viernes, 21 de noviembre de 2008

TANKARD “Thirst”

(AFM / Avispa)

Nuestros buenos amigos cerveceros de Fankfurt vuelven a la carga. Tras el recuerdo a sus clásicos que supuso el pasado año el recopilatorio “Best Case Scenario: 25 Years In Beers” y su posterior gira de la que pudimos disfrutar por estas tierras, recuperan el pulso de las grabaciones con una decena de nuevos cortes en los que además de mostrar una mayor madurez y nivel instrumental, observo una mayor inclinación a sonidos puramente heavy metaleros y menos thrashers, aunque por supuesto siguen presentes al igual que la vena humorística y etílica que nunca falta ni debe faltar. Los ritmos más machacones y las guitarras más saturadas, pocas por cierto, las encontramos en la inicial “Octane Warriors”, en la más atormentada y simple “Echoes OF Ferar”, y en la frenética y algo histérica “Hyperthermia” donde Gerre se vuelve algo loco, mientras Andy desgrana uno de los buenos solos con que adorna el trabajo. Por su parte Frank con el bajo y Olaf con la batería a lo suyo, dando cera y atropellándose un poco en algunos momentos como en las agresivas “Deposit Pirates” en la que destaca su buen estribillo, al igual que en la típicamente cervecera marca de la casa “Stay Thirsty” que sube el nivel. En la vacilona “G.A.L.O.W.” se desparraman más con Gerre desgarrando su voz mientras corta el ritmo puramente thrasher, como sucede en la final “Sexy Feet Under”, más pesada en la que oscurecen su sonido. La diversión sigue en la irónica “Myevilfart” en la que a base de impetuosas voces y limpias guitarras tratan los efectos secundarios de las digestiones pesadas, poniéndose más machacones en la sencilla y clásicamente Tankard “Zodiac Man”. Dejo para el final el punto más serio del disco con “When Daddy Comes To Play”, una comprometida canción en la que tratan la aberración de los abusos infantiles, con unas voces más tratadas, a ritmo clásicamente thrash sin acelerar en exceso, salvo en el final donde la rabiosa voz de Gerre se mezcla con un coro de niños al estilo “The Wall” de Pink Floyd. Un detalle de agradecer de esta divertida banda que demuestra que, además de mejorar notablemente a nivel instrumental y compositivo, sabe hacer algo más que hablar de cerveza y borracheras, que evidentemente también siguen haciéndolo. Hay tiempo para todo.
Mariano Palomo

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