martes, 26 de junio de 2012

GAUNTLET “Stubburn”


(Molusco Discos / Pegada Brutal)

Los madrileños Gauntlet continúan con su imparable progresión dentro del metal nacional. A estas alturas empiezan a tener ya pocas cosas que demostrar, pero con este nuevo cañonazo en forma de disco vuelven a escalar un escalón más y a sorprendernos con una colección de temas que en mi opinión redondean su remesa más completa y versátil hasta la fecha.
Ya me gusto mucho la evolución mostrada en su anterior disco “What Doesn’t Kill Us…” ahondando en terrenos más extremos y actuales pero sin abandonar su base clásica y melódica dentro del heavy–thrash metal técnico y elaborado, como sucesión lógica del EP  “The Comeback” en el que aun contaban con el cantante Ivo Galenov que abandonó la banda tras su lanzamiento para cederle los trastos de matar, vocalmente hablando, al guitarrista y cofundador del grupo Miguel Rocha que se desdobla desde entonces en ambas tareas para sorpresa de casi todos por su agresiva y competente ejecutoria como frontman de la banda.
Decía antes que este “Stubburn” me parece el trabajo más versátil de Gauntlet hasta ahora, ya que en él podemos encontrar algunos de los momentos más melódicos y hard rockeros de la trayectoria de la banda junto a otros en los que pisan terrenos realmente brutos pero siempre respetando unas grandes líneas melódicas acentuadas sobre todo por un excelente trabajo de guitarras de la mano del propio Miguel y de Dani Millán, llenándolo todo de riffs, armonías o solos tan nítidos y afilados sgún lo requiera la ocasión.
Todo esto no estaría justificado si no estuviera enmarcado dentro de unas composiciones elaboradas y cuidadas hasta el más mínimo detalle, y siempre sustentado por la tremenda solidez y pegada que proporcionan el bajista Juan Carlos Fernández que se estrena a nivel discográfico con el grupo, y el habitual Alejandro Martínez, realizando ambos una labor espectacular que sin duda es en buena parte culpable de un sonido perfectamente reconocible, el sonido Gauntlet.
Ciñéndonos al contenido del CD la verdad es que desde que uno empieza a escuchar el disco resulta realmente complicado desengancharse y es un no parar de descubrir rasgos y matices que se inician con el ritmo arrollador de “There Will Be No Peace”, un corte en clave thrash de base clásica y sonido actual con la voz de Miguel agresiva y rabiosa como requiere el espinoso tema que trata condenando con furia la violencia terrorista que llevamos tanto tiempo sufriendo en nuestro país.
Un vuelta de tuerca aun más cañera para la más rítmica y groovie “Feed The Worms” en la que Miguel dobla su voz con la de Javier Cardoso (Vita Imana) sobre unos riffs asesinos matizados por algunos sonidos más relajadas y por un brillante solo más hard a cargo de Ix Valieri (037), creando una pieza tremendamente rica en matices y poderío.
No le va a la zaga la más melódica “Slave” acertado primer single–vídeo muy pegadizo y eficaz con un sonido gordo lleno de coros rivalizando con unos buenísimos diálogos de riffs suavizados por una parte acústica intermedia, haciendo de este tema probablemente mi favorito del grupo de toda su carrera, con permiso de “Seeds Of Hate”.
Continúa la descarga con la sólida “Blood, Sweat and Tears” una composición de largo recorrido de inicio lento y suave que crece sin remisión sobre un punzante riff rompiendo con potencia en un tono más pesado y heavy a lo Annihilator atacada por una segunda voz agresiva igualmente contrarrestada por melodías más relajadas pero igualmente intensas, incluidas las de la guitarra de Aitor Gorosabel (Su Ta Gar) que deja su impronta en el tema, como lo hace seguidamente Rown Houland (Clockwork) con su áspera voz en la directa y más sencilla “My Dying Breath”.
Se atempera un poco el ritmo con “You Don’t Know Me” en clave thrash actual, con gran peso rítmico pero plagada de dibujos guitarreros tan técnicos como afilados, tornándose más crudos pero igualmente limpios en la rápida y rotunda “Last Exit To Blisstonia” todo un puñetazo sonoro que además fue el primer tema que pudimos escuchar como adelanto del disco y que ya nos convenció sobremanera, equilibrando con acierto melodía y contundencia, rematándola con un solo arrollador, todo ello dando soporte a una letra ultra friki relacionada con un planeta que sólo aparece en un capítulo de Los Simpsons, no podía faltar este tipo de referencia tan del gusto de la banda (gracias Juanma por ponerme sobre la pista).
Aunque el tema que realmente me suena freak es el que cierra el disco, la curiosa “The Fake” en la que participan el guitarrista Manuel Seoane (Burning Kingdom) como hacha principal y su compañero de banda Dagarod poniendo su voz en un tono impostado junto a la de Miguel dentro de una estructura más hard pero igualmente dura, un poco a lo Skid Row, resultando chocante en un principio pero acaba por enganchar a base de escucharla.
Se completa la obra la intensa power ballad “Sold My Soul”, llena de sentimiento y clase con un gran trabajo de guitarras acústicas y eléctricas a lo Pantera que completan la gran labor vocal de Miguel que acaba acelerando al final para terminar de forma casi frenética pero controlada.
Poco más puedo añadir, solamente recomendar este trabajo de una banda que a base de trabajo, esfuerzo y dedicación, cuidando todos los detalles (presentación, difusión en redes sociales, promoción, etc.) y con la inestimable ayuda una vez más de José Garrido y Daniel Meilán en la grabación, han parido el que está llamado a ser el disco de metal del 2012 a nivel nacional, si no al tiempo.
Mariano Palomo

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