martes, 10 de mayo de 2011

ISTHAR “Sangre, Sudor y Lágrimas”

(Olomor Producciones)

Si en el Reino Unido hablamos de la saga Purple, aquí casi podíamos hablar de la saga Nú. Aunque Isthar, la banda que nos ocupa nació en los 70’s casi al tiempo que la de José Carlos Molina. El fundador y único miembro perdurante de la misma, el bajista y cantante José Luis Rodríguez, fue capaz de compaginar su labor en ambas formaciones durante algunos años, grabando junto al falutista de Legazpi álbumes como el mítico directo “No Hay Ningún Loco” y su sucesor en estudio “El Mensaje del Mago”. También tuvo tiempo para dar a luz a la primera obra de Isthar junto a reuptados músicos del panorama rockero nacional e internacional bajo el título de “En El Mundo De Los Sueños”, tras el cual y tras algunos conciertos a principios de los 90 con un gran despliegue de medios, el grupo desaparece con algún que otro intento de retorno sin demasiado éxito hasta ahora que José Luis parece querer volver a intentarlo con nuevos compañeros de viaje. Junto a los guitarristas Javier Busto y Pedro Fuentes, este último también cantante, al batería José Manuel Gorjón, y al saxofonista Antonio José Fernández, recuperan el sonido setentero y sinfónico para completar este “Sangre, Sudor y Lágrimas”. Un título que supongo tendrá mucho que ver con el tiempo y esfuerzo invertido a la hora de sacarlo adelante, y que bien podría aplicarse a la historia de muchos otros discos. Para situarnos creo que podemos equiparar el sonido de este trabajo al de bandas como Bloque o Asfalto por su base e indisimulada pasión sinfónica e instrumental, o como al de otras más rockeras y cañeras de los ochenta, los primeros Maiden por ejemplo, por sus ritmos y guitarras más potentes en algunos momentos. Eso sí, todo ello barnizado por la originalidad que aporta la inclusión destacada del saxo de Antonio José Fernández en muchos fragamentos de las composiciones. En general un sonido entrañable y evocador que empieza a desgranarse con la virguera “Carretera y Manta” que es una especie de prolongada intro instrumental que da paso a la más trabajada que brillante “La Tormenta” con gran presencia de guitarras que por momentos resultan excesivas. Mucho más fiestera y asequible la rockanrolera “Donde Quiero Estar” marcada por el saxo y el piano con un ligero toque horterilla y popero, pero divertida en cualquier caso, para endurecerse en el incio muy duro de “Perdido En El Vacío” para acabar más sinfónica y experimental con poca presencia vocal. Sonido más progresivo para la compleja y algo psicodélica “Fobia A La Cronofobia” con buenos toques de saxo y versátiles guitarras que hacen que este corte este lo más alejado posible de la comercialidad, como casi todo el disco. Se explayan en los más de nueve minutos de la lenta y cálida “Mientras Todos Duermen” que llega a cotas místicas y épicas a base de sonidos acústicos suaves, ensuciándose a renglón seguido con la caótica pero controlada “Cuentos Chinos”, tocando el rock urbano en la crítica de voz rascona “Señor Importante” sobrevolada por la sombra de Topo-Asfalto, para llegar al blues de la obvia “Mi Viejo Blues” relajada pieza donde brillan sus suaves voces aunque crece en ritmo e intensidad durante su desarrollo. El final del disco viene de la mano de un par de excesos instrumentales en la importante y currada “D-10” con aires orientales haciendo honor al nombre del grupo, y en la compleja y enrevesada “Di De Alta A Mi Psiquiatra” que resulta algo recargada con la guitarra sobresaliente de Javier Busto dentro de unos cambiantes ritmos. Se pone el punto final con una suave versión de “La Planta 14” de Víctor Manuel en la que expresan la tragedia de las minas asturianas con la voz arriba llena de dramatismo junto a un buen solo de saxo que se va endureciendo. Entrañable final para cerrar una vuelta a un sonido que formó parte de la historia del rock español durante muchos años y que, supongo, a algunos les parecerá fuera de onda y a otros les recordará tiempos seguramente mejores en muchos aspectos.
Mariano Palomo

No hay comentarios: