miércoles, 22 de mayo de 2013

TIMO TOLKKI’S AVALON “The Land Of New Hope”

(Frontiers / Mastertrax)

Una agradable sorpresa la que me he llevado con este nuevo proyecto en forma de metal opera del otrora guitarrista de Stratovarius. Y es que dado lo voluble e inestable del carácter del señor Tolkki cualquier cosa podría esperarse de su, por otra parte, innegable talento compositivo. Como suele suceder en este tipo de empresas la figura central suele rodearse de reputados colaboradores, y en este caso no iba a ser menos, comenzando por la cotizada vocalista Elize Ryd que tras despuntar con Amaranthe está siendo cada vez más solicitada y poniendo en este caso voz al personaje principal de la historia.
Una voz la de Elize que hay quien la pone al nivel de la consagrada Sharon Den Adel (Within Temptation) que aunque prácticamente de forma testimonial también participa en este disco, completándose la participación femenina con la operística voz de Magdalena Lee. Ponen el contrapunto masculino las potentes aportaciones de Rob Rock (Impelliteri), Russell Allen (Symphony X), Michael Kiske (Unisonic) y Tony Kakko (Sonata Arctica), teniendo más presencia los dos primeros, quedando con menor protagonismo los dos segundos, insertando su clase y poderío dentro de unas elaboradas pero accesibles composiciones dentro de las que se cuenta una esperanzadora historia post apocalíptica, aunque el nombre “Avalon” pueda hacernos pensar en un principio en la Edad Media.
En cuanto a la parte instrumental de guitarras y bajos se hace cargo el propio Timo Tolkki, contando para los teclados con Jens Johanson (Stratovarius), Derek Sherinian (Black Country Communion) y Miko Härkkin (Sonata Arctica), para la batería con Alex Holzwartz (Rhapsody of Fire), y para las orquestaciones con Sami Boman, realizando todos ellos una más que competente labor que da como resultado una decena de canciones que, salvo la pieza final que da título a la obra, no se exceden estérilmente en su duración resultando bastante entretenidas.
Comienza la aventura con “Avalanche Anthem” que contrariamente a lo habitual no es una intro instrumental, sino un temazo en toda regla donde, sobre una sólida base power metalera tremendamente melódica y lograda, una atmósfera fantástica creada por sus arreglos orquestales nos lleva a disfrutar de la alternancia vocal de Elize, Rob Rock y Russell Allen, con unos coros épicos majestuosos en su estribillo principal. Repite el trío vocal en “A World Without Us” más heavy y menos power, con unas magníficas guitarras crudas resultando directa y atractiva, y en la preciosa lenta “In The Name Of The Rose” en la que aparece la vena más lírica de Elize dentro de un bucólico entorno que se va endureciendo con las entradas de Rock y Allen, y sobre todo de la afilada guitarra de Tolkki.
Hay dos temas en los que Elize se queda sola para brillar resplandeciente, el primero la pegadiza y comercial “Enshirned In My Memory” oportunamente elegida para ser primer single y vídeo clip, con menor complicación instrumental para llegar con limpieza y claridad con todos los focos puestos sobre la vocalista aunque los detalles de guitarra también son muy interesantes. El segundo tema “I’ll Sing You Home” nos presenta de nuevo la cara más delicada y expresiva de la señorita Ryd dentro de un suave y lírico entorno que vuelve a crecer con emotividad por la irrupción lenta pero sangrante de la guitarra de Tolkki con un buen solo.
En la ligeramente gótica “Shine” Elize comparte protagonismo con Sharon Den Adel que deja su personal sello subiendo por encima de la orquestación que salpica el tema como nos tiene acostumbrados con su banda madre, y en este caso creando un interesante aunque no muy marcado contraste entre ambas voces, de nuevo con otro gran solo nada rebuscado de Timo Tolkki.
Si hubiera que elegir a un segundo protagonista de esta obra sería el encarnado por Rob Rock, ya que además de los citados, aparece en otros tres temas del disco, primero junto a Tony Kakko en “We Will Find A Way” épico corte de heavy melódico con unos buenos coros en su estribillo que suena totalmente a Avantasia como otros pasajes del CD, pero en este especialmente. Los otros dos tampoco se quedan atrás “The Magic of the Night” con un tempo más templado y con la voz de Rob Rock prácticamente narrando pero rompiéndose con potencia junto a unos equilibrados duelos de teclas y guitarras, y “To The Edge of the Earth” más épica todavía con mayor presencia de teclados y arreglos orquestales pero con un gran ritmo power metalero acelerado con una efectiva y técnica ejecutoria por parte de Alex Holzwartz y con un encanto melódico en sus líneas vocales que me recuerda a los mejores Angra.
Queda para el final la pieza más extensa del trabajo que además da título al mismo, “The Land of New Hope”, un complejo ejercicio de virtuosismo salpicado de atmósferas diversas comenzando épica y lenta para ir calentándose, subiendo y bajando de ritmo a golpe de power metal de su base rítmica con la inconfundible voz del gran Michael Kiske que afortunadamente parece definitivamente recuperado de sus devaneos modernitos de antaño, volviendo a demostrar una vez más por qué es uno de los vocalistas referentes absolutos dentro del heavy metal mundial.
Cierre majestuoso para un gran disco, prácticamente al nivel de los gloriosos Avantasia, que quizá peque de repetitivo en lo que a concepto musical se refiere, pero que está ejecutado con tal calidad por sus protagonistas que resulta complicado no disfrutar del mismo. Bien por Tolkki y compañía.
Mariano Palomo

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