jueves, 22 de marzo de 2018

DUKES OF THE ORIENT “Dukes of the Orient”


(Frontiers Music)
Hacía bastante tiempo que no teníamos noticias del vocalista, guitarrista y bajista británico John Payne, un señor que tuvo la complicada labor de sustituir al gran John Wetton al frente de los míticos Asia durante más de una década. Un periodo en el que sin llegar a los tremendos niveles de popularidad y calidad de los originales, sí nos dejaron algunos trabajos más que notables como “Aqua” (1992), “Aria” (1994) o “Silent Nation” (2002), con el que Payne cerraba su ciclo discográfico junto a Geoff Downes y compañía, aunque seguirían girando algún tiempo.
Después formaría GPS publicando una única obra, la brillante “Window Of The Soul” (2006), para un año después unirse al teclista norteamericano Erik Norlander (Lana Lane, Last In Line) y otros músicos que han ido yendo y viniendo hasta dar forma a esta primera entrega homónima de Dukes of the Orient, donde encontramos parte de la esencia más sinfónica de los Asia noventeros, pero sin el asequible punto de comercialidad de aquellos, dando como resultado unas composiciones, en general, tan elaboradas y notables técnicamente como escasamente atractivas para los menos iniciados en el género. Aun así, siempre es interesante escuchar unos temas en los participan, además de la pareja mencionada, guitarristas de la talla de Jeff Kollman (Cosmosquad, Chad Smith’s Bombastic Meatbats), Moni Scaria (WWIII), Bruce Boilet (Racer X) o el más reconocible Guthrie Govan (ex Asia, GPS, The Aristocrats).
Comienza el disco con “Brother In Arms”, tema envolvente donde la voz de Payne aparece poderosa y engolada con su inconfundible timbre profundo doblada con acierto y rodeada de unas nítidas melodías de guitarra y teclados llenos de sinfonismo, sin olvidarnos de la solidez que aporta Jay Schellen (Hurricane) a la batería. Una buena muestra de lo que vamos a ir encontrándonos a lo largo de todo el trabajo, cortes elaborados y bien ejecutados, pero sin el pellizco suficiente para mi gusto.
Siguen con “Strange Days” envolvente pieza de tempo medio salpicada de bonitos arreglos de teclados y buenos coros en el estribillo que sin subir mucho sí resulta lo suficientemente efectivo, bajando el ritmo con la dramatizada “Amor Vincit Omnia”, en la que rozan el lirismo de nuevo con los coros resaltando pero con un grado mayor de grandilocuencia sinfónico-operística.
Me convencen más con “Time Was For No One”, corte de ritmo ligero con cuidadas percusiones y expresivas armonías vocales que entran con fuerza y clase sobre unos bonitos arreglos de guitarra y teclados, redondeando uno de los cortes que más recuerdan a Asia, junto a la elegante “Seasons Will Change” con un sonido de guitarra muy Howe dentro de su intensa ambientación sobresaliendo con nitidez su reiterado estribillo.
Con la intrigante “A Sorrow’s Crown” descubrimos unas solemnes aportaciones orgánicas de Norlander replicadas por unas dinámicas guitarras, que resultan más preciosistas en la positiva “Fourth Of July”, empastando la grave voz de Payne con unas atemperadas melodías incluyendo un bonito solo de guitarra española. Una guitarra española que vuelve a ser protagonista para embaucarnos en la extensa “Give Another Reason”, delicada y suave con brillantes aportes eléctricos y sintetizados que van creciendo sobre su ritmo sinfónico-progresivo junto a unas cuidadas voces graves con mucha profundidad y expresividad, dejando también algún retazo bucólico con arreglos orquestales de flauta y cuerda.
Bonito cierre para un disco interesante, con muchos detalles, que necesita ser escuchado con atención y tranquilidad para sacarle todo su jugo, y donde echo en falta algo más de llegada y pegada.
Mariano Palomo

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