viernes, 18 de marzo de 2011

URIAH HEEP “Into The Wild”

(Frontiers / Mastertrax)

Parece que el paso de los años no hace mella en la capacidad creativa de estos vetaranos rockeros británicos que siguen ofreciéndonos interesantísimos trabajos como este nuevo disco que nos ocupa en este 2011. Nada menos que treinta y un años después del lanzamiento de su primera entrega de culto “Very ‘eavy.... Very ‘umble” Uriah Heep son capaces de crear una obra redonda, llena de enacnto, entrañable y viva como pocas, muy por encima de lo que vienen haciendo hace algún tiempo algunos de sus contemporáneos que les eclipsaron en su momento, lease Deep Purple o Black Sabbath. Y es que es una delicia escuchar ese sonido absolutamente personal y característico en el que se mezclan hard rock totalemente clásico, rock sinfónico y rock melódico, encuadrado en unos temas llegaderos, asequibles y envolventes que se escuchan con facilidad y agrado quedándose a la primera en muchos casos. Por ejemplo, “Nail On The Head”, ideal para comenzar llena de clase setentera con las voces clásicas del grupo arropando al personal Bernie Shaw y las punzantes guitarras de Mick Box. Sigue la fiesta con “I Can See You” animada composición con buenos juegos de guitarras junto a las teclas del ex Grand Prix Phil Lanzon, y con la épica y envolvente “Into The Wild” llena de coros. Baja un poco el ritmo con “Money Talk” con el hammond marcado dentro de un tempo más monótono, que se anima de nuevo en “I’m Ready” con un gran Bernie Shaw , que sigue brillando en la relajada “Trail Of Diamonds” casi a capella en su inicio para crecer en intensidad y solidez a medida que van entrando los instrumentos, sobre todo la percusión de Russell Gilbrook y el bajo del veterano Trevor Bolder. El hard más sinfónico se apodera de “Southern Star” un tema que engancha y envuelve con un aire evocador en el que voces corales y guitarras clásicas sobresalen, al igual que en la más A.O.R. “Believe” que perfectamente podría encajar en álbumes anteriores del grupo como “Equator” o “Sonic Origami” siendo uno de mis temas favoritos del disco. Algo menos me convence la más tendida y setentera “Lost”, que, sin estar mal en absoluto, tiene un ritmo inferior y menor brillo, volviendo la senda más comercial y hard melódica con la alegre “T-Bird Angel” en la que las líneas vocales me recuerdan al mismísimo Danny Vaughn. El cierre viene con la suave y compacta “Kiss Of Freedom”, voces profundas, buenos coros y sentidos solos de guitarra y teclados para poner punto final a este muy buen disco, mejor incluso que su anterior “Wake The Sleeper”, de una banda que sigue siendo de culto aunque, a la vista de su trayectoria y perseverancia, debería haber sido mucho más grande y reconocida.
Mariano Palomo

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