(Massacre Records)
Aunque les ha costado unos cuantos añitos, al fin estos alemanes han conseguido coger algo de personalidad propia. Siempre han sido una copia reconocida y descarada de los Helloween de la primera época. Nunca se han molestado en disimularlo ni en negarlo. Y menos todavía en evolucionar. Con el paso de los años y disco tras disco parecía que se iban a quedar en eso, pero por fin parece que han variado de opinión e intentan despegarse un poco de la omnipresente influencia de “Helloween” y “Walls Of Jericho”. Tampoco es que se hayan vuelto el colmo de la originalidad, han facturado un buen disco de power metal y nada más, al fin y al cabo no salen de un género que también fue inventado por el mismo Kai Hansen. Pero al menos, como decimos, han levantado un poco el vuelo. Hasta la voz de Thunder Axe parece distinta, se ha vuelto algo más nítida. En lo que no cambian es en lo monotemático de sus letras, basta con echar una ojeada a los créditos y ver títulos como “The Ride Of Asgard” o “The Valkyries Call” para ver que siguen dale que dale con los vikingos. Y continúan titulando las canciones en inglés antiguo, poniendo alguna “e” que hoy en día no se utiliza al final de algunas palabras. Centrándonos en los temas, en su mayoría cumplen bien los cánones del power, velocidad y melodía con estribillos poderosos. En gran medida resulta difícil destacar unas canciones sobre otras, además hay varias muy buenas, como la propia “Heaten Warrior”, la ya dicha “The Ride Of Asgard”, “Heirs To The Fighte”, “Fire & Ice” o “The Returne”. Curiosamente, es en la recta final del disco donde parece bajar un poco el nivel, las últimas, “The Valkyries Call” y “And Northern Steele Remaineth”, las encuentro insulsas y aburridas. Pero algún corte desafortunado apenas desmerece el conjunto.
Nacho Jordán
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