(The Fish Factory)
Mucho tiempo ha habido que
esperar para poder escuchar nuevo material de los madrileños Mercurio. Una banda con más de una
década de trayectoria pero con tan solo dos trabajos publicados hasta ahora que
aparece esta tercera entrega que, bajo el acertado título de “Re-Génesis”,
supone el renacimiento del grupo con un conjunto de variadas y elaboradas
composiciones.
Unos temas que siguen basando su
sonido en el heavy metal clásico, enriquecido con elementos power, y sobre todo
con una notable calidad técnica tanto instrumental como vocal, con la destacada
presencia del cantante José García
(ex Posesión) que ofrece un amplio rango de registros y capacidades,
perfectamente engarzado con las guitarras de Sergio Salcedo, también encargado de teclados y orquestaciones, y
de Jorge Pascual, ambos mostrando un
gran nivel a lo largo de todo el disco. Por su parte Juan Pascual al bajo y Alvaro
del Río a la batería, aportan versatilidad y solidez a la base rítmica para
completar un compacto conjunto sonoro.
Comienzan con la misteriosa “Re-Génesis”
que sirve como épica introducción con narración en tonos graves y orquestación
que enlaza con la powermetalera “La Estrella Oscura” marcada por su rotunda
pegada con destacada presencia rítmica barnizada de técnicos arreglos épicos y
barrocos de guitarra acompañando la agresiva y nítida ejecutoria vocal de José. Meten más carga evocadora en la
cabalgante “Tiamat” melódica y potente, con unos coros que resaltan sobre
incisivos ataques guitarreros suavizados por un suave colchón de teclados,
recordando a bandas como Sphinx o Tierra Santa.
Más cruda aparece “Gigantes”, de
riffs duros, voz engolada y estribillo coreado ideal para el directo, rápida,
efectiva y sencilla, adornada por un buen solo doblado de Sergio y Jorge. Más
contundencia y peso rítmico en la desafiante “Esclavos” que en sus golpes de
voz me recuerda inevitablemente a los germanos Running Wild, matizando luego su ritmo en la inquietante “Eva” con
partes recitantes y teatrales para desarrollar su extensa letra interrumpidas
por agresivos ataques de guitarra, incluido otro buen solo.
A partir de aquí los temas
empiezan a alargarse, ofreciendo más matices y desarrollos extensos, comenzando
por la poética “Lemuria” que entra relajada para ir cogiendo ritmo sobre unas
envolventes melodías de voz de aires medievales que se rompen acelerando junto
a las guitarras y el bajo muy marcado en todo el corte. Continúan en clave
evocadora con “El Guardián Eterno” ocho minutos de sinuoso heavy-power de aires
egipcios recordándome una vez más a los gaditanos Sphinx o a los propios Iron
Maiden, con unas variaciones rítmicas y vocales que enriquecen el resultado
final junto a unas excelentes prestaciones instrumentales.
Reaparece la vena más heavy
metalera y cruda con la poderosa “El Ocaso de los Dioses” para la que cuentan
con la colaboración como segunda voz grave de Gonzalo Corrales, que encaja perfectamente junto a la de José y a la rotunda pegada de Alvaro que sacude los parches de su
batería sin miramientos. Vuelven a los sonidos más envolventes y elaborados con
“La Ramera Escarlata” que seduce suave y evocadora en su inicio para ir
cogiendo ritmo y pegada con unas logradas variaciones tonales en la voz de José que se deslizan entre su tétrica
ambientación creada por sus coros y con un ligero toque progresivo en su
rítmica y teclados.
Llegamos casi al final con unos
de los temas que más me ha gustado del disco, “Decepción”, desarrollado sus
ocho minutos con gusto e intensidad desde un melancólico comienzo para ir
creciendo arrogante y teatral con una destacada participación coral llena de
dramatismo y lirismo, llegando a un furioso acelerón en su parte final. Una
furia que se prolonga en el inicio de la rápida “La Era del Dolor” plena de
pegada, una vez más con buenos matices vocales ideales para transmitir su
mensaje, tanto en sus partes más directas como en las más lentas y oscuras
rodeadas de una triste orquestación.
Así debería acabar el disco, pero
nos encontramos oculto tras unos segundos otro tema dentro de este
decimosegundo corte, un tema de heavy melódico con mucha garra y dinamismo, con
la base rítmica muy marcada, con la voz áspera y limpia, completada por otro
interesante solo de guitarra doblado. Gran cierre para un buen disco, lleno de
matices y buenos momentos que sirve para recuperar y esperemos que para
impulsar definitivamente a una interesante banda como es Mercurio.
Mariano Palomo
1 comentario:
que tal mariano, hay un error, los guitarristas son sergio salcedo y el otro es javier fernandez (no jorge) y el tema final (el oculto) se llama "gilgamesh", muchas gracias por la review un abrazo
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