(Frontiers / Mastertrax)
Parece que el señor Lande ha querido darse un homenaje a sí mismo recuperando algunos de sus temas para arreglarlos con elementos orquestales clásicos ofreciéndoles con otro color y texturas distintas a las habituales. Habrá quien piense que podría haberse ahorrado la tarea viendo en este lanzamiento algo de oportunismo, ya que las composiciones originales son lo suficientemente buenas como para retocarlas, pero a la vista del resultado obtenido creo que estamos ante un notable trabajo que aporta nuevos matices enriqueciendo dichos temas, unos más que otros lógicamente, completando un disco muy interesante.
Entre los más destacados me quedo con “The World I See” con un punto terrorífico muy melódico pero duro en las guitarras de Jimmy Iversen y Tore Moren, y en la descarnada voz de Jorn vagando dentro de su sombría ambientación orquestal, con la rockera y resultona “Burn Your Flame” con la base muy dinámica marcada por el bajista Nic Angileri y sobre todo por el batería Willy Bendiksen que destaca a lo largo y ancho de la obra, o con la delicada “My Road” que sin llegar a los tres minutos de duración supone una exhibición de sentimiento total con la voz de Lande a flor de piel sobre una suave orquestación.
En el mismo nivel de los anteriores podría situar cortes como las embaucadoras “Black Morning” y “Behind The Clown” absolutamente deliciosas, destilando esencia Coverdale sobre todo la primera, adornando sus arreglos de cuerda la apasionada voz de Jorn casi desnuda, contrastando con la teatralidad de “Vision Eyes” llena de detalles grandilocuentes rematados por un virtuoso solo de guitarra algo progresivo, de la poderosa y envolvente “War Of The World”, o de la extensa “A Thousand Cuts” igualmente dramatizada por una orquestación muy presente pero suavizada respecto a la original de su anterior disco “Bring Heavy Rock To The Land” que copa la mitad del listado de temas.
Un poco por debajo situaría la épica “I Came To Rock” emotiva pero más densa, como lo son la oscura y rasgada “Like Stone In Water”, y la lineal “Man Of The Dark” donde brillan más las guitarras que la orquestación limitándose prácticamente a discretos detalles de teclados.
Dejo para el final los temas ajenos, bueno, el primero de ellos no tanto, ya que se trata de una revisión de “Time To Be King” el tema que daba título al último disco de Masterplan apareciendo también en el citado “Bring Heavy Rock To The Land”, y que en esta nueva versión resulta bastante bien con mayores reminiscencias Dio-Sabbath. Esas referencias a los padres del Heavy Metal aparecen en las dos versiones que completan el CD a modo de tributo. Primero con una fantástica y apasionada “The Mob Rules” (que ya apareció como tema extra en la edición japonesa del último disco de Jorn) a la que su orquestación no resta un ápice de rotundidad aportando un original barniz sinfónico en el que Jorn, Moren e Iversen brillan con fuerza. No se quedan atrás con la reencarnación de “Rock n Roll Children”, donde el añorado Ronnie James Dio es homenajeado como merece creando una espectacular pieza, que no desmerece en absoluto a un tema tan grande como el que aparecía en el fantástico “Sacred Heart”.
Lo dicho, seguramente Jorn puede resultar demasiado reiterativo en sus lanzamientos, quizá parezca que adolece de falta de creatividad, pero que queréis que os diga, a mi escuchar este disco me ha resultado de lo más agradable y entretenido.
Mariano Palomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario