Resulta
un tanto complicado saber cómo tomarse esta nueva entrega de Barón Rojo.
“Últimasmentes” data ya del 2006, y después de dos directos, “Desde
Barón A Bilbao” y “En Clave De Rock”, lo que toca ya es un disco con
material totalmente nuevo. Y regrabar en castellano el “Tommy” de The
Who no es lo que esperaban los fans de Barón Rojo. Si se les hubiera
ocurrido hacer lo mismo con el “Highway To Hell” de AC/DC o con el “British Steel”
de Judas Priest, por decir sólo dos ejemplos, el entusiasmo de los
barón-maníacos habría sido incontenible. Pero el público mayoritario de Barón
Rojo, sobre todo los chavales que van a sus conciertos, no han escuchado en
su vida el disco original, y si lo intentan igual no llegan ni a terminarlo. Ha
sido, sin duda, una propuesta muy arriesgada.
Y no es que lo hayan hecho mal.
Como ya vimos en “PerVersiones”, los barones son especialistas, no en
igualar, sino incluso en superar las canciones ajenas. En esta grabación, Gorka
y Rafa han demostrado que funcionan en estudio tan bien como en
directo. Carlos canta mejor que nunca, y Armando, que en varias
canciones asume la voz principal, también está en buena forma vocal.
Del sonido,
nada hay que decir. Con los medios de hoy en día es imposible no sonar mejor
que un disco grabado hace más de cuarenta años. Y más aún si se cuenta con un
gran presupuesto y un mezclador de lujo como Eddie Kramer. Por no hablar
de la cuidadísima presentación. Si bien es una labor ajena al grupo y hay que
dar el mérito a la compañía, a quien sólo se le puede reprochar lo absurdo de
duplicar gastos y meter en dos CD´s un trabajo que por su duración entra
perfectamente en sólo uno. Desde el punto de vista técnico todo es perfecto.
Los únicos “peros” que se pueden poner hay que ponérselos al “Tommy”
original. Para algunos, una maravilla, una obra maestra sin ningún tipo de
duda. Para otros, una insufrible sucesión de canciones interminables, aburridas
por su nula comercialidad. Lo cierto es que hay temas fáciles de asimilar, como
“El Rey Del Pinball”, “Hacia El Espejo”, “La Reina Ácida” (cantada por una
colaboradora sorprendente y genial, Eva Amaral), “No Lo Aceptaremos”o el
que quizá sea el mejor de todos, “Sally Simpson”. Incluso alguno de los
instrumentales, como “Obertura”.
Pero con 24 cortes, son mayoría los de más
complicada digestión. Poniéndonos en la piel de quien por desconocimiento no
puede opinar, lo recomendable no es escuchar el disco de una sola vez. Para
disfrutarlo como es debido hay que ir poco a poco, evitando la saturación o el
cansancio. A quien no le guste el “Tommy” de The Who, es difícil
que pierda su tiempo intentando darle otra oportunidad, pero lo mismo vale a la
inversa. Para el que sea admirador de esta añeja obra, esta será una
oportunidad de oro de redescubrirla y volver a disfrutarla desde un ángulo
distinto.
Nacho
Jordán
No hay comentarios:
Publicar un comentario