JOURNEY “Eclipse”

(Frontiers / Mastertrax)

Parece que la irregularidad continúa estando presente en los últimos lanzamientos discográfico de estos referentes aboslutos del rock mundial en general, y del A.O.R. en particular. Desde aquel maravilloso “Arrival” en el que muchos descubrieron a un gran Steve Augeri a la voz, los álbumes que le han sucedido no han acabado de llenarme, con algunos vaivenes estilíticos imporpios del nivelazo de Journey, véase el difícilmente digerible “Red 13” o “Generations” en menor grado, repuntaron en cierta medida con “Revelation” ya con Arnel Pineda sorprendiendo por sus registros vocales prácticamente clavados a los del insustituible Steve Perry. Ahora en mi opinión vuelven a bajar un par de peldaños con este “Eclipse” que debería suponer la confirmación de esta última alineación, pero que, sin ser un mal disco, ni sonar mal, ni estar mal interpretado, faltaría más hablando de quien estamos hablando, me parece bastante aburrido, sin la chispa ni la garra que han hecho grandes a Journey, además de sus inconmensurables melodías. De la docena de temas que componen el CD apenas tres o cuatro son capaces de engancharme sin paliativos, el resto se me hacen muy planos, muy sosos, casi ambientales, sonando muy bien eso sí y además con la voz de Arnel más personal y menos clon de Perry. Cortes como “Chain Of Love”, “Resonate” o “She’s A Mistery” se pierden en sonidos suaves, ritmos tendidos y voces arrullantes, salpicadas por algunos buenos riffs de Schon. Cogen algo más de ritmo y solidez en la más dura “Edge Of The Moment” con buenos arreglos, en la positiva y optimista “Anything Is Possible” con un buen estribillo arriba, en la más vacilona de aires Santana “Human Feel” con buienas aportaciones de taclados a cargo de Jonathan Cain y de percusión por parte de Deen Castronovo. Uno de los puntos fuertes de siempre del grupo, las baladas, siendo correctas en este trabajo no son tan matadoras como en otras ocasiones, “Tantra” tiene bastante sentimiento y un punto dramático por sus intensas líneas vocales, mejorando en la romántica “To Whom It May Concern”, una de las destacadas por sus telcados y sus suaves guitarras que acarician el oído junto a la voz de Arnel. Los tres cortes que más me han gustado han sido la inicial “City Of Hope” de aire optimista, comerical y contagioso por su gran estribillo con la voz más personal y matizada, la animada y melódica “Ritual” puramente Journey fiesteros, al igual que la birllante y positiva “Someone” en la que destacan las teclas de Cain y que acaba arrancandome una sonrisa. El cierre lo pone la envolvente instrumental “Venus” en la que Schon se exhibe junto a la sólida percusión de Castronovo dando un toque sinfónico al tema. Una vez escuchado el disco unas cuantas veces sigue sin conseguir convencerme del todo, seguramente por que al ser de un grupo tan grande y admirado me esperaba bastante más, pero me imagino que no siempre se puede estar igual de inspirado.

Mariano Palomo