(Frontiers / Mastertrax)
No hace ni tres meses de la publicación de su anterior disco en directo y Coverdale y compañía atacan de nuevo con otra entrega en vivo, esta vez sólo en formato audio sin el habitual DVD. Si la anterior estaba registrada en Japón, en este caso la base principal de este lanzamiento pertenece a la gira británica de la Serpiente Blanca presentando su LP “Forevermore” durante nueve fechas en las islas. Pero por lo que se ve no les pareció suficiente y han añadido a ese primer CD grabado en el Reino Unido, un segundo recogiendo apariciones de la banda por todo el mundo, sirviendo para ampliar y complementar el listado de temas resultando más completo dejándonos alguna inesperada perlita.
A nivel de producción ambos discos suenan rotundos, mejorando en mi opinión el sonido más artificial que observaba en “Made In Japan”, y con una ejecución de los temas que en general está a una gran altura, una vez hechos a la idea de lo que vienen siendo hace tiempo Whitesnake con Doug Adlrich y Reb Beach como guitarristas, por cierto la pareja de hachas que más tiempo lleva acompañando a Coverdale, concretamente once años.
¿Y Coverdale qué?, pues la verdad es que creo que bastante dignamente lleva a cabo su labor vocal con 62 añitos cumplidos, obviamente ni es ni nunca volverá a ser el que deslumbró a finales de los setenta, ni en los ochenta, ni siquiera en los noventa, pero creo que a diferencia de hace unos años en los que él mismo creía que podía llegar donde llegaba antaño quedándose bastante a medias, ahora es más consciente de sus limitaciones y llega donde puede llegar con la misma clase y encanto de siempre, pero sin forzar como antes. Además siempre muy bien apoyado por el resto de la banda que le cubren con sus voces donde es preciso.
El primer disco “Made In Britain” es muy similar en cuanto a contenido al anterior “Made In Japan”, siendo más puramente la presentación de “Forevermore”, incluyendo en su parte central casi el cincuenta por ciento de sus temas, pero abriéndose curiosamente con “Best Years” que tras la pertinente intro para meternos en ambiente nos recuerda al álbum “Good To Be Bad” de 2008. A esta la suceden tres clásicos imperdibles como “Give Me All Your Love Tonight”, con las teclas del invitado Michael Ruedy bastante presentes para completar la melodía de una voz algo bajada de tono, “Love Ain’t No Stranger” que tras empezar lenta rompe sin el grito original de David Coverdale dejando que el público lo haga, y “Is This Love” un poco más suave de lo habitual con las guitarras muy fieles, sobre todo en su solo clavado, quedando algo sosilla.
Tras el calentamiento, siempre de agradecer, sucesión de los cinco que temas que se presentaban de “Forevermore”, la potente y rasgada “Steal Your Heart Away” con una buena entrada de slide a cargo de Aldrich y con un motivante y efectivo coreo siendo de las más destacadas, la propia “Forevermore” que comienza relajada a base de acústica para crecer eléctrica subiendo y bajando de ritmo sin perder intensidad, “Love Will Set You Free” otra de las remarcables por su rotundidad y solidez con mucho apoyo vocal junto a un gran trabajo de guitarras, que se prolonga en el duelo en clave blues eléctrica que precede a “My Evil Ways” atrapando por su venenoso ritmo rockanrolero, que se relaja para llegar a “Fare Thee Well” un señor tema acústico pleno de sentimiento con su puntito desgarrado, y que es el único que repiten en los dos CDs de este lanzamiento.
Grata sorpresa la que me he llevado en el tercio final de este primer disco al encontrarme con la recuperación del clasicazo “Ain’t No Love In The Heart Of The City”, ocho minutos de deleite musical que siempre emocionan por su feelin’ compartido ampliamente con un entregado público coreando y palmeando dentro de una más que correcta interpretación por parte de toda la banda. De aquí al final como diría aquel clásicos básicos, “Fool For Your Loving” algo endurecida y rasgada más versión “Slip of the Tongue” que “Ready an’ Willing”, “Here I Go Again” de nuevo con el público coreando parte de sus estrofas dirigidos inteligentemente por Coverdale, repitiendo la fórmula en la más pesada “Still of the Night” para cerrar.
El segundo volumen “The World Record” es como decía un recorrido por distintas apariciones a lo largo del globo durante 2011, comenzando por una enérgica ejecución de “Bad Boys” en un tono menor en lo que a voz se refiere, pero manteniendo nivel y presencia, y con el guiño a “Chlidren Of The Night” que vienen incluyendo desde hace un tiempo en directo. Tras este impetuoso comienzo momento para recordar otra delicia como “Slide It In” bastante fiel a la original aunque con algo más de teclados pero manteniendo su embrujo, que desparece en buena medida por la excesiva distorsión que marca a continuación el ruidoso comienzo de “Lay Down Your Love” que va mejorando por sus coros y estribillo con las guitarras echando humo para enlazar con otro duelo intenso, virguero y variado bautizado como “Pistols at Dawn” donde Aldrich y Beach despliegan su energía alargándolo hasta la bluessy “Snake Dance” ya con la participación del resto de instrumentistas.
Vuelve Coverdale a escena para dejarnos una tibia interpretación de “Can You Hear The Wind Blow” suavizada por los teclados de Ruedy, relajando más aun con la repetida “Fare Thee Well” que vuelve a convencer con su aire western acústico que tiene continuación en la más ligera pero igualmente embaucadora “One Of These Days”. Tras un breve interludio instrumental otra de las grandes sorpresas que me he encontrado “The Deeper The Love” que no tenía constancia que la tocaran hace tiempo (ahora es cuando saldrá alguien corrigiéndome para decirme que llevan tocándola siempre) y que gustándome el volver a escucharla en directo la verdad es que no me ha convencido del todo por su cambio de sonido de teclas y por su denso inicio.
El cierre definitivo lo encontramos con la clase y sentimiento de “Soldier of Fortune” a cappella, para meternos en el medley purpeliano marca de la casa “Burn / Stormbringer” en el que Mr. Dave aguanta bien el tirón resultando bastante convincente e incluso ciertamente agresivo sobre unas incendiarias guitarras que comparten primeros planos con los teclados. Despedida con un “muchas gracias” que nos da la pista sobre la localización de la grabación de este último corte, o España o Hispanoamérica.
Lanzamiento completito en cuanto a contenido, algo forzado en cuanto a premura tras tener tan reciente otro directo anterior, pero en cualquier caso siempre agradable de escuchar, aunque para muchos sea un sacacuartos más sin demasiada justificación.
Mariano Palomo
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