viernes, 14 de octubre de 2016

JORGE SALAN & THE MAJESTIC JAYWALKERS “Graffire”


(Rock Estatal Records)
Seguramente sonará reiterativo, seguramente habrá quien atribuya a mi amistad de años con el artista objeto de esta crítica el tono de admiración de la misma, pero es que es lo que hay, y lo que hay es que, en mi humilde opinión, estamos ante uno de los músicos más grandes que ha dado España en los últimos tiempos, Jorge Salán. Siempre avanzando, siempre superándose, nuca se cansa de aprender, nuca se cansa de explorar nuevos territorios, y todo ello a base de trabajo, entrega y profesionalidad consiguiendo resultados tan brillantes como el acaba de regalarnos en forma de segunda entrega bajo el epígrafe de los Majestic Jaywalkers.
Una aventura está enraizada en el blues rock que se inició hace un par de años y que ya dio sus primeros frutos con excelente primer trabajo en el que el músico madrileño revisaba con exquisito gusto un puñado de clásicos de algunos de los artistas que le han marcado en su trayectoria, alejándose de su vena más hard rockera y actual con la que ha ido creciendo desde que hace tres décadas cogiera la guitarra por primera vez.
Ahora en este “Graffire” se sigue manteniendo esa esencia, ese respeto y esa clase de su predecesor, con Jorge de nuevo acompañado de un montón de excelentes colaboradores repitiendo alguno de ellos, y con el principal atractivo de encontrarnos con nuevas composiciones propias y compartidas, amén de algunos sabrosos recuerdos a los clásicos.
Así, dentro de los temas propios nos encontramos en primer lugar con la divertida “Victim Of Desire” tema perfectamente cantable y festivo para el directo, como ya pudimos comprobar en el show de presentación en el Hard Rock Café de Madrid hace unos días, sonando en una onda muy Blues Brothers. En el mismo participa una magnífica sección de viento formada por el saxofonista Pablo Santos, el trombonista José Luis Moradillo y el trompetista Rubén Tobes, con los arreglos de Jordi Pinyol y acompañados por los teclados de Pau Alvarez, el bajo de Juan Carlos Gibaja y la batería de Edu Brenes, y con la letra de Daniel Griffin que además se encarga de los coros junto a BJ compañero de Jorge en Soto.
Griffin también pone letra a la tórrida “No Turning Back” preñada de instrumentación repitiendo los mismos músicos salvo en la batería que corresponde a José Pereira y con la inclusión a los coros de la genial Gema Vau (Biosfear) con esa impresionante voz negra salida de su cuerpo blanco. Tema con mucho rollo y una tremenda riqueza de matices y sonidos con un ligero toque funky pero con unas guiatarras bastante hard rockeras y rematado por un gran solo de saxo de Pablo Santos. Más cruda y afilada sin tantos arreglos aparece la polvorienta “On My Own” manteniendo la esencia blues en su base con mucho groove pero en una onda más rockera sobre todo por el trabajo de guitarras y por su melodía de voz para el texto que en este caso ha corrido a cargo de Jeff Scott Soto.
Llegamos al tercer tema nuevo, este escrito exclusivamente letra y música por Jorge, “Para Paco de Lucía” una preciosa pieza llena de pasión y profunda admiración dedicada al Maestro algecireño recientemente fallecido, el mejor guitarrista de la historia para nuestro protagonista, y al que honra con un sentimiento y respeto enormes con unas guitarras flamencas que ponen los pelos de punta acompañando su precioso mensaje e incluyendo ligeros toques eléctricos y de percusiones novedosas de la mano de José Pereira. Una maravilla que si tuviera la debida difusión debería sonar con frecuencia en cualquier sitio.
Hay otro par de temas prestados y cantados por sus autores en este disco, el primero de ellos “Born Under a Bad Sing” composición de Jeff Espinoza (Red House) de puro blues oscuro en el que el vocalista marca la melodía con su grave y áspera voz junto unas guitarras gordas contando también con el apoyo coral de Gema Vau y de las teclas orgánicas de Pau Alvarez, resultando ideal para empezar a introducirnos en el apasionante viaje musical que nos propone este disco. El otro tema cedido y que ve la luz por primera vez ahora es “One More Empty Feeling” elegante corte pleno de melodía a cargo del irlandés afincado en Madrid y primo de Fiona Flanagan, Garrett Wall que tiene un timbre de voz que me recuerda bastante al Eric Martin más suave rodeado de nuevo de unos sonidos de órgano magníficos creando cierta ambientación rythm & blues.
Y llegamos a las tres versiones, a cual mejor cada una en su estilo, que redondean este trabajo. Comenzamos por la sensual revisión de "Take Me To The River” de Al Green, llena de soul y clase con una buenísima interpretación vocal de Jorge bien acompañado de nuevo por Gema y por la sección de viento haciéndola algo más suave que la versión de la película de Allan Parker “The Commitments” de la que se ha cogido la idea.
No le va a la zaga en buen gusto el recuerdo a Rory Gallagher con la jazzie “They Don’t Make Them Like You Anymore” llena de swing con el piano de Pau sonando magistral junto al bajo de Gibaja resultando tremendamente seductora, para rematar la faena con la tórrida “Leave My Girl Alone” de Buddy Guy, otra maravilla más esencialmente blues aunque con el toque actual en los solos de guitarra incidiendo y arrastrando sus notas recordándome a la última etapa del ídolo Gary Moore.
En fin, un discazo lleno de calidad con un buenísimo sonido culpa de Jorge que se ha hecho cargo de prácticamente toda la parte técnica (producción y mezclas en su propio estudio), salvo la masterización que la ha correspondido a Nick Litwin. A pesar de todo habrá quien todavía seguirá reclamando más sonidos hard rockeros añorando la primera etapa del artista, no es mi caso porque también los hay, pero me parece que siendo capaz de abarcar tal cantidad de colores y matices resulta prácticamente imposible resistirse a sus encantos y no disfrutarlo plenamente. Señor Salán, ha vuelto a usted a hacerlo, nunca deje de crecer y de sorprendernos.
Mariano Palomo

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