lunes, 2 de noviembre de 2009

MARILLION “Less Is More”

(Ear Music / Edel)

Decir a estas alturas que Marillion es una de las formaciones más creativas, innovadoras, brillantes e influyentes de todas las que ha dado el rock sinfónico, es poco menos que una obviedad. Pero conviene recordarlo de vez en cuando, más aun cuando como ahora vuelven a sorprendernos con un nuevo ejercicio de clase y originalidad en clave pseudo acústica bajo el ilustrativo título de “Less Is More”. Un disco relajado, intimista por momentos, con un sonido tremendamente claro y matizado en todos los aspectos, y en el que sobresale con personalidad propia la voz de un gran Steve Hogarth llena de intensidad y versatilidad. Por supuesto el poker de músicos fundadores del grupo no se quedan atrás, yendo a lo básico sin perderse en demasiados giros ni arreglos son capaces de crear unas atmósferas llenas de feelin' y elegancia aunque, lógicamente, carentes de los ritmos y pasajes más intrincados que les han hecho grandes. Esto último queda más que patente desde el inicio con la intimista y suave “Go!” que va tomando cuerpo según van entrando la percusión de Ian Mosley y las teclas de Mark Kelly, para acompañar las nítidas guitarras acústicas de Steve Rothery y al casi inapreciable bajo de Pete Trewavas. Sigue la misma línea con la más extensa y experimental “Interior Lulu” llegando a un punto desgarrado en la voz de Hogarth que contrasta con el sinfonismo de las teclas de Kelly, apoderándose a continuación la melancolía de “Out Of This World” donde se suavizan las líneas vocales y se marca más la labor de Trewavas en el bajo. Con “Wrapped Up In Time” demuestran como se puede dotar de intensidad y profundidad a una composición sin apenas ritmo en la que a base de piano y voz prácticamente crean un clima sinfónico rematado por un buen solo eléctrico de Rothery, cogiendo más ritmo jazzie y progresivo en la ambiental “The Space”. Un punto más romántico tiene la suave y plenamente acústica “Hard As Love”, para experimentar algo más a continuación en la curiosa “Quartz” con buenos cambios lentos y de nuevo con un interesante solo de guitarra eléctrica. Se anima el ritmo con “If My Heart Were A Ball”, con la base más marcada dando un toquecillo psicodélico a su sonido, volviendo a tesituras más relajadas con la más triste y pesada “It’s Not Your Fault” en la que reiteran su estribillo hasta la saciedad, con la evocadora “Memory Of Water” de cierta ambientación medieval, cerrando prácticamente el disco con “This Is The 21st Century” llena de clase y matices vocales con unos mínimos arreglos de piano que van tomando protagonismo en el tema. El cierre definitivo viene en forma de sorpresa con un tema oculto sin título en el que se desmelenan un tanto con un ritmo algo rockabilly, incluso me parece apreciar que con sonido de contrabajo, marcándose un corte vacilón que pone el broche en clave más fiestera y animada de lo que nos ofrecen en el resto del disco. Una docena de composiciones para disfrutar relajadamente, bien elaboradas y ejecutadas, pero ojo, sin el ritmo y virtuosismo superlativo que nos tienen acostumbrados estos cinco genios británicos. Si quieres disfrutarlos en directo con este formato acústico, atento porque prontos los tendremos por España mostrándonos su arte, el 13 de noviembre en Madrid y el 14 en Barcelona.
Mariano Palomo

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