lunes, 28 de julio de 2008

JUDAS PRIEST “Nostradamus”

(Sony BMG Music)

Tras la reentré de Halford en su banda nodriza con un buen disco como fue “Angel Of Retribution”, la formación de Birmingham encaraba uno de sus proyectos más ambiciosos y complejos. Nada más y nada menos que una obra conceptual basada en la vida y obra del médico, filósofo y sobre todo profeta francés Michel de Nostredame que se desarrolla en el siglo XVI. No es nueva esta experiencia dentro del hard rock ya que el fenómeno búlgaro Nikolo Kotzev ya hizo algo parecido hace unos años rodeándose de grandísimos músicos, y en cierta manera en cuanto a ambientes y evidentemente en cuanto a temática, podrían asemejarse ambos proyectos. Pero centrándonos en este que nos ocupa actualmente, que nadie espere un disco de Judas Priest al uso, evidentemente la esencia y los detalles de los británicos están presentes, abarcando sonidos de muchas de sus etapas, pero con una estructura y desarrollo completamente distinto a lo que nos tienen acostumbrados. Una obra conceptual, prácticamente sin interrupciones con una continuidad que invita a sentarse tranquilamente y disfrutar de la trabajada entrega que se han marcado sus autores, y cuya escucha recomiendo acompañar de la lectura de sus letras, más aun si se dispone de la edición especial en digibook a tamaño natural magníficamente presentada y terminada. Comienza la historia tras la misteriosa intro “Dawn Of Creation” con la potente “Propehcy” a base de pesados y contundentes riffs que podrían indicar una continuación de la anterior entrega en estudio del grupo y que ya hemos podido comprobar que funciona bastante bien en directo. Se baja el pistón con “Revelations” donde sobresalen las guitarras sintetizadas, con un ritmo de batería muy marcado con aires “Turbo”, aunque con la voz de Halford más cortada y seca y en unos tonos medios de los que no se aleja prácticamente en todo el trabajo, y con unos cambios de guitarras acústicas y eléctricas interesantes pero algo artificiales y discontinuos alargando el tema en exceso. Se oscurece el ambiente con “War” más orquestal y profunda, con la voz acompañada de los redobles de Travis marcando un ritmo más épico e inquietante que acompañan de arreglos más pomposos, aunque algo falta de dinamismo, batalla de espadas incluida. Tras dejar el campo de batalla con “Sands Of Time” a modo de puente acústico la atormentada voz de Halford se apodera de la más contundente “Pestilence And Plague”, donde lucen las guitarras de Tipton y Downing que hacen un trabajo enorme a lo largo de todo el disco, bien secundados por los arreglos de cuerda de Pete Whitfield y del mago de las teclas Don Airey, creando una buena e intensa mezcla, y coronado por algunas estrofas en italiano. Se baja más aun el ritmo que marcan las oscuras campanas que dan paso a “Death”, una composición pesada y espesa, con ritmos cercanos al doom y que se me hace excesivamente larga, para mejorar con la más épica “Conquest” siempre con los teclados de Airey de fondo dando cuerpo a las guitarras reconocibles de la pareja de hachas del grupo y a la profunda voz de Rob, que se luce más en la intensa balada “Lost Love” mejorada por un buen solo pero algo monótona. El cierre al primer CD, de los dos que componen la obra, lo pone “Persecution” en clave más poderosa dentro de un corte que va creciendo para convertirse en uno de los destacados con un estribillo directo marca de la casa, un buen solo a lo “Painkiller” y buenos arreglos de órgano. El segundo volumen se inicia de forma triste y melancólica con la intro “Solitude” sucedida por la ambiental “Exiled” que sigue la misma línea, con una voz más apagada que va creciendo y con unas guitarras interesantes que recuerdan a la primera época de los Judas, al igual que en la intensa “Alone” que se inicia muy tranquila que crece sobre todo gracias su gran estribillo en el que Halford muestra un buen nivel subiendo, aunque al final se hace algo larga con una parte más sinfónica. Vuelve el sonido más cañero con “Visions”, en la que sus riffs machacones sintetizados recuerdan algunos momentos de “Ram It Down” y donde juegan con los tiempos insertando algún registro más lento que se acentúa en la breve y algo sosa “Hope” que a base de acústica y piano nos lleva hasta “New Beginnings” que va creciendo desde su atmósfera épica y evocadora para romper en un sonido más crudo donde destaca una de sus estrofas más altas. Nuevo breve puente acústico y algo psicodélico con “Calm Before The Storm” para llegar al tema título “Nostradamus” que hace honor a su calidad de tal y se presenta como uno de los más destacados con su gran intensidad y buen estribillo dentro de una composición en la que se mezclan la base típicamente Judas con guitarras muy “Painkiller” y los arreglos operísticos dando como resultado un poderoso tema. El cierre definitivo lo pone en clave claramente descenderte y casi agónica con la extensa “Future Of Mankind” con riffs muy claros, guitarras destacadas, y con la inclusión de una estrofa final en francés en clave gutural y casi de ultratumba para sellar la obra de Nostradamus. Particularmente me ha parecido un gran disco, no está entre mis cinco favoritos de Judas Priest, pero creo que el secreto para sacarle todo el jugo está precisamente en considerarlo un disco paralelo, un proyecto aparte de los cinco músicos configuran la banda, y olvidarse de lo que han hecho hasta ahora, y que seguramente no volverán a repetir. Yo lo estoy disfrutando más con cada escucha, seguramente habrá gente que como yo sean fanáticos acérrimos de Judas y que a la primera escucha hayan desistido, humildemente os recomiendo que le deis más oportunidades, creo que lo merece.
Mariano Palomo

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