(Spitfire Music / SPV)

Aparte de todo lo que nos dijo Aldrich y que podéis ver en la
entrevista, y una vez escuchado este disco parece que estamos ante una de las
bandas que mejor saben se llevar al directo todo su potencial, dando como
resultado un trabajo realmente entretenido, con un sonido real y rotundo en el
que mucho habrá tenido que ver la experta labor de Anthony Focx (Aerosmith, Bad Company) a la mezcla, consiguiendo que
todo suene bastante uniforme a pesar de haber sido registrado en varias
localizaciones a lo largo de la gira que les llevó por buena parte de Europa y
América.
Comienzan con la contagiosa “Long
Way To Go” de su tercer y último trabajo en estudio “Make Some Noise”, que es el que lógicamente tiene mayor
representación en el listado de temas, y con el que hacen vibrar sus guitarras
junto a una excelente melodía de voz doblándose en el estribillo. Puro hard
rock lleno de electricidad que se ve prolongado en la festiva y vacilona
“México” tan sencilla como eficaz con un rollo a lo Sammy Hagar de lo más divertido, para hacer participar a la
audiencia seguidamente en la resultona “Make Some Noise” con Tichy marcando el ritmo desde los
tambores a lo “I Love It Loud” de Kiss,
con Aldrich tirando de talk box y
reiterando el estribillo hasta la saciedad, fórmula simple y efectiva para
hacer que el tema se meta en la cabeza sin remedio.
Continua el desarrollo del disco
de forma más seria con la polvorienta “Song and a Prayer” con un toque sureño
melódico magnífico antes de llegar a una de las cinco versiones que nos
encontramos, una espectacular “Fortunate Son” de Credence Clearwater Revival algo endurecida con un sonido de
batería enorme, con un Corabi
tremendo rasgando su voz y con la pareja de guitarras doblándose
fantásticamente. Sin abandonar la vena setentera pero ya con un tema propio nos
dejan “We All Fall Down” con sus melódicos aires lisérgicos a medio tiempo,
antes de continuar con la envolvente “Lock’n’Load” único recuerdo a su primer
trabajo homónimo de 2014 y en la que participó originalmente Slash dejando su marca perfectamente retomada
por Aldrich con un entrañable deje
sureño a lo Little Caesar.
Se incrementan los sonidos
acústicos y sureños en la lenta “Something I Say” con unas preciosas guitarras
y unas guapísimas voces espirituales,
continuando por la misma senda pero en clave más eléctrica y sucia con “Last
Time I Saw The Sun” con Doug
exhibiéndose con un solo inicial antes de romper sinuosa y gorda con ese sonido
slide marca de la casa, antes de volver a tirar de talk box en la coral “Join
Togehter” de The Who haciendo
participar al público palmeando y cantando su contagioso estribillo, y en la
molona de aires funkies a lo Lenny
Kravitz “With You and I”.
A continuación un original y
divertido break para presentar al grupo recordando algunos clásicos de sus
bandas favoritas sonando fragmentos de “Highway To Hell” (AC/DC), “Purple Haze”
(Hendrix), “Living After Midnight” (Judas Priest) o “Walk This Way” (Aerosmith),
para enlazar con la incendiaria “Mainline” que anuncian como su “balada” pero
que es todo lo contrario, crudeza y frenetismo hard rockero con un punto
redneck antes del final definitivo a base de versiones.
Comenzando por una alargada y
lisérgica “Helter Skelter” de The
Beatles que Corabi ya hacía en
directo con los Crüe y que les queda
más descarnada y pesada, pasando por una fantástica “American Band” de Grand Funk Railroad con ese sonido de
cencerro característico para bordarla a pesar de no tener piano, rematando la
faena con una desconocida para mi “Midnight Moses” de Sensational Alex Harvey Band que descubro ahora y que me suena
bastante a Chickenfoot o Aerosmith, al menos en esta versión de The Dead Daisies.
Buen cierre para un disco muy
entretenido que, sin ser un directo al uso supera con creces muchos de los
lanzamientos de este tipo que muchas veces no dejan de ser bootlegs con un
sonido correcto.
Mariano Palomo
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