(Peermusic)
La vida tiene unas paradojas difíciles de entender. Desde su regreso en 1996 es el tercer disco en estudio que edita Obús. Y cuando ya sólo quedan Fortu y Paco de la formación original, de los tres trabajos “contemporáneos” este es sin duda el que más recuerda al sonido de los 80. Tanto “Desde el Fondo del Abismo” como “Segundos Fuera”, cada uno a su modo, tuvieron, pretendiéndolo o no, un sonido un tanto “moderno” para una banda ochentera, con aproximaciones a las nuevas tendencias del metal. Este retorno a las raíces, como decimos, resulta bastante curioso precisamente cuando el baile de miembros hacía esperar una evolución. Sin duda la excepción es “Mal Rollo”, en la que colaboran unos tales Duokie, a los que desconocía por completo, que interpretan una especie de rap-metal en varios fragmentos del tema, mientras sólo en el estribillo reconocemos a Obús. Por el resto, como decimos, vuelve el sabor de toda la vida. Me parece ver una influencia de AC/DC bastante notable en numerosos momentos del disco. Como mínimo en los cortes “Mi Amigo El Diablo”, “Es Lo Que Hay” y “Cállate” me resulta más que evidente. Esta última, con una letra cercana a “Mentiroso”, se llama igual que otra canción del grupo, como todos sabemos, y creo que no conozco ningún otro caso en el que una banda ponga el mismo título a dos canciones diferentes. ¿Tanto trabajo costaba llamarla “Que Te Calles”, “Calla Idiota” o algo parecido? Es absurdo. Como lo es dedicarle la canción “Él Es Rock & Roll” a Juan Luis Serrano y olvidarse del otro fundador que se ha marchado, Fernando Sánchez. Un poco raro. En resumidas cuentas, en los doce cortes del nuevo trabajo te encuentras de todo. Desde la vena más chabacana y prescindible tipo “La Raya” con “Ya Le Estás Dando”, hasta la balada “Mintió”, pasando por la fiestera “Es Lo Que Hay”, la cañera “Corre Mamón” o el bonito canto a la amistad intercultural “Hermano Americano”. Quizá el gran fallo de este álbum son las letras, en varios de los cortes resultan un tanto esquemáticas y dan la impresión de estar poco trabajadas. Y creo que en siete años sin material nuevo, tiempo para currárselas no les ha faltado.
La vida tiene unas paradojas difíciles de entender. Desde su regreso en 1996 es el tercer disco en estudio que edita Obús. Y cuando ya sólo quedan Fortu y Paco de la formación original, de los tres trabajos “contemporáneos” este es sin duda el que más recuerda al sonido de los 80. Tanto “Desde el Fondo del Abismo” como “Segundos Fuera”, cada uno a su modo, tuvieron, pretendiéndolo o no, un sonido un tanto “moderno” para una banda ochentera, con aproximaciones a las nuevas tendencias del metal. Este retorno a las raíces, como decimos, resulta bastante curioso precisamente cuando el baile de miembros hacía esperar una evolución. Sin duda la excepción es “Mal Rollo”, en la que colaboran unos tales Duokie, a los que desconocía por completo, que interpretan una especie de rap-metal en varios fragmentos del tema, mientras sólo en el estribillo reconocemos a Obús. Por el resto, como decimos, vuelve el sabor de toda la vida. Me parece ver una influencia de AC/DC bastante notable en numerosos momentos del disco. Como mínimo en los cortes “Mi Amigo El Diablo”, “Es Lo Que Hay” y “Cállate” me resulta más que evidente. Esta última, con una letra cercana a “Mentiroso”, se llama igual que otra canción del grupo, como todos sabemos, y creo que no conozco ningún otro caso en el que una banda ponga el mismo título a dos canciones diferentes. ¿Tanto trabajo costaba llamarla “Que Te Calles”, “Calla Idiota” o algo parecido? Es absurdo. Como lo es dedicarle la canción “Él Es Rock & Roll” a Juan Luis Serrano y olvidarse del otro fundador que se ha marchado, Fernando Sánchez. Un poco raro. En resumidas cuentas, en los doce cortes del nuevo trabajo te encuentras de todo. Desde la vena más chabacana y prescindible tipo “La Raya” con “Ya Le Estás Dando”, hasta la balada “Mintió”, pasando por la fiestera “Es Lo Que Hay”, la cañera “Corre Mamón” o el bonito canto a la amistad intercultural “Hermano Americano”. Quizá el gran fallo de este álbum son las letras, en varios de los cortes resultan un tanto esquemáticas y dan la impresión de estar poco trabajadas. Y creo que en siete años sin material nuevo, tiempo para currárselas no les ha faltado. Nacho Jordán
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