viernes, 13 de diciembre de 2013

BOSTON "Life, Love & Hope"

(Frontiers / Mastertrax)

Si había un lanzamiento que estaba deseando que llegara desde que se anunció era el del sexto trabajo en estudio de los míticos Boston (sí, seis discos en casi cuarenta años de carrera, con calma) y la verdad es que la decepción ha sido notable. Varios factores hacen de este “Life, Love & Hope” un disco menor, sobre todo por su sonido para mi gusto sin apenas chispa ni empaque. Aunque seguramente todo venga propiciado por el hecho de que este más que un CD de Boston, podría considerarse casi como el proyecto de Tom Scholz, único miembro original de la banda que permanece a día de hoy en la misma, y que se encarga prácticamente de todo, desde la composición a la producción, además de tocar la mayoría de los instrumentos, con desigual resultado.
Otro de los factores que bajan la nota del disco es la escasa aportación creativa en forma de temas nuevos, rescatando tres de los cortes de su anterior entrega “Corporate America”, que tampoco es que me pareciera ninguna maravilla, pero que a la postre acaban siendo de los más destacados, sobre todo por la presencia en dos de ellos de el tristemente fallecido Brad Delp poniendo su inconfundible voz. Estos dos temas son la suave y elegante “Didn’t Meant To Fall In Love” llena de delicadas melodías de voz y guitarra en las que se insertan unos originales aportes de teclados y de guitarra española, y la cálida “Someone (2.0)” en la que a pesar de su coletilla “2.0” no aprecio cambios significativos respecto a su versión primigenia de 2002. El otro tema en el que participa Delp es la inédita hasta ahora “Sail Away” tema lento con un punto dramático que transmite bastante con gusto y sentimiento, aunque seguramente tenga más peso por su mensaje referente a la gestión gubernamental de la crisis del huracán Katrina que por su aportación meramente musical.
En el tercer corte rescatado de “Corporate America” sí que aprecio alguna diferencia más palpable respecto al original, se trata de “You Gave Up On Love (2.0)”, se reduce su duración alrededor de un minuto, las voces cambian encargándose de las mismas Kimberley Dahme, Tommy Decarlo y el propio Tom Scholz dándola más color, y se salpican bonitos detalles de flauta, guitarra y teclados, acabando por ser de las que más me han convencido.
En cuanto a los temas nuevos la mayoría amagan pero no acaban de dar, caso del medio tiempo “Love Got A Way” muy bonito, con unas guitarras y armonías vocales con Scholz como voz principal bastante correctas, pero sin chicha, acabando por resultar sosa, como le sucede a la balada “If You Were In Love” también con Kimberly Dahme a la voz, tan delicada y susurrante que puede acabar por resultar somnífera.
Afortunadamente también hay temas animados y con mayor ritmo, como la inicial “Heaven On Earth” que tiene toda la esencia Boston, con sus inconfundibles melodías ya acordes pero todo amortiguado, sin la energía de antaño, sobre todo en lo que al sonido de batería se refiere realmente pobre y prefabricado, y eso que la labor vocal de David Victor y Louis St. August es más que reseñable. Mejora el asunto en cuanto a brillo y solidez con el tema título “Life, Love & Hope” otro de los más destacados en el que curiosamente la voz un tanto opaca de Tommy De Carlo resulta realmente bien dentro de su alegre melodía completada por los coros de Jeff Neal y de Scholz, repitiendo junto a Jude Nejmanowski para la sencilla y optimista “Someday”que sin ser la panacea si resulta agradable aunque algo irregular con algún curioso aporte de armónica de Curly Smith.
Se cierra el CD con el medio tiempo “The Way You Look Tonight” que me ha ido convenciendo más a base de reiterar su escucha por su propuesta envolvente con la aterciopelada voz de De Carlo una vez más bastante efectiva, aunque acabe por resultarme menor en conjunto por la oquedad de su base rítmica, completándose la obra con la bonita y breve instrumental “Last Day Of School” en la que Scholz exhibe su depurada técnica como guitarrista, algo en lo que quizá creo que debería centrarse más y olvidarse de otras labores para las que podría contar con otros músicos, porque al final normalmente “el que mucho abarca, poco aprieta”, que creo que es lo que le ha sucedido en este disco que apenas llega para mí al aprobado raspado. Imagino que la pérdida de Brad Delp y todas las vicisitudes por las que ha pasado Boston en los últimos tiempos tendrán mucho que ver en el resultado final, pero de los mejores siempre se espera lo mejor, y desgraciadamente en este caso hace tiempo que no es así, esperemos que puedan remontar el vuelo.
Mariano Palomo

jueves, 12 de diciembre de 2013

PHANTASY "En Tierra De Lobos"

(The Fish Factory)

Después del reciente y por lo visto no demasiado positivo intento de reunión de Cráneo, su vocalista Johan Cheka vuelve a la carga con un nuevo y ambicioso proyecto bajo el nombre de Phantasy. Una aventura inspirada, según indica la propia nota de prensa del lanzamiento, en los Avantasia de Toby Sammet, sin duda un brillante aunque difícilmente emulable referente. En su resultado final puede asemejarse en cuanto a estructura y filosofía a la obra del rubio genio alemán, pero está algunos peldaños por debajo en lo que a sonido y brillantez se refiere. Y no es que esté los temas estén mal, ni que los músicos participantes sean menores, ni muchísimo menos, pero cuando uno se pone un listón tan alto resulta complicado franquearlo limpiamente.
Así pues, obviando la metal opera por excelencia de los últimos tiempos y centrándonos en este “Tierra De Lobos”, hay que decir que nos encontramos con composiciones versátiles y variadas, con un sonido bastante ochentero en muchos momentos, y con la figura de su alma mater vocal resultándome más convincente que otras ocasiones, bien acompañado por grandes voces que dejan su huella, al igual que los instrumentistas que participan junto al cuarteto principal. Un cuarteto conformado por el citado Johan Cheka a la voz, junto al híper activo Miguel A. López “Cachorro” a la guitarra, y los ya ex del proyecto Antonio Tejada (Cráneo) al bajo y Pol DQ (Black Rock) a la batería, cuyos puestos ocupan respectivamente a día de hoy Peri Díaz (ex Mago de Oz, Vinotinto) y Bernardo Ballester (ex Santa, ex Ñu).
El inicio pomposo y orquestal de “Sólo Una Noche Más” despista un poco ya que lo encontramos es un tema heavy rockero y cañero rompiendo con unos afilados riffs compartiendo primeros planos con una cuidada melodía vocal llena de energía con la voz de Johan matizada por la de Natalia Martín (Casa De Fieras) y por unos teclados en segundo plano a cargo de José Barta (ex Ñu, Júpiter) al que bien podemos considerar como quinto miembro del grupo ya que participa en sus directos y en ocho de los diez temas de este disco. Reseñable también en este tema un gran solo de guitarra de Manolo Arias (Atlas, Niagara, ex Ñu).
Tras este incendiario comienzo nos encontramos de repente con la calidez de la voz de Julio Castejón (Asfalto) abriendo de forma pausada “El Tiempo Que La Noche Robó”, alternándose con la de Cheka que canta en un tono muy similar a la de Raúl Santana (ex Asfalto), tanto en esa parte inicial más calmada como cuando acelera el tema creando momentos brillantes y punzantes. Pasan a territorios más heavies con “Veneno En La Piel” de rítmicas marcadas y aires guerreros, dinamizados por los aportes de órgano de Barta y de guitarra de Cachorro, a los que acompaña Juanjo Melero en la ochentera “Niño Desarraigado” dando empaque al corte junto a Natalia que vuelve a respaldar el estribillo con su potente voz.
Cambio de voz femenina para “La Historia” con protagonismo casi total para Bella Dianez (Antalgia) que en un tono más lírico y atormentado muestra su talento de forma apasionada y técnica dentro de una estructura más teatral, volviendo a la crudeza cadenciosa en la repetitiva “Grito De Amor” más sencilla estructuralmente pero con interesantes detalles de guitarra. Aunque para cadencia envolvente setentera a lo “Mistreaded” la que marca el desarrollo inicial del medio tiempo “Frío” pura insinuación sensual con una intensa alternancia vocal entre Johan y Natalia en su estribillo, de nuevo con Juanjo Melero dejando detalles con su guitarra, junto a otros tres destacados invitados, el citado Peri al bajo, su ex compañero Sergio Cisneros “Kiskilla” a los teclados y José Marshall (Casablanca, Marshall Monroe) a la batería.
Barta recupera su puesto en los teclados para ambientar la elaborada con tintes progresivos “Quise” luciendo las buenas cualidades técnicas instrumentales y vocales de los protagonistas de la obra, para sorprender seguidamente con una fiel versión de “El Sitio De Mi Recreo” clásico de Antonio Vega que interpretan con suave gusto y sensibilidad. Para cerrar recuperan la ambientación más teatralmente heavy, casi power con “No Es Tarde Para Ti” marcando un acelerado ritmo que irrumpe en su lírico inicio dentro del que se desarrolla un potente duelo vocal entre Johan Cheka y Bella Dianez sobresaliendo sobre las virguerías orgánicas de Barta y las poderosas guitarras de Cachorro.
Un disco al que se le adivinan muchas horas de trabajo previo, con un notable nivel musical y compositivo, pero con algunos detalles mejorables como su producción, menos potente de lo deseable para mi gusto haciendo que los temas brillen menos de lo que creo que podrían hacerlo, y con cierta discontinuidad en su desarrollo para conformar lo que parece querer exponer, con más intención que efectividad por momentos, pero en cualquier caso resultando interesante y ganando puntos al descubrir nuevos detalles en cada una de sus escuchas.
Mariano Palomo

ANGELICA "Thrive"

(Frontiers / Mastertrax)

Después de darse a conocer hace unos años con The Murder Of My Sweet, la vocalista sueca Angelica Rylin se lanza ahora en solitario con su primer trabajo discográfico, eso sí, ayudada en la producción por su polifacético compañero Daniel Flores, y acompañada por un puñado de buenos músicos que dejan su impronta en el disco. Un disco que suena bastante distinto a lo que nos había mostrado con su banda primigenia donde desarrollaban una labor más discreta dentro de un estilo cercano al hard-metal gótico perdiéndose entre excesivos arreglos orquestales. Ahora parece encontrarse más cómoda explotando su veta más A.O.R. e incluso pop rockera recordando mucho más a los nombres más reconocidos del género, sobre todo a su paisana Erika.
Instrumentalmente el disco es notable, con buena presencia de guitarras pero siempre con los teclados de Flores como referente principal, y con una base rítmica que cumple perfectamente su labor sin excesivos alardes, completando un sonido claro y asequible a cualquier oído, aunque con ese deje más popero que a alguno le puede echar un poco para atrás. De hecho esto me sucedió al escuchar los primeros acordes sintetizados de “Breaking My Heart” que afortunadamente va ganando enteros con su estribillo pegadizo y con un solo de guitarra cañerito a cargo de Magnus Karlsson (Primal Fear).
Sigue la misma línea la positiva “I Am Strong”, con mayor lucimiento de Angelica por sus buenos repuntes vocales dentro de una estructura pop-A.O.R. comercial a lo Robin Beck, y de nuevo con otro buen y melódico solo de guitarra, en este caso de la mano de un sorprendente Jesper Stronblad (In Flames), para poperizarse un poco más en la agradable “To Your Rescue” con menor presencia guitarrera por parte del guitarrista titular Per Bergquist, que deja su cuota de protagonismo a Mats Lindorfs en el solo de la sólida balada “Can’t Stop Love” con una Angelica apasionada y profunda, y de la alegre “Nothing Else You Can Break” que es puro Erika con su melodía de voz doblada en el estribillo, al igual que el medio tiempo “Losers In Paradise” tan suave pero como intenso.
Continúa el disco con las más lineales “Riding Out The Storm” con una instrumentación más discreta y con una melodía vocal expresiva y cálida subiendo con nivel en su estribillo reiterado, y “Rain On My Parade” A.O.R. con toques hi-tech en la que los sonidos sintetizados brillan con nitidez, como sucede en mayor medida con las más poppies y pegadizas “You Will Never Win” cortada por algún guitarrazo a cargo de Bergquist, y “This Kiss Is Just For You” menor en cuanto a nivel instrumental dejando que Angelica se luzca con buenos registros matizados.
El final llega con “I’m Not Waiting” menos previsible que el resto por la participación más destacada en segundo plano de voces masculinas (Anders Wigelius, Daniel Flores) dando un color distinto dentro de unos arreglos más modernos, y con el optimista medio tiempo “Take Me To Your Heart” que cierra de manera intensa y brillante por su compacidad y llegada cortando con rasgueos una tremenda melodía vocal, rematándola con un buen solo de guitara de Matt Guillory (James LaBrie), dejándonos con un gran sabor de boca. Un disco que a pesar de tener muchos sonidos sintetizados y bastantes melodías edulcoradas suena muy real y compacto en general, para nada lo artificial que estamos acostumbrados hace tiempo con otros proyectos, y que sin acabar de volverme loco me resulta bastante creíble y competente.
Mariano Palomo

miércoles, 11 de diciembre de 2013

BENEDICTUM “Obey”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras crear cierta expectación en los círculos heavy metaleros con su irrupción discográfica en 2005 con “Uncreation” los californianos Benedictum han ido avanzando en su carrera sin excesiva repercusión multitudinaria, dos trabajos más en estudio inferiores al debut, y ahora este “Obey” con el que tampoco es que experimenten un crecimiento reseñable. Moviéndose bajo las mismas premisas de sus anteriores discos vuelven a facturar un puñado de canciones de heavy metal americano, sin muchos matices ni aristas, y a las que algo más de dinamismo les vendría muy bien.
Siempre con la arrebatadora figura de Veronica Freeman al frente, una vocalista poderosa de intimidante imagen que en lo puramente musical muestra un correcto nivel pero sin resultarme demasiado original ni rompedora, a la que acompañan el guitarrista Pete Wells, el bajista Aric Arvina y el batería Rikard Stjernquist (ex Jag Panzer), cumpliendo igualmente todos ellos su cometido con igual corrección pero sin resaltar por nada especialmente, resultándome bastante monótonos.
Seguramente la impresión de monotonía que desprende este “Obey” venga dada por la forma un tanto mecánica de desarrollar sus temas, el sonido no es malo, se adivinan buenas cualidades técnicas sobre todo por parte de Wells, pero la verdad es que lo que se dice transmitirme, me transmite más bien poco. También puede ser por lo plomizo y oscuro de la ambientación general del álbum, desde el inicio con la intro “Dream Of The Banshee” que nos lleva hasta “Fractured” tétrica y hueca, salvo por los citados aportes de algunos licks de guitarra.
Igualmente pesado me parece el tema título “Obey” agresiva pero sin brillo, roma y machacona, salvada por algún ligero acelerón en su ritmo, que aumenta en la más actual y competente “Fighting For My Life” marcada por algunos efectos interesantes y por unos agresivos golpes de voz, que siguen agriándose en el estribillo de la más dinámica “Scream” que mejora mínimamente respecto a sus predecesoras.
Llegamos a la parte central del disco con los tres temas que más me han convencido: “Evil That We Do” por sus buenas guitarras recordándome a los Megadeth más heavies engarzadas dentro de una sencilla y pegadiza melodía vocal con buenos coreos; “Crossing Over” más pesada pero con buenos riffs clásicos y cabalgantes junto a la voz de Veronica más matizada dentro de una misteriosa ambientación; y “Cry” un intenso medio tiempo en el que Tony Martin (Black Sabbath) pone su voz dando nivel melódico al tema junto a la de la vocalista titular resultando una buena combinación dentro de una instrumentación más ligera.
Casi a la misma altura de la tripleta anterior situaría a la rápida “Apex Nation” sencilla y eficaz composición en la que la guitarra lleva el peso cortando la áspera pero limpia voz de Veronica, y un peldaño por debajo a “Thorn” que empieza pesadita y sin chispa pero que se anima en algunas fases hasta parecerme competente, al contrario que “Die To Love You” que nunca acaba de arrancar con unos aires místicos pesadísimos.
El final lo pone “Retrograde” el tema más extenso del disco que en sus más de siete minutos se hace larguita por su sórdida ambientación con algún toque progresivo a lo Savatage en algún cambio de ritmo y algunos arreglos que, en cualquier caso, no pasan de maquillarla ligeramente dentro de su pesadez. En fin, como sucede con el CD en su conjunto, que tiene momentos interesantes e intensos, pero que en general no ha conseguido que Benedictum vuelvan a llamar mi atención, puede a los seguidores de sonidos más densos les convenza más que a mí.
Mariano Palomo

martes, 10 de diciembre de 2013

ROYAL HUNT “A Life To Die For”

(Frontiers / Mastertrax)

Hace un par de años Royal Hunt recuperaban su mejor nivel con la vuelta del cantante norteamericano DC Cooper publicando un gran álbum como es “Show Me How To Live”, un disco de apenas siete temas y alrededor de tres cuartos de hora de duración que recogía lo mejor de André Andersen y compañía. Ahora repiten fórmula en cuanto a números de temas y duración con este “A Life To Die For”, que también ha terminado por conquistarme, aunque en un principio echaba en falta algo más de punch e inmediatez en las composiciones. Al final, la clase y el talento tienen que salir a relucir aunque sea a base de reiterar las escuchas para sacarle todo el jugo a los temas.
Seguramente tendrá mucho que ver con esa primera impresión no tan positiva el hecho de que el disco se abra con el tema más largo del mismo “Hell Comes Down From Heaven” que se va casi hasta los diez minutos de duración, con un misterioso inicio prácticamente a modo de intro con piano y orquestación que va creciendo haciéndose más rotunda a lo largo del corte entrando la guitarra de Jonas Larsen, algo tímida para mi gusto, algo de lo que adolece en todo el CD, dejando mayor protagonismo para las teclas omnipresentes de Andersen y para las melodías de voz de Cooper en tono medio recitante hasta que sube rodeada de coros femeninos en segundo plano con ese aire neoclásico y dramático que tan bien maneja.
Mayor protagonismo femenino para el dulce inicio vocal de “A Bullet’s Tale” roto bruscamente por la instrumentación característica de la banda pero sin mantener la velocidad constante, con vaivenes de ritmo con la batería de Allan Sorensen marcando el tempo con precisión junto al pluriempleado bajista Andreas Passmark (W.E.T., Work Of Art), tema correcto pero algo falto de chispa para mi gusto y que sí aparece en los dos siguientes más directos dinámicos.
El primero “Running Out Of Tears” tremendamente melódico con una base y ritmo más hard con el bajo muy presente, sin olvidar los teclados ni la orquestación, pero marcado más por un reiterado estribillo ganador que entra fácil quedándose a la primera. Algo más escondido está en la intensa “One Minute Left To Live” a pesar de lo cual se ha convertido en una de mis favoritas del disco por su ambientación inquietante y su solida pegada sobre la que Cooper desarrolla sus mejores cualidades sin necesidad de alardes pero repuntando con potencia cuando es preciso, acompañado en esta ocasión por la aportación más virtuosa de Larsen que se marca un trabajado solo emboscado entre el mar de teclas de Andersen.
También luce bastante el hacha alargando el final del romántico medio tiempo “Sign Of Yesterday” evocadora y sólida pieza muy bien construida sobre su melodía de teclados orquestados rodeados del halo atormentado tan del gusto del líder del grupo, que tira de vena más pomposa y teatral en el comienzo de “Won’t Trust, Won’t Fear, Won’t Beg” relajada casi de inmediato por unos ritmos tranquilos cortados por golpes de voz líricos encajados entre los repuntes instrumentales que marcan su desarrollo rítmico.
Suben una marcha en el final con el tema título “A Life To Die For” que empieza a medio gas para ir cogiendo ritmo e intensidad con una instrumentación más cruda, con una orquestación menos apabullante dejando más espacio a las guitarras, y por supuesto a la enorme voz de Cooper que acaba en un decrescendo dramatizado casi operístico. Buen final para un buen disco que sin llegar al nivel de su predecesor supone una más que digna continuación, y que podremos disfrutar en directo el próximo mes de marzo por España cuando vengan a presentarlo.
Mariano Palomo

REO SPEEDWAGON “Live At Moondance Jam”

(Frontiers / Mastertrax)

Clásicos entre clásicos del rock melódico americano, Reo Seepdwagon me atraparon por completo cuando tuve la suerte de poder disfrutar de su buen hacer en directo hace ya unos años en el Sweden Rock Festival. Hasta entonces no les había prestado demasiada atención, temas sueltos, las baladas habituales de los recopilatorios ochenteros y poco más, seguramente yo era demasiado “heavy” y me parecían muy “moñas”. Pero fue tal el impacto que me produjeron con su actuación, una de las que más me han impresionado en mi vida, que desde entonces he indagado en su pasado redescubriendo álbumes magníficos y he seguido cada uno de sus lanzamientos y movimientos con la esperanza de poder volver a gozar de su ejecutoria en vivo. De momento tendré que conformarme con degustar este nuevo disco registrado en directo durante la edición 2010 del festival Moondance Jam de Minnesota donde Reo Speedwagon compartieron cartel con Lynyrd Skynyrd, Pat Benatar, Buckcherry o Sammy Hagar entre otros.
Coincidió el concierto con el trigésimo aniversario del disco más exitoso de la banda, “Hi Infidelity”, algo que se encargó de recordar repetidamente del carismático vocalista Kevin Cronin a la hora de presentar los temas, siendo los cuatro primeros pertenecientes al mismo, comenzando por la motivante “Don’t Let Him Go” sonando magnífica, con esas armonías vocales que llenan todo pero con una instrumentación igualmente impoluta, incluyendo un curioso detalle de teclados aflautados a cargo de Neil Doughty que se marca una master class a lo largo de todo el disco.
Conviene no obviar el nivelazo de todos y cada uno de los músicos de la banda, Dave Amato rockero y elegante con su guitarra según lo requiera la ocasión sobre la técnica y brillante base rítmica conformada por Bruce Hall y Brian Hitt, bajista y batería respectivamente, y siempre como decía con ese barniz increíble que dan todos ellos con sus voces arropando a la de Cronin con unos coros al alcance de muy pocos. Basta con seguir escuchando delicias del calibre de “Keep On Loving You” probablemente una de las mejores baladas de la historia del rock, o al menos de las más radiadas, con esos sonidos de piano inconfundibles, que siguen presentes en clave más acústicamente rockera y algo country pero igualmente romántica para “In Your Letter”, cerrando la representación de “Hi Infidelity” con otra joya como “Take It On The Run” en la que el sentimiento lo envuelve todo dejando participar al público para que coree su estribillo en vacío creando un espectacular clímax.
El resto del concierto discurre con temas setenteros en su mayoría, desde la rockera “Keep Pushin’” llena de positividad con un buen balance de teclas y guitarras creando un ambiente festivo que se torna más insinuante con la extensa sinfónica “Golden Country” con destacada presencia de sonidos de órgano de cadencia lenta que va creciendo sobre las guitarras de Amato, para volver a los baladones con “Can’t Fight This Feeling” otra vez con el piano y la voz más nasal y reconocible de Cronin rodeada de coros creando pura magia.
Vuelve la fiesta y el movimiento con “Like You Do” de ritmo cortado y mucho rollo vacilón con la percusión de Hitt precisa y atinada para que Amato y Doughty vuelvan a explayarse con un nivelazo espectacular, pasando a ambientes más acústicos con la preciosa “Time For Me To Fly” de nuevo con el público participando en su estribillo sobre el rasgueo de cuerdas y los teclados sinfónicos que la sostienen.
Un mini solo de bajo da pie a la penetrante línea melódica de guitarra de “Back On The Road Again” donde el propio Hall se hace cargo de la voz principal en un tono más grave que el de Cronin que también apoya en segundo plano para dar cuerpo a un señor temazo que engancha durante sus más de ocho minutos de duración, enlazando con la no menos brillante “Roll With The Changes” con unos teclados majestuosos a los que da réplica una cristalina guitarra aguda que empasta con los coros marca de la casa.
Vamos llegando al final con la evocadora “Riding The Storm Out” ambientada con uno sonido de gong y platos tormentosos para llevarnos sinuosamente hasta uno de los momentos cumbres del disco con este temazo que podría servir como ejemplo de hard sinfónico plenamente vigente a pesar de tener ya cuarenta años. Algo más aún tiene la bailonga “157 Riverside Avenue” rescatada del primer trabajo del grupo y que sirve para cerrar en todo lo alto a ritmo de fiesta rockanrolera con un Cronin espectacular luciendo capacidad vocal jugando con el público.
Esperemos que este fin de fiesta tenga continuidad en un futuro próximo y ojalá podamos volver a disfrutar de esta pedazo de banda tanto en estudio como en directo.
Mariano Palomo

lunes, 9 de diciembre de 2013

SAGA “Spit It Again – Live In Munich”

(Ear Music)

Nuevo disco en directo de uno de los referentes dentro del rock sinfónico de siempre, los canadienses Saga. Tras la vuelta del hijo pródigo, el vocalista Michael Sadler, nuevamente la formación más tradicional con los hermanos Crichton (Jim, bajo y teclados, e Ian, guitarra) junto al teclista Jim Gilmour y al recientemente incorporado Mike Thorne a la batería, nos dejaron hace casi dos años “20/20” un buen trabajo en estudio de cuya gira de presentación ahora nos ofrecen este directo registrado en Múnich, prácticamente su segunda casa.
Aunque la verdad es que es más un grandes éxitos en directo de su etapa de finales de los setenta y principios de los ochenta, ya que la mayoría de los temas que componen este doble CD y DVD pertenecen a esos años, con algún mínimo guiño a los noventa-dos mil y únicamente tres temas del citado “20/20”. Uno de ellos “Anywhere You Wanna Go” se encarga de abrir con su envolvente y majestuoso sonido el primer volumen con su clarísimo estribillo algo robótico pero tremendamente comercial en el que Sadler se reencuentra con su público prácticamente como si sus dos años de ausencia no hubieran pasado.
Póquer de clásicos para continuar con la intensa y técnica “Mouse In A Maze” con la base rítmica brillando, seguida por la sinfónicamente épica “Careful Where You Step” en la que el público participa con sus rítmicos palmeos que también aparecen dejando que la clase y encanto fluyan en la nítida “The Perfectionist”, a la que sucede la más movida y extensa “You’re Not Alone” con destacada presencia de sonidos sintetizados y progresivos.
Momento solemne con el inicio de la actual “Spit It Again” roto a base de pegada y voces rotundas motivantes sobre un suave lecho de teclados, que cogen mayor altura dentro de una orgia de sinfonismo progresivo en la instrumental “Crokentellis” a base de virtuosos aportes de cada uno de los músicos que se exhiben sin resultar cansinos, algo más difícil de conseguir de lo que parece. Vuelta a los ochenta con la animada “The Flyer” resultando potente y pegadiza metiendo al público en su estribillo, para seguir participando dentro de “Fish Beat” un entretenido solo de batería a cargo de Thorne que cierra el primer CD.
El segundo CD comienza de nuevo con un tema de “20/20”, en este caso la dinámica “Six Feet Under” con cierto aire cibernético en el que la presencia del bajo de Jim Crichton se deja notar junto a la técnica guitarra de su hermano Ian, dentro de un contexto progresivo de altura, que se torna más puramente sinfónico e inquietante en la compacta “The Cross”. A partir de aquí y hasta el final todos son temas anteriores al ’83, con especial incidencia en el álbum “Worlds Appart”, comenzando por la suave “Time’s Up”, llena de calidez de nuevo con la concurrencia participando junto a la voz y el piano de Sadler, continuando en la misma línea con “Scratching The Surface” más dramatizada y expresiva.
Siguen los sonidos de teclas marcando el ritmo en la extensa “Tired World (Chapter 6)” que va oscilando con partes más lentas y cadenciosas en sus ocho minutos de duración, resultando más divertida “Humble Stance” con mayor brillo para la guitarra de Ian Crichton, que rivaliza a continuación con las teclas de Jim Gilmour en la potente “On The Loose” acogida con entusiasmo por el respetable, al igual que la más espacial “Wind Him Up” siguiendo los mismos técnicos parámetros que la anterior.
Llegamos al final con la brillante y asequible “Framed”, llena de vivacidad con un ligero deje A.O.R. ochentero en su melodía de voz y guitarra, para rematar la faena de forma más sinfónica y evocadora con las teclas de “Don’t Be Late (Chapter 2)” marcada otra vez por la participación del público que acaba entregado en un rush final acelerado y más rockero. Buen cierre para un entretenido disco, quinto en directo de Saga en los últimos ocho años por cuatro en estudio, que muestra a una formación perfectamente engrasada dentro un magnífico engranaje sinfónico-progresivo lleno de calidad y talento.
Mariano Palomo