viernes, 13 de septiembre de 2013

CONEY HATCH "Four"

(Frontiers / Mastertrax)

Coney Hatch, una de las bandas de culto del hard melódico canadiense, resucita con un nuevo trabajo en estudio dos décadas y media después de su disolución tras dejar tres álbumes publicados en la primera mitad de los ochenta. Y en este caso el término resurrección es casi literal, ya que la reunión de los miembros originales, Andy Curran (voz y bajo), Steve Shelski (guitarra), Dave Ketchum (batería) y Carl Dixon (voz y guitarra), se gestó a raíz de un gravísimo accidente de tráfico de este último que hizo que, tras su recuperación, volvieran a retomar el contacto y la actividad del grupo volviendo a los escenarios de su Toronto natal en el verano de 2010.
Tras más actuaciones y apariciones especiales, como la del pasado Firefest, decidieron que tenían material suficiente como para completar un nuevo trabajo y eso es lo que ahora nos ofrecen bajo el significativo título de “Four”. Un disco que básicamente mantiene el sonido habitual de la banda, en general algo más crudo y rockero, y que en una primera escucha me resultó escasamente atractivo, no le encontraba chispa ni alicientes suficientes, demasiado plano y hueco, pero a base de darle vueltas ha terminado por convencerme más aunque sin llegar a conquistarme.
Así temas como las iniciales “Blown Away” o “Boys Club” me parecían demasiado simples y básicas, pero ya les encuentro más gracia al familiarizarme con el riff a lo AC/DC y el pegadizo estribillo de la primera, o con la elaborada melodía de guitarra de la segunda que envuelve su denso ritmo. Más directas me entraron otras como la rockera “Down & Dirty” de ritmo sencillo y contagioso que dentro de su sencillez aporta más picante, o como la más rítmica “Connected” salpicada de buenos detalles de guitarra alrededor de su claro estribillo.
Igualmente atractivas la melódica “The Devil You Know” de base hard y estribillo vacilón sobre unas guitarras correctas pero algo tímidas que toman mayor altura en “Marseilles”, corte de marcadas rítmicas y brillantes solos que sirven como contrapeso a la voz más áspera y con un puntillo macarra de Dixon, que se suaviza notablemente en las más tranquilas “Holding On” donde se dobla en su estribillo junto a un bonito rasgueo electro-acústico, y “Revive” uno de los mejores tema del disco con su ritmo a medio tiempo dando sustento a una buena melodía de voz y guitarra creando una gran ambientación.
Se completa el CD con dos piezas prácticamente prescindibles, la más moderna “Do It Again” simple, espesita y sin gracia, y la opaca “We Want More” de ritmo plomizo que cae sobre unas guitarras y voces duras pero sin la pegada necesaria, como queriendo hacer algo más heavy pero sin llegar a conseguirlo. Afortunadamente estos dos últimos temas citados no representan todo el conjunto del disco, aunque también forman parte del mismo haciendo que para mí baje su nota final que, por otra parte, de momento no llega al notable, a lo mejor si lo escucho más veces acabe superándolo.
Mariano Palomo

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