martes, 3 de marzo de 2009

EDGAR ALLAN POE “Legado De Una Tragedia”

(DFX Records / Locomotive)

Cuatro años de arduo trabajo, más de cincuenta personas involucradas, lo más granado del hard & heavy nacional unido por una causa , y la sabia y brillante dirección técnica y artística de Joaquín Padilla y Jacobo García han dado como resultado una de las obras más completas y sugerentes que se han publicado en España en mucho tiempo. La apuesta sin duda era arriesgada, pero al final ha sido claramente ganadora ofreciéndonos la posibilidad de disfrutar de un trabajadísimo CD que sorprende a cada momento por su calidad, originalidad y versatilidad. A los buenos de Joaquín y Jacobo, desconocidos para la mayoría de los seguidores del hard rock y el heavy metal dado que desarrollan su carrera musical con los pop rockeros Iguana Tango, se les ocurrió que por qué no podía llevarse a cabo en nuestro país una ópera rock del nivel de las que se hacen en el extranjero, tipo Avantasia o Nostradamus, y que tanto nos han hecho disfrutar, y como hilo conductor y base literaria escogieron la figura del gran escritor norteamericano Edgar Allan Poe. Una personalidad que ya ha sido referente e inspiración para numerosas formaciones de nuestro rollo y que dada su tormentosa y azarosa existencia se convierte en un perfecto argumento al que está inspirada pareja le ha sacado un tremendo jugo y brillo. Enumerar del tirón a todos los músicos que participan en la obra sería tan farragoso como pesado y además aunque todos ponen su arte al servicio del proyecto en mayor o menor medida, evidentemente no todos tienen el mismo peso en el mismo, y lo mejor es ir mencionándolos según vamos desgranando los temas. La obra se desarrolla en dos actos, “Crepúsculo” y “Ocaso”, en los que se narra la biografía y vivencias más destacables de la vida de Poe, adornado por algunas piezas basadas en sus obras, caso de “El Cuervo” y “El Péndulo”, y que se rodea de una tremenda teatralidad de la que dota a los temas una remarcable orquestación que también ha corrido a cargo del propio Joaquín Padilla. Se abre el primer acto con la sombría instrumental que le da título y que nos lleva hasta “Gato Negro” que se desarrolla en el cementerio de Baltimore donde está enterrado Poe y en la que asistimos a un intenso diálogo entre el Enterrador (Alfred Romero – Dark Moor) y el protagonista principal Edgar Allan Poe reencarnado en un Gato Negro (Leo Jiménez – Stavaganzza), lleno de teatralidad y con un aire total a musical tipo “El Fantasma De La Opera”, por cierto ambos vocalistas, sobre todo Leo están a un nivel enorme. Continua la historia con “Atormentado” en la que después de un montón de años volvemos a escuchar la voz del ex vocalista de Sangre Azul Toni que no ha perdido un ápice de calidad y fuerza para ponerla al servicio de uno de los temas más destacados del disco lleno de dinamismo y melodía, con buenos solos incluidos de su ex compañero Juanjo Melero y del ex Sobredosis ahora en Dr. Snake Pajarito, en una onda bastante cercana a lo que nos tenía acostumbrado en su banda. En este tema Toni encarna el papel de La Muerte al que ponen réplica Jacobo como Padre de Poe y J.F. Bejarano (ex Cuatro Gatos) como Tío de Poe dando un buen nivel en ambos casos. Se ralentiza el ritmo con la breve instrumental “Preludios Nocturnos” llena de melancolía a base de piano y guitarras profundas tanto españolas como eléctricas a cargo de Abel Franco y Rubén Villanueva (Ebony Ark) respectivamente. Vuelve la agresividad y teatralidad con “Encontrar Mi Sangre” otro de mis cortes favoritos lleno de intensidad y pasión en el que se enfrentan con encono Poe y su tío debido a la imposición a la que le ha sometido este último haciéndole ingresar en el ejército contra su voluntad, acompañan con sus voces Nacho Ruiz (Arwen) como Coronel y Dani Aller (Ars Amandi) como soldado completando una acertada ambientación en la que mucho tiene que ver la densa orquestación que acompaña el buen trabajo de guitarras de Paco Moreno (Ars Amandi) y Luis Cruz (Sherpa) que sobresalen en este tema. Tras este derroche de intensidad vuelta a la melancolía con la breve e intimista “Delirios De Amor” en la que luce con fuerza la voz de Patricia Tapia (ex Nexx) en el papel de Virginia la mujer de Poe, sobre el piano y orquestación de José Villar. Mucho más alegre se torna el panorama con “Visionario” en la que con su ritmo pegadizo de hard rock melódico muestra su clase y poderío Ignacio Prieto (Eden Lost, Atlas) en el papel del detective Auguste Dupin, creado por Poe, y donde narra su historia con un enorme estribillo acompañado por la siempre brillante labor instrumental de los Hermanos Arias, del guitarrista Abel Franco y del teclista Hugo Bistolfi (Rata Blanca). Continua la línea directa y hard rockera, aunque algo más dura, con “El Cuervo”, el famoso relato del “Nunca Más” al que pone voz Fernando García (Victory, Godiva) al que escuchamos en castellano y en muy buena forma, acompañado de nuevo por Luis Cruz y Abel Franco a las guitarras y por el batería Javier Martín y el bajista Rafael Requena (Dr. Snake) que ponen la base rítmica a la mayoría del disco. Se desmadra un poco la historia en la fiestera llena de coros a lo “Fiesta Pagana”, “Mar Adentro” en la que Dickens, al que ponen voz José Luis Jiménez y Lele Laina, intenta convencer a Poe para que siga trabajando en su obra literaria y le promete publicársela en Inglaterra, aunque finalmente no será así. El cierre al primer acto lo pone la breve oscura y tétrica “Falsas Esperanzas”. El segundo Acto, “Ocaso”, se abre con la instrumental “El Péndulo” en la que se mezclan guitarras acústicas y eléctricas a cargo de Mario García (Iguana Tango) y Pablo García (Warcry) sobre la tétrica orquestación de Joaquín Padilla, para dar paso a la oscura “Reinando En Su Propio Mundo”, en una onda cercana a los últimos tiempos de Mago De Oz, con una base pesada en la que mucho tiene que vez el bajista Niko Del Hierro (Saratoga) y las profundas voces de Kiko Hagall (Intrance, ex Beethoven R.) como el Reverendo Brandsby, Elisa C. Martín (Dreamaker) como Marie Louise Shew y la del recuperado Carlos Pina (Panzer) como Charles Frenno Hoffman, poniendo en duda una supuesta divinidad superior sobre el talento terrenal, a base de unos muy currados cruces de voces. La tristeza vuelve a hacerse presente en “Adiós Amor”, con la agonizante voz de Virginia (Patricia Tapia) en su lecho de muerte, y con un desesperado Poe (Leo) replicando a la Tuberculosis a la que pone voz Beatriz Albert (Ebony Ark), con un tétrico fondo instrumental en el que participan el teclista Javi Díez (Arwen, Jorge Salán), los guitarristas Jorge Salán, Abel Franco, Carlos (Mago De Oz) y Jero Ramiro (ex Santa, Saratoga, Ñu), y que va cambiando bastante de ritmo para acabar algo más alegre. Sigue el atormentamiento y la amargura con la desgarrada y densa “No Quiero Morir” en la que Poe mantiene un apasionado diálogo con su Conciencia a la que pone voz Joaquín Padilla, y a los que acompaña una instrumentación más discreta. El tema más gamberro y menos serio del disco viene a continuación con “Embriagado De Dolor”, con un ritmo alegre y rockanrolero ambientado en la taberna a la que iba Poe a olvidar sus penas y en la que sus compañeros de borracheras le reprochan su actitud altiva y su poca seriedad a la hora de pagar, ponen voz al tema Michel Molinera (Staffas) como Borracho, Arancha (Staffas) como Prostituta y Oscar (Lujuria) como Tabernero. Se acerca el final con “Fe Sin Dios”, corte de aires power metaleros muy melódico, en el que se mezclan con acierto las voces de La Muerte (Toni) y de La Conciencia de Poe (Joaquín), para ir apagándose en su instrumentación a la que colabora con sus solos el guitarrista Paco Laguna (Obús). El cierre definitivo lo pone “Alma Errante”, siguiendo en la misma línea musical a lo Helloween / Edguy, con una base machacona del batería Carlos Expósito (Stravaganzza, Jorge Salán) y del bajista Daniel Criado (XXL), que dan soporte a un intenso diálogo entre el Enterrador que aparece al principio de la obra (Alfred Romero) con otro segundo Enterrador con la voz de Falaise, al que intenta convencer el primero de lo que ha sucedido con el Gato Negro que no es otra cosa que Poe reencarnado. Así se cierra la historia con un final similar a su inicio con unas teclas misteriosas y con la sensación de haber degustado una delicatesen que poco o nada tiene que envidiar a las que nos vienen desde fuera y que debería convertirse por calidad, originalidad y trabajo invertido en uno de los clásicos de nuestra música. Ojalá sepamos apreciarlo como merece y pueda tener tanto continuidad discográfica con una segunda parte que ya está proyectada, y sobre todo a ver si es posible llevarla a las tablas y disfrutarla en formato de musical. Imprescindible.
Mariano Palomo

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