lunes, 16 de marzo de 2009

GAUNTLET “What Doesn’t Kill Us...”

(Molusco Discos)

Ya lo decía Nietzsche... que lo que no nos mata nos engor... no, perdón… nos hace más fuertes (es lo que tiene que en Teletrinco y Telemandril nos pongan “Conan, el bárbaro” cada tres semanas, que uno se queda con la cita del comienzo de la película quiera o no quiera). Pues algo así es lo que viene a decir el título del nuevo larga duración de los madrileños Gauntlet, que hacen honor a todo lo que el lema implica y siguen más vivos que nunca y más gord… digo, más fornidos.
Es cierto, no puedo negar que siento debilidad por la banda y el estilo que practican desde sus comienzos: heavy metal contundente con vetas de power americano y múltiples matices entre los que no descuidan la melodía o la fuerza desbocada si es menester. Lo del trabajo de las guitarras ya es de otro planeta (concretamente de LV 4-26); espectaculares se muestran tanto Daniel Millán como Miguel Rocha, dos baluartes a la hora de plasmar la esencia de Gauntlet, realizando un gran trabajo lleno de detallismo, cuidado hasta niveles atómicos y preciosista por momentos, así como crudo y rotundo cuando el tema lo reclama. No es menos cierto que la base sónica, la contundencia y el despliegue de medios de Alejandro Martínez (batería) y Santi García (bajo) están a la altura y destacan más que nunca. Hay que subrayar que en el presente trabajo la labor vocal la recoge el propio Miguel Rocha (que ya en alguna etapa pasada de la banda tuvo que asumir el puesto de frontman) de la garganta del búlgaro Ivo Galenov y que cumple la tarea con solvencia, aunque puede ser la parte menos lucida (sin tilde en la u, malandrines) en algunos momentos. Otra de las características destacables de este “What doesn’t kill us…” en comparación con su anterior “Path of nails” y, en menor medida, incluso con su más reciente EP “The comeback”, es el espectacular sonido que se ha llegado a conseguir en los Newlife Studios de la mano de José Garrido y Daniel Melián, aparte de la ya habitual masterización en los estudios Finnvox de Helsinki.
Un trabajo redondo, de duración más que acertada (45’30’’, todo un clásico), que te desborda a la primera escucha, donde te atrapan la contundencia y el sello propio de la G. en “…Make us stronger” o en la revisión (o reversión) de su propio “Seeds of hate”; la mustainiana “The Hole” o la más melódica y deliciosa “Decade”, que para más señas no es una balada en absoluto. Pero después te das cuenta que el Cd es para darle otra vuelta más, y otra. Así descubres retazos especiales que se te escapan en una primera escucha, como la jagpanzeriana e increíble “Cross of shame” (que se ha convertido en una de mis favoritas de todas las épocas de la banda) o las actuales “In the name of ( )” o “Inner enemy”, de ritmos más pesados, que te puede recordar a unos Annhilator de su primera época. Por otro lado, las letras en el idioma de la pérfida Albión no dejan lugar a escapismos habituales en otros trabajos de la banda (Dani, no te dejes censurar que luego no hay quien escriba sobre nada en otras plataformas…), sino que se tornan crudas, deshumanizadas (casi un reflejo del cóctel molotov que nos lanza el desquiciado mundo actual), psicóticas por momentos, plenas de rabia incendiaria. Vamos, que la G. se levantó contenta ese día (si tienen el despertar torcido son capaces de plasmar terroríficas pesadillas sobre elfos, espadas mágicas y unicornios pasados de suavizante… ¡argh, demos gracias a Crom!).
Sin duda, un disco de gama alta, que lejos de sumir a la G. en la inercia insulsa de muchas bandas de hoy en día, los rearma para un estadio superior y destapa todo lo que puede dar la banda en un estudio y, doy fe, sobre un escenario. En esta ocasión, y como nos tienen acostumbrados, se han vuelto a superar. Enhorabuena.
Juanma Martínez

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