miércoles, 22 de mayo de 2013

THE POODLES “Tour De Force”

(Frontiers / Mastertrax)

Ya van quedando lejos los tiempos en los que estos “caniches” suecos irrumpieron por sorpresa en la escena del hard rock con el magnífico “Metal Will Stand Tall” que supuso una excelente carta de presentación del cuarteto escandinavo con un puñado de frescos y pegadizos himnos. Su sucesor “Sweet Trade” mantuvo el nivel siguiendo los mismos parámetros con unas cuidadas líneas vocales encabezadas por el pintón Jakob Samuel, unas magníficas guitarras a cargo de Pontus Norgren, y de nuevo una colección de asequibles y sólidas canciones.
Pero tras la grabación de este segundo disco Norgren abandonó el barco para enrolarse en Hammerfall siendo sustituido por el desconocido hasta entonces Henrik Bergqvist con el que ya graban un irregular “Clash Of The Elements” que, a pesar de bajar un peldaño en su conjunto, contiene alguno de los temas más celebrados en directo de la banda, notándose sobre todo un claro bajón en la calidad del trabajo de guitarras y un endurecimiento del sonido en general. Algo que se acentúa con el que es para mí su trabajo más flojo hasta la fecha “Performocracy” con una producción mucho más oscura y unas composiciones densas sin el brillo ni la positividad al que nos tenían acostumbrados, aunque ya iban dejando entrever por donde podían ir los tiros en su tercer disco.
Todo esto junto a algunas decepcionantes actuaciones en directo a las que he podido asistir, ha hecho que haya ido perdiendo el interés por esta banda que en sus inicios me llegó a enganchar bastante, por lo que no esperaba demasiado de este nuevo lanzamiento. Y de momento con “Tour De Force” no han conseguido reengancharme del todo, y eso que me parece que algo sí que mejora a “Performocracy” pero aún a una considerable distancia del mejor nivel de sus inicios.
Por lo menos se ve más variedad, alternando momentos puramente heavies con otros más melódicos y hard rockeros, siempre con una base rítmica sólida por la potente pegada del batería Christian Lundqvist y el buen hacer de Pontus Egberg en el bajo, dando sustento a unas melodías de guitarra más trabajadas y a unas voces no tan festivas y grandilocuentes pero sí bastante efectivas en general, aunque en ocasiones se pierden en algunos entramados excesivamente densos por momentos.
El comienzo con la enérgica y directa “Misery Loves Company” resulta bastante prometedor siendo sencilla y resultona con su alta carga guitarrera y su estribillo marca de la casa, refrendándose las buenas sensaciones con la sorpresiva “Shut Up!” con un riff inicial que recuerda inevitablemente al del “Hot For Teacher” de Van Halen creando un ritmo divertido muy marcado y contagioso. Baja el ritmo seguidamente con la más dura “Happily Everafter” con unas líneas de bajo muy a lo Marcel Jacob y una ambientación un tanto sombría iluminada en cierta manera por las subidas de voz de Jakob, que se agria en el inicio de “Viva Democracy” con unos riffs y arreglos a lo Pantera, sin llegar a la agresividad de Dimebag, dentro de un desarrollo pesado con toques melódicos creando un contraste que me deja un poco a medias.
Algo similar sucede con “Going Down” que navega entre dos aguas, parece que quiere arrancar enérgica y guitarrera pero acaba demasiado amortiguada por unas melodías actualizadas sin demasiado cuerpo, que recuperan un poco en la melancólica balada “Leaving The Past To Past” con buenos aportes de guitarra sobre una melodía de piano y voz correctas, agradable al oído pero un poco flojita.
Mejora un poco el panorama con la movida “40 Days And 40 Nights” a pesar de su base un tanto insulsa intuyéndose más de lo que finalmente muestra, como ocurre con el medio tiempo “Kings & Fools” que tiene unas buenas melodías vocales en estribillo y puente pero sin la pegada necesaria, eso sí, adornada por unos buenos arreglos y solo de guitarra de Henrik, que lo estropea un poco resultando más romo en la animada pero opaca “Miracle” tan melódica como hueca.
Vuelve a subir un poco el nivel con la curiosa “Godspeed” de ritmo cortado por riffs rasgados y grandilocuentes coros en su estribillo pero sin acabar de matar, algo que consiguen en mayor medida con la reconocible “Now Is The Time” que sin tanta complicación resulta más efectiva con la voz de Jakob sobresaliendo, para terminar con la arabesca “Only Just Begun” donde repuntan a base de líneas vocales muy melódicas sobre unos teclados y guitarras trabajados a pesar de su escaso ritmo.
La edición física en CD del trabajo se cierra a modo de curioso tema extra con “En For Alla For En”, un corte en sueco claramente orientado al gran público “eurovisivo” con una estructura y sonido muy pop pero en el que curiosamente algunas partes de guitarra son de las más duras del disco, y que es utilizada como canción oficial por el equipo nacional sueco de hockey sobre hielo en el mundial que se celebra este mes en Estocolmo. Como curiosidad no está mal y no desentona dentro del nivel general de este disco que, como decía, me convence algo más que su predecesor, pero que no me devuelve a los mejores momentos del grupo.
Mariano Palomo

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