viernes, 24 de octubre de 2008

VOODOO SIX “First Hit For Free”

(Locomotive Records)

Avalados por el mismísimo Steve Harris, llega a nosotros el primer trabajo de esta nueva banda llamada Voodoo Six, formada por algunos ex componentes de los extintos Dirty Deeds que acompañaron a Iron Maiden en alguna de sus giras. Seguramente de este hecho vendrá el conocimiento y aprecio por parte del líder de la Doncella hacia estos chicos, que sin hacerlo mal en este disco, tampoco me han acabado de conquistar. Intensidad y ganas se ve le ponen a la historia, pero sus composiciones en general acaban por hacérseme demasiado pesadas, con muchos ritmos cercanos al stoner, guiños setenteros y una voz como la de Henry Rundell que se queda algún escalón por debajo de la de Jeff Keith (Tesla) o de Justin Hawkins (The Darkness) con unos registro entre roncos y agudos que no terminan de llegarme. Aun así el sonido, en lo que a producción se refiere, es bastante correcto y contundente, con marcada presencia del bajo del veterano Tony Newton y de la percusión de Dave Cavill, dejando el trabajo de guitarras para la pareja formada por Matt Pearce y Richie Faulkner que cumplen sin excesivos alardes. Los temas más densos y saturados predominan en esta obra, caso de la inicial y sementera “Faith” en la que destaca una buena melodía de voz, de la más sencilla y efectiva “Walking On Nails”, de la atormentada y cadenciosa “One More Day” en la que brillan más las guitarras de Pearce y Faulkner junto al omnipresente bajo de Newton, o de la saturada y embarullada “Shine On” que se arregla con buen solo y un frenético acelerón final. Algo similar le sucede a la extraña “No Friend Of Mine” con algunos cambios de ritmo curiosos que la hacen atractiva, como lo son las más dinámicas y hard rockeras “Crawl” y “I’m the Sun”, a pesar de su excesiva distorsión de la voz chillona de Rundell. Mejoran algunos matices en “Feed My Soul”, con la voz más limpia y asequible dentro de su ritmo discontinuo algo psicodélico, y las más relajadas “Saints And Sinners” llena de intensidad y feelin’ con sus guitarras suaves y buenas voces y percusión, o la acústica y melancólica “Mistaken” adornada por un desgarrado solo de guitarra. El final lo ponen la potente “Century” de buen y chillón estribillo, y la acelerada llena de guitarras “Slip Inside” que cierra correctamente el disco. No está mal, pero tampoco es la quintaesencia del rock del siglo XXI con parecen querer venderlo algunos. De todas maneras y aunque no peguen mucho, podremos comprobar su valía en la gira española de Extreme en la que actuarán como teleoneros.
Mariano Palomo

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