martes, 7 de noviembre de 2017

STINGERS “Transition”


(The Fish Factory)

Cuando hace once años se formaron como banda tributo a Scorpions, seguramente los sevillanos Stingers no tendrían en mente llegar a publicar un disco con temas propios, pero ahora nos encontramos con este “Transition” que supone todo un homenaje a los genios teutones pero con composiciones que no están firmadas por Meine, Schenker o Jabbs, aunque sí que hay una en la que participa el ex batería del grupo Herman Rarebell poniéndole letra y otra en la que lo hace tocando los tambores.

Evidentemente y como no podía ser de otra manera los temas suenan a Scorpions por todos los lados, se nota la estricta dieta musical a base de escorpiones que han seguido en estos años los miembros de la banda con un Panchi a la voz que es de lo más parecido que se puede escuchar a Klaus Meine haciéndolo de forma espectacular, muy bien acompañado a las guitarras por Mario y Yeyo, alter egos de Rudolf Schenker y Mathias Jabbs respectivamente, con Sergio al bajo y Ramón a la batería, completándose la formación con los coros de Javi que también mete rítmicas y acústicas en un tema.

Comienza el CD con el tema título “Transition” que es al que ha puesto letra Rarebell para encajarla dentro de su cadencioso y marcado ritmo con unas melodías de voz nasales que se alían con unas trabajadas guitarras para crear una pieza con cuerpo y solidez que recuerda a la etapa de principios de los noventa de Scorpions. Más dinamismo y melodía en “Rocking The Moon” típico corte Scorpions del siglo XXI que seduce con su ritmo y claro cuidado instrumentalmente, para llegar después a una sorprendente y vibrante adaptación del tema de Pet Shop Boys “Heart” que se llevan a su terreno con un gusto y energía tremendos destacando los fantásticos arreglos de guitarra de Mario, me recuerda un poco a lo que hicieron en su momento Gamma Ray con el “It’s a Sin” del dúo británico.

No podían faltar los momentos baladescos y relajados, comenzando por “Take Your Lies” un precioso corte que cumple con nota de nuevo con las guitarras brillantes y cuidadas con la participación de Javi que además ha compuesto la música quedando de lo más agradable y expresiva con una suave aportación de teclados de la mano de Leo Peña. Leo también aporta unos bonitos arreglos orquestales a la melancólica “Loneliness” marcada por el piano de Gloria Vázquez y por la cálida voz de Panchi que va creciendo en intensidad con la entrada de unas segundas voces recordándome al “Humanity” de los alemanes.

Siguen en clave hard rockera con “Believe Or Not” con una pegadiza cadencia, un estribillo melódico y claro y otro buen solo en este caso a cargo de Yeyo que cede el protagonismo guitarrero a Mario en los reiterados fraseos de “Terrific Speed” más rítmica y desafiante pero algo monótona en su desarrollo, metiendo más ritmo e intensidad en “They Gotta Go” con el sonido ochentero característico de sus seductoras guitarras que nos lleva hasta un estribillo ganador, entrando de nuevo en terrenos más rítmicos y algo machacones con “Empty Game” donde destacan los matices vocales sobre su base más lineal y su incisivo riff con unos coros muy del “Crazy World”.

Se completa el disco con “Savage Days” un tema que casi por sí solo sería suficiente para que cualquier fan de Scorpions o del hard rock ochentero se acercará a él, notándose sobremanera la pegada característica de Herman Rarebell que aporrea para darle un ritmo alto entrecortado que recuerda en su cadencia al de “Dynamite” pero con algo menos de frenetismo en su voz y guitarras.

Ahora ya podremos cuestionar si es más o menos oportuno o meritorio el publicar un disco tan clavado en su sonido a una banda de referencia, habrá quien piense que para eso mejor seguir haciendo versiones de sus temas, pero yo creo que tiene el mismo mérito que cualquier otro grupo  porque, al fin y al cabo, a estas alturas todo el mundo tiene referentes y casi todo el mundo acaba sonando parecido a algún o a algunos clásicos, el caso es hacerlo bien y Stingers me parece que lo han hecho muy bien. Creo que este disco es un paso adelante y en cierto modo una transición como su título indica, y una razón más para acercarnos a la bandas de versiones a las que tanto se critica muchas veces por su falta de originalidad y talento compositivo quedándose muchas veces en meros ejecutores, brillantes en muchas ocasiones, de canciones ajenas.

Mariano Palomo

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