(Frontiers / Mastertrax)
Uno de los iconos de la New Wave Of British Heavy Metal en su vertiente más melódica sigue en pie y ofreciéndonos buenos e interesantes trabajos después de treinta años de carrera. Coetáneos de Iron Maiden la banda de los Hermanos Troy, Tino (Guitarra) y Chris (Bajo), evidentemente nunca han tenido la suerte y el reconocimiento de éstos, pero sí han sabido crearse una buena legión de fieles seguidores que dentro del underground algo menos escondido seguimos con interés y devoción cada uno de sus pasos. Unos pasos irregulares que marcan una trayectoria llena de cambios, parones, vaivenes y movimientos en el seno de una banda. Una banda por la que han pasado acompañando a los Troy músicos de la talla del guitarrista Dennis Stratton tras abandonar Iron Maiden, de sus ex compañeros en la Doncella el batería Clive Burr y el vocalista Paul Di’Anno, y de los también cantantes Gary Barden actualmente de nuevo en M.S.G., Brenie Shaw (Uriah Heep), John Sloman o Doggie White (Rainbow, Cornerstone) entre otros. Probablemente el listón dejado por todos estos elementos sea muy alto, pero creo que con este “Sanctuary” las nuevas incorporaciones de la banda, Mike Freeland (Voz), Andy Burgess (guitarras) y Benjy Reid (batería) no desmerecen y junto a los hermano titulares de la banda han completado un muy buen disco con los elementos habituales de los trabajos de Praying Mantis, buenísimas voces y coros, melodías de guitarras elaboradas y llegaderas, y temas intensos y asequibles. Así nos encontramos de inicio con “In Time” melódica y limpia aunque algo sosa para abrir, sucedida por el hard rock melódico de “Restless Heart” con su contagioso estribillo dentro de un ritmo que supera el medio tiempo sin llegar a acelerar del todo, como sucede en la más bluesy y apagada “Tears In The Rain” llena de sentimiento, animándose de forma notable con la pegadiza y algo épica típicamente Praying Mantis “So Hihg”. Punto tierno y suave con la balada “Lonely Way Home”, tremendamente emotiva y en la que todos rallan a gran altura con mención especial para la voz de Mike que me recuerda un poco a James Christian, y al trabajo de guitarras de Tino y Andy. Vuelta a la energía y a los ritmos más animados con “Touch The Rainbow”, sólida, melódica y con mucha clase, recordando los inicios melódicos de la NWOBHM , como sucede a continuación con la más heavy también destacable “Threshold Of A Dream” pegadiza y clásica. Bajan el ritmo, que no la calidad, con la más sombría “Playing God”, en la que sobresalen los característicos coros de Tino y Troy además de su buen estribillo y un cierto aire sinfónico, y con el medio tiempo “Highway” en onda Journey de los 90’s, de nuevo con los coros arriba junto a la suave y profunda voz de Mike. Acelerón final marca de la casa con el corte que da nombre al disco “Sanctuary”, en el que juegan con acierto teclas y guitarras, dando un aire épico y melódico a una composición perfectamente reconocible a la primera. El tiempo pasa, pero parece que el talento y el buen gusto de estos supervivientes del hard rock y heavy melódico británico permanece intacto, por suerte para los que podemos seguir disfrutando de ellos.
Uno de los iconos de la New Wave Of British Heavy Metal en su vertiente más melódica sigue en pie y ofreciéndonos buenos e interesantes trabajos después de treinta años de carrera. Coetáneos de Iron Maiden la banda de los Hermanos Troy, Tino (Guitarra) y Chris (Bajo), evidentemente nunca han tenido la suerte y el reconocimiento de éstos, pero sí han sabido crearse una buena legión de fieles seguidores que dentro del underground algo menos escondido seguimos con interés y devoción cada uno de sus pasos. Unos pasos irregulares que marcan una trayectoria llena de cambios, parones, vaivenes y movimientos en el seno de una banda. Una banda por la que han pasado acompañando a los Troy músicos de la talla del guitarrista Dennis Stratton tras abandonar Iron Maiden, de sus ex compañeros en la Doncella el batería Clive Burr y el vocalista Paul Di’Anno, y de los también cantantes Gary Barden actualmente de nuevo en M.S.G., Brenie Shaw (Uriah Heep), John Sloman o Doggie White (Rainbow, Cornerstone) entre otros. Probablemente el listón dejado por todos estos elementos sea muy alto, pero creo que con este “Sanctuary” las nuevas incorporaciones de la banda, Mike Freeland (Voz), Andy Burgess (guitarras) y Benjy Reid (batería) no desmerecen y junto a los hermano titulares de la banda han completado un muy buen disco con los elementos habituales de los trabajos de Praying Mantis, buenísimas voces y coros, melodías de guitarras elaboradas y llegaderas, y temas intensos y asequibles. Así nos encontramos de inicio con “In Time” melódica y limpia aunque algo sosa para abrir, sucedida por el hard rock melódico de “Restless Heart” con su contagioso estribillo dentro de un ritmo que supera el medio tiempo sin llegar a acelerar del todo, como sucede en la más bluesy y apagada “Tears In The Rain” llena de sentimiento, animándose de forma notable con la pegadiza y algo épica típicamente Praying Mantis “So Hihg”. Punto tierno y suave con la balada “Lonely Way Home”, tremendamente emotiva y en la que todos rallan a gran altura con mención especial para la voz de Mike que me recuerda un poco a James Christian, y al trabajo de guitarras de Tino y Andy. Vuelta a la energía y a los ritmos más animados con “Touch The Rainbow”, sólida, melódica y con mucha clase, recordando los inicios melódicos de la NWOBHM , como sucede a continuación con la más heavy también destacable “Threshold Of A Dream” pegadiza y clásica. Bajan el ritmo, que no la calidad, con la más sombría “Playing God”, en la que sobresalen los característicos coros de Tino y Troy además de su buen estribillo y un cierto aire sinfónico, y con el medio tiempo “Highway” en onda Journey de los 90’s, de nuevo con los coros arriba junto a la suave y profunda voz de Mike. Acelerón final marca de la casa con el corte que da nombre al disco “Sanctuary”, en el que juegan con acierto teclas y guitarras, dando un aire épico y melódico a una composición perfectamente reconocible a la primera. El tiempo pasa, pero parece que el talento y el buen gusto de estos supervivientes del hard rock y heavy melódico británico permanece intacto, por suerte para los que podemos seguir disfrutando de ellos.Mariano Palomo
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