lunes, 23 de marzo de 2009

REVOLUTION RENAISSANCE “Age Of Aquarius”

(Scarlet Records / Locomotive)

Parece que tras su marcha de Stratovarius el habitualmente inestable Timo Tolkki quiere centrarse en el desarrollo de su proyecto Revolution Renaissance, dotándole de continuidad tras la publicación el pasado año de “New Era” y ahora de este “Age Of Aquarius”. Además, para la grabación de este segundo disco ya ha contado con una banda completa y estable, con la que ha compuesto loas nueve cortes que lo componen y con los que parece querer actuar en directo. Acompañan a Tolkki el vocalista Gus Monsanto, el batería Bruno Agra, el teclista Mike Khalilov y el bajista Justin Biggs, músicos de cierta experiencia y solvencia que aportan su trabajo para dar como resultado un interesante disco, con un sonido previsible y algo más pesado y menos alegre del que tenía la primera entrega de Revolution Renaissance, y que nos recuerda más a los primeros Stratovarius. Se abre rotundo y sólido con el tema título “Age Of Aquarius”, con cierto aire Queensryche en sus arreglos y percusión, y con la voz de Gus suave y potente, dentro de un desarrollo algo enrevesado, para continuar en una onda más power metalera con “Sins Of My Beloved”, acelerada con las voces más poderosas y las bases muy marcadas, embarullándose y pisándose las guitarras y teclas. Me convencen más la pasional “Ixion’s Wheel”, con las teclas y percusión más profundas, con un ritmo pegadizo y muy coreable para el directo, y en la que la sombra de Stratovarius cubre el corte, tanto por la voz muy a lo Kotipelto, como por sus arreglos orquestales. Dan una vuelta de tuerca más original y actual con “Behind The Mask”, tema sorprendente y agresivo, con las voces y guitarras más sucias y rasconas, y que dentro de su sencillez resulta curiosa aunque algo fuera de tono respecto al resto del trabajo. Vuelve a términos más académicos con el medio tiempo sinfónico “Ghost Of Fallen Grace” en el que los arreglos orquestales y la voz destacan sobre el resto de instrumentación, dotando al corte de un aire místico y atormentado. Sigue esta atmósfera aunque más sombría con la suave “Heart Of All”, llena de coros envolventes de aire evocador, con algún otro altibajo en su ritmo a golpe de teclas y batería rotundas pero sin acabar de rematar, para mejorar en la lenta “So She Wears Black”, densa, lírica, llena de matices orquestales, con el piano y la voz como protagonistas, creando una potente power ballad de nuevo en onda Queensryche. Siguen un camino similar con “Kyrie Eleison” oscura y lírica, suave con coros monacales llenos de mística y retazos de música irlandesa, que desembocan en la final “Into The Future”, la composición más alegre del trabajo, que con su folk rock de flautas y guitarras, que recuerda a unos endurecidos Dare de la última etapa o al mismo Gary Moore. Cierre curioso y alegre, para un disco en mi opinión inferior a su predecesor, pero que tiene bastantes cosas interesantes y que va ganando con las escuchas.
Mariano Palomo

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