(Scarlet Records / Locomotive Distribution)
Vuelven los precursores del folk metal europeo, y lo hacen con un más que interesante trabajo debajo del brazo. Con la marcha de Martin Walkyier, actualmente desenganchado del proyecto, podría haber dudas a cerca del sonido de la banda británica, y la verdad es que creo que los seguidores del grupo poco deben temer estando al frente el guitarrista Steve Ramsey y el vocalista Kevin Ridley, que junto al bajista Graeme English, a la vocalista, violinista y teclista Georgina Biddle, y al batería Arron Walton, siguen manteniendo el espíritu y fuerza de Skyclad. El quinteto se ha marcado un disco bastante potente, entretenido y trabajado, pero haciéndoseme más asequible y menos espeso que en anteriores ocasiones, con una intensa base metalera, adornada por los inevitables arreglos folkies, y con la voz de Ridley que me ha convencido mucho. El inicio con unos tonos de teléfono despista un poco, pero enseguida nos mete de lleno en la potente y vivaz “Words Upon The Street”, con la voz algo ronca junto a unos sencillos y acertados juegos de violín y guitarras marca de la casa. A continuación meten una marcha más con la fiestera y cervecera “Still Small Beer” que recuerda inevitablemente a los alemanes Tankard aunque algo menos borricos, y que es perfecta para saltar y brindar, puro jarreo. Aires cíngaros y medievales para la más tranquila y profunda “The Well Travelled Man”, con la voz creciendo al ritmo marcial y épico que marca la batería de Walton y los coros que mete todo el grupo a lo largo del disco. Se endurecen con la pesada y dinámica “Black Summer Rain”, con la voz aguda, más thrasher y cruda, ofreciendo un claro y directo estribillo y un afilado solo de guitarra que acaba atemperándose. Un punto curioso llega con la original “Babakoto”, en el que se mezclan guitarras acústicas y voces, detalles protagonistas de violín, que completan unas guitarras duras y con empaque, dentro de un halo power metalero. Unos arreglos y detalles que desaparecen casi por completo en la más densa y oscura “Hit List” que me ha parecido de las más flojas, mejorando con la acelerada “Superculture” algo hueca e igualmente curiosa, con la más típica “Which Is Why” de aires medievales llena de percusiones, violines y voces corales, aunque algo sosilla, y sobre todo con la pegadiza “Modern Minds” intensa, alegre, limpia, con un ligero toque épico, redondeada por un gran solo clásico. El cierre no desentona en absoluto con el tema título “In The... All Together”, heavy metal folkie en el que destacan los juegos de voces sobre algún que otro cambio de ritmo. Buen disco, fácil de escuchar, con algún momento algo más plomizo, pero en general creo que agradará a los seguidores tanto del grupo, como del estilo, y al que tanto deben gente como los ahora realtivamente grandes Korpiklaani o Turisas.
Vuelven los precursores del folk metal europeo, y lo hacen con un más que interesante trabajo debajo del brazo. Con la marcha de Martin Walkyier, actualmente desenganchado del proyecto, podría haber dudas a cerca del sonido de la banda británica, y la verdad es que creo que los seguidores del grupo poco deben temer estando al frente el guitarrista Steve Ramsey y el vocalista Kevin Ridley, que junto al bajista Graeme English, a la vocalista, violinista y teclista Georgina Biddle, y al batería Arron Walton, siguen manteniendo el espíritu y fuerza de Skyclad. El quinteto se ha marcado un disco bastante potente, entretenido y trabajado, pero haciéndoseme más asequible y menos espeso que en anteriores ocasiones, con una intensa base metalera, adornada por los inevitables arreglos folkies, y con la voz de Ridley que me ha convencido mucho. El inicio con unos tonos de teléfono despista un poco, pero enseguida nos mete de lleno en la potente y vivaz “Words Upon The Street”, con la voz algo ronca junto a unos sencillos y acertados juegos de violín y guitarras marca de la casa. A continuación meten una marcha más con la fiestera y cervecera “Still Small Beer” que recuerda inevitablemente a los alemanes Tankard aunque algo menos borricos, y que es perfecta para saltar y brindar, puro jarreo. Aires cíngaros y medievales para la más tranquila y profunda “The Well Travelled Man”, con la voz creciendo al ritmo marcial y épico que marca la batería de Walton y los coros que mete todo el grupo a lo largo del disco. Se endurecen con la pesada y dinámica “Black Summer Rain”, con la voz aguda, más thrasher y cruda, ofreciendo un claro y directo estribillo y un afilado solo de guitarra que acaba atemperándose. Un punto curioso llega con la original “Babakoto”, en el que se mezclan guitarras acústicas y voces, detalles protagonistas de violín, que completan unas guitarras duras y con empaque, dentro de un halo power metalero. Unos arreglos y detalles que desaparecen casi por completo en la más densa y oscura “Hit List” que me ha parecido de las más flojas, mejorando con la acelerada “Superculture” algo hueca e igualmente curiosa, con la más típica “Which Is Why” de aires medievales llena de percusiones, violines y voces corales, aunque algo sosilla, y sobre todo con la pegadiza “Modern Minds” intensa, alegre, limpia, con un ligero toque épico, redondeada por un gran solo clásico. El cierre no desentona en absoluto con el tema título “In The... All Together”, heavy metal folkie en el que destacan los juegos de voces sobre algún que otro cambio de ritmo. Buen disco, fácil de escuchar, con algún momento algo más plomizo, pero en general creo que agradará a los seguidores tanto del grupo, como del estilo, y al que tanto deben gente como los ahora realtivamente grandes Korpiklaani o Turisas.Mariano Palomo
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