(UDR-EMI / Avispa)
Desde que unieron sus fuerzas hace una década parece que el cantante y guitarrista Dave Padden y el alma mater de Annihilator Jeff Waters han encontrado la sintonía ideal para generar discos de buen nivel con cierta fluidez. Así, este “Feast” supone la quinta entrega en estudio creada por ambos, acompañados en cada una de ellas por distintos músicos para su base rítmica, cuando no han sido ellos mismos quienes se han hecho cargo de pare de ella.
En este nuevo trabajo nos encontramos nueve cortes de rotundo y preciso thrash metal, llenos de rabia y pegada, pero sin dejar de lado una notable técnica instrumental y compositiva que siempre ha sido parte del ADN de la banda canadiense. Temas acelerados y machacones como “Deadlock” que abre el CD con la potente y amenazante voz de Padden rasgando su clásica estructura thrasher acuchillada por unos riffs asesinos respondiendo a su bélico estribillo doblado, tan arrogante como claro. Continúan con “No Way Out” que a pesar de su comienzo calmado es igualmente contundente pero algo más ligera en su base rítmica, manteniendo una buena melodía de voz que corta su ritmo dejando retazos en los que lucen unos limpios aportes de guitarra de la mano de Waters.
Vuelven a pisar el acelerador con fuerza en “Smear Champaign” que va creciendo con su pegada speedica consiguiendo limpieza y rapidez con cierta gracia, que también tiene la más original “No Surrender” que sorprende inicialmente con rasgueos de guitarra y pulsaciones de bajo a ritmo funky que son bruscamente cortados por unos punzantes riffs y unos duros golpes de voz a largo de su dinámico desarrollo. Volviendo a tesituras más clásicas y previsibles en la agria pero nítida “Wrapped” en la que sus afiladas melodías de guitarra rompen con matizada dureza.
Después de tanta caña nos encontramos con un agradable remanso de tranquilidad de la mano de “Perfect Angel Eyes”, una lenta pieza electro-acústica que va creciendo en intensidad pero sin llegar a romper del todo, la clama antes de la tormenta. Una tormenta que se desencadena de nuevo sobre el ritmo cortado de “Demon Code” en el que el sonido distorsionado marca de la casa deja curiosos contrastes de partes duras y melódicas, para volver con un amago de suavidad en el delicado inicio de “Fight The World” con un bonito sonido de guitarra y piano que es roto violentamente por una machacona pegada arrollando con su ritmo frenético que galopa hasta ser atemperado por algunos detalles de bajo y por un notable solo de guitarra, pero que en cualquier caso seguramente provocará más de un pogo cuando sea interpretada en directo.
El cierre lo pone el tema más extenso del disco “One Falls Two Rise” que en sus ocho minutos y medio de duración va desde unos momentos iniciales lentos y baladescos, hasta otros ultra rápidos de riffs rasgados a lo Slayer, pasando por buenos matices de voz y guitarra para acabar de nuevo lenta, convirtiéndose en una de las composiciones más interesantes del trabajo.
Un buen lanzamiento en su conjunto este “Feast” que además en su edición limitada en ecobook contiene un CD extra a modo de recopilatorio con quince clásicos del grupo regrabados en 2012 (“Fun Palace”, “Alison Hell”, “King of the Kill”, “Never Neverland”, “Set The World On Fire”, “Refresh The Demon”…) por si alguno a estas alturas todavía no los conoce.
Mariano Palomo
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