jueves, 31 de mayo de 2018

BULLETS AND OCTANE “Wacking Up Dead”


(Bad Mofo Records / Cargo Records UK)
Casi una década después de su recopilatorio “Laughing In The Face Of Faliure” con el que conocíamos al cuarteto de San Luís Bullets and Octane, nos encontramos con una nueva entrega de la banda, antes de la cual ya habían publicado su sexta referencia “13” (2013). A pesar de los cambios en el seno de la formación siguen ofreciéndonos su rock crudo y directo, con las guitarras de Felipe Rodrigo rasgándose con precisa suciedad sobre los golpes de batería de Johnny Udell y la sólida pulsación de bajo de Zachary Kibbee, para que el vocalista Gene Louis vuelva a avasallar por momentos con sus poderosas interpretaciones dando su rollo macarra y polvoriento.
Siguen yendo al grano, sin complicarse la vida, diez temas directos y cortos para completar poco más de intensa media hora, comenzando por la abrasivamente explícita “Bad Mother Fucker” que nos pasa por encima con su ritmo cañero rozando el punk rock garajero con unos coros desafiantes junto a la aguardentosa voz de Louis. Sigue el tono áspero y arrastrado con “Waking Up Dead”, con un ritmo más tranquilo y una base más discreta pero con suficiente atractivo y llegada sobre todo por sus coros más melódicos y festivos.
Vuelven los aires punk rockeros pero más atemperados con la nostálgica “When We Were Young” con unos coreos pegadizos casi hímnicos llenando su descarnado y melódico estribillo, continuando en la más cruda en sus guitarras “Burning at Both Wicks” también con mucha pegada e intención, llegando luego a la curiosa “Fires” que me recuerda un poco a los Clash con unas guitarras curradas y originales dentro de un ritmo con reminiscencias de tango.
Sigue la diversión con “Fuck You Song” el corte más melódico del disco, con unas guitarras limpias dentro de una melodía descarada y fresca para las voces menos arrastradas sin perder el tono macarrilla, siguiendo la misma línea en la entrecortada “Murder My Baby” apoyada en su resultón riff, metiendo sonidos más actuales cercanos al power pop en la interesante, sobre todo por su trabajo de guitarras, “Rolling Stone”.
Baja bastante la intensidad con la desgarbada “Hostage” que resulta de lo más soso con sus cansinos redobles y sus rasgueos sin chispa, mejorando notablemente para dejarnos un buen sabor de boca con la enérgica “Heart Attack” que pone el cierre recuperando la versión más cazallera de Louis destilando mala leche sobre las crudas guitarras de Rodrigo.
Disco entretenido, sin excesos ni alardes, ideal para pasar un buen rato y que tienen pinta de ganar mucho en directo.
Mariano Palomo

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