(Frontiers Music)
Los jóvenes fineses Shiraz Lane atacan de nuevo con un segundo
trabajo que creo que supera ampliamente a su predecesor “For Crying Out Loud” (2016) con el que comenzaban su andadura
discográfica y que no acabó de engancharme entonces. En esta nueva entrega
encuentro mayor elaboración en las composiciones, me resultan menos
previsibles, más compactas y pulidas, sin perder el descaro y filo que ya
mostraban en su debut, algo que pudimos comprobar en directo el pasado mes de
noviembre en una buena actuación en Madrid abriendo para sus paisanos Brother Firetribe, donde incluyeron
cuatro de los temas que ahora forman parte de este “Carnival Days”.
Comenzando por el propio tema título
que de apertura al disco, vibrante corte de hard sleazy, provocador e
insinuante, con una importante dosis de saxo que inevitablemente nos hace
recordar al Michael Monroe y sus Hanoi Rocks, con un Hannes Kett a la voz al mando
perfectamente acompañado a los coros por el resto del grupo que proporciona
unas buenas dosis de melodía tanto en las voces como en las guitarras de Jani Laine y Miki Kalske.
Unas guitarras que se recrudecen
en la más heavy “The Crown” con los coros de nuevo como importante elemento en
clave más macarra y vacilona enganchando en su claro estribillo, mientras Ana Willian sacude su batería con
poderío junto a las sólidas prestaciones al bajo de Joel Alex. Otro de los temas que nos presentaron hace unos meses en
vivo fue “Harder To Breather” que ya nos llamó la atención entonces por su
buena mezcla de crudeza y melodía, con unos buenos rasgueos alternando con
pasajes más relajados.
Siguen en la misma línea con la
intermitente “Tidal Wave” en la que sus pausas rítmicas se ven alteradas por
machacones ataques percusivos y corales en clave actual, rebajando el ritmo que
no la intensidad en trabajado medio tiempo rozando sonidos A.O.R. “Gotta Be
Real” donde volvemos a disfrutar de unos buenos detalles de saxo empastando con
unas buenas melodías vocales llegando a un recordable estribillo.
Vuelve el hard insniuante con “People
Like Us” donde sobresalen los teclados y percusiones entre unas buenas voces
corales con empaque y melodía, que siguen brillando expresivas y evocadoras en
la romántica “Shangri-La” que va creciendo en garra y ritmo en su desarrollo
pero sin acabar de rematar del todo, como les sucede también en cierta medida
con la más plana y actual “War Of Mine”, el tema más flojo del disco para mi
gusto.
Mejoran con “Shot Of Life”
arrogante y melódico hard arrastrado salpicado de originales ataques vocales y
guitarreros con chispa para enganchar, para pasar luego a terrenos intimistas
con la balada “Hope” que desprende cierta melancolía con una buena
interpretación vocal de Kett y de
sus compañeros que nos dejan también unas guitarras desgranadas con gusto y
fuerza.
Para el final nos sorprenden con “Reincarnation”
una composición de casi ocho minutos de duración que tras un suave inicio va
creciendo lentamente sobre una agradable melodía de guitarra acompañando la voz
en tonos medios hasta que entra un riff penetrante que sube el ritmo y la
agresividad con golpes corales llegando por momentos a pasajes progresivos e
incluso reggae, completando la pieza más curiosa e imprevisible del trabajo. Cierre
original para una buena remesa de temas que confirman las buenas sensaciones
que nos dejó este quinteto en directo para dar un paso más dentro de su carrera
en estudio.
Mariano Palomo
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