(Ear Music / Edel Music)
Después del buen recopilatorio que nos dejaron Circle II Circle hace unos meses, ahora vuelven con nuevo material para seguir engordando un cada vez más completo y competente currículum discográfico. Continuando su línea habitual, sin hacer experimentos, manteniendo sus señas de identidad, se han marcado un más que correcto trabajo en el que las melodías de voz, teclados y guitarra salpican unas estructuras compactas y elaboradas para crear ambientaciones y momentos llenos de embrujo, con un toque ligeramente más hard rockero que anteriores entregas.
Siguen dominando el heavy-power de raíz americana como pocos, siempre con la alargada sombra de Savatage cerniéndose sobre ellos, pero obteniendo ya con el tiempo un status y jerarquía que hace que cada vez nos acordemos menos de la banda de Jon Oliva. Buena parte de culpa de esta personalidad propia adquirida por el grupo la tiene su elemento más representativo, el vocalista Zak Stevens que en este disco canta con más matices, más moderado, no tan exagerado, dejando unos registros melódicos magníficos sin olvidarse de la potencia que le ha llevado hasta donde está.
Muy resaltable también el trabajo de los guitarristas Christian Wentz y Bill Hudson, creando buenísimos momentos de virtuosismo con clase y elegancia pero también con fuerza y profundidad cuando la composición lo requiere, siempre bien arropados por los teclados de Henning Wanner que aporta esos matices tan característicos que dotan de teatralidad algunos pasajes, mientras que Adam Sagan con su potente pegada a la batería y Mitch Stewart con su sólida aportación al bajo dejan los detalles más progresivos por su técnica ejecutoria.
Se abre el CD de forma rotunda con “Diamond Blade”, muy Savatage, con los tambores y los riffs llevándonos a la profundidad de voz de Stevens llamando nuestra atención manejándose perfectamente tanto en tonos altos como medios en una parte lenta junto al piano, para volver a subir acabando arriba con poderío. Baja el ritmo en la más pesada “Without a Sound”, con unas guitarras más rasgadas y una cadencia media rota por un agudo solo de unas guitarras, que brillan más en la melódica y misteriosa “Killing Death” que sin correr mucho resulta embaucadora.
Más reminiscencias Savatage en la extensa y teatral “Epiphany” una brillante composición en la que explotan su veta más progresiva y dramática con claros matices vocales e instrumentales que transmiten con sentimiento, sobre todo con unos magníficos aportes de piano a cargo de Wanner, que continua brillando junto a la pareja de guitarristas en la hard rockera “End of Emotion” con una melodía de voz fantástica haciéndola de las más pegadizas.
Se endurece el sonido, sin perder la melodía, con la trabajada “Dreams that Never Die” en la que alternan ritmos rápidos y lentos con acierto llegando a su parte final de forma relajada enlazando con el inicio melancólico de “Seasons Will Fall” en la que de nuevo el piano lento y la voz profunda de Zak se rompen por unas duras guitarras en clave prog-power suavizadas por retazos suaves y acústicos.
Aumenta el ritmo con “Never Gonna Stop”, un corte dinámico de ritmo alto y potente, dotado de un brillante estribillo resultando pegadiza y eficaz trayéndonos los mejores sonidos del heavy-power americano, al igual que la más rítmica “Isolation” marcada por su ritmo marcial resaltando una vez más el magnífico trabajo de guitarras de Went y Hudson, que tiran de registro electro-acústico seguidamente para dar forma a la relajada “Sweet Despair” afilada e intensa por su repuntes vocales.
Llegamos a parte final con la densa “Downshot”, para mí el tema más flojo del disco, pesadote y lineal, aunque mejora algo con un acelerón en forma de punzante solo de guitarra, para cerrar definitivamente con la bella y algo descarnada balada “Only Yesterday” de nuevo con el piano y con la cálida voz de Stevens como protagonistas principales creando una intensa pieza. Magnífico sabor de boca el que nos dejan Circle II Circle para despedir otra notable entrega que vendrán a presentar en directo a nuestro país el próximo mes de mayo.
Mariano Palomo
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