jueves, 12 de febrero de 2015

ECLIPSE “Armageddonize”


(Frontiers / Mastertrax)
No creo que a estas alturas haya mucha gente que dude que Eclipse es, junto a H.E.A.T, la banda más interesante y en forma del hard rock melódico de la actualidad. Siempre apoyados en el descomunal talento de Erik Martensson, bien acompañado por el cada vez más competente Magnus Henriksson a la guitarra, y por la explosiva pegada del batería Robban Back, completada por la eficaz labor del teclista Johan Berlin, han vuelto a sacarse de la manga un señor disco que bajo el título de “Armageddonize” irrumpe como buenísimo sucesor del magistral “Bleed & Scream” que acabó de ponerles en el mapa a nivel mundial.
Repitiendo los elementos de su predecesor, con una base compositiva clásica pero con unos elementos contemporáneos en su sonido que hacen que no se parezcan excesivamente a nadie, jugando acertadamente con las distorsiones crudas y con los teclados actuales pero siempre con la melodía barnizándolo todo, con un trabajo vocal cada vez más elaborado, han creado otra remesa de composiciones que acaban por ser enormemente adictivas y totalmente reconocibles.
Así arrancan de forma enérgica con “I Don’t Wanna Say I’m Sorry”, ritmo alto, riffs marcados, estribillo claro y potente, coreo con cuerpo, melodía pegadiza, vamos, puro Eclipse. No le va a la zaga “Stand On Your Feet” con unos teclados scandi siglo XXI más presentes dentro de una rotunda propuesta rítmica marcada por su calidad y pegada, que se mantiene en la embaucadora  “The Storm”, algo menos inmediata pero igualmente efectiva con sus envolventes coros y estribillo. Se relajan un poco para ambientar el inicio de la guerrera “Blood Enemies” rompiendo luego poderosa y que como sucediera en “Bleed & Scream” con “Battlegrounds” destila un embriagador aroma Thin Lizzy inundándola de esencia y grandeza convirtiéndola en una de mis favoritas del disco como no podía ser de otra manera.
Otra de las que más me ha enganchado ha sido “Wide Open” un corte claro y pegadizo, duro en su base pero de enorme melodía vocal y que sin complicarse mucho instrumentalmente deja un magnífico regusto, al igual que la dinámica “Love Bites” que tiene pinta de funcionar muy bien en directo con su ritmo casi frenético por momentos llevado casi al paroxismo en su agresivo estribillo, o que la sencilla “One Life-My Life” más melódica y actual con unos originales arreglos que completan su ritmo entrecortado.
Muestran una cara más dramática y sombría en “Live Like I’m Dying” corte muy melódico pero con una instrumentación algo densa y suave que va creciendo con un rollo descarnado e intrigante que desaparece por completo para dar paso a la encantadora “Breakdown” que en clave hard country resulta de lo más adictiva con unos sonidos fantásticos de guitarra acústica-slide que la adornan marcando su venenosa melodía central, completándose el disco con otros dos potentes cortes como son “Caught In The Rush” que bien puede resumir la filosofía del grupo con ese poderío melódico que remata Magnus con un incendiario solo, y “All Died Young” cañero y directo con la voz de Erik arrogante poniendo el cierre.
Buenísimo disco que supone un paso más en la cada vez más importante y consolidada carrera de estos chicos que no paran de crecer y de los que podremos disfrutar en directo dentro de unas semanas, para no perdérselos.
Mariano Palomo

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