A pesar de haber pasado hace tiempo a ocupar un lugar prácticamente residual dentro de mis preferencias musicales, de vez en cuando llega a mis oídos algún nuevo lanzamiento de power metal melódico que, sin llegar ni mucho menos a llenarme, sí puede pasar del aprobado y hacerme recordar tiempos mejores de este estilo. Algo así me ha sucedido con el debut discográfico de los suecos Last Kingdom, un disco en el que queda más que patente el influjo que las bandas estandartes del estilo ejercen sobre sus composiciones, con ritmos machacones, aires épicos, teclados orquestales y coros guerreros. En lo cuanto a los músicos, leyendo la biografía que acompaña al lanzamiento en su nota de prensa, el único miembro fundador que permanece en la misma desde sus orígenes en 2004 es el vocalista Stefan Jacobsen, al que se unieron un par de años después los hermanos Stefan y Jimmy Malmelind, teclista y bajista respectivamente. Después muchos cambios de componentes a las guitarras y batería hasta completarse la alineación responsable de este disco con Freddy Olofsson a las seis cuerdas y Andreas Alme a los tambores. Todos ellos con la ayuda de Andy LaRoque (King Diamond) han dado a luz a los nueve temas que componen el trabajo sin grandes alardes, creando composiciones correctas y muy previsibles dentro del estilo casi nada más ver la portada. Desde el inicio con el tema título “Chronicles Of The North” queda claro por donde van a ir los tiros, ritmo machaconcete, coros épicos, partes lentas, voz justita, en fin, cumple pero no acaba de enganchar. Sigue la misma línea con mayor acierto en la combinación de teclas y guitarras que da algo más de brillo a “Warrior Kings”, tornándose más sólida y plomiza “Daylight Retreats” de base más densa pero con más cuerpo sobre todo en la voz de Jacobsen, que se dobla en la rápida con más intención que efectividad “Silver Moon” que suena bastante a los fineses Sonata Arctica. “The World Is Dying” y “Abandoned” con sus aires guerreros y dramatizados dentro de un ritmo animado cortado por partes lentas me ha parecido de las más interesantes por su trabajada composición, simplificándose a continuación en “End Of Life” de nuevo con buenos contrastes de teclas y guitarras, cayendo a una cadencia más rítmica en el medio tiempo “Fate” con un rollo evocador bastante pesadito, y en la final “Lost” más matizada por algún acelerón dentro de un tempo algo monótono. Un lanzamiento power metalero más, sonido correcto, composiciones correctas, pero con nula originalidad y escaso encanto, que me temo no tendrá excesiva repercusión entre el gran público.
Mariano Palomo
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