Casi dos décadas después de la disolución de Sangre Azul, cuando ya prácticamente ni nos acordábamos de él, su cantante Tony vuelve a la actividad discográfica por todo lo alto. Un gran trabajo que podemos clasificar como de Hard Rock pegadizo, al mismo tiempo que muy variado y lleno de matices. Y con un sabor a Sangre Azul del que resulta imposible desprenderse. Nos encontramos canciones cañeras como “A Ti” o “Juicio Final”. Tenemos también unos excelentes medios tiempos, como “Rumbo a Ningún Lugar” o “Dicen”. Composiciones rocanroleras, simpáticas y vacilonas, como “No Sé” o “Mejor que Nadie”. Y la diversidad, que impide que el aburrimiento aparezca ni un solo minuto, también la vemos en las letras. Textos que hablan de la realidad que nos toca vivir, como “Juicio Final”, “El Malo del Cuento” o “Instinto Animal”. Otras letras más intimistas como “Las Fases de la Luna” o “Rumbo a Ningún Lugar”. Los inevitables líos con mujeres vienen representados en “Mejor que Nadie”, “A Ti”, “No Sé” y la balada “Llueve Otra Vez”. Quizá el menos comercial de los once temas que configuran el CD sea “Instinto Animal”, que cuenta con la colaboración del Sherpa en las voces. Hay otros muchos invitados, pero los más destacables sin duda son los otros cuatro músicos de la última formación de su legendaria ex–banda. ¿La mejor canción de todas? Cuando no sabes cuál elegir, buen síntoma. Si no hubiera más remedio que escoger, dudaría entre la ya mencionada “Mejor que Nadie” y “Unidos Para Siempre”, un auténtico himno que recupera la esencia Sangre Azul mejor si cabe (¡y ya es decir!) que el resto de los cortes del disco. Ha sido una espera muy larga, pero ha merecido la pena. Ya que comprobamos que Tony no ha perdido ni un ápice de sus cualidades vocales y compositivas en todo este tiempo de inactividad, sólo queda demostrar en directo que esto sólo es el principio y que vuelve para quedarse.
Nacho Jordán
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