martes, 16 de octubre de 2012

TEN “Heresy And Creed”

(Frontiers / Mastertrax)

Tras un largo periodo de cierta indefinición con lanzamientos escasamente atractivos que acababan resultándome bastante aburridos, la ya veterana formación inglesa Ten, liderada siempre por el vocalista Gary Hughes, empezó a mostrar síntomas de mejoría el pasado año con el lanzamiento de un disco más que correcto como fue “Stormwarning”. Un mejoría claramente refrendada ahora con este notable “Heresy And Creed” que, sin llegar a las mejores cotas de obras como “X”, “The Name Of The Rose”, “Spellbound” o “Babylon”, sí que recupera en gran medida la esencia y nivel de éstas.
Volvemos a encontrar esa combinación de grandes melodías vocales junto a ambientaciones épicas y guerreras con guitarras bastante duras, creando esos momentos que nos llevan del A.O.R. más evocador a rozar el power metal melódico, pero siempre con el sello personal de la voz de Mr. Hughes, que nunca será la más potente, ni la más técnica, ni la más aguda, pero que la sabe utilizar como nadie manteniendo un encanto especial que encaja como un guante en sus brillantes composiciones. Todo ello implementado por el buen hacer del mago Dennis Ward que se ha encargado a la producción junto a Gary consiguiendo un sonido a la altura de los temas, algo desgraciadamente poco habitual en los discos de Ten.
Empezamos a introducirnos en este disco con la misteriosa instrumental orquestada “The Gates Of Jerusalem” que nos lleva hasta “Arabian Nights” que haciendo honor a su título nos transporta con sus sonidos a las tierras del desierto con unos arreglos arabescos-orientales de la mano del teclista Darrel Treece-Birch que ingresó en la banda el pasado año tras la salida de Paul Hodson. Al mismo tiempo hubo sustituciones en la guitarra con la entrada del desconocido Dan Mitchel, cuya labor me ha convencido bastante formando pareja a las seis cuerdas junto al fiel John Halliwell único que permanece junto a Hughes desde 1996, y en el bajo con el retorno del pelirrojo Steve McKenna, habitual durante mucho tiempo en la formación, completándose ésta con el batería Max Yates.
Sigue el viaje con la más heavy “Gunrunning” que sin perder nada de su esencia melódica, contiene unas guitarras más duras que empastan perfectamente con los tonos más insinuantes de la voz de Gary creando un acertado contraste, para introducirse en territorios más A.O.R. sinfónicos en el medio tiempo “The Lights Go Down” con mayor presencia de las teclas y con ese ritmo característico de Ten absolutamente reconocible dese su primera estrofa sugiriendo mientras Mitchel y Halliwell se dedican a entrelazar buenos acordes y solos. En “Raven’s Eye” muestran devoción medieval con su ambientación celta típicamente británica que bien podría servir como soporte para cantar las hazañas de los caballeros andantes, aunque no acaba de romper y se alarga en exceso quedándoles algo pesada.
Se anima mucho más el ambiente con la hard melódica “Right Now” más directa con un estribillo claro arriba que me recuerda a los discos de Gary en solitario resultando pegadiza y sencilla pero con bastante trabajo por dentro mezclando teclas y guitarras con buen tino dándola un interesante matiz sinfónico. Continúa la misma onda en la intensa “Game Of Hearts” más guitarrera con el bajo de McKenna marcado resaltando junto a sus buenas voces que llenan, para llegar al descanso del guerrero con la épica balada “The Last Time” que deja un regusto romántico pero atormentado en su instrumentación y melodía vocal quedando bastante bien.
Sube de nuevo el ritmo con la seductora y hard rockera “The Priestess” dotada de interesantes matices vocales, que se vuelven más arrogantes aún en la más dura “Isiatiable” donde las guitarras rasgan con poderío las armónicas líneas de teclados que acaban pasando a un segundo plano tras la desafiante voz de Gary. El vocalista retoma su versión más cálida y habitual en un precioso medio tiempo como es “Another Rainy Day” adornada de suaves arreglos acústicos y de piano redondeando el sonido A.O.R. propio de la banda.
En el final vuelven a pisar un poco el acelerador con el guitarreo dinámico de “Unbelievable” marcada por unas magnífica líneas vocales maca de la casa creando una melodía perfectamente reconocible, Ten 100%, cerrando definitivamente el CD con la romántica balada “The Riddle” donde el piano de Darrel vuelve a ser protagonista junto a la aterciopelada voz de Hughes.
Parece que Ten están en el buen camino, esperemos que la formación siga consolidándose para acabar de recuperar el cetro del hard melódico europeo, de momento creo que con “Heresy And Creed” podemos disfrutar de su disco más interesante y completo desde aquel maravilloso “Babylon”, que no es poco.
Mariano Palomo

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