lunes, 19 de octubre de 2009

CINDERELLA “Live At The Mohegan Sun”

(Frontiers / Mastertrax)

Cuatro años después de su grabación en la localidad de Uncasville (Connecticut), dentro de la Gira “Rock Never Stops” que recorrió Estados Unidos con Ratt, Quiet Riot y Firehouse, los chicos de Cinderella ven publicado este directo en el que la formación original, apoyados por el teclista Gary Corvett viejo colaborador del grupo, da un buen repaso a los clásicos de la banda con buen sonido y ejecutoria en general, aunque con alguna carencia sobre todo en la faceta vocal del castigado Tom Keifer. El vocalista comienza bastante bien sonando potente en una embarullada “Night Songs” que arranca tras una prescindible “Intro” con las guitarras del propio Keifer y de Jeff Labar algo sucias y saturadas; sin pausa enlazan con una buena interpretación de “The Last Mile”, sonando mucho mejor las guitarras, y con las voces aguantando el tipo jaleados desde el público, muy participativo en todo el show, aunque sonando como metido con calzador en la mezcla final. Siguen la buena línea con un inicio de blues eléctrico que da paso a mi tema favorito de la banda “Somebody Save Me”, que suena rotunda y llena de ritmo con explosión incluida bien adornada por las teclas de Corvett que dejan notar por primera vez. Haciéndolo más aun en la cálida y sentida “Heartbreak Station” llena de sonidos acústicos y sureños, coronados con un gran solo de slide guitar, continuando en la misma línea con “Coming Home” en la que la voz de Tom empieza a flojear dentro de un ritmo algo desacompasado. No mejora en la divertida y directa “Shelter Me” en la que el público ayuda y que se adorna con su buen solo de saxo y con los característicos toques de pianola, y acaba de romper la voz en un grito desgarrado en la parte central de la relajada e intensa balada “Nobody’s Fool” que acaba distorsionando. Mejora un poco para “Gypsy Road” uno de los temas bandera del grupo que ejecutan con buena pegada aunque algo ralentizada, para enganchar directamente con el piano de la no menos desgarrada “Don’t Know What You Got (Till It’s Gone)” en la que el público vuelve a participar, como sucede inevitablemente en la tremenda “Shake Me” sonando poderosa y rascona sirviendo de cierre antes de los bises. Unos bises que atacan a base de slide guitar y armónica para crear el ambiente western de “Fallin’ Apart At The Seams” rompiendo cañera y arrastrada, uniéndola con la más pesada y explosiva “Push Push” en la que curiosamente Keifer recupera su mejor nivel bien secundado por las teclas y coros de sus compañeros. El cierre lo pone a modo de sorpresa “Still Climbing”, tema que daba título al cuarto y último álbum en estudio del grupo y que prácticamente pasó desapercibido y que no desentona, eso sí con unos aires más setenteros sobre todo por los teclados y redobles que contiene, suponiendo un buen broche final. Viéndolo fríamente podemos decir que estamos ante un directo más, correcto en su sonido y bien elaborado en su set, que no aporta grandes novedades y que ni siquiera puede servirnos para evaluar el estado actual de la banda ya que han pasado cuatro años desde que se grabó, más teniendo en cuenta los problemas de salud por los que ha pasado la voz de Keifer desde entonces. Pero en cualquier caso siempre gusta volver a escuchar estos temazos paridos a finales de los 80’s y que tanto nos hicieron mover en su momento, esperemos que como se anuncia en la propia hoja promocional de la compañía podamos comprobar en directo el próximo 2010 la forma en la que se encuentran si acaban girarando por Europa muchos años después. Sólo por eso daría por bien empleado este lanzamiento.
Marino Palomo

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