jueves, 29 de diciembre de 2011

FACTOR 19 “Campo De Sueños”

(Greek Records)

Afortunadamente dentro del marasmo de nuevas tendencias y sonidos artificiales que nos invade sigue habiendo bandas que mantienen viva la llama del heavy rock más crudo auténtico que nos hizo engancharnos a esta historia hace ya unas décadas. Es el caso de los madrileños Factor 19 que, sin descubrir nada nuevo ni ser el colmo del virtuosismo técnico, han sabido llevar el espíritu del mejor sonido ochentero abarcando un amplio rango estilístico. Son capaces de ir desde la dureza y sencillez de cortes como “Roja y Negra” en la que se mezclan las guitarras duras de Paco González (que también se hace cargo del bajo) y de César Macaya, con la voz recia y áspera de su hermano Javier sobre la batería de Daniel Pérez rozando el punk rock, hasta el hard rock vacilón y lleno de rollo de “Mala Mujer” que bien podía haber aparecido en cualquiera de los singles del Villa de Madrid de los ochenta. En esta misma línea simpática y divertida nos encontramos con “Contra La Pared” que en su trabajo de guitarras me suenan bastante a Beethoven R., al igual que en la más dura “Musa" con unos buenos fraseos doblados y una percusión marcada junto a unas líneas vocales que recuerdan ligeramente a las de Silver Fist, y más aún en la más pesada rozando el thrash “Vista Atrás”. Onda cortada y rasgada en la áspera y cumplidora “Mendigo” y en la más curiosa casi rapeada “Cuadro De Sombras", las dos más flojas para mi gusto, todo lo contrario que las que más me han convencido y que dejo para el final. En primer lugar la adaptación que han hecho de “Canon Pachebel” bajo el título de “La Dama y El Rey” puro heavy ochentero con es punto urbano de ritmo alegre y voz directa típicamente español redondeado por un buen solo de guitarra. El segundo tema a destacar es el que da título al disco “Campo De Sueños” clásico heavy metal de guitarras sencillas y algo sucias pero con encanto y melodía que incrementan con un pequeño interludio relajado, una composición que se gestó al tiempo que el hijo de Dani al que está dedicada. Emotividad también encontramos, aunque por un motivo mucho más triste, en la lenta e intensa “Siempre Es Lo Mismo” en la que denuncian la violencia doméstica a ritmo de power ballad con la voz de Javi destilando amargura y desgarro junto a unos arreglos de teclados de Bea García sobre los que aceleran al final con unas afiladas guitarras. Si buscas arabescos y escalas imposibles, este no es tu disco, pero si aprecias el sabor y esencia más clásicos de nuestra música creo que puede acabar convenciéndote.
Mariano Palomo

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