(Ear Music)
El genial guitarrista
norteamericano Paul Gilbert sigue
añadiendo capítulos a su extensa obra discográfica lanzando en estos días lo
que es su décimo cuarto larga duración de estudio en solitario, amén de un par
de EPs y otro par de directos, y de su fructífera producción en Racer X y Mr. Big con los que se hizo universalmente conocido.
Un disco este “I Can Destroy” en el que encontramos la
variedad y versatilidad habituales de los trabajos de Gilbert suponiendo una buena continuación de su predecesor “Stone Pushing Uphill Man” publicado en
2014 donde se recogían un buen número de versiones de clásicos del rock, entra
ellas una de sus amados Beatles. Y
ese sonido cercano al de los Cuatro de Liverpool es lo primero que nos
encontramos al escuchar este nuevo disco con la divertida “Everybody Uses Your
Goddam Turn Signal” con una base con groove a cargo de Kevin Chown al bajo y de Thomas
Lang a la batería sobre la que se dejan caer unas voces vacilonas
perfectamente engranadas con los toques virtuosos del titular de la obra.
Un virtuosismo que se extiende en
modo shred marcando el tema título haciéndonos recordar los primeros tiempos de
Gilbert en bandas como Racer X o Black Sheep pero sin perder de vista cierta comercialidad en su
estribillo coreado que se queda con facilidad, al igual que el de la dinámica “Knocking
on a Locked Door” corte animado y melódico con una interesante línea vocal y cierto
deje setentero que se acentúa en la magnífica a lo Thin Lizzy “One Woman Too Many” llena de rollo y calidez con unos
fantásticos tonos medios vocales y otra espectacular exhibición guitarrera en
clave más pausada.
Con “Woman Stop” se densifica un
poco el ritmo pero sale adelante con solvencia por ese guiño de humor tan del
gusto de Paul Gilbert recitando
prácticamente en sus partes vocales, recuperando chispa con la rockanrolera “Gonna
Make You Love Me”, sonido clásico y bailonguero con un contagioso estribillo
doblado y unas guitarras moviéndose entre el boogie rock recordando a Status Quo pero metiendo un solo marca
de la casa, como sucede en “I Am Not The One (Who Wants To Be With You)”
simpático guiño al mega hit de Mr. Big
“To Be With You” pero que nada tiene que ver en cuanto a sonido dejando a un
lado el baladeo para ofrecernos una briosa pieza de poderosas guitarras y
marcada esencia blues eléctrica.
Continua en clave blues y
humorística pero mucho más lenta y profunda con “Blues Just Saving My Life” en
la que se deja notar la voz de Eric
Martin acompañando a la principal de Tony
Spinner creando un curioso contraste, recuperando el ritmo más luminoso con
“Make It (If We Try)” de guitarras ligeras acompañadas de pandereta marcando el
ritmo junto a unas voces melódicas y optimistas, para volver a ralentizarse con
la romántica acústica “Love We Had” que se va animando con algún toque de
percusión pero que se queda un poco en el intento.
Más blues rock de altura con “I
Will Be Remembered”, todo cuerpo y esencia en unos expresivos tonos medios envuelta
de coros resultando muy agradable, de nuevo con una segunda voz fina
completando la principal más grave, y con la más cruda “Adventure and Trouble”
que comienza lenta y algo atormentada para terminar acelerada y casi frenética de
nuevo con ese toque boogie que señalaba en “Gonna Make You Love Me”.
El cierre lo pone una buena
versión del clásico “Great White Buffalo” de Ted Nugent que dentro de su insinuante cadencia tiene suficiente
fuste y encanto como para despedir el CD de forma más que notable, dentro de un
conjunto realmente completo, entretenido y magníficamente interpretado, a la
altura del gran Paul Gilbert.
Mariano Palomo
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