(AFM / Avispa)
Lo que empezó hace más de dos décadas como una curiosa y original propuesta, tanto estética como musicalmente, ha ido cayendo en la monotonía y el olvido tras llegar a unas cotas de popularidad prácticamente inimaginables para sus propios protagonistas, llegando a su culmen con el eurovisivo “Hard Rock Hallelujah” con el que sorprendieron al gran público del viejo continente.
Desde entonces la producción discográfica de Lordi me ha resultado cada vez más decadente, cayendo poco a poco en la reiteración de los mismos esquemas teatrales mezclando el hard rock claramente influenciado por Alice Cooper, con las guitarras clásicamente heavies de bandas como Accept o Judas Priest, pero ya sin la chispa ni capacidad de sorpresa con la que llamaron nuestra atención a través de aquel magnífico “Get Heavy” con el que les descubrimos en 2002, ni en sus sucesores “The Monstericiam Dream” y “The Arockalypse” que todavía mantenían bien el tipo.
Posteriormente otros dos trabajos correctos sin más a los que no hice mucho caso la verdad, para llegar ahora a este “To Beast Or Not To Beast” en el que, sin recuperar el nivel inicial, me resultan algo más asequibles, gracias a algunos cortes rescatables e interesantes. Entre ellos la inicial “We’re Not Bad For The Kids, We’re Worst”, con la voz de Mr. Lordi muy agria y dramatizada bien rodeada de coros para salvar su instrumentación algo embarullada salpicada de arreglos electrónicos dentro de un ritmo vivo y directo, y con ese toque humorístico habitual. Más o menos por la misma senda pero con algo más de brillo guitarrero nos encontramos con “I Luv Ugly” coral y fiestera con mejores coros más clásicamente heavies, y con la supuestamente obvia “The Riff” en el que no sólo las guitarras de Amen resaltan, ya que teclas y efectos electrónicos introducidos por su nueva teclista Hella también se dejan notar, resultando intensa y compacta.
Si los cortes comentados anteriormente resultan correctos y cumplidores un poco por encima de la media del disco, mejora algo la nota con la rápida “I’m The Best” de las más efectivas, con un estribillo doblado claro y directo, como sucede en mayor medida con la pegadiza “Candy For The Cannibal”, teatral con gran protagonismo de teclas pero con una distorsión muy marcada sujetando su histriónico estribillo cortado, o con la cachonda “Sincerely With Love”, marcada por un arrogante y teatrero soniquete “Fuck You Asshole, Fuck You Asshole” que mete en la cabeza a la primera.
Con ese mismo aire de musical nos dejan también la curiosa “Horrifiction” más simplona perfectamente encajable en la banda sonora de Los Monsters con sus resultones coros limpios y con sus teclados agudos marca de la casa, que se tornan góticos-industriales para la pesada “Happy New Fear” que crea un ambiente terrorífico aunque algo infantil, incrementándose estos elementos, con la inclusión de voces blancas y con mayor densidad instrumental, en la elaborada "Schizo Doll", que por momentos me recuerda a sus casi paisanos Clawfinger.
Se completa el disco con “Something Wicked This Way Comes”, muy rítmica, densa y plomiza a más no poder, y con “SCG6 Otus Butcher Clinic” una ralladita en directo en forma de solo del fallecido ex batería de la banda Otus, con el que supongo querrán rendirle homenaje, pero que creo que podían haberse esmerado un poco más a la hora de recordarle. Actualmente la base rítmica la forman Mana a la batería y Ox al bajo, que son los que han grabado este disco que se me queda en correcto sin más por lo previsible y pesado que resulta, aunque algunos cortes por separado si me han agradado.
Mariano Palomo
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