de Pat Torpey y las marcianadas de bajo de Seehan. Casi en el final subimos aun más la nota para encontranos con la inmensa “I Got The Feeling”, puro Mr. Big de manual en la que el hard melódico comercial alcanza altas cotas en sus melodías vocales que brillan con excelencia tanto en su tremendo estribillo como en sus estrofas perfectamente engarzadas. Temazo absoluto que no sabemos que pasará con él ahora, pero que seguramente si hubiera visto la luz en los inicios de la banda sería a estas alturas otro de sus clásicos a la altura de “Daddy, Brother, Lover, Little Boy”, “Just Take My Heart”, “Green Tintes Sixties Mind”, o “Colorado Bulldog”. Ponen el broche a este “What If...” con el bonus track "Unforgiven", una composición setentera a lo Hendrix, sobre todo por las guitarras de Gilbert, más pesadas pero igual de brillantes junto a la base más densa que proponen la dupla Seehan-Torpey, y a la voz más matizada y elevada de Martin. A mi entender la expectación creada por este disco ha sido satifecha con creces, la espera ha merecido la pena, y una de las mejores bandas de la historia del hard rock mundial han vuelto por la puerta grande. ¡Qué bien se pusieron el nombre!, muy grandes estos señores.
Mariano Palomo

ATLAS “Against All Odds”

(Avispa)

Unos meses después del lanzamiento de “Contra Viento y Marea”, segundo trabajo de los madrileños Atlas, estos días se pone en circulación la versión en inglés del mismo bajo el título de “Against All Odds”. Las diferecncias, aparte de la obvia del idioma en títulos y letras, son prácticamente inapreciables con respecto al disco original en español, pero no sé exactamente por qué pero éste me convence aun más que áquel, creo que suena más brillante y compacto resaltando en mayor grado la valía de los buenísimos temas que lo componen, ya sea en la lengua de Cervantes o en la de Shakespeare. Aparte de esta apreciación personal, como dato objetivo comentar que añaden a modo de bonus track una muy buena revisión de “Nada Que Hablar” rebautizada como “Don´t Wanna Talk”, tema de Angel Arias y Carlos De Castro que aparecía en el último disco en estudio de Barón Rojo “Ultimasmentes” y que Atlas ya venían incorporando a su repertorio de directo en castellano. En este como en todos los temas del disco poco podemos decir que no hayamos dicho ya respecto a su magnífica instrumentación con Angel Arias y con el convaleciente José Martos tan sólidos y dinámicos como de costumbre, y con Manolo Arias con su habitual brillantez y elegancia. Respecto a Ignacio Prieto no nos extraña como se maneja con sus temas en inglés después de ver la soltura y comodidad con que los defiende hace tiempo en otras formaciones, sobre todo con Eden Lost, y aquí volvemos a encontrarle pletórico, aunque a los menos familiarizados con el inglés puede que les cueste llegar al mensaje de las letras. Desde el inicio vacilón de “All That I Need” (Parte De Ti, Parte De Mi), hasta el cierre con la declaración de principios que supone “Black Sheep” (Oveja Negra) el disco se desarrolla con un orden distinto en los temas respecto al CD en nuestra lengua, algo que en mi opinión no afecta en absoluto a su pegada y capacidad de llegada. Me resulta complicado resaltar algún tema respecto del resto, pero quizá me quedo con la más agresiva y llena de rabia “In The Name Of God” (En El Nombre De Dios) dedicada a las víctimas del tristísimo 11-M y que creo que en inglés refleja perfectamente su contundente temática. Por supuesto sigo disfrutando con todos sus cortes: la poderosa y directa “Burning In Desire” (Contra Viento y Marea), la evocadora “Odyssey” (Odisea), las frescas y contagiosas “No One” (Da Igual) y “Open Your Eyes” (Abriendo Los Ojos), las intensas “Hand On Heart” (De Una Vez Por Todas), “Another Chance” (Si Me Faltas Tú) y “It’s You, Not Me” (O Tú, O Yo), la frenética y crítica “Kill Or Be Killed” (Matar O Morir), y por supuesto con la espectacular y sentida “As I Am” (Viviré). Como suele decirse siempre en estos casos esperemos que este maravilloso trabajo sea la llave que abra las puertas fuera de nuestras fronteras a la que es para mi la mejor formación de hard rock surgida en España en los últimos años, por nivel, actitud y calidad no creo que tengan absolutamente nada que envidiar prácticamente a nadie del estilo a nivel internacional.
Mariano Palomo

viernes, 10 de diciembre de 2010

BARÓN ROJO “Desde Barón a Bilbao”

(Santo Grial Records)

Menuda “Edición Especial”. Hace tres años, cuando hicimos la crítica del CD/DVD original, todo fueron elogios por nuestra parte. Fue perfecto. Un digi-book con fotos, letras, el DVD con un montón de extras, los dos CD´s con el concierto casi entero… Todo muy bien, vamos. Un error por mi parte en la reseña fue no darme cuenta de que faltaba “También por Ti”. Un fallo más incomprensible por el hecho de que en la crónica del concierto sí la mencionaba. Pues este es el único aliciente de esta “reedición”. El tema “También por Ti”. Y eso es todo. La versión de “Crossroads”, y el trozo de “Little Wing”, como dijimos en su momento, tuvieron que tocarlos mientras José Martos iba corriendo a pedir prestado a Lujuria el pedal de la batería, que se le había roto por primera vez en 30 años. Sólo un sordo puede no darse cuenta de que no suenan los tambores. Lo que sólo fue una improvisación para mantener a la gente entretenida mientras se solucionaba el problema, lo meten como si mereciera la pena conservarlo. Y aparte de “También por Ti” y “Crossorads” mutilado, en el CD (porque sólo hay uno) la compañía ha añadido las ocho canciones que le ha parecido, de todas las que había en los dos discos originales. El DVD es exactamente el mismo. Y con un papel doblado como toda carátula, en la que encima hay partes borradas en los créditos interiores. No sabemos qué dirán Carlos y Armando cuando vean el invento, porque en ningún caso Santo Grial les ha pedido su opinión. “También por Ti” nos parece una gran canción, pero comprar el disco sólo por un tema, es algo que se piensan muy bien hasta los más fanáticos de Barón Rojo. Lo que quizá se tenía que haber hecho es haberla incluido en la edición original, y si no cabía haber quitado “Armando Tiempo”, que también fue un solo de Armando fuera de guión mientras se arreglaba la batería. O haber hecho eso en la reedición, respetando el resto del concierto. Y por supuesto, “También por Ti” sigue sin aparecer en el DVD. Quizá dentro de otros tres años saquen otra versión en la que en el DVD sólo aparezca la balada de marras con ocho temas más, ya puestos…
Nacho Jordán

lunes, 6 de diciembre de 2010

THE NEW BLACK “II – Better Than Black”

(AFM / Avispa)
 
Contundente y afilada propuesta la que presenta el quinteto alemán The New Black en esta su segunda entrega. Recogiendo los sonidos actuales que arrancaron en los 90 con los riffs asesinos de Dimebag Darell y compañía hasta ahora, pero con bases y detalles clásicos, estos cinco chicos atacan con una docena de descargas llenas de potencia y arrogancia metalera, aliñados por voces y arreglos actuales, redondeado por un sonido compacto aunque algo artificial por momentos. El arranque del disco no puede ser más enérgico y directo con “Better In Black” atacando con su buena pegada y estribillo con la voz orginal de Fludid, que se calma un poco en la más lenta y contundente “The King I Was” de corte más clásico en sus guitarras a cargo de Fabian Swartz y Christof Leim. Unas guitarras que se tornan modernas y cortadas en la orginal “Batteries & Rust” que adornan de cambios y detalles lentos pellizcados, volviéndo más heavies en “Downgrade” que me recuerda a la última etapa de nuestros Easy Rider con buenos matices instrumentales y riffs profundos junto a su agresividad vocal, que se relaja en la más introvertida y sombría “Into Modesty”. Los detalles más clásicos y hard rockeros a los que aludía al comienzo se dejan notar sobre todo en “Altar Boys” con buenas incurisiones de armónica y percusión junto a sus guitarras y a sus voces dobladas, y en menor medida la más densa y rasgada “My Favourite Disease” con riffs a lo Black Label Society. Los momentos más modernos aparecen en la curiosa y extraña “Happy Zombies” con arreglos electrónicos sobre un ritmo tendido y recitante marcado por el bajo de Günt Auschrat, que vuelve a ser protagonista en la más cañera y dinámica “Fading Me Out”. Más metal actual y saturado para “When It All Ends” con algún toque acústico y atormentado, que aparece también en cierta medida en la densa y oscurilla “Sun Cries Moon” que me resulta bastante plana, mejorando en la agresiva y machacona “Last Chance To Throw Dirt” sobre todo por sus buenas melodías vocales y su solidez. Como podréis comprobar al escucharlo estamos ante un disco variado, con cierta originalidad, buen sonido y con temas claros, y dados los tiempos que corren poco más le podemos pedir a un trabajo de metal actual que, normalmente, acaban por saturarme.
Mariano Palomo

MAGIC KINGDOM “Symphony Of War”

(Limb Music)

En mi opinión hace ya bastante tiempo que el power metal en general, y el más sinfónico y pomposo en particular, no pasa por sus mejores momentos. Quizá por una saturación excesiva de la escena en su momento que se llenó de lanzamientos faltos de imaginación y originalidad, surgiendo grupos que apenas han tenido trascendencia con el paso del tiempo; o simplemente porque la gente ha crecido y se ha cansado de ellos comparándoles con los italianos Rhapsody (referentes absolutos del estilo que tampoco creo que estén en su estado más brillante, a pesar de su cambio de denominación añadiendo el “Of Fire” a su nombre hace unos años). Pero todavía quedan formaciones fieles a este sonido que tratan de aportar algo más que múscia para bandas sonoras a los fans del denominado “Hollywood Metal”. Es el caso de estos belgas llamados Magic Kingdom, a los que descubrimos en 2004 cuando sacaron su segunda entrega “Metallic Tragedy”, precedida de su debut discográfico en cinco años bajo el título de “Arrival”, y sucedida ahora por este “Symphony Of War”. Un título que refleja acertadamente el contenido de lo que encontramos en el disco, power metal lleno de arreglos y estructuras sinfíónicas, de temática épica y guerrera, salpicado por algunos momentos más crudos y directos. Dividen la estructura del disco en dos partes, la primera de ocho temas con entidad propia e independiente, y la segunda a modo de historia conceptual de cinco partes desarrollando una atormentada ficción durante casi media hora. Entre los temas de la primera mitad econtramos épica y pomposidad pura en la inicial “Symphony Of War” donde el doble bombo de Freddy Ortscheid machaca junto a unas teclas de Phil Gioradana que llenan sobre una más discreta participación del vocalista Olaf Hayer (Dyonisus, Luca Turilli) y del guitarrista y líder del grupo Dushan Petrossi (también en Iron Mask), repitiendo la fórmula Rhapsodiana en la más barroca “Evil Magician” dotada de buenos coros y mayor dinamismo, en la más sencilla e igualmente pomposa “In The Name Of Heaten Gods”, o en la más atemperada, guerrera y dramatizada “I’m A Lionheart”. Menos recargadas y más oscuras aparecen la rápida y machacona “Million Sinners World”, la cruda “We Rise” de aires tenebrosos en los que tiene que ver la participación de la voz gutural de Roma Siadletski, que vuelve aparecer en la tétrica y atropellada “Unholy Abyss” barnizada de un ligero toque operístico con unos curiosos coros en latín. Dejo para cerrar esta primera parte del disco la sólida y acelerada “Monte Cristo” que es de las que más me han llamado la atención por sus arropodas y profundas voces junto a unos buenos sonidos barrocos de guitarra y teclados. La pieza conceptual “Metallic Tragedy – Chapter 2: The Holy Pentalogy” es puro epicismo y teatralidad, desde su primera parte “Through The Sea Of Ice / Quest For The Holy Light” que se inicia con unos coros y teclas marciales seguido de una orquestación misteriosa y una grave voz en tono narrativo. La segunda parte “Before The Apocalypse / War Of The Black Angels”, más extensa, crea un ambiente plomizo y lírico con la participación de voces femeninas contrastando con la opaca de Siadletski, con monetos desgarrados y dramáticos, que se suceden en la tercera parte “At The Gates Of The Last Mystic Dragon Land” con un ritmo más rápido y descoordinado. Suavizan la atmósfera con los sonidos orquestales evocadores muy de banda sonora en el inicio de “Resurrection Of The Wizard / With The Gods Of Egypt On”, que rompe en su segunda parte con voces líricas e instrumentación inquietante a lo Kamelot. El cierre tanto a la pentalogía como al disco lo pone la pomposa y cabalgante “Tournament Of Hell” en un ejercicio de power metal épico en su máxima expresión y con todos sus elementos característicos. No se si es porque hacía tiempo que no escuchaba un trabajo de este género, o por su auténtica valía, pero el caso es que este tercer álbum de Magic Kingdom me ha parecido interesante y entretenido, y creo que puede agradar en buen grado a los seguidores de las sagas power metaleras de espadas y dragones.
Mariano Palomo

jueves, 2 de diciembre de 2010

TANKARD “Volume 14”

(AFM / Avispa)

Los veteranos thrashers germanos Tankard siguen dejándonos interesnates trabajos tras muchos años de trayectoria, mostrando una notable mejora en lo que a calidad y nivel tanto instrumental como compositiva en sus últimos lanzamientos. Incluso se muestran más serios y comprometidos en algunas de sus temáticas, pero sin olvidar por supuesto su lado más gamberro y festivo que les ha caracterizado durante toda su carrera. En este decimocuarto disco de estudio de los de Frankfurt me ha vuelto a llamar la atención como en su anterior entrega “Thirst”, el muy buen sonido de guitarras a cargo de Andi, mostrando una limpieza y versatilidad remarcables, junto a la solidez y eficacia que aportan Frank al bajo y Olaf a la batería. Por su parte Gerre sigue con su peculiar estilo vocal, pero también monstrando registros menos estridentes que antaño, bien acompañado por el resto de la banda en los coros marca de la casa que por supuesto siguen muy presentes. El disco se abre con la sombría “Time Warp”, de incio lento y marcial para romper agresiva y pesada, redondeada por un buen solo de guitarra doblado; se atemperan con la sencilla y crítica “Rules For Fools”, para acelerse y ponerse más machaones con la sarcástrica “Fat Snatchers (The Hippo Effect)” típicamente Tankard, al igual que en la crítica “Black Plague (BP)” en la que meten caña a la petrolera británica por su marea negra en la costa suroriental de Estados Unidos a base de thrash clásico con los coros resaltando sobre sus pesados riffs. La sencillez de “Somewhere In Nowhere” se abre camino con su sonido puramente thrash, al igual que “The Agency” donde las guitarras rasgadas ambientan el corte sobre su inquietante ritmo, para romper con la más delirante y humorística “Brain Piercing Öf Death” con un matiz más desgarrado. Por su parte “Becks In The City” resulta más fresca y sencilla con un buen estribillo claro, para densificarse a continuación con la más seria “Condemnation” de buenas voces y aceleradas guitarras. El cierre lo pone la más extensa “Weekend Warriors”, con aires hímnicos, riffs afilados, y logrados cambios de ritmo desde la profundidad de su solo de guitarra hasta su frenetismo final. Buen final para un buen disco, con los elementos típicos de Tankard presentes, pero más pulidos y en mi opinión ganando en calidad y limpieza lo que puedan perder en fiereza y diversión.
Mariano Palomo

VEGA “Kiss Of Life”

(Frontiers / Mastertrax)

El rock melódcio actual ve como irrumpe en escena un nuevo proyecto liderado por el vocalista británico Nick Workman, conocido por poner su voz a los hard rockeros Kick. Bajo el nombre de Vega y acompañado por el batería Dan Chantrey y por los prolíficos compositores e instrumentistas Tom (guitarra) y James Martin (teclados) responsables de poner su talento al servicio de artistas del nivel de House Of Lords, Sunstorm o Ted Poley entre otros. Entre todos han completado un trabajo en el que las melodías vocales de Nick sobresalen con fuerza y personalidad sobre unas composiciones limpias y elegantes en general, pero que me resultan algo huecas por momentos, sobre todo por la producción excesivamente sampleada, dejándose notar más los arreglos de telados que las guitarras y los coros reales. En cualquier caso el disco se deja escuchar con facilidad, con temas alegres y pegadizos como la incial “Into The Wild”, la más pomp “Staring At The Sun”, la curiosa “Another” donde resaltan sus juegos de voces, o la más alegre “S.O.S.” con su estribillo casi festivo. Más hard con ciertos aromas sinfónicos nos encontramos con “Hearts Of Glass” que ofrece mayores matices instrumentales, al igual que la más misteriosa “One Of A Kind” con un ritmo tendido que me recuerda mucho a la magnífica “Anytime Anywhere” de Gotthard, y que acaba por parecerme de las más interesantes, junto a la clara de buen ritmo “Stay With Me” en la que comparecen en mayor medida las guitarras de Tom, y a la envolvente “Wonderland” donde los teclados mandan junto a la gran voz de Nick. Más planas y huecas me han parecido los medios tiempos “What It Takes” a pesar de su intensidad, y la más monótona “Too Young For Wings”, mientras en un segundo escalón colocaría las actuales “Kiss Of Life” y “Headlights” ambas mejoradas por sus buenos estribillos sobre unos ritmos más suaves. Lo dicho, un disco asequible, con la destacada presencia de Nick Workman en unos registros menos rockeros y más melódicos de los que le habíamos escuchado hasta ahora, pero con un sonido excesivamente artificial para mi gusto.
Mariano Palomo

miércoles, 1 de diciembre de 2010

NELSON “Perfect Storm – After The Rain World Tour 1991”

(Frontiers / Mastertrax)

Casi veinte años hemos tenido que esperar para poder escuchar oficialmente como sonaban Nelson en directo durante la gira de presentación de “After The Rain”. Con este lanzamiento los norteamericanos muestran su capacidad de convocatoria, sobre todo entre el público femenino que no para de hacerse notar con sus chillidos histéricos por momentos, y lo bien que defendían sus temas en vivo con una gran labor vocal. Queda la instrumentación algo menos presente, normal si tenemos en cuenta que el sonido bootleg domina la obra, a pesar del trabajo de guitarras del que se encargan el propio Gunnar, Brett Garsed y Joey Catchcart, y de la más resaltable pagada del tremendo Bobby Rock a la batería y de Matthew Nelson al bajo. En el disco se dedican a interpretar casi en su integridad “After The Rain”, desde el incio con la instrumental tapada por los chillidos “On With The Show” que da paso a la enganchante “Fill You Up” en la que hacen participar al respetable, sucedida por una más tímida “More Than Ever”, y por una regular “Only Time Will Tell”. A continuación nos encontramos con una curiosa instrumental “Uluru” que arranca con aire oriental, mezclaada con algunas notas de “Back In Black” de AC/DC, para acabar már rockera, y dar paso a la coreada “Will You Love Me”. Momento álgido con el mega hit “Can’t Live (Without Youir Love And Affection)” algo más suave que en estudio, y con la sorpresiva “Two Heads Are Better Than One” llena de energía guitarrera con su ritmo vacilón y contagioso. Les queda más justita la electroacústica “Bits And Pieces”, mejorando con sobre todo con las voces de “After The Rain”, que rematan con posteriormente con un curioso solo de batería a cargo de Bobby Rock y por la despedida antes del interludio que da paso a los bises. Unos bises que se inician con el gran medio tiempo “Everywhere I Go” que alargan con cambios de ritmo y con un final más festivo para cerrar el directo en sí, que no el disco que completan con un tema en estudio “Keep One Heart” a modo de bonus track, que no dice gran cosa con sonidos acústicos y pulsados algo pop rockeros. Como documento no está mal, pero tampoco pasará a la historia como uno de los mejores directos de la historia.
Mariano Palomo

NELSON “Before The Rain”

(Frontiers / Mastertrax)

Aprovechando el tirón del regreso discográfico de los rubios Nelson, su compañía discográfica, Frontiers, lanza en estos días dos CD’s con material de archivo, uno en directo perteneciente a la gira de presentación de su celebérrimo “After The Rain”, y otro, que es el que nos ocupa en este caso, previo al lanzamiento del mismo y en el que se incluyen sus maquetas con las que llamaron la atención del cazatalentos de Geffen Records John Kaelonder. No sólo aparecen los temas que luego formaron parte del debut discográfico de la banda y que ya sonaban prácticamente como las pudimos disfrutar una vez producidas y mezcladas con mejor sonido, si no que también nos encontramos con “You’re All I Need Tonight” uno de los temas que incluyen en su nuevo trabajo, y sobre todo con un puñado de temas inéditos hasta ahora que no desentonan en absoluto y que resultarán lo más interesante del disco para los fans del grupo. Temas rockeros como la animada “Let’s Get This Show On The Road” con detalles sureños, la más A.O.R. pero igualmente guitarrera y agresiva “It’s Gotta Get Better” con un gran estribillo a dos voces, o la más cañera y hard rockera y llena de actiud “Runnin’ Otta Time (The Silence Is Broken)” que me recuerda un poco a los escoceses Gun. El típico sonido Nelson mezclando guitarras eléctricas y acústicas aparece en la alegre y melódica “Far Away From Home”, en el medio tiempo “Love Is All We Got”, o en la más puramente acústica con un ligero apunte slide guitar “Avalon” que les queda resultona pero algo hueca. Las que menos me han llamado la atención han sido los temas más lentos, una curiosa “Senorita” con un cierto toque latino, la cálida balada “I Wish” en la que dejan buemos apuntes de guitarra y voces, y la excesivamene wimp casi pop “That’s Love” que me suena algo pachanguera. En definitiva un buen documento que sirve para recordar la primera etapa del grupo y que nos descubre unos cuantos buenos temas que se quedaron en el camino.
Mariano Palomo

PRIME SUSPECT “Prime Suspect”

(Frontiers / Mastertrax)

Llevábamos un tiempo sin tener noticias de uno de los artistas más activos y talentosos de la escena italiana, el versátil teclista Daniele Liverani. Lo último que nos ofreció a nivel discográfico fue la última entrega del brillante proyecyo Khymera compartiendo protagonismo instrumental con el guitarrista Tommy Ermolli y el batería Dario Cicciloni. Ahora vuelve el trío transalpino con lo que debería ser su continuación pero bajo la denominación de Prime Suspect, completándose la formación con el bajista Mauro Catellani y con el vocalista Olaf Senkbeil que se dio a conocer con la banda alemana Dreamtide. En este nuevo disco encontramos similitudes con el sonido de Khymera, muchas y cuidadas melodías, buena presencia de coros, temas enganchantes, y algo más de variedad estilística pero siempre sobre la base del rock melódico elegante. Desde el puro y claro A.O.R. de “What Do You Want?” que engancha con su estribillo y con la envolvente voz de Olaf, tornandose en una onda más scandi en la ultra comercial “I’ll Be Fine” que atrapa a la primera con su estribillo ganador y su arie optimista. Continua el ritmo alegre y desenfadado con “I Would Like To Reach The Sun” más pomposa y sencilla, o en la dinámica y más técnica “Watch Me” con unos curiosos arreglos de teclas de Liverani y unas buenas voces de lo Canatta. En esa misma onda técnica se mueve “Deep In My Heart”, con unas voces muy curradas junto a unas suaves guitarras, que tambien comparecen en el tranquilo medio tiempo “Hear Me Calling” de aires evocadores y bucólicos, o en las más épico-sinfónicas a lo Magnum / Royal Hunt “Change The World” a medio tiempo con guitarras rasgadas y “It Could’ve Been You” con las teclas más presentes. Se completa el CD con la suave balada “I Never Knew” que se endurece por su distorsionado y afilado solo de guitarra a cargo de Ermolli, que recuerda al mismísimo Steve Lukather con el solo más técnico y jazzie a lo Toto de “So Strange”. Buen disco que va ganando con las escuchas y en el que se van descubriendo matices y detalles dentro de una estructura más elaborada de lo que pudiera parecer por su fácil llegada al oyente.
Mariano Palomo